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Carácter cientifico de la contabilidad (página 2)


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No es una disciplina en particular sino es la construcción teórica (constructo) de un conocimiento que es considerado de manera "convencionalmente" como válido. Parafraseando a K. Popper, todo conocimiento es válido hasta que se prueba que es falso (Popper, 1960). Esto me permite establecer que la Contabilidad será ciencia en la medida que contenga un conjunto de conocimientos que han sido concebidos de una forma científica y que sean aceptados como tales, es decir, la comunidad científica la unge como científicamente válida.

¿Qué significa que sea científico? Que sea "racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible" (Bunge, id. p7). La pregunta ahora es cómo se logra ese conocimiento científico. La respuesta no se hace esperar: con investigación.

"La investigación científica, como la curiosidad infantil, arranca de preguntas; pero, a diferencia de las preguntas infantiles, culmina con la construcción de sistemas de ideas muy compactos, a saber, las teorías"

  • ¿dónde está la ciencia en la Contabilidad? o expresado de otra forma ¿Es el contador un científico?

La ciencia no está en el registro; eso es técnico. Tampoco la ciencia está en lo señalado por alguna norma contable como las Normas de Internacionales de Información Financiera (NIIF). La ciencia está en que esos criterios, esas abstracciones y la información que contiene una NIIF en particular, hayan sido concebidos a través de la aplicación de un método científico. El contador, profesional que ejerce la Contabilidad, no es un científico; al igual no lo es el ministro de hacienda que administra la economía de un país o el médico que ausculta a un paciente. En estos casos, el ministro y el médico son técnicos que aplican un conocimiento.

La diferencia entre un individuo que es técnico y otro que es científico, está en que el primero aplica un conocimiento que ha sido "convencionalmente" aceptado como válido (científico); en cambio un científico es aquél que aumenta el conocimiento. De esta forma el profesional es un técnico, pero puede ser un científico si además del ejercicio de la profesión desarrolla conocimiento. Ahora bien, no hay que desconocer que un profesional también puede aportar conocimiento cuando evalúa la eficiencia de alguna norma. Ante esto último, hay que precisar que el conocimiento científico que se logra con una investigación, puede provenir de nuevo conocimiento que surge de un trabajo metódico en donde se ha investigado sobre una situación y han surgido nuevas ideas que enriquecen el constructo de teorías que dan "cuerpo" a una disciplina científica. Pero también es conocimiento científico el estudio que cuestiona (crítico) una idea teórica, cuando realiza un experimento y se ratifica o rechaza lo señalado por la teoría. Lo importante en estos últimos casos, es demostrar el estudio objetivo que se realizó.

Precisemos los pasos del proceso de conocimiento científico contable.

Primero: Definición del hecho económico. Esto es un proceso en virtud del cual el investigador contable estudia la transacción que se está realizando. Este estudio debe considerar distintos criterios que serán materia de otra investigación, pero en esta oportunidad solo me permito señalarlas en forma general. A su entender sería:

Descripción narrativa de la operación

• Acotamiento de la operación

• Verificación de la existencia de definiciones legales de la operación

• Establecimiento de valoración económica y financiera de la operación

El producto de esta primera etapa es la definición del hecho económico en forma abstracta y, por qué no decirlo, neutra

Segundo: Valoración contable del hecho económico. Una vez que se tiene total certeza de la naturaleza de la transacción, se procede a aplicar la teoría contable para su abstracción. ¿Cuál es la teoría contable? El conjunto de criterios que son particulares a nuestra disciplina como son los principios generales de contabilidad generalmente aceptados (PCGA)4, debiendo atender a la definición de activo, pasivo, patrimonio; cómo se registrará, si cargo o abono una cuenta de activo o de resultado-pérdida; si abono o cargo una cuenta de pasivo, patrimonio o resultado-ganancia; si la operación tiene un trasfondo económico más allá que las referencia contenidas en las normas legales; que si es pertinente la valorización de mercado en vez del costo histórico, etc. En esta parte cobra real importancia el Marco Conceptual de la Contabilidad que, idealmente, debería reconoce las características particulares de cada país en donde se aplica5.

Tercero: Experimentación. Esto puede resultado muy utópico (y en realidad lo es), pero es muy útil que el investigador contable realice pruebas de la efectividad de la abstracción que ha concebido inicialmente. En otras palabra es necesario que verifique la "imagen fiel" del tratamiento que está planeando dar a un hecho económico.

