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Desarrollo humano (página 2)


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El paradigma del Desarrollo Humano –según sus proponentes- tendría entonces un carácter holístico por que cubriría todos los aspectos del Desarrollo Humano.

Principales problemas y desafíos para la aplicación de la propuesta de desarrollo Humano

Uno de los principales aspectos que ha motivado el surgimiento de esta propuesta ha sido la falta de correspondencia entre crecimiento económico y Desarrollo Humano. Se presumía que el crecimiento económico, como efecto de la tesis del "goteo" o "derrame", iba necesariamente a traducirse en un mayor desarrollo social. La experiencia demostró que el crecimiento económico no necesariamente estaba vinculado con un mayor Desarrollo Humano.

El crecimiento económico

Se considera que la mejor manera de potenciar el desarrollo económico es mediante la potenciación de la propia capacidad del hombre. La inversión en educación general se constituye entonces en la clave para el crecimiento económico. Este planteamiento prioriza entonces la acumulación de recursos humanos más que la acumulación de capital físico y presupone también que esto tendrá un efecto multiplicador benéfico no solo para el ámbito económico sino también para el social y político en general.

En relación a esta posibilidad de crecimiento económico a partir de la ampliación de la capacidad productiva del hombre existe un aspecto importante que no se toma muy en cuenta y es el referido a los procesos de motivación para aprovechar las oportunidades que le proporciona el medio. No nos parece correcto plantear –como lo hace Mabul ul Haq- que "la equidad se refiere a acceso a oportunidades políticas y económicas y no necesariamente a resultados ya que lo que las personas hagan con sus oportunidades es cuestión de ellos".

El mero hecho de crear oportunidades no soluciona el problema, si las oportunidades no son bien aprovechadas se corre el peligro de distorsionar la relación directa que debe existir entre capacitación y crecimiento económico.

El error consiste en suponer que es innato en las personas la racionalidad occidental que tiende a maximizar los beneficios. En países como Bolivia, debido a rasgos culturales propios derivados del mundo andino, una importante fracción de la población no ha internalizado todavía plenamente esta lógica.

Quizá, la falta de desarrollo del mercado y del comercio en el mundo andino en la etapa precolonial pueda explicar esta carencia que se constituye en un factor limitante para acelerar un proceso de desarrollo económico que desemboque en un Desarrollo Humano.

Si nos preguntamos sobre los orígenes de la idea de desarrollo en el contexto boliviano, podemos coincidir con H.C.F. Mansilla quién plantea que la urgencia contemporanea por el desarrollo es un fenómeno relativamente reciente que surge sobre todo como fruto del incremento espectacular de las comunicaciones entre las naciones más avanzadas y las áreas atrasadas.

El desarrollo de las comunicaciones habría posibilitado la comparación entre las situaciones imperantes en los países pobres y los logros alcanzados en las grandes potencias. De esta comparación habría surgido recién la necesidad de imitar los procesos que iban generándose en los principales países desarrollados, convirtiéndose los logros de éstos, en paradigmas según los cuales se mide todo progreso.

Por lo tanto, los objetivos de desarrollo no serían una creación autónoma de los países en desarrollo. Consiguientemente, una condición fundamental para el logro del desarrollo económico tiene que ver con la creación de las condiciones subjetivas para el crecimiento económico, es decir, el desarrollo tiene que convertirse en una necesidad sentida, deseada y compartida por el conjunto de la población y este deseo tiene que traducirse necesariamente en cambios de actitudes, valores y conductas coherentes con las aspiraciones de desarrollo económico.

Esta situación puede convertirse en uno de los factores explicativos del por qué la importante elevación en el IDH en las últimas décadas en Latinoamérica no ha incidido mayormente en la generación de un proceso de desarrollo económico sostenido. Hace falta entonces, infundir en la sociedad boliviana ese "espíritu capitalista" del que habla Max Weber que habría surgido sobre todo como efecto de las "modificaciones profundas en la valoración de la riqueza, del trabajo y del éxito material, inducido por la ética calvinista y la praxis pastoral de los metodistas· (Juan Gonzales Anleo: 1992 p. 297).

