Que ha de entenderse por sugestion en primer término, con esta palabra en lenguaje corriente se confunden 3 contenidos facticos bien distintos.
1. el acto de sugestionar ,o hacer una sugestión . 2.el proceso en virtud del cual dicho acto se realiza o tiene lugar en el sujeto recibiente . 3. el efecto del mismo Con el fin de evitar tal barullo ,el primero , es decir el acto de sugestionar o acción sugestionante lo denominaremos INFLUJO SUGESTIVO O SUGERNCIA .. al proceso en virtud del cual esta actúa y se realiza lo que llamaremos proceso de sugestión y a su resultado lo llamaremos proceso de sugestión y su resultado ,cuando es positivo ,efecto sugestivo o sugestión propiamente dicha .A la propiedad que algunas personas tienen de sugestionar fácilmente a los de más la designaremos como SUGESTIVIDAD y a ellas la llamaremos SUGESTIVA ,a la reciproca propiedad que otras personas tienen para dejarse influir por los estímulos e influjos sugestivos )sugerencias ) la calificaremos de SUGESTIBILIDAD y a tales sujetos las consideramos SUGESTIONABLES ,antes de operar con ellas el proceso de sugestión y de sugestionadas ,después de haberlo hecho . Previa estas aclaraciones podemos ya emprender la tarea de analizar en que consisten esos tres hechos 1,2,3) ,comúnmente englobadas bajo el termino de sugestión .El primero de ellos 1),queda definido por un propósito ./ el de hacer aceptar un cierto contenido intencional del sugestionador al sugestionable y conseguir que este lo realice (en si mismo o en el ambiente exterior) convirtiéndose así en sugestionado, incapaz de modificarlo o resistirse a el. Expresado en otros términos, el acto o acción sugestionante intenta obtener que una idea cualquiera se instala en el sujeto sugestionable y pase directamente a la categoría de creencia y decoración decidida sin tener que sufrir el control de su conciencia personal o desbordándolo con tal fuerza que lo haga en efectivo. La mente del sujeto sugestionado se comporta entonces como una blanda cera en la que se inscribe y fija cuanto desea el sugestionador, que pasa así a obtener de aquel una absoluta sumisión y una obediencia siega a sus propósitos (sugerencia) en la medida que excluye la acción de su crítica y auto determinación.
Ahora bien, la práctica observación diaria nos ofrece múltiples ejemplos demostrativos de una situación completamente análoga a la descrita, pero divergente de ella por la ausencia del sugestionador, ocurre siempre que una idea cualquiera es de algún modo asociada a la satisfacción de una tendencia primaria de reacción, por ella reactivada y mediante ella descargada. Tal ocurre por ejemplo, cuando cualquier contenido verbal o fáctico (nombre o movimiento) adquiere un carácter simbólico y se hace equivalente del estímulo absoluto de una emoción determinada. Entonces vemos que aquel material neutro o inanimado actúa en apariencia como si poseyese una fuerza mágica especial, ya que su por mera presencia determina en el sujeto reacciones de extraordinaria intensidad y persistencia, acorde con su significación intencional simbólica. Así determinados amuletos, que en sí son simple tela, cartón, madera o piedra ejercen por su mera presencia, una modificación profunda en el estado anímico y en la conducta de grandes masas de sujetos, capaces de sentirse o morir o revivir ante ellos, esto no induce a introducir una duda acerca del valor de acción del influjo sugestivo y nos hace sospechar ya que el proceso de sugestión el sugestionador o los sugestivo de los sugestionantes tiene mucha importancia más que el sugestionado o lo sugestible de éste, ya que la sugestionante puede ser cualquier objeto neutro insignificante, e incluso irreal, a condición de que por asociación evoque un estímulo capaz de sumergir al sujeto en un estado emocional que lo prive de su control crítico y lo coloque en condiciones de pasividad automática , es decir de obediencia absoluta ante las directrices de acción que impotencia representa.
