Del 26 al 28 de marzo la ciudad de Xelajú, Quetzaltenango, fue sede del XXII CONGRESO INTERNACIONAL DE LITERATURA CENTROAMERICANA (Cilca 2014), en el que participaron en calidad de ponentes o conferenciantes, delegados provenientes de diversos centros académicos de Centroamérica, Puerto Rico, Chile, México, Austria, Cuba y Estados Unidos, quienes aportaron sus conocimientos y experiencias en el análisis de la literatura de nuestra región. La organización correspondió a la Municipalidad de Quetzaltenango.
Guatemala recibió por quinta vez a los participantes en su calidad de anfitrión del Cilca y siempre el Ministerio de Cultura y Deportes ha participado como coorganizador, por la trascendencia del evento desde su fundación, al contribuir en el conocimiento y difusión de las obras literarias de autores guatemaltecos, varios muy conocidos a nivel mundial como Miguel Ángel Asturias, Luis Cardoza y Aragón, Augusto Monterroso y Humberto Ak´abal, y que se suma a los reconocimientos de las expresiones de la cultura precolombina y maya contemporánea; en suma, porque es un Congreso que constituye una puerta hacia el mundo para nuestra literatura y la de la región centroamericana.
El primer Cilca tuvo como sede Nicaragua en 1993, a iniciativa del reconocido poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, y que se materializó por la coordinación del doctor Jorge Román-Lagunas y Juan Chon, ya fallecido, habiéndose constituido desde entonces un Comité Internacional que le hado seguimiento. Cada año y desde 1993 se han realizado los congresos en todos los países de Centroamérica hasta llegar al XXII: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá, así como también en las ciudades de Berlín (Alemania), Liverpool (Inglaterra), y Cáceres (España).
Han sido 22 fructíferos años, de intensa labor literaria, poética, crítica y de construcción de ensayos interpretativos desde Centroamérica y sobre Centroamérica, y también lugar de encuentro para escritores y editores del área.
Como parte de su apoyo, el Ministerio de Cultura y Deportes dio la bienvenida a los participantes en el XXII Cilca en una noche cultural realizada el 24 de marzo y al día siguiente los trasladó a conocer el Parque arqueológico y centro ceremonial maya "Iximché" (municipio Tecpán, Chimaltenango), donde ofreció la exhibición del "Juego de pelota maya". También proveyó el transporte para el recorrido Guatemala- Quetzaltenango y viceversa. El sábado 29 de marzo los condujo al lago de Atitlán (departamento de Sololá), donde además del almuerzo los visitantes pudieron apreciar la belleza natural del lugar y algunos se atrevieron a abordar una pequeña lancha que los condujo a los pueblos de San Pablo y San Pedro La Laguna.
Como en este breve artículo se trata de hacer una evaluación del XXII Cilca, debe reconocerse lo bueno, lo malo y lo feo del mismo, para que en futuras oportunidades en que a Guatemala le corresponda ser nuevamente sede, se aprovechen los aciertos de hoy y se evite cometer los errores observados.
Lo bueno
· La temática del XXII Cilca giró alrededor de un tema central: "LA POESÍA INDÍGENA DENTRO DEL DEBATE DE DESCOLONIZACIÓN DEL PENSAMIENTO"
· El Congreso fue dedicado al poeta guatemalteco Humberto Ak'abal, cuyas obras han sido traducidas al vietnamita, francés, japonés, inglés, alemán, suizo e italiano. Uno de sus poemas, "Saqué de mi cabeza tu nombre", incluido en Guardián de la caída de agua (1996), fue interpretado en adaptación musical por el Coro Nacional de Guatemala en la noche de bienvenida, 24 de marzo.
· El chileno Dr. Jorge Román-Lagunas no ceja en su empeño por dirigir desde 1993, con el patrocinio de la Purdue University Calumet (Indiana, EE.UU.), cada uno de los Congresos.
· El Comité Organizador del XXII Cilca designado por la Municipalidad de Quezaltenango, preparó con eficiencia el programa general de actividades (conferencias, recitales, lectura de poemas, presentación de libros), y lograr el apoyo económico y material de diferentes instituciones públicas y privadas ubicadas en Quetzaltenango.
· En términos amplios, los propósitos del Congreso fueron cumplidos de acuerdo a lo programado por el Comité Organizador, y se vieron acrecentados con la participación activa y constructiva de los académicos a través de las respectivas ponencias que presentaron, tales como –entre otras–: "La violencia y el cuerpo en la América Central: Tatiana Lobo y Asalto al Paraíso"; "El realismo mágico en el cine: Miguel Ángel Asturias y Gabriel García Márquez"; "José Joaquín Palma desde la mirada de José Martí"; "La naturaleza y la voz poética en la escritura de Humberto Ak"abal"; "La protesta literaria de Gaspar Pedro Gonzales"; "¿Desde dónde se escribe la poesía en Guatemala?"; "El olvido de los gobernados. El indígena en el imaginario de nación de los intelectuales guatemaltecos de la década de 1920"; "La novela "El señor presidente" de Miguel Ángel Asturias en el cine: similitudes y anacronismos".
