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Monografía para Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo

Enviado por marinackt


    Indice1. Introducción. 2. Síntesis histórica. 3. Síntesis del método cartesiano. 4. Desarrollo. 5. Conclusión. 6. Bibliografía

    1. Introducción.

    Esta breve producción tendrá como eje al fundador de la racionalidad y subjetividad modernas René Descartes puesto que, a partir de él, el sujeto pensante, la "res cogitan", cobra un rol fundamental en el área del conocimiento. El universo de este pequeño análisis estará configurado por la primera de las Meditaciones Metafísicas- (en la que se demuestra la existencia de Dios y la distinción del alma y del cuerpo") y la cuarta parte del Discurso del Método("Pruebas de la existencia de Dios y del alma humana o fundamentos de la metafísica"). Acotando aún más la red discursiva, focalizarè mi atención en la concepción de la figura divina y en la importancia del método para arribar a verdades claras y distintas. Intentaré demostrar la amplia religiosidad de quien, en vida, fue acusado de ateismo y cuyas obras llegaron a ser quemadas.

    2. Síntesis histórica.

    Considero relevante presentar una breve contextualización histórica(siglos XV al XVII) antes de introducirme en el tema. (Datos transcriptos desde el libro "Nuevo Curso de Lógica y Filosofía" de G. Obiols. Páginas 174-175)

    • El capitalismo va desplazando al feudalismo.
    • Nace la burguesía.
    • Se abre el mundo con los viajes de descubrimiento y conquista.
    • Comienzan a consolidarse los Estados Nacionales.
    • Se produce la Reforma Protestante.
    • Copérnico postula el Sistema Astronómico Heliocéntrico.
    • Kepler enunciará las leyes del movimiento de los planetas.

    3. Síntesis del método cartesiano.

    Si bien no voy a adentrarme en este tópico particular, no puedo dejar de mencionarlo.

    El Método: " entiendo por ello a reglas ciertas y fáciles cuya exacta observancia permite que nadie tome nunca como verdadero lo que es falso, y que, sin gastar inútilmente ningún esfuerzo de inteligencia, llegue, mediante un acrecentamiento gradual y continuo de ciencia, al verdadero conocimiento de todo lo que sea capaz de conocer" (Reglas para la Dirección de la mente. Regla IV. Aguilar 1983, pag 157).

    El método se presenta como un conjunto de pasos a seguir por quienes quieran conocer la verdad y su definición encierra un criterio de verdad al afirmar "que nadie tome nunca como verdadero lo que es falso" , de allí que la primer regla sea la de evidencia: 1ªRegla e evidencia: aceptar solamente como verdadero aquello que sea tan claro y distinto que no pueda despertar ninguna duda en mi espíritu acerca de su certeza. 2ª regla de análisis: dividir las dificultades en las partes necesarias para resolverlas. 3ª Regla de síntesis: ordenar los conocimientos desde los simples hacia los complejos, de modo gradual. 4ª Regla de enumeración: hacer enumeraciones tan completas y generales que me dieran la seguridad de no caer en ninguna omisión Esta es la vía regia para llegar al conocimiento verdadero, de hecho, en la cuarta regla de "Reglas de dirección de la Mente" (Pag 156. Aguilar 1983) Descartes enuncia: "para la investigación de la verdad de las cosas es necesario el método". Efectivamente, este es el método que va a aplicar a lo largo de su vida. En todas sus obras da cuenta implícita o explícitamente de ello e insita al lector a ponerlo en práctica. Nota: M.M será Meditaciones Metafísicas. D.M será Discurso del Método.

    4. Desarrollo.

    "El mundo está relacionado a una inteligencia, por lo tanto, el bien de la inteligencia, la verdad, será su fin último"

    Santo Tomás de Aquino.

    1. La duda radical.
    2. Este contexto genera desolación en la humanidad moderna, pone en jaque y quiebra, de modo inevitable, los cimientos del edificio del saber sustentados por la iglesia durante toda la Edad Media.

      Con la libre interpretación de la Biblia propugnada por el protestantismo, con la teoría heliocéntrica que desplaza La Tierra como eje de La Creación también se corre al hombre del mismo y éste comienza a dudar de los conocimientos que tenía por ciertos, cuyo vocero era la Iglesia Católica.