Resulta interesante recoger las experiencias de distintos autores, académicos con ejercicio profesional y profesionales del área contable en donde hayan aplicado una u otra alternativa de exposición, o de criterios contables en general. Estas experiencias pueden ser analizadas científicamente y formar un número interesante de casos que ilustran la aplicación de la normativa o de la teoría contable en general, siendo una forma de experimentación útil para nuestros propósitos.

"La investigación en Contabilidad busca en forma sistemática, controlada y empírica, el medio más adecuado y fidedigno de captar los datos, de procesarlos y de presentar la información relativa a los hechos económicos que afectan a una organización"

(Jiménez; et al. 1995)

Así, casos como el presentado, nos ayudan a aplicar la investigación en nuestra área.

Cuarto: Normalización. Es menester aplicar el método científico para poder emitir normativa, pero ¿qué sentido tiene la emisión de normativa en una ciencia? La tiene, especialmente en la Contabilidad, y tal vez sea esta una característica muy particular de nuestra disciplina, pues se requiere de difundir día a día cómo se reflejan las operaciones para establecer una uniformidad.

Sin embargo, haciendo un paralelo con la ciencia jurídica, bien se podría dejar de lado tanta normativa y permitir que cada contador aplique su propio proceso científico para contabilizarlos

En resumen, considero que el carácter científico de la Contabilidad no está en el ejercicio profesional (obviamente, sí profesional) sino en la abstracción de los hechos económicos y su análisis según la teoría contable, la cual permite una exposición de estos de una forma eficiente para la toma de decisiones.

Momento en que se realiza la investigación contable

Si consideramos el proceso contable como un conjunto de actividades que parte del análisis del hecho económico, su abstracción teórica y su reflejo en estados contables, puedo señalar que la investigación científica debe estar presente en los siguientes instantes (momentos):

a) Para abstraer el hecho económico. Es muy importante realizar investigación que permita conocer el hecho económico y que facilite su abstracción, proceso que sólo se puede hacer a través de un método. Para ello se basa en el cuerpo teórico que ya ha sido consagrado en esta disciplina.

b) Para realizar la validación de la información expuesta. Según lo ya señalado y graficado, es importante evaluar la imagen fiel de la información revelada, para lo cual hay que investigar si la exposición efectuada es eficiente y si realmente refleja la realidad contable de los hechos en cuestión (realidad económica y financiera).

c) Otros instantes para la investigación contable. La normativa debe surgir de la reflexión de los dos momentos señalados. Es decir, las NIIF deben ser reflejo del estudio del tratamiento de hechos económicos, ya sea de la investigación de hechos ya ocurridos y expuestos, o de hechos en proyecciones que son estudiados según una simulación de sus efectos. Sin embargo, y siguiendo la "investigación positiva – jurídica", es posible realizar investigación sobre la base del constructo normativo vigente a un momento dado

"la Contabilidad carece hasta hoy de una doctrina propia, cuyo conocimiento pueda inferirse totalmente de motivos del conocimiento" y sólo nos restringimos al conjunto de NIIF que, como ya señalé, dudo mucho que sean fruto del ejercicio científico.

Objeto y fin de la ciencia de la contabilidad

Desde un punto de vista genérico, se entiende por objeto todo aquello que es materia de consideración o conocimiento por parte del sujeto.

Sin embargo, viene conociéndose también por objeto el fin, en cuanto tal, de un acto del sujeto, lo que supone una intencionada referencia de éste respecto a las cosas y, asimismo, que las cosas pueden considerarse objetos en la medida que son el término de dicha intencionalidad.

Ahora bien, tradicionalmente viene considerándose que el acto del sujeto puede ser cognoscitivo, volutivo o emotivo. Desde la perspectiva cognoscitiva, en base a la escuela pedagógica-escolástica, en el concepto de objeto se distingue entre material y formal. El primero estará configurado por el ente al que se dirige el sujeto, mientras el segundo responde al punto de vista desde el cual se le considera.

Bunge (1983) ya reconoció la importancia de definir el objeto material y formal, en aras a catalogar una disciplina como científica. Por su parte, el profesor

Fernández Pirla (1988) definió el objeto material de una ciencia como el conjunto de cuestiones que en términos generales son materia de esa ciencia, y el objeto formal como el aspecto o especie que esa ciencia distingue dentro de la generalidad del primero.

