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Sujeto y postmodernidad, por León Vallejo Osorio (página 6)


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[1] Cf: Revista Pedagogía y Dialéctica número 1.

[2] Selección y notas de Mario Manacorda. Cf: Gramsci, Antonio. La alternativa pedagógica. Fontamara; México: 1998.

[3] Para esclarecer este punto, es conveniente examinar los Elementi di scienza politica (nueva edición aumentada de 1923), de Mosca. La denominada «clase política» de Mosca no es otra cosa que la categoría intelectual del grupo social dominante: el concepto de «clase política» de Mosca debe aproximarse al concepto de Pareto, que es otro intento de interpretar el fenómeno histórico de los intelectuales y su función en la vida estatal y social. El libro de Mosca es una enorme miscelánea de carácter socio- lógico y positivista con la tendenciosidad de la política inmediata qu8 lo hace menos indigesto y literariamente más vivaz.

[4] Para una categoría de estos intelectuales, la más importante tal vez después de la «eclesiástica., por el prestigio y la función social que ha desempeñado en las sociedades primitivas -es la categoría de los médicos en sentido lato, es decir, de todos aquellos que «luchan» o demuestran luchar contra las enfermedades y la muerte– será preciso confrontar la Storia della medicina, de Arturo Castiglioni. Recuérdese que ha habido conexión entre la religión y la medicina, y todavía sigue habiéndola en ciertas zonas: hospitales a cargo de religiosos por ciertas funciones organizativas, aparte del hecho que donde aparece el médico aparece el cura (exorcismos, asistencias diversas, etc.). Muchas grandes figuras religiosas también eran y fueron concebidas como grandes «terapeutas.: la idea del milagro hasta en la resurrección de los muertos. Hasta para los reyes subsistió durante largo tiempo la creencia de que curasen con la imposición de manos, etc.

[5] De ahí ha nacido la acepción general de «intelectual» o de «especialista», de la palabra «clérigo», en muchas lenguas de origen neolatino o fuertemente influenciadas, a través del latín de la Iglesia, por las lenguas neolatinas, con su correlativo de «laico» en el sentido de profano, no especialista.

[6] Porque puede suceder que cualquiera en cierto momento se fría un par de huevos o se cosa un botón de la chaqueta, y no por ello haya de decirse que todos somos cocineros y sastres.

[7] El organismo militar ofrece también en este caso un modelo de estas complejas graduaciones: oficiales subalternos, oficiales superiores, Estado Mayor; y no hay que olvidar a los grados de tropa, cuya importancia real es superior de lo que normalmente se cree. Es interesante hacer notar que todas estas partes se sienten solidarias y que incluso los rangos inferiores manifiestan un espíritu de cuerpo más acusado, del que arrastran un «orgullo» que con frecuencia los expone a los chascarrillos y a las mofas.

[8] En el campo de la técnica productiva se forman esos rangos que puede decirse corresponden a los «graduados de tropa» en el Ejército, es decir, a los obreros cualificados y especializados en la ciudad y, de un modo más complejo, a los aparceros y colonos en el campo, ya que el aparcero y el colono en general corresponden más bien al tipo artesano, que es el obrero cualificado de una economía medieval.

[9] La opinión general contradice esta afirmación, manifestando que el comerciante, el industrial y el campesino que «politiza» pierde en vez de ganar, y que es el peor de su categoría, lo que puede discutirse.

[10] En el libro Parlamento y gobierno en el nuevo ordenamiento de Alemania, de Max Weber, pueden encontrarse muchos elementos para ver cómo el monopolio político de los nobles ha impedido la elaboración de un personal político burgués amplio y experimentado, y que está a la base de las continuas crisis parlamentarias y de la disgregación de los partidos liberales y democráticos: por tanto, la importancia del centro católico y de la socialdemocracia. que en el período imperial lograron elaborar un verdadero y propio statqs parlamentario y directivo bastante notable.

[11] RICOEUR, Paul. La acción considerada como texto. En : Hermenéutica y acción. (Tomado del módulo de la Fumlam para la especialización en Gestión de Procesos curriculares. Medellín, sf).

[12] Cf: FREUND, Julien. Las teorías de las ciencias humanas. Ediciones Península. Madrid: 1975

[13] Que no es otra, la tesis central que moviliza Ricoeur, desde su condición de hermeneuta, en el texto que “relatoriamos”.

[14] Citado por Freund. Pág 51.

[15] . Husserl, Edmundo. Ideas relativas a una fenomenología pura y una fenomenología fenomenológica. Ed. F.C.E. 1975.

[16] Cf: Revista Pedagogía y Dialéctica número 1.

[17] VALLEJO , León . “Código y currículo. Las maniobras del orden”. (Inédito)

[18] Fotocopia. Funlam. 1998

[19] Fotocopia, Funlam.

[20] MEJIA, Marco Raúl. Hacia otra escuela desde la educación popular. Cinep. 199..

