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Inconstitucionalidad de la extensión de la jornada de trabajo


Partes: 1, 2

    1. Antecedentes históricos
    2. La anterior reforma laboral de 1995 al 1998
    3. Decisiones del tribunal supremo
    4. Pretensiones patronales
    5. Falacias que se promueven tras la legislación
    6. Conclusión

    La legislación laboral es el ordenamiento que promueve protecciones básicas a los trabajadores. Estas deben ser garantizadas por el Estado para el bienestar social de los ciudadanos. Es innegable que en la compra-venta de la mano de obra la relación de los contratantes es desigual por lo cual la no intervención del Estado condonaría serias injusticias. Sin embargo, hay quienes argumentan que la intervención del Estado mediante legislación laboral obstaculiza el crecimiento empresarial entorpeciendo la creación de empleos y colocando a Puerto Rico al margen de la competitividad internacional.

    En la actualidad existen varios pensamientos sobre el trabajo. Hay quienes piensan que el propósito del trabajo es utilizar la mano de obra como un recurso puramente económico para aumentar sus riquezas y capital. En este contexto el Profesor Francisco Catalá "Argumenta que en la teoría neoclásica de maximizar la ganancia el único protagonista es el empresario o dueño de los medios de producción… al trabajador no se le reconoce un valor distinto a los elementos de producción por lo que queda reducido, precisamente a un valor más de producción que junto a la materia prima y los instrumentos de producción, forma parte de una función técnica"[3]. Por el contrario, mi visión es defender la dignidad del trabajo. El trabajo no tiene como fin sólo la producción, sino también, la subsistencia, el perfeccionamiento y desarrollo del trabajador. El trabajo es humanizante y sirve como mecanismo de socialización de los componentes. Durante años se ha tratado de superar la pobreza mediante el trabajo; se ha intentado cerrar la distancia entre los que tienen mucho y los que no tienen nada. A través del trabajo, se procura el pan de cada día y el progreso social. El trabajo crea valores humanos, cultura, comunidad, solidaridad y justicia social.

    El éxito que ha tenido Japón con su economía se ha basado en crear que los trabajadores tengan un sentido de pertenencia hacia la empresa, un sentido de grupo y solidaridad. Según el profesor Catalá en el libro antes citado establece que "en Japón la clave de su competencia se debe, no a su base de capital, sino a una política respecto a su recurso humano, proveyéndoles a los trabajadores compensaciones adicionales como la seguridad de empleo, y bonos para complementar su salario.

    No obstante, ante la desesperación patronal por la debacle financiera y económica en Puerto Rico y los Estados Unidos, producto de la desregulación de los mercados, se ha reactivado un movimiento en Puerto Rico que promueve sin cesar la desregulación de la legislación de obreros patronales. Uno de los cambios propuestos es la ampliación de la jornada de trabajo para aumentar la misma a diez y doce horas al día. Quieren revivir el Proyecto de la Cámara núm. 3747 que promovía el aumento de la jornada diaria de trabajo. Estos movimientos promueven hacer más riqueza "a costillas" de los trabajadores. Y aunque entiendo que las empresas están para producir ganancias, respetuosamente opino, que las posiciones desde las que se propulsa la "no intervención" del Estado y la desregulación de la legislación protectora del trabajo, no reconocen nuestro acervo histórico, como pueblo ni la responsabilidad social de las empresas.

    El Estado históricamente ha sido una bujía económica para el sector privado y ha funcionado como árbitro entre los patronos y los trabajadores. La Operación Manos a la Obra fue un ejemplo de la participación del Estado en el desarrollo económico del país. Hoy en día es precisamente el Estado y sus trabajadores contribuyentes quienes están interviniendo para rescatar al país de la recesión económica y crisis financiera.

    ANTECEDENTES HISTORICOS

    La jornada laboral de ocho horas como la tenemos hoy, ha sido históricamente punto de controversia entre los obreros y los empresarios. La lucha por la jornada comenzó el 1 de mayo 1886, en Chicago, Illinois cuando un grupo de trabajadores y Congreso de Sindicatos en los Estados Unidos comenzó una huelga, la cual solicitaba la reducción de la jornada de trabajo para evitar largas jornadas laborales, brindar oportunidad empleo a los desempleados y evitar los estragos que causaba las largas horas de trabajo al organismo humano.

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