Evolución en el individuo
Una de las concepciones básicas de la mente es el uso de información para construir un sentido de la mente propia. Este módulo-creador de la mente parece ser una función del hemisferio derecho y comienza su desarrollo temprano en la vida.
Teoría de la mente en proceso
Los niños durante los primeros días de su existencia poseen la capacidad de detectar la diferencia entre objetos animados e inanimados, y de atribuirles cualidades de mente; como son propósitos, atenciones, y sentimientos. Hacia el tercer año de la vida, desarrollan la capacidad del juego simbólico, durante el cual pueden investir objetos inanimados con cualidades animadas de intencionalidad y respuesta emocional.
Esta inmersión en juegos de imaginación resulta de interacciones sociales y de historias narradas por quienes cuidan al niño, con quien éstos se identifican, en el sentido rudimentario de esta locución.
La distribución de las experiencias mentales entre el niño y la figura materna asientan los fundamentos para todo el proceso del avance evolutivo del infante, incluyendo la adquisición de habilidades cognitivas complejas.
El cerebro del niño normal posee la habilidad de entender el estado subjetivo de mente de quien lo cuida — su vida, de ello depende. Estas últimas son señales que pertenecen en su esencia a la esfera comunicativa-emocional. Son las muy conocidas de: contacto visual y caricias, expresión facial y el tono de voz.
Otro aspecto de importancia en este respecto es lo que se conoce como "reconocimiento conjunto"; que es cuando ambos, figura materna y bebé, observan un tercer objeto el cual se señala, mientras se habla del mismo.
Es durante este mismo proceso, que se afianza, desde el primer año de su vida, la noción importante de que el niño intuye y entiende que existe otra persona, fuera de sí, con un foco de atención, intención y estado emocional dirigido hacia él.
Puesto en otras palabras: que el niño tiene su propia teoría de mente, ya que reconoce y asigna afectos e intenciones a otra persona.
En el autismo y en el Asperger, se habla de ceguera mental, como defecto esencial que obstaculiza su progresión a la adquisición de la empatía o de ToM. Lo que los coloca en una situación desventajosa desde el punto de vista social y emocional.
Pero, sabiamente el estudio de la teoría de la mente se ha expandido a poblaciones amplias, incluyendo animales, niños, adultos y otras culturas; las últimas, consideradas menos avanzadas que las nuestras.
Por supuesto, la neurociencia con sus instrumentos de resonancia magnética y el estudio de las neuronas espejo, ya consideradas en la primera sección de esta trilogía — y las que revisitaremos en breve más adelante en esta lectura — nos proporcionan con entendimientos de importancia en lo que significa el radio de acción de la ToM.
La teoría de la mente constituye una habilidad potencial en la percepción del ser humano y, posiblemente, de otras especies; pero un potencial que requiere experiencia social y cognitiva para lograr su fruición final. Es esencialmente un concepto continuo e individual, en el sentido de que los individuos difieren en su alcance personal de teorías de mente — que varían de muy completas y efectivas a mínimamente funcionales.
Es en este, el punto del progreso individual, donde se encuentra el de inserción de la empatía. Concepto relacionado al ToM que significa la capacidad de reconocer y de entender los estados de mente de otros, incluyendo creencias, deseos y emociones en particular, sin la inyección de los propios. La empatía se subsume como la capacidad de ponerse uno en los zapatos de otro.
Aspectos filosóficos
Desde los tiempos de Descartes, se ha estudiado la importancia de la teoría de la mente, y los principios elaborados todavía se consideran válidos y aún se aplican en las investigaciones y lucubraciones filosóficas presentes. (El libro que aquí se recomienda es Descartes’ Error por A. Damasio).
Las contribuciones de la epistemología cognitiva de Jean Piaget
Para quienes estudien la psicología y la psiquiatría infantil, las contribuciones del genio de Piaget, que aquí repasamos en breve, resultarán familiares.