· Los títulos de las ponencias en mención, cuya lista total llegó a 26, son una excelente muestra de cómo los letrados de la región centroamericana y de otros países, examinaron la producción literaria y poética desde distintas ópticas, contribuyendo a lograr el axioma: la cultura como motor del desarrollo.
· Adicional a la Agenda de Ponencias, el Comité la complementó con una Agenda Cultural que incluyó talleres de trabajo, conversatorios, mesas redondas, Feria internacional del libro Cilca, biblioteca infantil, presentaciones de libros por sus autores, el 10º Festival internacional de poesía, cine-foro y lectura de poesía.
Lo malo
· El Comité Organizador (de la Municipalidad de Quetzaltenango) permitió que varias actividades se desarrollaran fuera de tiempo o con traslape de horarios con respecto a otras, lo que impidió que los participantes pudieran aprovechar los tres días para asistir a varias conferencias que seguramente les interesaban.
· No hubo una adecuada y masiva campaña de divulgación del XXII Cilca, lo que se tradujo en una asistencia promedio máximo de 100 personas diarias, las que al distribuirse en todos los eventos y conferencias dieron como resultado que –por ejemplo– en una conferencia estuvieran solamente ocho personas, en otras hasta doce o quince.
· Se privilegió el localismo en la presentación de autores (literatos y poetas). Siendo que se trataba de un Congreso internacional, lo interesante hubiera sido escuchar ponencias de autores nacionales y centroamericanos en mayor número que los de países extraregionales.
· No se invitó a estudiantes y profesores vinculados al campo cultural, de las universidades que cuentan con un centro de estudios en Quetzaltenango, con el argumento que la mayoría trabajan y por tanto no llegarían en horas hábiles al Congreso, y después de las 17:00 horas ingresaban a la universidad respectiva.
· La Feria internacional del libro Cilca no tuvo el apoyo logístico esperado por las respectivas editoriales que se presentaron.
Lo feo
· Los participantes no recibieron un disco compacto con la recopilación de todas las ponencias. Si ulteriormente se necesita consultar qué expusieron los académicos, sencillamente no habrá posibilidad, a menos que se publique una memoria del Congreso (de los congresos anteriores no hay; a lo sumo, se han impreso cinco pequeños libros que incluyen algunas ponencias, seleccionadas a criterio del editor).
· No se organizó ninguna actividad extracongreso, orientada a dar a conocer el patrimonio natural y cultural de Quetzaltenango. Los visitantes extranjeros que participaron como ponentes o fueron parte de las mesas de discusión, no se llevaron una adecuada imagen del país, su cultura, costumbres y saberes.
· Los visitantes extranjeros fueron alojados en dos hoteles que dejan mucho que desear por la calidad de los servicios que ofrecen.
· Las instituciones que dependen de la Municipalidad pareciera que no estaban interesadas o informadas del Cilca, toda vez que aunque proporcionaron las instalaciones para la presentación de ponencias y mesas redondas, en algunas el espacio no era el adecuado, los servicios sanitarios estaban con llave o sin limpieza (igual los corredores); a una de las personas responsables del mantenimiento y atención a visitantes le fue llamada la atención y su respuesta fue que no sabía, lo que redundó en la imagen inadecuada no solo de Quetzaltenango sino del país. El extremo fue que por lo menos dos actividades programadas en un lugar, a última hora tuvieron que ser cambiadas de ubicación, lo que implicó que muchas personas al no enterarse a tiempo del cambio, sencillamente no asistieran a la actividad respectiva.
· Las instalaciones de empresas privadas que colaboraron con el Cilca (teatro, café, cine, etc.) adolecían de personal que pudiera atender directamente los requerimientos de apoyo logístico. Dos de los miembros del Comité Organizador tenían que estar corriendo de un local a otro (distantes dos o cuatro cuadras a la redonda) para verificar que estuviera listo el equipo de audiovisuales, sillas, micrófono, etc.
Promoción del Cilca en lugares públicos de Xelajú
NOTAS:
1 Una versión resumida de lo aquí expuesto será reproducida en el próximo número de la Revista "Matiz Cultural" (Año 2, Número 2) del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, correspondiente al mes de mayo de 2014.
Autor:
Ariel Batres Villagrán