      En este ambiente de devenir constante y precipitado es que Descartes comienza a plantear la necesidad de dudar de todo, derribar los conocimientos erróneos, desde la raíz y llegar a una primer certeza de la que no se pueda dudar para reconstruir; sobre esa certeza, un conjunto de saberes claros y distintos.

      El autor toma la duda como sistema y como método para apartar a la mente de los prejucios que emanan de los sentidos que son engañosos y en los cuales no se puede confiar pues no son fuente de conocimiento certero.

      Aquí menciona que, aunque provengan de los sentidos, hay cosas de las que no se puede dudar "¿Con que razón se puede negar que estas manos y este cuerpo sean míos?" ( M.M pag 46). Sostiene que para ello debe asemejarse a los dementes pues incluso, aunque no puede diferenciarse lo onírico de la vigilia, "aunque estos órganos generales puedan ser imaginarios, se habrá de reconocer al menos otros más simples y universales" (M.M pag 48).

      Hace una distinción entre las disciplinas que dependen de los objetos reales, de las cosas compuestas –de las que se puede dudar- (astronomía, medicina, etc.) , y de aquellas que se basan en objetos ideales, en cosas simples y generales –que brindan algo cierto, pues no se preocupan por si existen en la realidad o no- (aritmética, geometría, etc).

      Estas últimas se hallan en el escalón más alto del racionalismo artesiano, pues su existencia no depende de la naturaleza y por extensión, tampoco de los sentidos.

      En esta clasificación puede verse la aplicación de la regla de síntesis –ordenamiento que parte de lo simple a lo complejo-.

    3. Sobre ciertas cosas de las que no se puede dudar. Sobre la distinción de disciplinas del conocimiento.

      Al abordar el tema de Dios el discurso cartesiano deja entrever claras influencias platónicas. Se lee "está grabada en mi mente una antigua idea, a saber, que existe un Dios que es omnipotente y que me ha creado tal como soy yo" (M.M pag 48). En esta frase puede verse la alusión a las verdades innatas, a la teoría de la reminiscencia, del paso del alma –que habitaba el mundo inteligible, de las ideas- por el "río del olvido" hacia el mundo sensible, obligada a "recordar" verdades que ya posee y que se ven opacadas por los sentidos.

      Al referirse a Dios inicialmente también se instala la duda, pero luego concluye que éste es suma bondad. Supone un Dios óptimo e introduce la hipótesis de un "genio maligno" que se empeña en hacerlo errar. Todo lo externo es artificio de éste, que le tiende trampas a su credulidad y que intentará vencer valiéndose de su método racional.

    4. Sobre la existencia de Dios. Sobre el "genio maligno".

      En la cuarta parte del Discurso del Método (D.M) Descartes se adelanta a las Meditaciones, sostiene el engaño de los sentidos, el ejercicio de la duda radical y la necesidad de llegar a una verdad primaria, a una especie de primer motor inmóvil aristotélico, a una causa primera sobre la cual se apoyen todas las demás cosas.

      Esta causa primera emana de la duda acerca de la propia existencia. Descartes concluye que al dudar hay algo de lo que no puede dudar y esto es que si no fuera algo que duda no podría dudar de todo. Por lo tanto, soy algo, algo que duda, algo que piensa y por consiguiente que existe. Aquí aparece la primer certeza: cógito ergo sum .

      Este "Pienso, luego existo" podría caratularse como la "garantía" de existencia de la filosofía de Descartes, quien sostiene: "mi mismo pensamiento de dudar de todo constituía la prueba más evidente de que yo existía" (D.M pag Estudio Introductivo, F. Larroyo, pag 55, Ficha de Cátedra.2000).

    5. Sobre la evidencia primera. El primer principio de la filosofía cartesiana.

      Descartes introduce la idea de Dios en este fragmento de su obra al concluir que su ser es imperfecto porque el conocimiento supone mayor perfección que la duda "Quise indagar de dónde había aprendido yo a pensar en algo más perfecto que yo mismo, y conocí con evidencia que tenía que ser de alguna naturaleza que, en efecto, fuese más perfecta" (D.M pag 73, Aguilar, Argentina 1983) .

