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Fábulas, mitos y demás expresiones contemporáneas


    INTRODUCCIÓN

    La fábula, en este libro, modifica su presentación y así como Fedro bautizó sus fábulas como esópicas queriendo darles su propia orientación, de la misma manera aquí se denominan Fábulas y Expresiones Contemporáneas, inspirado en maestros como: Lafontaine, Báidaba, Esopo entre otros, donde algunos personajes que entran en escena hacen alusión a la modernidad.

    Soy consciente que aunque atento contra la conducta de algunos seres del reino animal achacándoles comportamientos que en ellos jamás se presentarán, deben comprender que lo hago con la mejor intención de evidenciar actitudes humanas que dejan mucho que desear y que estoy seguro ningún irracional envidiará.

    Ahora bien, si a uno de ellos la providencia diera facultad de comprender lo aquí expresado, estaría en todo su derecho de colocarme en la palestra pública y no tendría como justificar mi proceder.

    LAS BOTELLAS

    Una botella de vidrio que estaba sobre una mesa se acercó a su compañera de plástico. !Amiga mía!, dijo la primera: Tu traje es opaco y no permite lucir tus gracias como yo hago. Así iban platicando muy amigablemente las dos, la una se ufanaba de su traje emperifollado, mientras la otra observaba su propia vestidura, con profundo desencanto. Poco a poco fueron avanzando por el lugar dispuesto para los convidados y sin darse cuenta, al borde las dos llegaron y se fueron para abajo, la botella de cristal quedó hecha mil pedazos y la otra dando tumbos a un rincón fue a parar, saliendo ilesa de aquel percance. Se incorporó al instante y elevando sus ojos al cielo dio gracias regocijándose de tener esa estampa que momentos antes había menospreciado. Agradecidos debemos estar con aquello que la natura nos da.

    CAZADOR CAZADO

    En el lecho submarino un pejesapo se aprestaba para la caza y con su antena como señuelo muchos pececillos capturaba. Cierto día cruzó un pez acompañado por varios de sus críos y uno de ellos al ver que algo se movía intentó atraparlo. ¡Detente!, gritó su progenitor sujetándolo con firmeza, eso que parece una caña de cuyo extremo pende algo así como una rama, es la antena del pejesapo, que usa como carnada y a cuanto pez se le acerca de un bocado se lo traga. No había terminado de decir esas palabras cuando de lo alto bajó una cuerda con atractiva carnada, el pejesapo al verla se arrojó a capturarla, pero para su infortunio de cazador pasó a cazado. La lección por los pececillos fue asimilada porque el cielo les permitió que con sus ojos lo presenciaran. Privilegiados son quienes tienen la oportunidad de ser testigos de un acontecimiento fatal, sin que nada les llegue a pasar.

    EL LEON Y LAS HIENAS

    Viéndose el rey león perseguido por las hienas decidió hacerles una propuesta. Señoras hienas les dijo con extremada cortesía: si ustedes a bien tienen y me perdonan la vida, mi trono cedo a quien ustedes convengan que deba ser la elegida. Las hienas aceptaron la propuesta, ¡yo seré!, decía una, las otras lo mismo decían y así armaron la algarabía, por quedarse con el solio al que todas pretendían. Se enfrentaron unas y otras con rudeza infinita, la sangre por el prado corría hasta no quedar sino una con vida. Cansada y maltrecha la ganadora de la contienda, contempló al león en toda su magnificencia, quien la observó con mirada fiera. Sin atreverse a decir nada dio media vuelta huyendo espantada a lo profundo de la selva con la cola entre las patas. El que en grupo se envalentona, cuando se encuentra solo se amilana.

