- El lenguaje desde una visión semántico-pragmático considerando algunas teorías lingüísticas
- Lenguaje bajo una perspectiva de cambio y variación
CAPITULO I
El lenguaje desde una visión semántico-pragmático considerando algunas teorías lingüísticas
El carácter del componente significativo de la lengua no ha sido de vital interés en el desarrollo de las diversas teorías que han tenido relevancia en las investigaciones de los fenómenos del lenguaje humano, las cuales se ven representadas por el estructuralismo y generativismo lingüísticos. Por un lado, los esfuerzos realizados por los teóricos estructuralistas en convertir sus estudios en una verdadera ciencia del lenguaje; someten sus investigaciones a las condiciones y métodos del positivismo científico, cuyos postulados dictaminan la renuncia a toda investigación de esencias y de entidades metafísicas, limitándose sólo al estudio y descripción de los hechos y leyes que lo gobiernan. Es por ello, que se consideran las lenguas como sistemas de signos convencionales articulados entre sí, cuyas estructuras se pueden segmentar, clasificar y describir.
Saussure (1945), quien es considerado el padre del estructuralismo lingüístico, diferencia la lengua y el habla, como componentes del lenguaje, fenómeno por excelencia humano. De la lengua, dice que es un sistema homogéneo de signos preestablecidos a través de un convenio social, y del habla, asume que en ésta existe una serie de subsistemas individuales, heterogéneos mediante los cuales se utiliza concretamente la lengua en un momento determinado por los interlocutores. Asimismo, considera que el "habla" debe estudiarse por otras disciplinas que no tienen cabida en su teoría más que por sus relaciones con la lengua.
Dado que lo único que le interesa a Saussure en su teoría lingüística es la descripción y clasificación de la lengua como sistema (forma) y no la manera de cómo se utiliza concretamente en un momento determinado a través del habla, éste autor define el signo lingüístico como un producto de la combinación de un concepto y una imagen acústica. De la imagen acústica dice que no es el sonido material, cosa puramente física, sino su huella psíquica, es decir, la representación que el sonido da, es el testimonio del sentido que la persona tiene en su mente. Es importante señalar que Saussure luego cambia "concepto" por "significado" e "imagen acústica" por "significante".
En el mismo orden, Saussure, dice que el signo lingüístico se debe a una relación arbitraria entre el significado y el significante. Pero esta arbitrariedad del signo no se debe a la libre elección del hablante sino a la asociación inmotivada entre el significado y el significante; ya que éstos no poseen ningún lazo natural que los una. También Saussure, considera el significado en su teoría sólo por su relación arbitraria con el significante para formar el signo, desechando todo lo relativo a la existencia del proceso que da origen al significado lingüístico.
En el mismo sentido, Hjelmslev (1971), representante de la escuela estructuralista de Copenhague, se fundamenta en estudiar el sentido que existe en una totalidad de signos articulados definiéndolos como forma de Contenido y Sustancia de Contenido: la primera, se refiere a que un mismo sentido se forma, ordena o articula distintamente en lenguas diferentes. Es decir, la forma de contenido es independiente del sentido común, con el cual tiene una relación arbitraria. La segunda, tiene que ver con el sentido designado a una expresión, el cual puede tener formas distintas en diferentes lenguas. De esta forma el autor asume que la sustancia (significado) es la que se produce por la forma del contenido. Por lo planteado, se puede decir que Hjelmslv considera más importante el estudio de la estructura gramatical y no su significado, ya que su sentido sería el mismo sea cual fuere el orden estructural de los signos.
Por otro lado, Bloomfield (1964) representante de la lingüística estructural norteamericana, desarrolla su teoría sin tomar en consideración el componente significativo de la lengua, por no ser tangible, descriptible ni mecánico (sistemático). Para el investigador lo significativo de la lengua se relaciona con lo complejo y abstracto del espíritu y la mente humana, es decir, lo asequible en los estados mentales de los interlocutores. En definitiva, las diferentes corrientes estructuralistas del lenguaje sólo consideran el estudio taxonómico o formal de la lengua, menoscabando la importancia del significado, recurriendo a ella sólo cuando en las oraciones se presentan problemas de ambigüedades que son explicados a través de la polisemia , homonimia , anomalías y sinonimias entre otros.
