- Introducción
- Justificación del problema de investigación
- Marco teórico referencial
- Control de las ITS
- Objetivos
- Diseño metodológico
- Discusión de los resultados
- Resultados fundamentales
- Programa educativo de intervención
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
Se podría afirmar que el programa cubano de educación sexual comienza a estructurarse desde los primeros años de la Revolución, cuando a petición de las mujeres se organiza el proceso de su integración al desarrollo de la nueva nación y se funda la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Desde entonces los congresos de esta organización y su trabajo directo con las masas femeninas, han constituido el espacio imprescindible para expresar inquietudes y ejecutar proyectos de transformación desde su voz y su accionar. La educación de la sexualidad es una responsabilidad de la sociedad en su conjunto, se inicia desde el nacimiento dentro del grupo familiar y transcurre durante toda la vida en los sucesivos vínculos que establecen las personas al interactuar con diferentes grupos.(1)
Por largo tiempo la adolescencia fue considerada como un tránsito entre la infancia y la adultez. Hoy se valora como una etapa importante de la vida de un ser humano, donde ocurren complejos cambios que resultan muchas veces determinantes y casi siempre condicionantes para el establecimiento de la adecuada madurez biológica y social del adulto. Es una etapa compleja que presenta una serie de problemas importantes a resolver, los que deben ser correctamente encarados para llegar a una adultez normal. Así se ha expresado muy acertadamente:
El desconocimiento y el miedo a la adolescencia son tan grandes, que se tiende a descalificar como si no pasara nada, como si fuera una simple etapa de transición. No son niños ni adultos, "Tierra de nadie", y al no entender qué sucede o se les abandona o se les pone "grilletes" al desarrollo, con la fantasía de evitar el cambio. Para ser más precisos: o no se les presta suficiente atención o no se respetan las nuevas necesidades.
Según la Organización Mundial de la salud (OMS), la adolescencia transcurre en el segundo decenio de la vida, desde los 11 hasta los 19 años, y se define este período como una época en que el individuo progresa desde la aparición inicial de las características sexuales secundarias hasta la madurez sexual. (2-5)
Las investigaciones sobre la salud sexual y reproductiva en la adolescencia, han estado dirigidas tradicionalmente a problemas relacionados con la reproducción, específicamente el embarazo y la maternidad. Menos atención se ha brindado a los problemas relacionados con la sexualidad, por consiguiente existe una ausencia de información desagregada por sexo sobre estos aspectos, su impacto en la salud y las vidas de los adolescentes.
La salud de los adolescentes (11-19 años), es un elemento clave para el progreso social, económico y político de todos los países y territorios, sin embargo, con demasiada frecuencia, las necesidades y los derechos de los adolescentes no figuran en las políticas públicas, ni en la agenda del sector salud excepto cuando su conducta es inadecuada.(6)
Autores clásicos en el campo de la sexología como Master, Johnson y Kolodny, aseguran que la conducta sexual de los adolescentes actuales es un tema de considerables especulaciones pero de pocos estudios y que los problemas metodológicos para realizar investigaciones de la sexualidad de los adolescentes dificultan la interpretación de lo poco que se conoce. (7)
En la sociedad moderna, la población de adolescente ha alcanzado una cifra relevante, casi la cuarta parte de la población mundial y a pesar de que existen grandes diferencias entre los adolescentes de distintas regiones del mundo, por las influencias culturales y socioeconómicas a los que están sometidos, puede hacerse una caracterización general de esta etapa.
Como período crítico del desarrollo, es rico en potencialidades de cambio y transformaciones, lo que motiva el interés de diferentes sectores de la sociedad que tienen claridad en comprender que la generación de adolescentes de hoy representa al adulto del mañana. (8,9)
Los adolescentes experimentan cambios físicos, psicológicos y sociales, esto genera incertidumbre en los adolescentes sobre su nueva apariencia física. Es una nueva fase de gran curiosidad sexual, en la que hay una búsqueda de autonomía e independencia con dificultades para controlar los nuevos impulsos, juzgando a los padres como incapaces para comprenderlos; sin embargo, sienten la necesidad de su apoyo emocional y físico.
Suelen aparecer sentimientos de soledad y la necesidad de establecer un vínculo afectivo fuerte con otros adolescentes. Los comportamientos reciben gran influencia de las normas de conducta del grupo, trayendo esto conflictos con los padres. Estos cambios y reacciones pueden llevar a los adolescentes a ocultar sus impulsos y conductas sexuales, lo que hace más difícil la comunicación acerca del desarrollo sano de la sexualidad y limita la existencia de relaciones afectuosas y responsables entre los jóvenes y sus familiares al abordar este aspecto tan importante de la vida. (10)
La necesidad de ser insertarse en los grupos se convierte en una de sus más fuertes motivaciones. El intercambio de las nuevas vivencias emocionales los hace sentirse comprendidos y aceptados en un grupo donde el aprendizaje es permanente. Por eso resulta de vital importancia para los adultos conocer las características del grupo, las de sus líderes, sus normas y valores, ya que van a ejercer una influencia decisiva en el adolescente, que con seguridad las hará suyas.
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