Crecimiento económico y Desarrollo Humano

En relación a la vinculación del crecimiento económico con el desarrollo Humano, el informe sobre Desarrollo Humano 1996 recomienda una serie de medidas para convertir el crecimiento económico en un medio para el Desarrollo Humano.

Un problema central en este campo es el referido a la relación entre competencia y cooperación. El crecimiento económico esta en función de la capacidad competitiva, el desarrollo Humano en cambio se funda en la cooperación. Aparentemente ambos proceso son contradictorios.

El proceso de globalización económica impone a los países la necesidad de elevar sus niveles de competitividad partiendo de condiciones desiguales. Esto da lugar a una suerte de "darwinismo social" donde los menos competitivos sucumben ante los más competitivos.

La globalización ha contribuido en general al crecimiento de los países fuertes y ha marginado a los países débiles. Los datos muestran que entre 1960 y 1990 los países más pobres, donde viven un 20 % de la población mundial han visto reducirse su participación en el comercio mundial de 4% a menos del 1%, y reciben escasamente 0,2% de los préstamos comerciales mundiales (Informe de D.H. 1996)

Como resultado de estas tendencias que ponen en peligro la pervivencia de las sociedades débiles es que surge la necesidad de generar procesos de readecuación a las nuevas circunstancias que impone el contexto mundial.

El enfoque del desarrollo Humano pretende precisamente constituirse en una estrategia de desarrollo realista para enfrentar esta situación. La premisa en la que se asienta esta propuesta es que definitivamente el crecimiento económico no es sostenible sin desarrollo humano.

En cierto modo, el desarrollo de los países denominados como "los tigres asiáticos" respalda esta posición. Se ha podido observar que el mejoramiento de la capacidad competitiva en estos países ha estado estrechamente relacionada con el potenciamiento de sus recursos humanos, ambos procesos constituyen un círculo virtuoso en el que se refuerza recíprocamente".

Un rasgo característico de estos países ha sido el carácter autoritario del estado. Este hecho les ha librado de los problemas que implica lograr la construcción de consenso social para la determinación de metas colectivas.

El logro de este consenso en los países con sistema democrático como Bolivia se convierte en uno de los principales problemas de difícil superación, sobre todo, si se toma en cuenta el carácter heterogéneo de nuestra sociedad, no sólo en términos económicos, sino sobre todo, en términos culturales.

Fernando Calderón Plantea que en un contexto caracterizado por la diversidad cultural se hace difícil conciliar tres requisitos: "La representación política de actores y demandas diversas en un marco institucional, la participación equilibrada y argumentativa de actores en el sistema de toma de decisiones y la mayor equidad en los resultados del desarrollo económico".

La viabilidad de la propuesta e Desarrollo Humano entonces, depende en gran manera de la posibilidad de definir metas colectivas a través del consenso y compromiso político entre los diferentes actores sociales. No se puede pensar en el avance del proceso de Desarrollo Humano sin una concertación negociada.

Las condiciones actuales sin embargo, no parecen presentar perspectivas halagadoras para este consenso. Existe un fuerte cuestionamiento al actual sistema democrático como producto de la crisis en el sistema económico. El gobierno y los partidos políticos han perdido credibilidad. Siguiendo a Habermas puede decirse, que el sistema político esta sumido en una situación de crisis de racionalidad y crisis de legitimación ya que "el sistema administrativo no logra hacer compatibles ni cumplir los imperativos de autogobierno tomados del sistema económico y el sistema de legitimización no logra alcanzar el nivel de lealtad de masas requerido". (pág. 64-65)

La paradoja del Desarrollo Humano

Los procesos de crisis económica, social y política crean un contexto desfavorable para el logro del consenso, al mismo tiempo, el logro del consenso es la única posibilidad de superación de los procesos de crisis. Las posibilidades de éxito de la propuesta del Desarrollo Humano dependen en gran manera entonces de la superación de esta paradoja.

 

 

 

Autor:

Francisco E. Agramont B.

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