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El problema del solipsismo: Algunos apuntes desde la fenomenología de Maurice Merleau Merleau-Ponty


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Consideraciones elementales sobre el solipsismo
  3. Merleau-Ponty y la crítica al solipsismo
  4. A manera de conclusión
  5. Bibliografía

Introducción.

El solipsismo no sería rigurosamente verdadero de alguien que lograse constatar tácitamente su existencia sin ser nada y sin hacer nada, lo que es imposible, puesto que existir es ser-del-mundo.

edu.red

Maurice Merleau-Ponty

En este ensayo abordo el tema del solipsismo, presentando algunas consideraciones que realiza Merleau-Ponty a esta teoría gnoseológica. El trabajo se divide en dos secciones. En la primera sección efectúo una breve serie de consideraciones elementales sobre el solipsismo. En el segundo, me concentro en el tema del solipsismo propiamente hablando, teniendo como referencia teórica la fenomenología y los análisis que desde ese método hace Merleau-Ponty al solipsismo, o cuando menos, aquello que pueda brindar un punto de referencia para el abordaje y tratamiento del tema.

En esta segunda sección se presentan, como se dijo, algunas consideraciones que el filósofo hace a esta teoría, tendencia, actitud o corriente de pensamiento de carácter gnoseológico, según como se le quiera llamar. Cabe mencionar que no sólo muestro en este apartado o sección, la crítica propiamente dicha al solipsismo, sino que intercalo algunas interpretaciones al pensamiento del filósofo en estudio. Por lo que en este segundo apartado efectuaré algunas opiniones propias a la luz del pensamiento o ideas que el autor sugiere respecto al tema. De esta manera, no hay una conclusión propiamente hecha, sino que el mismo apartado es crítica e interpretación a la vez por parte del que escribe. Pese a ello, hago una breve conclusión donde evidencio algunas consideraciones respecto al autor, sin embargo, son ellas puramente marginales.

Las fuentes que empleo para este ejercicio son básicamente obras sobre problemas filosóficos. En ellas, el problema del idealismo y sus variantes, son abordados con mucha profundidad. Este ensayo persigue mostrar el tema del solipsismo teniendo como referente a Merleau-Ponty y el solipsismo en general, y no mostrar la crítica a un autor determinado. Si quisiéramos efectuar tal enmienda, posiblemente debamos echar mano de fuentes como las de Descartes o las del obispo Berkeley. Pero esa no es mi intención aquí.

Las citas de otros autores irán al final del documento, mientras que las de Merleau-Ponty, por tratarse de la misma obra en estudio, estarán entre paréntesis en el mismo texto, según cita que se haga de él.

1. Consideraciones elementales sobre el solipsismo

La palabra solipsismo viene del latín solus ipse, y quiere decir uno mismo. El solipsismo ha sido una de las teorías gnoseológicas radicales en la especulación filosófica a través de muchos autores. Es una doctrina que no admite más realidad ni existencia que la del sujeto que percibe. Esto quiere decir, en su extrema radicalidad, que lo únicamente existente es la propia consciencia de cada individuo, con lo que toda existencia objetiva es en cuanto es pensada por el sujeto percipiente, esto es, la objetividad del mundo es en cuanto mi conciencia los crea. De ahí que se tenga por representante más connotado, al obispo Berkeley, en aquella famosa expresión latina esse est percipi. Pero también cabe mencionar la radicalidad de un Descartes en la configuración detallada de esta doctrina filosófica.

Sin embargo, cabe hacer una breve referencia a los sistemas antiguos como los auténticos creadores que sustentan al solipsismo, como lo es el idealismo y el realismo. Para tal fin hemos de ubicarnos en el siglo VI antes de Cristo, específicamente con el nacimiento de la Escuela eleática, con Parménides como el más conocido dentro de esta corriente de pensamiento.

Una de las primeras especulaciones sobre la realidad de las cosas consistía en saber sobre el origen que las constituía. En este sentido, las primeras especulaciones determinaron que el ser era un elemento de la realidad natural, y por tanto el ser era una realidad sensible. Esto es a grandes rasgos la actitud realista. La oposición a esta especulación es precisamente el nacimiento del idealismo, y de ahí de todas sus derivaciones posteriores. Esta otra consideración sobre la realidad de las cosas puso su eje de atención en la razón, que se encamina hacia el mundo de las ideas. Los dos puntos de vista sobre el conocimiento de la realidad nos pone en posición de la siguiente afirmación: el realismo toma el material de sus especulaciones del exterior, de la realidad sensible, en tanto que el idealismo lo hace desde el interior del pensamiento, desde sus ideas. El primer paradigma de estos dos grandes sistemas lo encontramos en Heráclito y Parménides, y posteriormente, como es bien sabido, en dos grandes filósofos de la historia del pensamiento: Platón y Aristóteles.

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