Egocentrismo
En las alboradas del siglo XX, Piaget formula un grupo de teorías con semejanzas remarcables al ToM.
Este psicólogo suizo postuló que, en su egocentrismo temprano, el niño no comprende que las percepciones de los demás sean distintas de las propias. Pero, que ya a los tres años, el niño empieza a abandonar este egocentrismo cognitivo a favor de la aplicación de procesos más sofisticados que reconocen lo que a otros concierne, y que no son los propios. Lo que Piaget no nos proporcionaría en su teoría fue con entendimientos, aunque hipotéticos, de los elementos emocionales que subyacen todo desarrollo, especialmente el de nuestra especie.
Para lo último, sus biógrafos, contribuyen elementos de sus juicios propios; como sería el uso, por Piaget, de su hija Jacqueline, para llevar a cabo muchas de sus experimentaciones — proclividad, esta última, que, otros serios pensadores, desdichadamente, compartieran cuando hicieran uso de sus propios hijos como sujetos de investigación.
Pero hoy existe un mayor alcance de los factores tempranos que asisten en nuestra comprensión de la evolución del ToM en la niñez, derivados de investigaciones y como resultados de pruebas más minuciosas, asistidos por equipos a los que Piaget no tuviera acceso en sus tiempos.
Una de las técnicas más difundidas para establecer las capacidades de abstracción en el niño durante su evolución es el llamado "La Tarea de Sally-Anne", que consiste en lo siguiente:
A niños se les cuenta o se les muestra una historia que envuelve dos muñecas, Sally y Anne. En una versión, las muñecas juegan con una canica. Un tiempo más adelante, las muñecas guardan la canica en una caja y luego Sally se marcha. Anne saca la bolita de nuevo para jugar con ella. Cuando termina, la guarda, pero esta vez lo hace en una caja diferente. Sally retorna y al niño se le hace la pregunta de adónde la muñeca buscará la canica. El niño pasa la prueba; si responde que Sally buscará primero, donde la bolita se escondiera inicialmente, y falla si dice que buscará en la segunda — donde el niño sabe que la canica se esconde — pero, la muñeca no lo puede "saber".
La razón para esta conclusión yace en la asunción de que el niño debe de reconocer y comprender la representación mental de la situación, aunque sea diferente de la propia; basando su repuesta en esas premisas.
Este y otros experimentos de "falsas creencias", asisten en la tarea de esclarecer si los niños poseen ToM de manera establecida, similar a los que los adultos poseen.
Fallo, en estas pruebas se utilizan para determinar que los niños que las equivocan sufren de dilaciones o disrupciones en el desarrollo normal.
Existen muchas pruebas adicionales para los fines, incluyendo algunas que envuelven paradigmas no-verbales; las que se aplican hoy a animales y a niños autistas.
El autismo y la teoría de la mente
Algunos investigadores proponen que los niños con trastornos del espectro autista, no poseen las capacidades de entender los estados mentales, ni en sí mismos ni en otras personas.
Lo que algunos designan como "ceguera social" o "ceguera de afectos".
En nuestro estado de conocimiento actual no se ha establecido con certidumbre la causa que determina el pensamiento del niño autista, lo que dificulta su terapia efectiva, como ya hemos discutido. Por ello, la aplicación de cómo a ellos afecta el desarrollo del ToM es de tanta importancia para su tratamiento, ya que para que el mismo sea exitoso, debe de eliminarse las amaurosis, tanto social como de afectos, de las que padecen.
Por medio del uso de técnicas de visualización de actividad cerebral, se ha establecido que las regiones cerebrales de mayor importancia activa para el establecimiento del ToM son la corteza frontal media, los polos temporales y el área de la junción témporo-parietal.
Edvard Munch
Las neuronas espejo revisitadas
Las neuronas espejo, descritas en la primera ponencia de esta serie —donde se estudian en detalle, y donde se enfatiza su importancia en nuestro conocimiento de las actividades mentales de otros. Lo que las coloca como elementos esenciales al estudio de las características especiales del ToM. (Véase, Las actividades de las neuronas espejo y de su importancia hacia el entendimiento del comportamiento humano: La neurociencia aplicada (I).)
