Los triglicéridos (combinación de ácidos grasos con glicerol en forma de ésteres), se almacenan en forma anhídrica y constituyen una de las principales formas de acumulación de reservas metabólicas, así les permite la supervivencia en épocas de carencia de alimentos y proporciona energía para el crecimiento, reproducción y mantenimiento del resto de las funciones.
* Mimetismo
Resguardarse de los enemigos naturales y de otras condiciones adversas, desarrollar una delicada organización y producir cambios en sus comportamientos, son realidades tan importantes y necesarias para perpetuar la especie como la reproducción.
Algunas chinches (Orden Hemiptera) tienen olores repulsivos y otros géneros generan fluidos corrosivos. Determinadas orugas de Lepidoptera (mariposas, polillas) presentan pelos con sustancias urticantes y hasta venenosas que afectan a los animales que los atacan. En el caso de la polilla del apio Papilio polyxenes, despide olores desagradables, segrega fluidos amargos y mediante una repentina erección de los pelos, puede alejar a sus enemigos.
Algunos insectos inmaduros envuelven la pupa con una seda que secretan, otros protegen su oruga dentro de estuches (como la polilla de la ropa Tinea pelionella), con restos de ramitas (el bicho canasto Oiketicus kirbyi), los montículos de tierra que elaboran las hormigas, algunas larvas retienen sus mudas en el cuerpo formando un buen estuche protector y diferentes especies emplean pequeñas piedras, viruta de madera, etc., todo con el fin de resguardarse de agentes bióticos y abióticos.
La apariencia es otra propiedad de la morfología externa de los insectos que les brinda protección, como el aspecto tosco (por forma y color) de algunos artrópodos.
Desde aquí podemos ensayar la siguiente clasificación:
* Semejanza protectora: tienen aspecto parecido al sustrato sobre el que permanecen y se los distingue sólo cuando se mueven.
* Mimetismo: algunas mariposas y moscas se asemejan a especies venenosas o de sabor amargo, por tanto dejan de ser atractivas para sapos, pájaros y otros individuos carnívoros. Esto se conoce como "mimetismo protector" y al caso contrario se lo denomina "mimetismo agresivo" (en algunos Diptera, al menos, se lo conoce también como "mimetismo muleriano") cuando se asemejan a especies violentas.
* Coloración de advertencia: algunos Hymenoptera presentan en el cuerpo y patas, bandas bien marcadas de colores fuertes.
Los hábitos alimentarios también están vinculados a la protección ya que los barrenadores del suelo, los taladros de la madera, los que viven en la materia orgánica en descomposición, en el agua, en la piel o en el cuerpo de los animales, están protegidos del clima adverso, de parásitos y predadores.
Ejemplo de mimetismo protector
* Plasticidad
La vida en la Tierra expone a los insectos a las situaciones más diversas ya que tienen que soportar variadas condiciones climáticas y procurarse alimento.
Reconocemos en estos invertebrados una gran plasticidad y una capacidad de adaptación de tal magnitud que permiten a algunas especies abundar en épocas cálidas y escasear cuando las temperaturas son mas bajas; otras invernan en la fase adulta ocultándose en sitios protegidos, reduciendo todas sus actividades metabólicas o bien permanecen como larvas, orugas o pupas; algunas especies en estado adulto, mueren con el frío y la continuidad del ciclo biológico ocurre con la eclosión de las larvas u orugas en la primavera próxima.
* Locomoción
Los insectos son muy móviles debido a que sus 3 pares de patas les permiten franquear barreras, guarecerse en grietas e invadir cualquier nicho.
Las patas se encuentran en todos los insectos adultos y en orugas de Coleoptera y Lepidoptera. Son usadas para caminar, saltar, excavar, agarrar, nadar, construir nidos, limpiar su cuerpo y otras funciones. En la próxima imagen se aprecia una oruga y una larva: en la zona superior (ej. coleóptero) se presenta una oruga, con aparato bucal masticador, que tiene patas verdades torácicas y falsas abdominales; la restante es una larva (ápoda) de díptero con aparato bucal raspador.