      Ya que, como cosa que duda, es un ser imperfecto y puesto que hay algunas cosas en él , como la idea de un ser perfecto, superior al suyo; que no pueden emanar de su naturaleza falaz y puesto que, lo perfecto no puede proceder de lo imperfecto "La única solución posible era que aquella idea hubiera sido puesta en mi pensamiento por una esencia más perfecta que yo y que encerrara en sí todas las perfecciones de que yo tenía conocimiento" (D.M. Estudio Introductivo. F.Larroyo, pag 56. Ficha de Cátedra. 2000).

      En esta cita se trasluce nuevamente la doctrina platónica de las ideas innatas (ideas perfectas del mundo inteligible), grabadas en el alma, "puestas en el pensamiento" por una esencia perfecta (ser que es suma bondad, omnipotente, etc. Ente general y perfecto, como las ideas de Verdad, Bien, Justicia…, que conforman el mundo de las Ideas dentro del dualismo de Platón).

      Descartes supone la existencia de Dios a partir de su conocimiento de perfecciones que le son ajenas y que no posee. Ve en Dios a la fuente de estas ideas que superan su naturaleza dubitativa –y por tanto, imperfecta-, como la fuente de todo lo que tiene y como ser del cual depende ya que, si él fuera independiente de todo otro ser podría tener todo aquello de lo que carece y poseer todas, o cualquiera de las características perfectas que atribuye a Dios y en consecuencia, dotarse de una perfección que no es propia de su ser, conformado por una esencia dual (naturaleza inteligente y corporal), que no se corresponde con el ámbito de lo perfecto pues "toda composición atestigua dependencia y (…) la composición es un defecto"(D.M. Estudio Introductivo. F. Larroyo, pag 56. Ficha de Cátedra 2000) pues en Dios no entra defecto alguno, ni mucho menos se admite en la idea cartesiana de Dios que Éste sea defecto.

    6. Sobre la existencia de Dios en Fundamentos de la Metafísica.

      El autor sostiene que para conocer la naturaleza divina debe remitirse a considerar si las cosas son o no perfectas. Sostiene que las cosas que tienen alguna imperfección no provienen de Dios ni se hallan en Él (menciona la duda, la inconstancia, etc).

      Atribuye a Dios una naturaleza monista ya que no ve perfección en el dualismo , considera que Dios no puede estar compuesto por dos sustancias, por dos naturalezas, ya que los seres de esa naturaleza son dependientes y Dios no es dependiente sino por el contrario es fuente de las cosas y son éstas las que dependen de Él.

      Es indiscutible que Descartes atribuye a Dios una naturaleza perfecta.

      José Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía (Alianza Editorial, Madrid, 1979-1980) al hablar sobre las pruebas de existencia de Dios señala que el fundador del sujeto moderno adhería a la "prueba anselmiana", llamada, desde Kant, prueba ontológica.

    7. Sobre la naturaleza de Dios.

      Esta prueba de San Anselmo tiene que ver con que aquellos que sostienen que Dios no existe entienden necesariamente la idea de Dios, aunque lo niegen como ente real, "Pues una cosa es la presencia de algo en el entendimiento y otra es entender que lo que está en el entendimiento existe"(Diccionario de Filosofía /tomo 3, J. Ferrater Mora, 1979-1980 . Pag 2428) . Aquí puede hacerse referencia a la crítica cartesiana al empirismo que niega la existencia de todo aquello que resulte ajeno a los sentidos y que se presenta como la antitesis del racionalismo. La idea de Dios no pasa por los sentidos, sin embargo, Descartes sostiene que los sentidos son engañosos y que sólo el entendimiento es un elemento fiable para conocer y es en el entendimiento y no en los sentidos donde puede comprenderse la idea de Dios.

      Otro de los ámbitos en que pueden establecerse coincidencias entre los autores se halla en la perfección como característica ineludible de Dios. San Anselmo dice que Dios existe porque si no existiera no sería perfecto

      "debe existir, tanto en el entendimiento como en la realidad, algo mayor que lo cual nada puede pensarse, y este algo es precisamente Dios" (Idem cita anterior).

      San Anselmo ve a Dios como perfecto y a la inexistencia como causa de imperfección por lo tanto, ésta queda fuera de la naturaleza divina al igual que, en Descartes, queda fuera la dualidad de sustancias o la causa de cosas imperfectas que no pueden provenir de Dios.

