Introducción
El mundo ha entrado en un nuevo milenio. Muchos son los retos que presenta y sólo el genio humano puede enfrentarlos. Los cambios que se suceden a diario demandan la fuerza creadora de sociedades cada vez más atentas y listas, en aras de construir un proyecto de vida político, económico y social adaptado a los nuevos tiempos, fundamentado en la era de la información. La batalla en aras de la educación y la cultura integral de nuestro pueblo se concreta, entre otros, a continuar desarrollando y perfeccionando los diferentes programas instructivos creados para todas las edades para multiplicar el trabajo educativo y los conocimientos de nuestra población. El Sistema Nacional de Educación de Cuba incluye la enseñanza de lenguas extranjeras como parte de la formación multilateral y armónica de las nuevas generaciones. Los contenidos impartidos en ella tienen como base metodológica la teoría marxista-leninista y reflejan los requisitos de la pedagogía socialista, los criterios de avanzada de la lingüística contemporánea y los principios básicos de la psicología pedagógica. La enseñanza de idiomas recurre a la información que le proporciona la psicología como resultado de la aplicación de métodos científicos para analizar la actividad psíquica que se produce en el proceso de adquisición de una lengua. Es en este contexto que se presenta el objetivo: Fundamentar el papel del maestro de lengua extranjera en la enseñanza y aprendizaje de la Actividad Verbal.
La didáctica, como teoría de la enseñanza, se desarrolla continuamente mediante el planteamiento y ejecución de investigaciones de los problemas actuales, y de la generalización de la experiencia práctica de los maestros.
Dichos problemas didácticos están determinados por las tareas planteadas a la escuela, dictadas por las necesidades de la sociedad. El conocimiento y dominio de las cuatro habilidades fundamentales garantizará que se eleve el nivel de competencia que queremos lograr en los estudiantes de lenguas El ritmo acelerado de la ciencia plantea un reto a pedagogos y psicólogos: hacer asequibles los conocimientos a las nuevas generaciones del modo más eficaz y en menor tiempo posible. A este problema deben enfrentarse los educadores con un criterio cualitativo, seleccionando los conocimientos, hábitos y habilidades fundamentales que serán objeto de enseñanza directa en el aula.
Desarrollo
La didáctica, definida como la teoría de la instrucción y de la enseñanza, estudia las leyes objetivas generales del proceso de enseñanza en cuyo desarrollo tiene lugar la asimilación de los conocimientos sistematizados, el dominio de los procedimientos para aplicar dichos conocimientos en la práctica y el desarrollo de las fuerzas cognoscitivas de los educandos. El objeto de la misma en la etapa actual de su desarrollo, es el proceso de instrucción y de enseñanza tomado en su conjunto, es decir, el contenido de la enseñanza, reflejado en los planes y programas docentes y en los libros de texto, los métodos y medios de enseñanza, las formas organizativas de la enseñanza, el papel educativo del proceso docente, así como también las condiciones que propician el trabajo activo y creador de los alumnos y su desarrollo intelectual.
El fenómeno fundamental y más complejo que estudia la didáctica es el proceso de enseñanza. Este proceso es una secuencia de actividades sistemáticas interrelacionadas del maestro con los alumnos, encaminadas a la asimilación sólida y consciente de un sistema de conocimientos, habilidades y hábitos, para aplicarlos en la vida al desarrollo del pensamiento independiente, de la capacidad de observación y de otras capacidades cognoscitivas de los educandos, al dominio de los elementos culturales del trabajo intelectual y a los fundamentos de una concepción científica del mundo.
La enseñanza es el proceso pedagógico de armar a los alumnos con conocimientos, habilidades y hábitos, de influir sobre su conciencia y conducta, el proceso de la actividad cognoscitiva viva de los alumnos y de su desarrollo multifacético. El aprendizaje es también la asimilación de nuevas estructuras lógicas del pensamiento y de una mayor capacidad para apreciar los valores éticos y estéticos que contribuirán al desarrollo integral de la personalidad del estudiante.
El Dr. en C. Carlos A. de Sayas describe al proceso de enseñanza- aprendizaje como un proceso pedagógico escolar que posee las características esenciales de éste, pero se distingue por ser mucho más sistemático, planificado, dirigido y específico por cuanto la interrelación maestro-alumno, deviene en un accionar didáctico mucho más directo, cuyo único fin es el desarrollo integral de la personalidad de los educandos.
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