Los delitos cometidos por la guerrilla argentina son crímenes de lesa humanidad
Enviado por Fernando Marcelo Carletti
- Introducción
- Análisis de los argumentos
- Verdadera razón para consagrar la impunidad
- Ataque sistemático
- Conclusión
Hoy prácticamente con unanimidad se sostiene que los delitos cometidos por la guerrilla en la Republica Argentina a lo largo de décadas no son crímenes de lesa humanidad. Frente a eso se condena a los militares que cometieron delitos durante la represión a ese accionar sosteniendo que en este caso si son crímenes de lesa humanidad. Hoy se presenta una pantalla como que se cumplen los derechos humanos porque se realizan esas condenas contra los militares. Pero al mismo tiempo mueren niños de hambre y por enfermedades evitables en un genocidio reconocido en un periódico por el Juez Eugenio Raúl Zaffaroni (después que no hizo nada en el expediente que pasó por sus manos y en el que se denunciaba ese genocidio).
Al mismo tiempo se desarrolla impunidad y la corrupción más escandalosa con lavado de dinero, relaciones con el narcotráfico, acumulación de riquezas por quienes se dicen paladines de la distribución del ingreso. Quienes hoy ejercen el poder, prácticamente reivindican como victimas y héroes a todos los militantes guerrilleros, su voz no solo es una condena contra desapariciones, torturas y asesinatos injustos. Sino prácticamente una reivindicación del accionar y la ideología que sostenían esos grupos en los que incluso más de un "político de prestigio" actual tiene una trayectoria como militante, algo que recuerdan públicamente con nostalgia.
Estos vínculos se han extendido al ámbito familiar. La presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y uno de los principales lideres guerrilleros, Fernando Vaca Narvaja, hoy son parientes. El hecho de que quienes hoy ostentan el poder tengan la misma ideología e incluso hayan militado en esos grupos debe hacer que el análisis de que no se considere crimen de lesa humanidad el accionar guerrillero sea analizado con más detenimiento porque quienes sostienen tal criterio no son imparciales. El hecho de que ese sea el criterio de la Justicia también debe ser sujeto de ese análisis porque la Justicia es influenciada por el poder político de forma escandalosa. Si no ven la corrupción y un genocidio actual cometido contra los pueblos originarios en un expediente pero si lo ven para presumir en un periódico tenemos derecho a dudar que sean capaces de ver crímenes de lesa humanidad cometidos en el pasado por los aliados de quienes están en el poder político e incluso cometidos personalmente por los integrantes de ese poder político.
Uno de los principales argumentos que se sostiene es que constituye un requisito fundamental el hecho de que para ser crimen de lesa humanidad, el mismo debe ser cometido como sujeto activo por un Estado y sus autoridades, siendo también responsables los civiles que sean autores o cómplices de tales actos. Al menos era así al tiempo del accionar guerrillero ya que el Estatuto de Roma hoy acepta que pueden ser cometidos por entes ajenos al Estado.
En principio tendríamos que atenernos al Derecho Internacional de la época que estamos analizando y mas precisamente a la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra del año 1968 que establece en su articulo segundo: "Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las disposiciones de la presente Convención se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración."
En principio y si uno se atiene al texto de la Convención parecería que el accionar guerrillero en la República Argentina quedaría afuera de tal definición porque resulta obvio que el terrorismo desarrollado en esa época no contaba con la participación del Estado Argentino. Serian simples civiles por lo cual no quedaría otra alternativa que sostener que no son crímenes de lesa humanidad y que estarían prescriptos.
Pero en ese análisis hay algo que se pasa por alto. Y es que el accionar guerrillero respondía a una planificación, a un ataque sistemático que tenia por fin tomar el poder e instalar una dictadura de izquierda y que si contaba esa planificación con la iniciativa y el apoyo del Estado. Pero no del Estado Argentino, obviamente, sino del Estado Cubano. La Convención no exige que los crímenes de lesa humanidad sean llevados a cabo por el mismo Estado sobre su propio territorio. Si no, con ese criterio los crímenes cometidos por el ejército nazi sobre las poblaciones invadidas no serian crímenes de lesa humanidad porque no contaban con el apoyo del Estado invadido.
Si se analiza el accionar guerrillero en la Republica Argentina e incluso en toda Latinoamérica se ve fácilmente que esto es así. La iniciativa cubana a este respecto comienza en el año 1962 a partir de órdenes desde allí del propio Che Guevara y de otros altos oficiales del Ejercito Cubano. Incluso estos últimos lo han reconocido recientemente en un libro de carácter oficial. Este libro titulado "Secretos de Generales" fue editado en Cuba en un total de 546 páginas y consta con los testimonios de 42 de los mismos. Así el General Abelardo Colomé Ibarra dice: "A Bolivia y Argentina viajé en 1962, para preparar las condiciones para un alzamiento guerrillero que estaría encabezado por el periodista Jorge Ricardo Massetti, quien había hecho una buena afinidad con su compatriota Ernesto Che Guevara". El libro no solo se refiere a la República Argentina sino a muchos otros países donde se quería extender la revolución, tiene prologo del propio Raúl Castro y aclara que el libro tiene como fin: "ser un aporte al conocimiento público de la verdad histórica".
Si bien esa primera iniciativa encabezada por Massetti fracasó lo cierto es que los años que siguieron y que termina en el accionar guerrillero de la década del 70 siempre contó con la iniciativa y apoyo del gobierno cubano. Así el conocido guerrillero Gorriaran Merlo en una entrevista declaró ante la siguiente pregunta del periodista:
"–¿Tenían algún tipo de preparación militar? Se dice en varios libros que Santucho había tenido entrenamiento en Cuba."