[21] Es necesario en este punto hacer un público y claro reconocimiento: comparado el discurso de nuestra especialización con otras sistematizaciones de la cuestión del currículo realizado por otras academias, hay que decir que la Fundación Universitaria Luis Amigó, ha elaborado todo un planteamiento sistemático y riguroso que da cuenta del currículo.

[22] Cf: Revista Pedagogía y Dialéctica

[23] MORIN, Edgar. Introducción al pensamiento Complejo. Barcelona: Gedisa, 1.996. pp. 167.

[24]

[25] ROGER, Karl. “Poder o personas, dos tendencias en Educación”. En: El Poder y la Persona. México: El Manual Moderno. 1990.

[26] CIRIGLIANO, Gustavo. F.J. Filosofía de la Educación .p.14.

[27] DELORS, Jacques. La Educación encierra un Tesoro. México: UNESCO. 1996

[28] Comisión Nacional para el Desarrollo de la Educación Superior. Planteamientos y Recomendaciones. Santa Fe de Bogotá: 1996. p.11

[29] GADAMER, Hands. En Verdad y Método, define formación como “ el proceso por el que se adquiere cultura: como el modo específicamente humano de dar forma a las disposiciones y capacidades naturales del hombre”. También Fidedigno Niño en su texto Antropología Pedagógica (1998, pág. 15) define los conceptos de instrucción y formación de la siguiente forma: “ Instrucción significa, propiamente, adquisición de capacidades útiles a la práctica de la vida”. Formación, denota conocimiento que transforma nuestra propia sustancia. Es apropiarse verdaderamente del sentido de la realidad y de la vida, su meta, hacer justicia a la realidad entera… de una manera completamente desinteresada”. Tres elementos integran el ámbito teórico y de exigencias de la formación: La reflexión o la sabiduría que buscan una manera de ser del sujeto en cuanto trascendencia y participación. La prudencia o sabiduría práctica, conformada por la deliberación, el juicio y el mandato. El gusto, no como preferencia subjetiva, sino como satisfacción ligada a la contemplación y al conocimiento objetivo…”.

[30] BRUNER Y BERNSTEIN, definen desarrollo como “ proceso de construcción referido siempre al sentido que el hombre le da a su mundo y que se da a sí mismo como individuo y como sociedad”.

[31] Rorty. “La educación como un proceso de edificación de los seres humanos”.

[32] MORÍN, Edgar. “Teoría y Método”. En: Ciencia con Consciencia. Madrid: Anthropos. 1984.

[33] NIÑO, Fidedigno. Antropología Pedagógica. Santa Fe de Bogotá: Mesa Redonda. No 64

[34] SACRISTAN, Gimeno. El currículo, una reflexión sobre la práctica. 5ª ed. Madrid: Morata, 1995

[35] Zubiri denomina al hombre como “animal de realidad”.

[36] Pestalozzi, Herbar, Decroly, Piaget. Citados por Fidedigno Niño en Antropología Pedagógica.

[37] ZUBIRI, Xavier. Inteligencia sentiente. Madrid. Alianza editorial, 1980

[38] COLOM, Antonio. Conferencia en la U.P.B. Octubre 20 de 1998.

[39] PARRA S., Rodrigo. “Hacia una Pedagogía de la Producción de Conocimiento”. La Calidad de la Educación. Santa Fe de Bogotá: FES.1992. p.p 257-260.

[40] CASTILLEJO, J.L. y COLOM, A.J. Pedagogía Sistémica. Barcelona: CEAC. 1987. P. 84.

[41] GARCÍA DE LA HOZ, Víctor. Pedagogía Visible y Educación Invisible. Madrid, Rialp S.A. 1987, p. 46 y 69.

[42] AVILA PENAGOS, Rafael. “La Universidad: Lugar cultural de las profesiones y las disciplinas. En: Debates. Santa fe de Bogotá. U.P.N. 1997.

[43] BERTALANFFI. Teoría de Sistemas. 1937. “Sistema es un conjunto de componentes en interacción y organizados en fin de alcanzar objetivos propuestos”.

[44] KEMMIS, S. El Curriculum: más allá de la teoría de la reproducción. 2ª ed. Madrid: Morata, 1993.

[45] GALLEGO, Rómulo. Saber pedagógico, una visión alternativa. Coop. Ed. Magisterio. Bogotá 1990 pg 55.

[46] DIAZ, Mario. El Campo Intelectual de la Educación en Colombia. Cali: Universidad del Valle. 1993.

[47] Ibid, pág. 19

[48] Ibid,, Pags. 31,32.

[49] GUAMATI, G. Las profesiones dilema del conocimiento y el poder. Universidad Católica de Chile, Santiago. 1984.

[50] AVILA PENAGOS, Rafael “La Universidad, lugar cultural de las disciplinas y las profesiones: el desafío de la reestructuración. En: Debates Santafé de Bogotá, Universidad Pedagógica Nacional 1997.

[51] FAVAD, Ramón. La educación Superior: de servicio público o proyecto cultural. E. Revista Educación y Cultura No 25 Pgs.29-35.

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