    LA SABILA

    Una sábila que habitaba en recinto cerrado fue acusada de hechicería. Era muy extraño que de aire solo viviera, y colgada de las paredes del ambiente se nutriera. Detenida por un burro, un simio y un gallo fue interrogada: si para subsistir no necesitas alimento ¿no crees que eso es hechicería?. La sábila sonrió al darse cuenta de la ignorancia de aquel trío, explicando lo que en realidad sucedía. Así fue como recobró su libertad prevaleciendo la razón sobre habladuría. Cuando un asunto no es comprendido es mejor callar que controvertirlo.

    LAS DOS RANAS

    Dos ranas que vivían en sendas orillas de un mismo pantano, por casualidad en el centro se encontraron. Yo he viajado mucho decía la una; y yo también, la otra respondía. Un pez veterano que las escuchaba a prudente distancia decidió hacer parte de la charla. Ilusas ustedes dos por decir que conocen cuando en realidad no han visto nada. Aquí habito mucho antes que ustedes nacieran y sé que nunca de este lugar han salido, dejen de simular, no digan tantas gansadas. Las ranas después de oírlo se retiraron avergonzadas. Decir mentiras por aparentar, en fiasco puede terminar.

    INJUSTICIA

    En la casa del coyote se realizó un allanamiento con el fin de verificar denuncias de terceros, sobre el robo de gallinas en varios gallineros. De sorpresa cayeron el león, el tigre y un oso hormiguero para verificar si lo que decían era cierto. Los trastos y demás enseres revolvieron, plumas y más plumas por todo lado encontraron adornando tapetes y floreros. Esos indicios no significaban que las aves por él hubiesen sido muertas; sin embargo las llevaron como prueba y aunque su culpabilidad no fue probada lo sentenciaron a cadena perpetua. El coyote murió alegando su inocencia, el pecado fue tener fama de carnicero. Quien se gana el calificativo de perverso, aunque haga buenas obras es mirado con recelo.

    EL LOBO ARREPENTIDO

    Un lobo diciéndose arrepentido de sus fechorías, para dar muestras de haberse corregido, a un banquete convidó a dos conejitos. La mesa estaba servida, el plato principal lo componían zanahorias y lechugas. Los pequeñuelos al ver tan generoso alimento, tomaron confianza y lo devoraban complacidos, mientras el lobo esperaba que de llenos se quedaran quietos para hacerlos su alimento. Uno de los conejitos que era muy listo, presintiendo sus intenciones dijo al otro: digiere despacio siguiendo la etiqueta de masticar treinta y cinco veces antes de pasar bocado. El lobo estaba desesperado, no hallaba la hora de probar tan apetitoso plato. Los conejitos en un momento dado fingieron estar enfermos y se retorcieron sobre sus vientres gritando: ¡estamos envenenados¡ el lobo al verlos en ese crítico estado se asustó tanto que huyó como condenado. Los conejitos sonriendo terminaron de engullir las viandas y luego se marcharon. Cuando al canalla se le da una lección no hay mejor satisfacción.

    LA ARAÑA Y LA TIGRESA

    Una fémina tigresa con una araña se encontró y en estos términos de su aspecto se refirió: desdichada debe ser tu vida porque con tu presencia en vez de atraer alejas a cuantos a ti se acercan, ¿porqué no acudes al cielo para que te de licencia y a alguien como a mí te parezcas y así puedas recorrer lugares sin pasar vergüenzas?. Gracias por tu consejo pero no lo acepto, aunque no tengo presencia obtengo mi alimento sin mayores desplazamientos, en cambio tú debes esforzarte más para obtener el sustento. En lo que a mí concierne prefiero ser lo que soy, orgullosa me siento. Indiferentemente de quien se trate cada quien vale por lo que es, no por su imagen.

    LOS CIERVOS

    Dos viejos ciervos que cruzaban por un prado con abundante hierva platicaban de sus vivencias pasadas. Decían ser los mejores amigos, al fin y al cabo habían compartido todo desde que eran críos y prometían no separarse por cosa grave que sucediera. Tan absortos estaban haciendo remembranza que no se dieron cuenta de la fiera que se les abalanzaba. Aterrados corrieron cada cual por su lado, con tan mala fortuna que uno de ellos fue capturado y el otro a prudente distancia lo contempló consternado. El que era devorado tan solo atino a susurrar: tú que te decías mi amigo ahora que me vez en desgracia por auxiliarme no haces nada; cuan equivocado estaba, sin entrega y sacrificio la amistad no vale nada. El verdadero amigo se conoce en los momentos mas críticos.