  • Por otra parte, y en lo que se refiere al fin, pueden ser interpretado en función a dos concepciones diferentes: Una como término de la acción, y otra, en el sentido de intención, es decir, aquello por lo que el agente obra. Por tanto, mientras en la primera concepción prevalece la idea de efecto, en esta segunda lo hace el carácter causal.

El punto de partida para esta argumentación es establecer el objeto de investigación de la Contabilidad (de qué se preocupa). Para ello vamos a recurrir a la fuente más primitiva que tenemos en Occidente sobre nuestra disciplina: Summa de Luca Pacioli:

De lo anterior se puede concluir que el objeto de estudio de la Contabilidad es el control de las transacciones que realizan los comerciantes. Extrapolando y actualizando este concepto, puedo señalar que el sentido teleológico de la Contabilidad es registrar los hechos económicos que realizan los agentes económicos. Este registro tiene un fin (siguiendo con el enfoque teleológico) y es entregar información útil para la toma de decisiones. Este planteamiento tiene la virtud de señalar cuál es el parámetro para comprobar la efectividad del producto de la Contabilidad, siendo éste el reflejo de la situación financiera y económica (es decir, contable) de las entidades.

Puedo esquematizar el concepto señalado de la siguiente forma:

El Objeto: Hecho Económico es el tema que estudia el conocimiento contable el cual es abstraído.

Registro/Exposición, entrega el resultado del conocimiento. Para verificar que realmente sea correcta esa exposición se realiza una verificación con la realidad de la operación, aludiendo a la imagen fiel de ésta, evaluación que determina la corrección del conocimiento empleado.

Este planteamiento permite recoger el esquema que García Casella hace con tanto énfasis para demostrar el carácter científico de la Contabilidad utilizando los criterios de Mario Bunge (García. 2006).

Sin duda que el carácter de fiabilidad es un elemento primordial en nuestra disciplina y que ahora está considerada en forma expresa en las Normas de Internacionales de Información Financiera (NIIF) que se están aplicando en Chile, destacándose el tratamiento que se ha dado en diversas normas y especialmente en el Marco Conceptual.

"Para ser útil, la información también debe ser fiable. La información posee la cualidad de fiabilidad cuando está libre de error significativo y de sesgo o prejuicio, y los usuarios pueden confiar en que es la imagen fiel de lo que pretende representar, o de lo que puede esperarse razonablemente que represente."

La concreción que toman el objeto material, el objeto formal y el fin, suelen caracterizar a toda ciencia. Sin embargo, es necesario subrayar que el objeto material no caracteriza ni distingue a una ciencia, ya que éste puede ser común a varias de ellas. Lo que permite distinguir una ciencia de otra es la perspectiva, el aspecto o aspectos desde los cuales se considera al objeto material, y que recibe la denominación de objeto formal. Es representativo de esta situación, el caso que se presenta entre la Economía y la Contabilidad, pues como señala el profesor Requena (1986), ambas ciencias "se ocupan de un objeto material común, pero ambas lo hacen bajo diferentes aspectos. La ciencia económica estudia la realidad económica en cuanto ésta se genera, la estudia como realidad económica en sí, mientras que la Contabilidad atiende a un aspecto formal distinto, el conocimiento cualitativo y cuantitativo de la misma".

Fernández Pirla (REQUENA, 1986) afirma que "la contabilidad, como disciplina científica, aparece, pues, vinculada al campo de las Ciencias Económicas, y, más concretamente, en su desarrollo actual, al de la Economía de la Empresa, aunque sería erróneo afirmar que la Contabilidad es Economía. Considerada la Contabilidad como ciencia económica, cuyo objeto material es la economía de la empresa, su objeto formal, al que debe su unidad y autonomía científica, sería la representación auténtica y la medida de la realidad económica, utilizando para ello una adecuada técnica, apoyada en principios matemáticos y estadísticos".

Por su parte, a la ciencia de la Contabilidad se le ha atribuido tradicionalmente como objeto material una realidad de naturaleza genuinamente económica. Pero dentro de los últimos avances experimentados por nuestra disciplina se ha llegado a poner de manifiesto que no hay razón alguna para que la Contabilidad no pueda ocuparse de fenómenos no económicos (IJIRI, 1967). En este sentido, entiende el profesor Ijiri (1967) que, aunque no exista por el momento una preocupación especial en la representación de principales no económicos por parte de la Contabilidad, ésta podrá ocuparse de fenómenos tales como los de ingeniería o los del comportamiento, y en general, con cualquier realidad compatible con su metodología.