Por otro lado, Chomsky (1965), quien desarrolla la gramática generativa transformacional, trata de explicar el mecanismo constitutivo de la competencia, es decir el conocimiento que los hablante tienen de la lengua y no la mera descripción de la misma como sistema. Esta nueva visión teórica de los estudios del lenguaje conlleva a los investigadores a explicar las reglas gramaticales que permiten generar un número infinito de oraciones; gramaticalmente correctas, muchas de ellas aún desconocidas por los nativos de una lengua. A pesar de la nueva concepción dinámica del lenguaje, Chomsky considera en un segundo plano el funcionamiento externo de la lengua; es decir, su utilización en una situación comunicativa concreta y pone mayor énfasis en el estudio del funcionamiento interno. De esta manera el generativismo mantiene la posición de que el estudio del lenguaje debe estar centrado en el estudio de la competencia y no en la actuación (habla).
Por las razones arriba expuestas, se puede decir que los estudios del lenguaje inmersos en el estructuralismo y generativismo a pesar de fundamentarse en objetivos distintos para desarrollarse como teorías, son estudios de la forma, es decir del sistema. El estructuralismo, por una parte, describe el sistema como algo inmanente y el generativismo, por otra, describe el conocimiento que un hablante tiene de su lengua, menoscabando de esta manera la significatividad lingüística del signo, ya que Chomsky asume que en el componente sintáctico se provee toda la información necesaria para que una oración tenga sentido.
En consecuencia, los teóricos del lenguaje que han marcado pauta en los estudios de los fenómenos lingüísticos no le han dado al "significado del signo" el lugar que le corresponde, que quizás es el más importante en la lingüística, para poder entender la existencia de una lengua particular. Ante esta apreciación, es necesario reflexionar la visión de Max Black (1969) con respecto a la adquisición del lenguaje; el investigador en su planteamiento reivindica la importancia del significado del signo, sosteniendo que el aprendizaje de una lengua es producto de la continua interacción entre una madre y su bebé de uno a nueve meses; en este período el niño o niña en sus ruidos a sonidos que produce, emite una especie de código significativo que la madre interpreta de manera natural, determinando así la necesidad o malestar que tiene su bebé. De esta forma, el niño o la niña crecen en un mutuo intercambio de significado, en el que la interacción adulta es la predominante. Del mismo modo, el autor afirma que un niño antes de cumplir un año es capaz de ejecutar la acción del significado de una frase dicha por los adultos, sin saber aún cómo se articula . En esta idea, queda precisado que el significado de los signos es de vital importancia para que se desarrolle la lengua, prueba de ello, es que un niño o niña sin tener la capacidad de articular las palabras de una frase para comunicarla, puede ejecutar la acción de su significado. Entonces, se puede afirmar que las lenguas son lenguas no por su carácter inmanente y, o generativo, sino porque sus signos significan algo para los hablantes.
La significación lingüística finalmente se reivindica a través de las ciencias del significado, es decir la semántica y la pragmática. La primera, se caracteriza por estudiar el significado convencional del signo y los elementos expresivos que denotan un limitado número de contextos; entre ellos, los signos de entonación en general y puntuación en algunas lenguas. Y la segunda, se desarrolla bajo la definición de Carnap, quién le confiere a la pragmática sólo el estudio de las representaciones gramaticales que necesitan de la referencias de los hablantes para determinar sus significados. .En tal sentido, para Lyons (1975), el análisis semántico debe explicar la forma en que las oraciones de una lengua determinada son comprendidas, interpretadas, y relacionadas con estados, procesos y objetos del universo. Además, el autor dice que el análisis semántico debe decir lo que es una oración anómala, contradictoria, ambigua, y sinónimas, así como también debe investigar cuándo una oración se desprende, implica o presupone otra oración. Del mismo modo, Lyons, afirma que para comprender el significado de una oración y sus relaciones semánticas con otras expresiones hay que conocer no sólo el significado de sus elementos léxicos, sino también la manera en que estos se interrelacionan, lo cual depende de la estructura sintáctica de la oración.