Una cuestión interesante es el modo de caminar de los insectos: mientras proyectan hacia delante, por ejemplo, la pata izquierda del 1º par, la pata derecha del 2º y la pata izquierda del 3º, las otras 3 están apoyadas en la superficie brindándole una firme sustentación y menor esfuerzo muscular, ya que "3" es el numero más pequeño que permite un equilibrio estable, tanto detenidos como en movimiento a diferencia de los animales con 2 ó 4 patas.
Las patas de los insectos constituyen prolongaciones del cuerpo en cuyo interior se encuentran músculos, nervios y en los espacios restantes, hemolinfa. Son articuladas y presentan 5 segmentos: coxa, trocanter, fémur, tibia y tarso o pié, este último dividido en 2 a 5 subsegmentos y uña.
Pata de insecto adulto (dibujo Raimundo Sepúlveda)
* Alas y vuelo
La presencia de alas es un factor de importancia capital, ya que permiten a los insectos voladores desplazarse, buscar alimento, pareja y escapar de los peligros.
Son los únicos invertebrados con esta capacidad y los primeros seres vivos voladores.
Las alas funcionales se encuentran en los insectos adultos y aunque sus ancestros prehistóricos pudieron ser voladores, muchas especies de esta Clase no dispongan hoy de tales estructuras.
Los insectos alados, tienen 1 ó 2 pares de estos apéndices; puede ocurrir también que las alas sean patrimonio de 1 de los sexos de la misma especie.
Las alas, como las patas, se proyectan desde el tórax: los 2 pares de alas están en el 2º y 3º segmento (meso y metatórax); los insectos que presentan 1 sólo par de alas funcionales, las tienen en el mesotórax.
Estos invertebrados tienen sus órganos de locomoción ubicados en la región torácica, es decir en el centro de la masa corpórea.
Estructuralmente las alas de los insectos, de forma triangular, no se relacionan con las de las aves o murciélagos. Las primeras no tienen huesos, articulaciones, plumas, nervios y casi siempre carecen de vascularización, simplemente son hojas de cutícula delgadas que se mueven al ritmo de la contracción y relajación de los músculos insertados dentro de los espacios torácicos.
Ala de insecto
En el campo de la taxonomía, las alas se tienen en cuenta para la clasificación. Todos los Órdenes que terminan en ptera corresponden a insectos voladores: Diptera (2 alas), Coleoptera (alas de estuche), Hymenoptera (alas membranosas), Hemiptera (medias alas), Orthoptera (alas rectas), Lepidoptera (alas escamosas).
Las alas de los insectos proporcionan fuerza elevadora, fuerza motora y guía, para:
ascender rápidamente
cambiar el rumbo
virar de un lado al otro
aproximarse y sumergirse en el agua
mantenerse suspendidos en el aire (en un punto)
volar hacia atrás sin cambiar la posición del cuerpo
Los movimientos hacia arriba y hacia abajo producen desplazamiento de aire del frente superior (presión reducida) hacia atrás y plano inferior (presión aumentada). La inclinación de las alas regula la velocidad de traslación, mientras que las rectificaciones en la dirección se producen al variar la vibración del ala de cada uno de los lados.
Movimiento de alas para el vuelo
El vuelo eficiente de un insecto ocurre en las corrientes uniformes de aire y en el caso de las especies con 2 pares de alas, se observa que la turbulencia creada por el primer par afecta negativamente la actuación del par de alas posteriores. Por eso es que Isoptera y Neuroptera (insectos muy primitivos), con movimientos independientes de las alas, no son buenos voladores.
Algunos Lepidoptera, Hemiptera e Hymenoptera, artrópodos modernos en la escala evolutiva, desarrollaron ganchos o pelos que unen las alas anteriores a las posteriores formando una unidad funcional. Coleoptera tiene las alas anteriores que forman un estuche protector, no funcional que se extiende durante el vuelo y en Diptera se aprecia 1 par de alas atrofiadas que actúan como balancines (los halteres o halterios).