Por tanto, podemos afirmar que aún reconociéndose que la Contabilidad no tiene por qué restringirse a fenómenos económicos, se sigue centrando la atención de la misma al substrato económico.

Ijiri opina al respecto que "todavía no preocupa, al menos por el momento, la consideración de los fenómenos no económicos como principales a representar a través de la Contabilidad" (IJIRI, 1967).

Así, ocurre que no sólo donde surge una problemática económica surge a su vez una problemática contable, sino que por extensión del mismo concepto "donde hay problemática económica hay problemática contable y en su consideración más

amplia, que el campo de la Contabilidad viene constituido por toda la problemática económica, siendo evidente pues, que tanto la Contabilidad como la Economía, en su actuación, se ocupan de un objeto material común, la realidad económica" (REQUENA, 1986).

Según lo anterior, el objeto formal de la Contabilidad se concreta en el conocimiento cualitativo y cuantitativo de la realidad económica . Este objeto formal lo cumple dicha disciplina actuando en un doble sentido sobre la realidad de las unidades económicas: realiza, en primer lugar, las funciones de captación, medición y valoración de aquellas masas que integran las estructuras económicas y financieras de las mismas, contemplando, de esta forma, una determinada situación de ellas, así como, y en segundo lugar, efectúa una adecuada representación de las variaciones cualitativas y cuantitativas de los elementos que componen esas estructuras.

La Contabilidad se ocupa, por consiguiente, de la "fijación de la situación económica estructural o neta de la unidad económica; capta, interpreta y representa toda la dinámica económica de la misma, poniendo de relieve la forma en que se desarrollan los movimientos estructurales; expresa como se ha generado el resultado y efectúa la discriminación del mismo y su consiguiente calificación; facilita las conclusiones obtenidas a efectos de la fijación de normas futuras de actuación y su utilización prospectiva en la elección de la política económica a adoptar" (REQUENA, 1986).

Es fácil deducir de cuanto antecede, que en lo que al aspecto formal se refiere, la Contabilidad se ocupa de establecer el método adecuado para desarrollar la actividad cognoscitiva de la misma sobre todo, dada la práctica imposibilidad de alcanzar un conocimiento inmediato o directo de esa compleja realidad económica.

Según lo explicitado anteriormente, cabría decirse que el fin principal de la Contabilidad es suministrar sistemas de información de gestión satisfactorios u óptimos, en todo caso, para necesidades específicas (MATTESSICH en ALVAREZ Y SÁEZ, 1976). O como afirma el profesor Calafell al contemplar a la disciplina desde un prisma eminentemente formal, "realiza una función de observación e interpretación de la realidad mediante la preexistencia de unos criterios, pudiendo operar sobre cualquier campo o plano de observación, del cual, previo un adecuado tratamiento normal o automático de los `inputs` del sistema, se generarán los correspondientes `outputs` de información real" (CALAFELL , 1972).

En definitiva, podría asignarse a la Contabilidad, en un principio, el fin genérico de determinar la medida de la situación de la unidad económica y la evolución de la misma a través del tiempo como consecuencia de las posibles variaciones que en ella puedan producirse; aunque, además, junto a aquel, la Contabilidad cumple unos fines específicos simultáneamente con el genérico, dado que ésta posee un gran valor como instrumento al servicio de múltiples aplicaciones. Para alcanzar dichos fines específicos, hará utilización de las diferentes ramas que la componen, aplicando en cada caso la instrumentación contable necesaria en relación con la naturaleza de cada uno de ellos, y que se pueden resumir en económicos, financieros, administrativos, fiscales y jurídicos.

Métodos de Investigación en Contabilidad

Si el objeto de investigación de la Contabilidad es el hecho económico, ya sea en su abstracción antes de ser revelado o en su verificación según su imagen fiel, ¿qué método es el apropiado para realizar su investigación? Para dar respuesta a esta consulta podemos inclinarnos a una discusión un tanto infructuosa desde mi punto de vista, al discutir que la utilización de herramientas matemáticas serían las fundamentaciones de la validez científica de esta disciplina. Sin embargo, atendiendo al objeto de la Contabilidad (entregar información útil para la toma de decisiones) el esquema a aplicar debería ser distinto.

Lo vital del asunto, es que la información sea útil. Esto no quiere decir que la Contabilidad sea esencialmente utilitarista. Mi postulado es más bien teleológico, pues considero que hay que concentrarse en el fin que buscamos para entender qué método es el más eficiente.

 

 

Autor:

Grupo N°9 Métodos y Técnicas- UNPRG

 

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