Las definiciones semánticas y pragmáticas antes mencionadas pertenecen a investigaciones tradicionales del significado, en las cuales los estudios del significado semántico desarrollan mayor poder explicativo que los contextuales, pero a pesar de los esfuerzos rigurosos hechos por los estudios convencionales semánticos, no logran abordar por completo los diferentes fenómenos que hacen posible el significado, puesto que sólo se fundamentan en el estudio de la idea que se transmite, es decir en el significado convencional del signo.
En definitiva, la semántica es un área de la lingüística que investiga como las palabras de una lengua denotan o "significan. La semántica léxica se preocupa de como se componen significados complejos a partir de significados más simples, y qué tipo de estructuración tienen las palabras para representar el mundo exterior. No todas las lenguas ponen el mismo énfasis en los mismos rasgos a la hora de disponer de palabras diferentes para conceptos ligeramente diferentes. La determinación de los rasgos más frecuentes o relevantes para comprender la relación entre las palabras de una determinada área del vocabulario es uno de los asuntos de la semántica léxica. Mientras que la pragmática es una disciplina cuyo de estudio es el significado del lenguaje en uso .O sea, que las palabras significan por sí mismas, pero sin embargo la comunicación exige más que intercambiar significados preestablecidos. Es decir, la comunicación requiere de la interpretación realizada, la cual depende de la intención del hablante al usar la palabra en determinados contextos.
CAPÍTULO II
Lenguaje bajo una perspectiva de cambio y variación
El lenguaje a partir de la lingüística del siglo XIX es considerado como un lucho biológico, debido a que tiene un nacimiento, un desarrollo, una evolución y muerte y cada una de estas fases están marcadas por una serie de cambios lingüísticos. Esos cambios, se producen por una serie de causas como externas y otras internas.
Cabe acotar, que se considera el cambio lingüístico como un proceso de modificación y transformación que, en su evolución histórica experimentan todas las lenguas en general; y las unidades lingüísticas de cada uno de sus niveles en particular. El cambio lingüístico se diferencia de la variación lingüística, en que en el primero (Cambio Lingüístico) las modificaciones son diacrónicas, y por tanto, las estudia la lingüística histórica, mientras que las variaciones son sincrónicas y las analiza entre otras disciplinas la sociolingüística.
Para verificar de forma más precisa la diferencia entre cambio y variación lingüística, es necesario recurrir al siguiente ejemplo: Si se desea estudiar la evolución de una lengua desde el siglo VII a.C. hasta el siglo IX a.C., para determinar en ese período las causas que influyeron para que se diera ese cambio, se puede decir que estamos o se está abandonando la temática en un tiempo histórico determinado, y por lo tanto, dicho estudio lo abarca la lingüística diacrónico, pues, esta estudia todo lo relacionado con evolución .Y al hablar de cambio de un tiempo a otro está halando de evolución de la lengua objeto de estudio.
Ahora bien, si se quiere estudiar la lengua desde su función que cumple en su contexto social, desde el uso que los usuarios hacen de ella y los factores sociales que la determinan o evolucionan. Se puede decir, que el estudio que se realiza es sincrónico siendo este un elemento fundamental de la variación lingüística y elemental de la sociolingüística que es la disciplina que estudia las variaciones de una lengua en un momento dado. Partiendo del ejemplo, las diferencias entre el cambio lingüístico y la variación lingüística son las siguientes: el cambio se estudia a través de la historia y lo hace la lingüística diacrónica, mientras la variación se estudia en un momento dado, por medio de la relación lengua-sociedad y viceversa, y el estudio es de naturaleza, diacrónico.
Siguiendo las nociones del cambio lingüístico, es necesario señalar explícitamente las causas que lo determinan. Las causas externas que están motivadas por factores relacionados con las historias de los hablantes de una lengua, así como sus contactos con otras personas de otras lenguas; y las causas internas están relacionadas con la estructura de la propia lengua y el equilibrio que toda lengua debe mantener en la facilidad de producción y de comprensión.