La capacidad de vuelo de los insectos depende de la energía: los azucares del néctar en Diptera e Hymenoptera junto con el tamaño de los músculos que mueven las alas (más del 10% del peso de Musca domestica), determinan el vigor y empuje en el vuelo.
* Adaptabilidad
Este es otro atributo preponderante ya que continuamente los artrópodos desarrollan hábitos para ceñirse a los cambios. Los insectos en particular, no se han concentrado en 1 solo medio para vivir como los peces o las aves, sino que los encontramos en y sobre el agua, en el aire y en el suelo, sobre y dentro de animales, plantas y humanos, en las casas, barcos, molinos y en todas las sustancias orgánicas conocidas.
* Persistencia
La falta de raciocinio podría posicionar a los insectos frente al hombre en un plano desventajoso. Esto es cierto si la comparación se hace de individuo a individuo, pero grupalmente los primeros muestran una perseverancia invariable para desarrollar sus actividades y lo comprobamos al observar el revoloteo de mosquitos flebótomos sobre una persona o cuando los insectos fitófagos pasan de un campo a otro para alimentarse de una diferente especie vegetal.
Los insectos no se atemorizan ni desaniman por agresiones repetidas, por ser ahuyentados ni tampoco comprenden la derrota. Mientras tengan vida, continuarán luchando todo el tiempo para subsistir y superar la contienda.
* Rápida reproducción y abundancia
La gran capacidad reproductora es una virtud que ha contribuido al éxito de los insectos en lo referente a la abundancia. Donald Windsor demostró que hasta una profundidad de 46 cm y sobre el suelo de los bosques de Illinois (EUA) se encuentran 146,5 millones de insectos por hectárea. En comparación hay 1 persona cada 6,4 ha sobre la superficie de la Tierra.
Las hembras de los insectos pueden depositar hasta 1 millón de huevos desde que adquieren su madurez sexual, debido a que unas horas después de la emergencia del pupario o de su llegada al estado adulto desde la ninfa, pueden copular y fecundar sus óvulos.
Por una cuestión de selección, la ovipostura se puede realizar en el mismo sustrato o bien buscan otros hospederos para dispersar su descendencia y asegurar la supervivencia. Lo mismo ocurre con los insectos coleópteros que completan sus ciclos biológicos en los granos almacenados, cuando depositan sólo 1 huevo por semilla. Esto indica que la competencia intraespecifica se reduce al mínimo o no existe, asegurándose un factor menos que atentaría contra la prosecución de su especie.
La partenogénesis es una forma de reproducción que se basa en el desarrollo de óvulos no fecundados: estos gametos se segmentan sin el aporte de espermatozoides en hormigas, abejas, pulgones y algunas otras especies.
* Metamorfosis
Este fenómeno hace que tengan diferentes requerimientos, principalmente dietéticos, en las distintas etapas de su vida, por lo tanto no compiten intraespecíficamente y hasta pueden ocupar ambientes diversos.
Encontramos 2 tipos de metamorfosis: completa u holometábola, que tiene 4 estados: huevo, larva/oruga, pupa y adulto. En la incompleta o hemimetábola, se describen 3: huevo, ninfa y adulto.
Metamorfosis completa
Metamorfosis incompleta
– Sonora
Los insectos y el resto de los artrópodos han desarrollado diferentes formas de vínculo. Los órdenes Orthoptera, Diptera, Coleoptera, Lepidoptera y algunas especies de Hemiptera frotan las patas o alas entre si, con el cuerpo o al volar.
Se conocen varios tipos de sonidos de cortejo y sonidos agresivos emitidos por los machos, sonidos de alarma por machos y hembras, entre otros. Estos ruidos difieren entre si por su timbre, ritmo y frecuencia.
El sonido de los grillos (los machos levantan ligeramente sus alas y las frotan entre si con el propósito de atraer a las hembras para la cópula) depende de las condiciones ambientales y de su muy sensible metabolismo frente a los cambios de térmicos, debido a que no regulan su temperatura corporal.