En otros animales
La teoría de la mente en otros primates y animales, carece, en la actualidad, de características confirmatorias, por lo que decidimos no incluirla como parte de esta comunicación.
Sus aplicaciones a la neuropsicología humana
Uno de los principales pioneros en el estudio de, la llamada teoría de la mente, fue el antropólogo y psicólogo Gregory Bateson. Bateson observó primeramente un precursor de teoría de la mente en animales no humanos. Este científico investigó perros jóvenes que "jugaban" a pelear y se preguntó de cómo, y por qué indicios o señales, estos animales detectaban si se trataba, lo que hicieran, de la simulación lúdica de una lucha, o de una contienda real.
Los simios y los gatos hacen lo mismo en sus juegos. Los niños incluyen reconocimiento de estos factores, habitualmente en sus retozos; y seres humanos, cuando se hacen bromas prácticas entre amigos, aceptan sin dificultades actividades de naturaleza hostil en apariencias, o aun el uso de palabras que serían ofensivas en otras situaciones.
Para lograr lo último, se necesita un grado de reconocimiento de las intenciones genuinas del otro y de entender su estado mental.
Por supuesto, el ajedrez es el campo de estrategia por excelencia donde se pone a prueba la ToM.
Jugadores de ajedrez por Honoré Daumier
Nace una modalidad terapéutica
Del reconocimiento avanzado del ToM, nos legaría Eric Berne un sistema de terapia.
Al sistema a que hago referencia en esta última parte de la lección originó de las investigaciones de un psicoanalista freudiano renegado, Eric Berne. Quien designara su método como Análisis Transaccional y el que se convertiría, si sólo por un período fugaz, enormemente popular con la publicación del best-seller de su originador: Games People Play (del que cinco millones se han vendido).
En este último libro, Berne basa algunas de sus premisas teóricas en las aplicaciones rudimentarias de la neurociencia entonces conocida, insinuando la aplicación de una ToM.
Cómo se adapta el ToM a la psicoterapia moderna
En la psicoterapia moderna ésta nos asiste en el tratamiento de los problemas del espectro autista, porque debemos de adaptar nuestros métodos a amoldarse a sus déficits cognitivos y socioemocionales, acoplados a su carencia inherente de empatía y de acumen social.
Se aplica también a los trastornos de índole narcisista, ya que en ellos vemos cómo la teoría de la mente se distorsiona por una grandiosidad soberbia y, a veces, de naturaleza tan impresionante que a sus víctimas ciega en su autoevaluación y en la evaluación de los demás.
Tiene asimismo aplicación en las disorexias por su carencia, o por su exceso, de control del comportamiento.
Y, en otros casos, como en la psicopatía o algunas dependencias, para poder entender el coloso de configuraciones inciertas, de un ego deformado que nos confronta.
Finalmente, nos asiste en estimar el desarrollo de la capacidad de empatía de todo ser humano, de cualquier edad, cuyo tratamiento intentamos, ya que como nos enseña Eric Kandel; en la terapia, cambios de actividad cerebral se registran en los participantes en esta díada funcional y espiritual.
En resumen
Aunque no se haya establecido o mencionado en esta ponencia, este concepto del ToM posee posibilidades de aplicaciones infinitas, aun en la política, la religión, la educación y asimismo en el mercadeo, actividades que involucran un entendimiento del pensamiento de con quienes establecemos relaciones de toda índole.
Algo que nos proponemos estudiar en otras lecturas para ser publicadas.
Así concluimos esta lección.
En la próxima y última de estas ponencias estudiaremos la sincronía, bajo el título de: La sincronía en el ser humano y la neurociencia aplicada (III)
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Dr. Félix E. F. Larocca
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