Diversos tipos de curación sugestiva.
Para poder clasificar tomamos los datos aportados por las diversas variedades de técnicas o métodos de sugestión son esenciales como: a-el grado de claridad de conciencia (oscilante de la vigilia al sueño) con que se aplican en el sujeto.
b-el tipo de estimulo que se usa para vehicular la sugerencia.
De acuerdo con el primero distinguimos las técnicas de sugestión vigil y la de sugestión hipnótica, de acuerdo con el segundo, las de sugestión directa e indirecta. De antemano cabe decir que los máximos resultados se obtienen cuando se saben combinar adecuadamente todas o la mayor posible de dichas técnicas. Los efectos de las sugerencias hechas en estado de hipnosis son más notables que los que se observan cuando aquellas se efectúan en estado de vigilia, pero ello en realidad no se debe tanto a una diferencia en el proceso de sugestión como al hecho de que el hipnotizado no se encuentra tan sometido como el sujeto vigíl a la coacción de la denominada censurada social y, por tanto, es mas libre para dar rindas sueltas a las tendencias y aptitudes que le han sido sugeridas (y que implícitamente ya se hallaban en el preformadas).
Es común que se asocien a las técnicas sugestivas indirectas y vigiles, las directas e hipnóticas. Como ahora vamos a ocuparnos solamente de la sugestión en estado de vigilia no será, pues extraño que nos extendamos mas que en las primeras (indirectas),
Algo vamos, no obstante a decir también de estas:
Sugestión vigil directa: Cada día es menos empleada en medicina y casi se puede decir que se haya abandonada por los psicoterapeutas. Su descrédito se debe a su ineficacia, ya que las condiciones de la vida actual han hecho menos factible la creencia o en la omnipotencia y omnisciencia que antes se vinculaba en reyes, magnates, magos, santos o en grandes y extraños personajes versados en ciencias ocultas. El médico actual ni aun cuando se presenta vestido de blanco y rodeado de sus ayudantes y enfermeras, uno de tantos profesionales cuyo servicios se contratan mediante un estipendio mas o menos elevado. Por ello le resulta difícil que el enfermo crea a ciegas y le obedezca de un modo automático, tanto se adopta un tono imperativo y autoritario como si formulara su sugerencia de un modo suave y insinuante. Y no obstante, hay algo notable: cuando se realiza bajo la respuesta rápida y categórica a una pregunta o duda planteada por el enfermo, pero entonces es en realidad este quien pone todo de su parte puesto que secretamente ya desea y espera tal contestación y utiliza al médico para reafirmar su actitud).en tales casos no puede el psicoterapeuta suponer que él a curado al paciente, si no que este lo ha usado como pretexto, apoyo, o medio para curarse.´
Únicamente cuando existe una admiración o una sumisión ilimitada del enfermo por la persona de psicoterapeuta podrá éste obtener de él ese ¨credo quia absurdum, característico de la sugestión viril directa, pero esto se da en muy contadas excepciones.
De aquí que cosen de mucha mayor estimación y difusión los procedimientos de sugestión indirecta, en las que las sugerencias no se dan de un modo preciso y abierto si no envuelto en una apariencia de motivación racional y vehiculada por extensas tramas verbales, o apoyadas mediante la acción cohetanea de diapositivas, maniobrar sustancias etc, sobre las que se desplaza el acento previsto de su eficacia. Tanto si se trata de un medio físico, químico, o biológico, como si se trata de un medio psicológico, el recurso empleado para servir da soporte a la sugerencia, y este deberá ser de tal apariencia que por sí mismo tenga ya un cierto influjo sugestivo, es decir, que resulte atrayente y efectivo ante el sujeto para crear en el la fe curativa. De aquí la conveniencia de sondear previamente las opiniones del enfermo respecto a los diversos medios terapéuticos, aquel que es mejor valorado por el sujeto debe ser el elegido. Por desgracia una mayoría de médicos mantiene el criterio de rechazar a priori todas las insinuaciones que en los enfermos hacen respecto a la posibilidad de ensayar tales o cuales recursos para su curación.