Para respaldar lo ya planteado, es necesario considerar la posición de algunos actores con respecto al cambio lingüístico: Según Gaetano (1974) "Se entiende por cambio lingüístico una variación que ocurre en el tiempo (…) El cambio lingüístico es perceptible en toda la introducción de elementos nuevos que conllevan al pasaje de ciertas características a ciertas otras." (p.81). De aquí, que el cambio lingüística es un proceso que deja ver como las lenguas son impuras, por el hecho de ser elementos dinámicos que sufren modificaciones, ya sea por cambio o por evolución. Al respecto, también este autor plantea que una lengua puede cambiar de forma de forma notable a lo largo de un tiempo histórico, tanto así, que puede convertirse en otra lengua.
Por su parte Carreter, (1976) señala que un cambio es "modificación que se da en un sonido en la evolución de una lengua. Puede producirse mediante salto (mutación) o por evolución gradual."(p.77). Para señalar un cambio por mutación se puede decir la perdida de la f- inicial que sufrió el castellano, y por lo tanto el cambio gradual, en el paso de la ç a 0. Según Sánchez (1993), el cambio no se puede confundir con la variación, éste se produce en una lengua a lo largo de la historia; es decir, el cambio no es más que la que la modificación en la fonología, morfología, sintaxis y léxico de una lengua lo cual supone reemplazo de una forma lingüística por otra. Otro ejemplo de variación lingüística el siguiente; un país que tiene como lengua materna al español abundan las variaciones; es así como podemos encontrar en el español hablado en Cuba palabras que para el venezolano resultaran un poco extrañas, también se pude encontrar el español hablado en España palabras utilizadas en el español hablado en Venezuela de distintas formas y esto es debido a que el venezolano se caracteriza por el seseo.
Se puede afirmar, que las lenguas no solo sufren cambios, sino que también varían, es decir, ofrecen una gran variedad de opciones para que el habitante elija de acuerdo a sus características y circunstancias particulares; todo esto es lo que hace la diferencia entre el cambio lingüístico y variación. Porque como se dijo anteriormente para que se de el cambio necesariamente debe existir una sustitución de una forma por otra.
Del mismo modo, hay que tener presente que el cambio y la variación son procesos relacionados, puesto que el cambio se origina en la variación. Esto se debe, a que en una lengua existen múltiples alternativas y una de ellas se impone desplazando a las demás y de esa forma originando un cambio.
Asimismo, Berutto (1974) expone unos tipos de variedades importantes para el estudio lingüístico, las primeras son variedades geográficas que son las llamadas lenguas regionales, pueden serlos los dialectos, o mas bien, generalmente lo son cuando no son sistemas lingüísticos autónomos de una lengua.
En lo que respecta a dialecto, el autor antes mencionado plantea que
"dialecto y lengua nacional no son mas que distintas variedades del mismo sistema lingüístico" (p-92). En lo que respecta al dialecto, se debe considerar a este para todos los efectos como una lengua con la misma dignidad semiológica de la lengua llamada nacional. Por esto no se puede decir que el autor tenga la razón absoluta, ya que un dialecto es la distinción de una determinada comunidad mientras que una lengua es algo mucho mas complejo que no debe compararse o pretender hacerlo de forma arbitraria con el dialecto.
El cambio lingüístico se puede ubicar en los diferentes niveles de la lengua, es así como se pueden encontrar cambios en el nivel léxico dos específicamente que fue lo que le dio origen a la transformación del vocabulario del latín al español, siendo estos, la adopción de prestamos lingüísticos y la renovación léxica.
Con respecto a los prestamos lingüísticos se puede decir que estos comenzaron gestarse desde el momento en que ocurren las primeras invasiones a la Península Ibérica, cuando los grupos invasores imponen su lengua y esta comienza a ser adoptada por los invadidos; de aquí que se pueda afirmar que los pueblos Celtas e Iberos también contribuyeron en el proceso de adopción de prestamos lingüísticos. Por su parte la renovación
léxica contribuyo notablemente y la transformación del vocabulario, lo cual comprende la perdida en algunos casos como en otros la adopción de vocablos.