    8. La "prueba anselmiana" en la idea cartesiana de Dios.
    9. Dios como fuente de ideas verdaderas. Sueño y vigilia.

    Se refiere aquí a Dios como garantía de las ideas verdaderas puestas en nuestro pensamiento, puesto que Él, que es infinita bondad, no colocará jamás ideas falsas en nuestro entendimiento.

    Aunque los hombres verían una extravagancia en la actitud de dudar de las verdades que tienen como claras y evidentes, estas verdades son menos ciertas que la existencia de Dios y del alma.

    Sostiene que es en la razón donde debemos apoyarnos para obtener certezas, pues tanto dormidos como despiertos podemos incurrir en errores, pues es Dios quien pone en la razón ideas con fundamentos verdaderos y a su vez, es Dios nuestro fundamento.

    Dice Descartes: "(…) la regla general que afirma la verdad de las cosas que concebimos muy clara y distintamente, se funda en que Dios existe, en que es un Ser perfecto y que todo lo que hay en nosotros proviene de Él". (D.M, Estudio introductivo, F. Larroyo. Pag 57. Ficha de Cátedra. 2000).

    También sostiene que al tener una naturaleza imperfecta nuestros pensamientos no pueden ser siempre verdaderos –recordar al genio maligno, empeñado en hacernos errar- y que resulta más confiable a nuestro entendimiento la vigilia y no el sueño en donde nuestros razonamientos no son tan claros y distintos.

    5. Conclusión.

    Es sorprendente observar que la fe en Dios en la obra de Descartes es tan fundamental y radical como su duda metódica.

    Este filósofo que se propuso dudar de todo lo establecido, movido por los avances científicos de su época, que parecía ir contra la corriente eclesiástica podría ser considerado propulsor y no saboteador de las ideas de la iglesia ya que toma a Dios como garantía de conocimiento verdadero, como fuente de todas las cosas, ajena a cualquier característica de imperfección.

    A partir de aquí puedo concluir que la terminología "racional" utilizada vulgarmente como antagonismo de la fe no es apropiada , al menos en el racionalismo cartesiano, que se caracteriza por tener una íntima relación con la fe y cuyo método intenta "salvar" al hombre del engaño de los sentidos, de los conocimientos falsos en los que recae por su naturaleza imperfecta bisustancial , de la misma manera, y salvando las distancias, la doctrina cristina intenta salvar al hombre de la muerte, del pecado en el cual recae por su naturaleza-semejante a la de Dios pero débil, e imperfecta a causa del pecado original-, de las tentaciones del mundo. E intenta guiarlo hacia la felicidad que se halla en el inmenso Amor de Dios, fuente de todo bien y creador de todas las cosas. Del mismo modo Descartes intenta "llegar a la felicidad" de conocer cuantas cosas verdaderas sea capaz de conocer, sorteando los obstáculos que el genio maligno pone en su camino, del mismo modo que el hombre intenta sortear el pecado para alcanzar su plenitud terrenal.

    Descartes quien fue considerado ateo se muestra en su obra como Teófilo, amante de Dios como fuente de verdad y garantía de conocimiento certero. Se reconoce como hombre imperfecto en tanto que duda, se manifiesta dependiente de una sustancia perfecta que es Dios, a través del cual se graban en su mente conocimientos perfectos que superan su propia naturaleza.

    6. Bibliografía

    • Descartes, René. Meditaciones Metafísicas. Biblioteca de Iniciación Filosófica. Aguilar. Buenos Aires 1967.
    • Descartes, René. Discurso del Método/Reglas para la dirección de la mente. Historia del Pensamiento. Aguilar 1980. Ediciones Orbis . Buenos Aires 1983.
    • Santo Tomás de Aquino. Sus mejores páginas. Compiladores A.Sertillanges y B.Boulanger. Colección "Christus". Editorial Difusión. Buenos Aires 1944. (epígrafe / pag 17).
    • José Ferrater Mora. Diccionario de Filosofía. Tomos 1 y 3. Alianza Diccionarios. Segunda edición. Madrid 1980.
    • Obiols, Guillermo. Nuevo curso de Lógica y Filosofía.Serie Arquetipo. Kapeluz. Buenos Aires 1994.
    • Larroyo, Francisco. Estudio Introductivo. Ficha de Cátedra. Buenos Aires 2000.

     

     

    Autor:

    Marina Cavalletti

    DNI: 27.061.374.