    VALE LA PENA EL SACRIFICIO

    Un lobo fingiendo mostrar generosidad invitó a unas liebres a cenar, lo que había preparado contenía un sedante que suministrado en pocas proporciones no las mataría sino que las haría adormilar. Cumplido su cometido y en su afán por devorarlas no tuvo la precaución de limpiarlas de aquella pócima letal y al engullirse a mas de dos, por el efecto del lenitivo se durmió. En eso las demás liebres despertaron y al verlo en tal condición lo sancocharon como homenaje a las liebres que comió. Quien emprenda acciones para hacer el mal tenga presente que en cualquier momento contra {el se pueden reversar.

    EL ZORRO DISFRAZADO DE GALLINA

    Un zorro muy astuto, había escapado en más de una oportunidad del dueño de un corral, utilizando en cada asalto un ingenioso disfraz que lo hacía ver como una gallina más. Se vanagloriaba de su inteligencia para no dejarse atrapar. Cansado de sus fechorías el propietario del corral se ideó un plan para poderlo capturar; marcaría las gallinas pintando sus crestas de color azul celestial, así atraparía al truhán. El zorro muy campante se disfrazó y entró al corral y con las gallinas se fue a mezclar, pero como no sabía de colores, de inmediato se evidenció y cayó. El zorro sorprendido se preguntaba ¿cómo lo habían podido identificar?. Desesperado intentó escapar, pero todo fue en vano, sus felonías tuvo que pagar. El granjero sin desenmascararlo lo sancochó no como un zorro, sino como ave de corral. El que valiéndose de trucos se lucra, aténgase al castigo cuando su marrulla descubran.

    EL PLATANO INTRÉPIDO

    Un plátano cansado de ser perseguido por un grupo de monos que lo querían hacer su alimento, decidió disfrazarse de cebolla y así librarse de aquel tormento. Su plan daba resultado porque los micos lo ignoraban por completo. El plátano confiando en no ser descubierto, corría y bailaba entre macacos para demostrar a sus hermanos su capacidad para burlarlos. En cierta ocasión que jugueteaba con los primates pequeños, uno de ellos pisó su disfraz evidenciándolo de inmediato. Al verlo los monos mayores le cayeron encima y lo devoraron enseguida. Jugar con candela deja sus secuelas.

    EL CUCARRON DESOBEDIENTE

    Un cucarrón deseando participar en una maratón insistía a su madre para que le diera autorización, estaba convencido de hacer una buena presentación. Cada vez que trataba el tema su progenitora se enojaba, sabía el peligro que corría si competía. Pero como la obstinación puede más, el cucarrón se inscribió colocándose una camiseta, para ocultar su identidad. Dieron la largada y los contendores salieron en busca del celofán, corría la pulga corría el piojo y así todos a cual más, a la punta de la carrera el cucarrón por momentos logró llegar. Se impulsó tanto y fue tal su velocidad en su intento por ganar, que contra el pavimento de espalda vino a parar sin que nadie lo fuera a auxiliar. Como es bien sabido de este animal, una vez patas arriba no se puede incorporar, llegándole la muerte todo por su terquedad. Quien no atiende consejo no llega a viejo.