En el mismo orden de ideas, cabe precisar que las variedades sociales se caracterizan por el hecho de ser utilizadas por grupos sociales precisos dentro de una comunidad. Berutto (1974). Estas variedades son muy diversas y dentro de estas se encuentran la jerga, que según Carreter (1973) es "Lengua especial de un grupo social diferenciado, usada por sus habitantes solo en cuanto miembros de ese grupo social." (p.251).
Además, la jerga es utilizada por lo general por particulares categorías socio profesionales de usuarios distingue al grupo que lo adopta de todos los demás grupos de la comunidad. Esta es un subeo digo y tiene un determinado fin que es permitir a los miembros del grupo o en general a los usuarios de la misma comunicarse entre si sin ser comprendidos por los demás.
Por otro lado, Berutto (1974) plantea las llamadas variedades del repertorio y entre ellas se encuentran las lenguas mixtas, las cuales se distinguen en sabir, pidgin, creole. El autor Carreter, expresa que Sabir es una "lengua mixta, con elementos españoles, italianos, franceses, griegos y árabes…" (p.358).
El pidgin, es una lengua dotada de una estructura gramatical definida y fija, aunque simplificada, surgida de la mezcla de 2 o más lenguas distintas y utilizadas en forma estable para la comunicación o se lleva a cabo bien el proceso. Este no es el lecto-materno de ningún grupo étnico-social; suele ser la lengua que amplia un inmigrante en su nuevo lugar de residencia, también es llamada lengua franca ampliada en una zona de contacto intenso de poblaciones lingüísticamente diferenciadas. Los pidgin, fueron frecuentes también en las colonias, y mezclando elementos de la lengua de la nación dominante con los nativos y los esclavos introducidos en ella. El hablante de pidgin emplea las estructuras formales de su lengua materna a la que completa con vocablos de la lengua de su interlocutor, puesto que se emplean para mantener comunicaciones entre individuos con competencias lingüísticas diferentes.
Otro término que hay que considerar es la diglosia que es una situación lingüística relativamente estable en la cual, además de los dialectos existe una variedad superpuesta muy divergente y codificada. La noción de diglosia implica la existencia de variedades fundamentalmente diferenciales y es independiente del hecho de que esas variedades pertenezcan a la misma lengua o sean lenguas diferentes. Bilingüismo y diglosia pueden coincidir cuando las variedades especificas funcionalmente diferenciadas (diatipos) sus lenguas distintas, sistemas lingüísticos con una estructura y una historia propia. Puede haber diglosia sin bilingüismo, cando los diatipos son variedades del mismo sistema; finalmente, puede haber bilingüismo sin diglosia cuando las dos lenguas diferentes son usadas por la comunidad en un mismo plano.
Para ir concluyendo, es necesario regresar al cambio lingüístico para poder explicar un poco la importancia que este tiene para la lingüística, y es que los cambios lingüísticos pueden hacer que una lengua se transforme en otra; otra razón y la mas importante por la cual se estudia y se ha estudiado el cambio lingüístico, es que fue por la acción del cambio, que nació el español, debido a que el latín fue objeto de muchas transformaciones y mutaciones que hicieron de él otra lengua. Sin embargo, no siempre los cambios llevan a la transformación de una lengua a otra. Hay que tomar en cuenta que el español desde su nacimiento hasta nuestros días se ha modificado sin que se haya pérdido la unidad como lengua. En consecuencia se puede decir que un cambio lingüístico no es más que una característica inherente de la lengua porque ésta no esta hecha, sino que se hace continuamente en el uso. Es un proceso que ímplica innovación y adopción.
Autor:
Castañeda Vietmin
Graterol Ronald
Rivas Rosa
Riera Norbelys
Vitanza María
Profesor: Ezequiel Contreras
Curso: Semántica
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUYISIMETO
Dr. "LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA"
(PAENA 2008)