"–Roby viaja a Cuba en 1961. Mientras está ahí sucede lo de Girón y la declaración por parte de la revolución de su rumbo al socialismo. Este viaje lo define tajantemente por el socialismo. Ahí se dice que él hizo entrenamiento, pero eso no es así. Recién a fin de julio, principios de agosto del "71, viajamos él y yo a Cuba y establecemos relaciones formales con el Partido Comunista de Cuba y con Cuba. En ese viaje arreglamos por primera vez para unos treinta y pico de compañeros que fueran a entrenar por algunos meses en táctica guerrillera, urbana, rural. Hasta ahí no teníamos demasiado entrenamiento, era todo imaginación."
Queda claro entonces que no eran simples civiles sino que eran personas que tenían un entrenamiento militar brindado por un Estado con el especifico fin de cometer un accionar guerrillero con atentados de la mas diversa índole en otro Estado cuyo poder querían tomar. El propio Gorriaran Merlo lo dice, si no hubiera sido por ese entrenamiento brindado por el Estado Cubano todo hubiera sido solo imaginación. Me atrevo a decir lisa y llanamente sin temor a equivocarme que ya no eran civiles, eran militares. Estas personas no solo tenían tal entrenamiento sino toda una organización militar con grados, uniformes, banderas. Valiéndose de ese entrenamiento cometieron asesinatos, colocaron bombas, robos para financiarse, haciendo no solo victima a las fuerzas armadas de tales ataques sino a toda la población civil. Fue ese entrenamiento militar el que les permitía cometer crímenes terribles, fríamente planeados incluso contra la vida de niños sin que se les moviera un pelo. Murieron conscriptos (ciudadanos inocentes que cumplían con su obligación), civiles, militares, mujeres. Todos crímenes aberrantes de los cuales el Estado Cubano juntamente con los guerrilleros que los llevaron a cabo tienen responsabilidad aún hoy por ser de lesa humanidad. El hecho de que Cuba haya cometido estos ataques en un territorio de otro estado contra ciudadanos de otro Estado no lo exime de responsabilidad. Todos los Estados están obligados a respetar los derechos humanos tanto en su propio territorio como en el territorio de los demás países. El pretexto de que no son cometidos o que no obedecen a la iniciativa del Estado es falso, son delitos que no admiten la más minima comparación con el de un delito común cometido por un ciudadano ordinario.
Verdadera razón para consagrar la impunidad
El verdadero motivo para consagrar la impunidad y no considerar los crímenes de la guerrilla como crímenes contra la humanidad o de lesa humanidad es otro. Y no esta dado por la calidad de quien comete el delito como se quiere hacer creer sino todo lo contrario. Esta dado porque estos individuos carecen de la capacidad de considerar a las victimas de sus ataques como seres humanos. Humanos son ellos, y por ende los derechos humanos empiezan y terminan con la represión militar. Y no importa si hoy mueren niños victima de un genocidio para darles las tierras a sus socios empresarios de hoy en día. No importa si sacan el dinero del país por toneladas, si tienen de socios a los narcotraficantes que destruyen la juventud. Con encarcelar los militares ya se dan por cumplidos los derechos humanos. Y así como antes en un acto de verdadera traición a la Patria no vacilaban en matar un conscripto que estaba cumpliendo con su obligación o poner una bomba debajo de la cama de una niña. Así con la misma frialdad hoy matan de hambre, de indiferencia, con marginación al mismo tiempo que pregonan todo lo contrario. Porque los integrantes de la guerrilla que asoló el país en los setenta donde había que tener miedo de levantar una lapicera porque no fuera una bomba en realidad fueron y son unos asesinos que lo único que ambicionaban era el poder. Por eso quien hoy gobierna y su esposo no vacilaron en valerse de la circular 1050 para acumular dinero que les sirviera para llegar al poder.
También se alude a que el accionar guerrillero no obedecía a un ataque sistemático contra la población. Esto es falso. Hoy se hace hincapié en el accionar represivo que se recuerda constantemente. Sobre el accionar guerrillero no se lo recuerda. La gente, prácticamente toda la sociedad vivía con miedo porque era blanco de un accionar criminal constante que obedecía a todo un plan de terror para paralizar la sociedad y hacerse con el poder. Considero que no es necesario enumerar aquí la lista de atentados y asesinatos cometidos desde 1972 hasta 1979, que incluía constantemente asesinatos de civiles, militares, atentados explosivos incluso en colegios, asesinatos de niños, incendio de colectivos, copamiento de regimientos, secuestros extorsivos, asaltos para conseguir recursos, robo de armas. Como muestra de su sadismo y humor negro con la muerte y sus crímenes basta recordar que al asesinato del dirigente José Ignacio Rucci lo llamaron "Operación Traviata" en alusión a la cantidad de agujeros de bala que dejaron en el cadáver, 23, que recordaba al comercial de la galletita de ese nombre que decía: "la de los 23 agujeritos".
Como conclusión no puedo llegar a otra que al hecho de que en la Argentina se ha consagrado la impunidad para crímenes de lesa humanidad de carácter aberrante cometidos durante una década en forma sistemática y constante. Que los criminales lejos de ser objeto de reproche son exaltados y presentados como héroes. Y lo peor es que hoy desde el poder siguen robando y matando.
Autor:
Fernando Marcelo Carletti
Abogado Especialista para el Ejercicio de la Magistratura