El tipo de síntomas observados y su localización son datos de importancia para la elección del medio que va servir para vehicular la sugestión indirecta, así por ejemplo, cuando se trata del aparato locomotor, los recursos del tipo físico(mecánico, térmico, eléctrico ,etc), son, dejando aparte sus posibilidades inmediatas de acción, las mejores para servir de sus tentáculos a la acción sugerente o sugestiva. En cambio, ante los trastornos correspondientes a regiones somáticas, inertes o invisibles serán preferiblemente los medios químicos los factibles en ese caso. Y ante molestias localizadas en el ámbito psíquicos propiamente dicha (pena, ansiedad, vivencia de incapacidad mental, abulia, etc )habrá que recurrir a los medios psicológicos dándole una tonalidad seudo lógica,(sofística, suprahumana (místico-filosófica o religiosa)) ó metapsíquica según los casos.
Por estos medios los menos conocidos por el médico general vamos detenernos ahora en la descripción un tanto detallada de su empleo técnico. Ello nos servirá también para precisar las indicaciones y los límites de ésta modalidad psicoterapéutica.
1- El llamado método de autosugestión de COUE-BAUDOIN.
Esta técnica de sugestión vigil indirecta ofrece la ventaja de eliminar aparentemente la personalidad del sugestor y confiar su tarea al propio sujeto que espera recibir los beneficios de la sugestión, con lo que se obtiene, en primer lugar, la posibilidad de usarla en cualquier momento, y en segundo lugar, la tranquilidad para el sujeto de que no se le va a sugerir nada que el no desee. El psicoterapeuta, a su vez deriva el beneficio de que cualquier fracaso puede ser entonces directamente atribuido al enfermo o al método, pero no a él, ya que su papal consiste solamente en indicar la lectura atenta del libro o folleto en que se contiene el ritual de las formulas autosugestiva.
Tratando de personalidades esquizoide o paranoides, difícilmente susceptible de desarrollar un transferí positivo hacia el medico y poseedores en cambio de una intensa tendencia narcisista, esta técnica resulta sumamente útil, también puede serlo en algunos anancásticos para dominar crisis de angustia o compulsión, en cambio fracasa en las personalidades histéricas y en general, en todas las dotadas de un anhelo de aprobación externa.
Veamos concretamente en que consiste. Coué, afirma que la inmensa mayoría de los síntomas que hacen sufrir a los pacientes que acuden al psicoterapeuta se deben al funcionamiento incontrolado de su imaginación (puestas al servicio de tendencias afectivas insuficientemente satisfecha). En tales condiciones afirma el conflicto entre razón y la imaginación se resuelve siempre a favor de la última. De aquí la ineficacia de la persuasión para combatir tales manifestaciones que son esencialmente irracionales.
Hay pues que hallar un medio de penetrar directamente en la zona de influencia de la función imaginativa y Coué-Baudoin lo encuadra en la combinación de estas tres condiciones: a evitar el uso de la llama da fuerza de voluntad .b evitar el uso de la razón c: utilizar el influjo beneficioso de una formula verbal (autosugestión) repetida por el enfermo en condiciones de aislamiento y relajación prehipnótica, con el fin de que, hallando la conciencia y la autocrítica disminuida, llegue fácilmente a transformarse en creencia y actúe sobre los sectores subyacentes en lo que se engendra el malestar vivencial del mismo. Tal formula considerada desde el punto de vista lógico resultaría ilariante, pues se reduce a dar por hecha la realidad que se desea obtener, pero vista desde el punto de vista psicológico no hay duda que es efectiva en mayor medidas que otras. El sujeto, tendido en la cama, dispuesto a conciliar el sueño, empieza su musitación, cual si fuese un rezo, en forma monótona: cada día, desde todos los puntos de vista y en todos los sentidos, me siento mejor, me encuentro más fuerte y capaz.
