Resumen
En el trabajo se diseña un plan de actividades instructivas, físico-deportivas y recreativas que ofrece opciones para un uso adecuado del tiempo libre por parte de los ciudadanos del sector El Pueblo de la parroquia San Francisco, el cual se caracteriza por la interrelación dialéctica de sus componentes instructivo, deportivo y recreativo. Para su elaboración se partió de las dificultades detectadas mediante el diagnóstico realizado, referentes a las posibilidades y opciones de realización de dichas actividades por parte de la población y a los conocimientos de ésta con respecto a la importancia e influencia de las mismas en el fomento y conservación de la salud y el bienestar del ser humano, así como, de los criterios emitidos por un grupo de expertos consultados. En la investigación se utilizaron como métodos fundamentales, el análisis y la síntesis, histórico-lógico, análisis documental, encuesta, entrevista, observación, el experimento, el cálculo porcentual y el análisis estadístico-matemático. La puesta en práctica del plan de actividades durante un año fiscal, permitió apreciar su efectividad en cuanto a la adquisición de conocimientos, intereses y motivaciones y a un incremento muy significativo de la asistencia y participación de los ciudadanos en actividades físicas de diferente índole durante su tiempo libre, lo que permitió afirmar que se cumplió el objetivo propuesto
Introducción
El origen de las comunidades es tan antiguo como el hombre mismo, e incluso más, si tenemos en cuenta las comunidades de animales, algunas tan organizadas y que funcionan a la perfección, como las abejas, y otras más cercanas a nuestros antepasados, como las manadas de monos. El hombre surge precisamente, gracias a esa vida en común, que facilita el desarrollo de la actividad conjunta para la satisfacción de las necesidades, en la cual se crean las condiciones para que aparezcan las primeras formas de trabajo y de comunicación humana, que como señalara Engels, fueron las que dieron origen al hombre.
El vínculo comunidad–desarrollo humano es tan fuerte, que a medida que se daban pasos en la formación del hombre, se iba desarrollando también la vida en común, en este sentido Engels escribió: "El desarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda mutua y de actividad conjunta para cada individuo, y al mostrar así las ventajas de esta actividad conjunta para cada uno de ellos, tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad". (1)
Puede decirse entonces, que el vínculo comunidad-desarrollo humano tiene un carácter genético, sin embargo, las relaciones del hombre con la comunidad no se han mantenido estables a lo largo de la historia de la humanidad, ni desde el punto de vista popular del hombre mismo, ni político, ni científico, aunque estos elementos se encuentran estrechamente vinculados.
La relación hombre-comunidad ha tenido sus etapas. Sin pretender una periodización rigurosa, en nuestra opinión vienen desde la comunidad primitiva, donde todo ocurría, se trataba y se resolvía a nivel de comunidad; luego pasó por una fase de desinterés por las comunidades, que se produjo fundamentalmente con el desarrollo del estado y de las naciones; esto tendió a disolver las comunidades en el todo, contribuyendo a la eliminación de costumbres, religiones, mitos, indicaciones, lenguas y dialectos, con la imposición de un idioma oficial, una educación estatal, etc., lo cual tuvo su fase más aguda en la conquista de América, donde fue destruida la inmensa mayoría de las comunidades de nuestros países y de África; ello implicó una serie de pérdidas irreparables.
El lugar de la comunidad en la vida del hombre está muy ligado al desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción. La propiedad comunitaria o territorial, predominante en los primeros estadíos del desarrollo humano, fue desapareciendo a medida que se consolidaba la propiedad privada, en este sentido Marx señaló:
"La segunda forma de propiedad está representada por la antigua forma de propiedad comunal y estatal, que brota como resultado de la fusión de diversas tribus para formar una ciudad, mediante acuerdo voluntario o por conquista…" (2)
En la actualidad, la relación hombre–comunidad se encuentra nuevamente en una fase reconstructiva de interacción y acercamiento positivo, que se manifiesta en tres niveles:
El Socio Cultural: Se manifiesta en la reorientación hacia la comunidad, la pequeña población, el barrio, el hogar y la familia. El hombre busca la existencia tranquila y las relaciones sanas, que generalmente se encuentran en este nivel, es aquí precisamente donde se inserta el trabajo de la actividad físico deportiva.
El Político: Esta orientación del estado hacia las comunidades tiene la intención de estimular el funcionamiento comunitario al agrupar y organizar a los individuos, poniéndolos a trabajar en función de resolver los problemas de su localidad.
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