    LAS MUÑECAS Y LAS ESPOSAS

    Unidas estaban muñecas y esposas porque el infortunio quiso que así sucediera, por la conducta humana que mostró gran vileza. Eventualidad como esa aprovechan las primeras, para tratar un tema que les daba vueltas. ¿Por qué nos evidencias delante de todos, cada vez que nuestras hermanas cometen torpezas?. (Refiérese a las manos cuando cometen algo indebido). Como autoridad que soy, no puedo mostrar trato preferencial con quien infringe orden y moral, de sobra sé que culpables no son por los desmanes de sus dos parientes, sin embargo deben de tener presente, que por andar con ellas, de sus acciones cómplices se vuelven, al escarnio público se someten y por sus actuaciones, correrán con la misma suerte. Quien se rodea de malas amistades de igual manera lo van a calificar.

    EL BUHO LETRADO

    Un búho se fue a estudiar a la ciudad y el título de letrado le fue otorgado. Cuando regresó a la selva ofreció sus servicios al rey para asistirlo en la difícil tarea de legislar, al fin y al cabo se había formado en una universidad. Su vanidad era tal que no hacía otra cosa que ostentar tener un título profesional. Un día el soberano le brindó la oportunidad de resolver un litigio para que demostrara su sapiencia y capacidad. Se trataba de dos osos que disputaban por obtener una misma propiedad. ¿Cómo saber a cual de los dos otorgar?. El búho sacó sus libros y algunos artículos recitó y después de parlar largo rato dictaminó: quien lo haya visto primero se le debe entregar. Los concurrentes silentes fijaron sus ojos en el rey león, el búho confiaba que avalaría su decisión. El monarca incorporándose de su silla señaló a los osos y sentenció: el reino que habitamos a todos pertenece y no hay escritura pública que asigne a alguien su posesión, en cuanto a usted señor juez, no olvide que las leyes de los humanos aquí no tienen presentación. Mas vale experiencia que preparación acompañada de inmodestia.

    LA NEVERA Y EL HELADO

    Un helado hastiado de estar bajo el cuidado de una nevera, decidió tomar sus cosas y partir rumbo a otras tierras, sólo llevaba consigo alguna ropa ligera. Con la primera caminata copiosamente sudó y se fue derritiendo poco a poco hasta que sin fuerzas quedó. Como pudo se dio maña para tomar un auricular rogando a la nevera para que lo fuera a auxiliar. Como había ido lejos para su desgracia no lo pudo ayudar, porque cuando llegó lo único que encontró fue un charco de agua que estaba pronto a secar. La rebeldía solamente ocasiona lágrimas.

    EL MICO HECHO REY

    Un mico encontró a un león al parecer moribundo y aprovechando esta circunstancia, sobre él se paró para que los demás animales de la selva creyeran que había sido el triunfador de una lucha feroz que hubo entre los dos. Todos lo observaban con respeto y admiración y trajeron una corona que orgullosamente ciño, pero para su desdicha en ese momento el león se reanimó, había sido objeto de una insolación y al darse cuenta que el mono estaba encima suyo de un manotazo al suelo con todo y centro lo arrojó y dando un rugido sentó su posición. Rey es rey no interesa quien se pare encima de él.

    EL SEMÁFORO Y EL AUTO

    Se hallaron por casualidad en la esquina de una vía, un semáforo y un auto que se acababa de varar. El auto observando de soslayo al semáforo, en estos términos lo abordó: ya que tengo la oportunidad de dialogar contigo, te quiero manifestar mi profundo pesar, porque ha de ser difícil hallarse inmóvil todo el tiempo sin poderse desplazar, soportando el ruido y la contaminación ambiental de quienes por aquí solemos pasar, sin conocer otros espacios que te puedan recrear. ¿No te cansas de mirar sin cerrar tus pupilas aunque sea un instante para descansar? Mi estimado caballero más lamentable es, presenciar personajes como tú sirviendo de coteros no más, prefiero mi profesión a soportar que a su antojo me quieran manipular. A diferencia tuya soy autoridad, y quien cruce por aquí me tiene que respetar. No te compadezcas de mi, ¿acaso no la necesitas tu mas?. Quien se conduele de otro sin clara razón, termina siendo objeto de su propia compasión.

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