En presencia de neurosis oligo o monosintomática, Coué aconseja que la formula incluya como post-data una alusión a la disminución progresiva de la molestia principal
Lo importante en todo caso es que el texto verbal se afirmativo y categórico, no condicional ni prospectivo, el sujeto no dice va a desaparecer esto o aquello, o me sentiré mejor, si no esto o aquello desaparece, me siento mejor. Y no importa que de otra parte su introspección no confirma lo que asevera su autosugestión. Esta, según Coué, actuará por debajo de aquella (en un nivel o estrato más profundo y primario de la personalidad ) contra toda razón, si fuese menester, a condición de que sea hecha por el sujeto, Bona FIDE, en la forma antes descrita esto es colocándose en aptitud de autorrelajación, displicencia, y vacío psíquico para poder ser, dormirse después o cuando menos no volver a pensar activamente sobre los hecho.
Podría aparecer dado el carácter absoluto y casi dogmático de la formula recomendada, que se trata de una técnica de sugestión directa, pero fácilmente de adivina que por el contrario, es de lo más indirecta que cabe imaginar pues su eficiencia consiste precisamente en la acción de la fórmula que pregoniza si no en la fe que el sujeto tiene en que esta actúe, aún en contra de toda expectación lógica. Por ello y para reforzar todavía mas su punto de vista, Coué Badouin insisten en que el paciente no ha de poner sus cinco sentidos, ni su fervor en la recitación de la fórmula autosugestiva, si no, simplemente introducirlas, como u material neutro y extraño, de un modo indolente, en la corriente de sus pensamientos. Lo demás es puramente automático y ajeno así mismo.
La técnica distracción de P.Janet. si toda idea tiende a convertirse en esto todos los obstáculos de la autocrítica consciente, ello bastará para que, movida por su propia inercia, llegue a realizarse. De aquí que Janet aconseje ordenar a los enfermos que realicen lo que el médico se propone cuando estén distraídos, es decir, con su atención absorbida en algún quehacer. Entonces, hablando en voz baja las sugerencias son captadas por la denomina atención subliminar, correspondiente al plano no consciente.)y sufren su automática transformación en tendencias, conaciones, creencias, propósitos, o actos, según su textura. En vez, pues de suprimir violentamente el juicio y la resistencia individual, como se intenta hacer en le hinpnotísmo, aquí se trata de dar una tarea al sujeto que ocupe por completo su interés y su labor consciente. Cuando tenemos la seguridad de que esto no se ha conseguido, solo le resta formular del modo más preciso y conciso posible la sugerencia que deseamos ver cumplida.
Hemos tenido ocasión de emplear abundantemente esta técnica y recomendamos, como medio efectivo para conseguir el desplazamiento atentento del sujeto, ordenarle que realice en voz alta, ininterrumpidamente, operaciones aritméticas de complicación creciente. Así por ejemplo a de ir doblando o triplicando de memoria números a partir de uno elegido al azar, y enunciar el resultado a la vez que oirá confusamente que el psicoterapeuta dice algo, pero él no ha de atender a eso si no que de procurar concentrarse en la tarea que halla sido dada.
Lo cierto y positivo es que basta una orden como esta para que el sujeto casi siempre haga esfuerzos para enterarse del psicoterapeuta le dice, no importa ello, pues, como se vea obligado a realizar al propio tiempo un cálculo hablado, no consigue oír del todo y si convencerse de que la cosa va en serio. Y esto es lo importante. Que el sujeto se sienta objeto de una acción benefactora omnisente, que actúe tras cortina a son insu librándole de la angustia de tener el que luchar para conseguir el resultado curativo.
Esta técnica proporciona por lo demás, resultados excelentes para combatir el insomnio, las fobias y una gran cantidad de manifestaciones sintomáticas molestas de la fachada psiconeurótica.
Autor:
Msc en Psicología Médica Dalena C. Hernández Urbay.