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Etapa, Fase y Crisis

Enviado por Claudio Katz

Partes: 1, 2, 3

    1. Etapa, fase y crisis
    2. Mundialización e imperialismo
    3. El significado de las fases
    4. Una crisis peculiar
    5. El enfoque multicausal
    6. Las contradicciones de la realización
    7. Interpretaciones financieras
    8. Tres frentes de rebelión popular

    Para esclarecer las transformaciones del capitalismo contemporáneo hay que partir de la periodización del sistema mismo. Una nueva etapa comenzó a perfilarse en la última década, pero este período no se ha consolidado porque el repunte de la tasa de ganancia agravó la estrechez de los mercados. Este desequilibrio es visible en la esfera del consumo, dónde la ofensiva del capital ha derivado en una erosión del poder de compra. También la polarización imperialista, la expansión geográfico-sectorial del capital y el avance de la mundialización acentuaron el desacople entre la recuperación de la rentabilidad y la contracción del poder adquisitivo. La misma contradicción obstruye el progreso de la revolución tecnológica y potencia las conmociones financieras.

    El estudio de las fases contribuye a explicar esta situación porque indaga las razones del predominio de períodos prolongados de auge, depresión o indefinición del nivel de actividad. La fase actual de bajo crecimiento contrasta con la prosperidad de posguerra, pero no se asemeja a la depresión de entreguerra. Prevalece un tono gris, especialmente signado por las nuevas contradicciones surgidas de la crisis del 70. En la actual coyuntura recesiva internacional se puede observar, además, una peculiar fractura del mundo en cuatro áreas de evolución económica divergente.

    Recurriendo a una teoría multicausal de la crisis se puede comprender cómo se entrecruzan los obstáculos a la valorización del capital con los límites a la realización del valor de las mercancías. En el actual contexto de frágil recuperación de la tasa de ganancia y retracción de la demanda, el aumento de la explotación y la reducción de los salarios coexisten con depuraciones limitadas de los capitales obsoletos. Por eso se extiende la sobreproducción y se multiplican los descalabros financieros.

    Estos desequilibrios están agotando el auge de la ideología neoliberal, en un marco de rebeliones periféricas, recomposición de la clase obrera y avances del movimiento de protesta global. Si se observan las tendencias subyacentes en esta crisis también se pueden percibir rasgos prefiguratorios de un devenir socialista.

    ETAPA, FASE Y CRISIS

    Existe la generalizada percepción que en las últimas dos décadas se registraron cambios significativos en el funcionamiento del capitalismo, pero resulta difícil precisar cómo modificaron la dinámica de este sistema. La discusión de estos problemas tiende a sesgarse en función del estado de ánimo prevaleciente entre los economistas del establishment. En los momentos de entusiasmo por la "nueva economía" se magnifican las transformaciones al punto de augurar el fin del ciclo económico, mientras que en las coyunturas de pesimismo se habla de colapsos financieros y de invariable estancamiento.

    Un obstáculo para caracterizar al período en curso radica en la endeblez de las referencias históricas comparativas. El desempleo, la pobreza y el retroceso salarial de los años 80 y 90 conforman un marco totalmente opuesto a la prosperidad de posguerra. Pero este contexto tampoco se asemeja -en los países centrales- al derrumbe social de la entreguerra. ¿Cuáles son las singularidades del capitalismo reciente? ¿Es un sistema "financiarizado", "excluyente" o "informacional"? ¿Corresponde definirlo por su alcance "global" y por la hegemonía de la prédica "neoliberal" ? ¿Se caracteriza por una nueva dominación "imperial", "transnacional" o "unipolar"?

    Las respuestas a estas preguntas requieren caracterizar el período en curso para esclarecer si las formas de acumulación han dado lugar a una etapa de funcionamiento diferenciado del sistema.

    EL PROBLEMA DE LAS ETAPAS

    Estudiar una etapa implica analizar cómo se articulan en cierto cuadro histórico las leyes que rigen al capitalismo. Esta indagación exige cierta conceptualización de los acontecimientos, para definir si han aparecido puntos de ruptura en el molde de acumulación vigente.

    Este tipo de periodización exige jerarquizar la explicación y clasificar los sucesos de acuerdo a sus implicancias y no en función de su estricta temporalidad. El registro secuencial de los hechos -que caracteriza a la cronología- constituye aquí solo un aspecto auxiliar del análisis. Un ejemplo de este esquema analítico de etapas es la delimitación que establece E.Hobsbwan entre el "siglo XX corto" (1914-89) y su precedente "siglo XIX largo" (1789-1914) o entre los períodos de "catástrofe" (1914-45), "edad de oro" (1945-73) e "incertidumbre" (1973-actualidad).

    La periodización se sitúa a un nivel de elaboración más abstracto que el estudio concreto del capitalismo en un país, una circunstancia o un momento determinado. Por eso presenta ciertas semejanzas metodológicas con la indagación de las "formaciones económico-sociales" de un mismo modo de producción. La periodización apunta a conceptualizar los cortes temporales que separan procesos históricos diferenciados, pero a la vez resultantes de los mismos principios que guían el curso del capitalismo .

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