Las funciones de todos los órganos y sistemas se desarrollan a diferentes velocidades según la temperatura del medio. El Premio Nobel de Química en 1903, Svante August Arrhenius (1859-1927), estableció una vinculación matemática entre la velocidad de una reacción química y la temperatura, en una relación proporcional a la concentración de las moléculas: a mayor temperatura mayor es la velocidad de reacción y viceversa. Sostuvo que con el incremento de temperatura, cada 10º C se duplica la cantidad de reacciones.
– Por feromonas
Son complejas sustancias químicas producidas por glándulas o tejidos especializados. Tales mensajeros se descargan en el ambiente para ser percibidos por organismos de la misma especie.
Las feromonas mas estudiadas en los insectos son las de atracción sexual, lo que permite el encuentro hembra/macho para la cópula y la reproducción.
Las pautas de comportamiento, transmitidas entre generaciones, son imprescindibles debido al corto tiempo de vida de los insectos. Esta propiedad les permite disponer de un grado de organización sin el cual su vida estaría en peligro con mayor frecuencia.
Muchos aspectos de la etología de los insectos dependen de una serie de reflejos coordinados. Algunas actitudes de varias especies del orden Hymenoptera nos ejemplifican una cadena de instintos, como la construcción de los nidos por las avispas, quienes luego depositan sus huevos allí, mas tarde preparan la alimentación para su prole (inmovilizando una presa) y por último cierran prolijamente cada celda.
Los insectos responden a casi todos los estímulos que provocan sensaciones en el hombre (luz, olfato, gusto, sonido, tacto), pero con una diferencia cuali/cuantitativa notable ya que con muy baja intensidad se produce la reacción. Los reflejos, que ocurren casi automáticamente como la acción del aguijón de una abeja, son la respuesta mediante la cual el insecto reacciona ante un estímulo, apartándose o dirigiéndose a él.
Esta propiedad, llamada taxis, se expresa ante estímulos químicos (olfato, gusto) y luminosos: para el primer caso, cuando se dirigen hacia la fuente del estimulo se dice que presentan quimiotaxis positiva, en el caso contrario es negativa.
La segunda reacción ocurre cuando son atraídos por la luz, fototaxis positiva; cuando se alejan de ella será fototaxis negativa.
El termino cinesis se emplea para designar a la reacción motora, en donde la rapidez del movimiento depende de la intensidad del estímulo. Por ejemplo, cuando Periplaneta evita la luz y además busca un refugio, a ese comportamiento se lo conoce como tigmocinesis.
En resumen, las taxias y las cinesis permiten a los insectos encontrar y habitar espacios acordes a sus necesidades.
* Tipo de vida
La mayoría de los insectos se desarrolla de modo solitario, es decir son individuos que actúan por si mismos, salvo y sólo en los momentos de apareamiento.
Hay especies gregarias que viven en gran número conformando verdaderos equipos, con división de trabajo y adoptan comportamientos comunitarios o sociales como las abejas, avispas, termitas y hormigas. Dentro este grupo encontramos a quienes tienen comportamientos subsociales (como tijeretas, algunos grillos y escarabajos) que protegen a sus huevos y aún a las ninfas.
Las formas más primitivas de insectos eran consumidoras de detritos; cuando aparecieron las plantas con flores (angiospermas) en el Cretácico, se desarrollan los fitófagos y al presentarse los animales, ciertas especies insectiles se sirvieron de ellos.
Así los insectos han recorrido un largo camino de coevolución y coadaptación con sus huéspedes, por lo cual han desarrollado diferentes modelos de asociación con los vegetales y animales, distintas estrategias en sus ciclos biológicos y en los mecanismos alimentarios.
Con la presentación del presente documento se pretendió exaltar las aptitudes que presentan los insectos para haber sorteado las diferentes condiciones que la Tierra les propuso desde su aparición, hace unos 400 millones de años.
Sus relaciones con los vegetales, los animales y el hombre son múltiples: los perjudican o los benefician, pero siempre están vinculados a ellos.
Autor:
Miguel Ritacco
Investigador Consulto CNEA
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