Decapitar. Forma arcaica de retribución y castigo: Una exégesis oportuna
Enviado por Felix Larocca
- Muerte por decapitación: La muerte de los reyes
- Historia
- Preguntas y reflexiones para el "famoso" yihadista
- En resumen
- Bibliografía
La llama que inflama el odio de los terroristas es que en el invasor extranjero perciben el símbolo de la profanación de la madre idealizada. En este caso no es Mahoma sino la Religión. La misma en la que sus, propias madres, de niños, iniciaran a sus hijos — por ello es que los mahometanos celan el honor femenino con fervor, que raya en lo descomunal. FEFL en El nacimiento del JihadistaLeer más: http://www.monografias.com/trabajos49/nacimiento-del-jihadista/nacimiento-del-jihadista2#voila#ixzz3EQIq3PBB
Para dar comienzo a esta tesis he optado por traducir una descripción de este método de castigo que, en tiempos recientes ha sido hecho famoso por los soldados del llamado Estado Islámico (ISIS), quienes han horrorizado el mundo civilizado con sus métodos barbáricos de resarcimiento inhumano.
Al final de la traslación se encontrará el enlace que conduce al artículo original.
Muerte por decapitación: La muerte de los reyes
Lámina de la Librería del Congreso Norteamericano representando la muerte por guillotina del Rey Luis XVI durante la Revolución Francesa
La ejecución por decapitación, sea ésta realizada por la espada o la guillotina, es una de las formas más horripilantes de la pena capital. Pero, al menos, es usualmente rápida.
Historia
Decapitación fue probablemente la forma más humana de castigo existente en el mundo de la antigüedad, con la excepción posible de la administración de veneno. Aunque nunca haya sido una forma legal de ejecución en los Estados Unidos, se practica en otros sitios. Más notablemente, permanece el método preferido de ejecución en la Arabia Saudita.
Suvenires: Un beneficio del descabezamiento es que permite a los verdugos exhibir la cabeza de la víctima como amonestación. Esta práctica se remonta a los tiempos antiguos.
"Yihadi John" públicamente ejecuta a Steven Sotloff. Persona inocente de todo crimen, salvo de el de ser de origen israelita…
Cómo funciona: La víctima es inmovilizada, generalmente forzado a arrodillarse, y el ejecutor remueve la cabeza por uso de espada o cuchillo. En la época del Renacimiento en Europa (más famosamente en los tiempos que siguieron a la Revolución Francesa), el proceso fue automatizado por medio de un artefacto llamado una guillotina, el cual dejaba caer una cuchilla pesada a través del cuello del prisionero — permitiendo una decapitación impecable e instantánea.
Complicaciones: La decapitación puede ser en realidad una forma humana de castigo, proveyendo que el verdugo es fuerte y competente. Pero, cuando el ejecutor no es tan fuerte o es menos competente de lo que fuera deseable, entonces, la muerte puede ser prolongada y terriblemente dolorosa.
(Leer más:
http://civilliberty.about.com/od/capitalpunishment/ig/Types-of-Executions/Death-by-Beheading.htm).
A pesar de que la historia de Inglaterra está colmada por los ejemplos de las muchas — y, a menudo, injustificadas — ejecuciones llevadas a cabo por la decapitación, de manera juguetona Lewis Carroll en su libro para niños Alicia en el País de las Maravillas, pone en labios de La reina de Corazones de manera insistente, una frase evocadora de eras pasadas de la monarquía en cuestión: ¡Córtenles las cabezas… córtenles las cabezas! (Véanse mis ponencias al respecto).
Nos preguntamos en esta coyuntura:
¿Por qué los sentimientos de espanto y las reacciones negativas que hoy se escuchan provenientes de todos quienes leen estas noticias, hechas explícitas y brutales por medios de comunicación sádicos, que medran en lo espectacular y en los hechos moralmente irredimibles?
¿Cómo fueron por contraste los días aciagos de la Inquisición? Días nefastos de la historia del cristianismo en todas sus formas y permutas.
Si al yijadista suicida se le garantizan — entre un surtido total de seis recompensas — 72 esposas de ojos castaños. La Inquisición, que, por contraste, causara miles de muertes en la pira expiatoria, amén de propinar toda forma de tortura; solamente garantizaba la vida eterna a sus ejecutores en adición de una canonización ocasional a sus mártires.
Auto-da-fé presidido por Santo Domingo de Guzmán por Pedro Berruguete (1490)
La decapitación, por su extraordinario poder gráfico, seguida por otras formas de insoportable tortura y por la misma crucifixión — que gracias a la memoria simbólica de Cristo Redentor, nunca muere — todavía son favorecidas por militantes terroristas fanáticos o por grupos delincuentes que se proponen despertar el terror y revulsión que de manera instintiva todos albergan contra el dolor y la muerte.
Aunque, para nuestro género, infligir la muerte al prójimo es parte inmanente de nuestro ser y constitución, como deploro en mi artículo El Quinto Mandamiento: No Matarás: La ética aplicada y cuándo se justifica violarlo como, a continuación, veremos:
En esta lección hemos emprendido la exploración del significado de dar muerte (por cualquier razón) a otro ser humano.
La tarea se dificultó porque, de acuerdo a los intereses creados y de acuerdo a los vientos políticos prevalentes, el significado y el impacto nomotético del acto de dar muerte a un ser humano permanece oscuro e indeterminado por razones que más adelante veremos.
Es un hecho incontrovertible que vivimos en una época durante la cual la muerte violenta y la falta de respeto por la vida son tan universales como generalizadas y una época en la cual la muerte resultado de la violencia es ubicua, siendo reportada en todos los medios de noticias con frecuencia alarmantes.Seguir, para un niño norteamericano, el ejemplo de sus mayores, significa poder acariciar el deseo de ser dueño de un arsenal impresionante de armas de fuego, cuya única misión posible es la de eliminar otros seres vivientes — sean éstos humanos o no.
La posesión de armas semiautomáticas, capaces de disparar cientos de proyectiles en sucesión rápida no puede excusarse con la noción de que estos instrumentos de guerra serán destinados a la procuración de alimento.
Sin embargo, la mayoría de los países del mundo mantienen ejércitos que consumen más dinero en equiparlos que los recursos que dedican a la enseñanza, la salud y la alimentación de sus ciudadanos.
En ese sentido, puede decirse que matar — aunque no parezca ser éticamente justificable — es parte intrínseca de ser humano.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos94/quinto-mandamiento-no-mataras-etica-aplicada-y-cuando-se-justifica-violarlo/quinto-mandamiento-no-mataras-etica-aplicada-y-cuando-se-justifica-violarlo#ixzz3ESgnsGMh
Judith y Holofernes por Caravaggio
Continuamos esta lección reiterando el hecho de que en esta tesis nuestro propósito ha sido determinar las dinamias de los motivos que conducen a ciertas personas, como el infame "Yihadi John" a conducir sus actos aparatosos de torturas tan desalmadas como brutales.
Para proseguir, proponemos interpolar conocimientos extraídos de las Etapas de la Vida formuladas por Erikson. En lo que creemos haber sustraídos de éstas cuando estudiamos la psicología del terrorista, para lograr entenderlo mejor. En nuestro propósito, no lograremos avanzar más lejos que la primera de las etapas.
I. La primera de las etapas habla de la confianza básica del niño en una figura nutriente y tierna que dispensa el amor a un retoño que lo puede reciprocar, física y emocionalmente. La clave aquí es la capacidad innata del bebé de corresponder al amor ofrecido por la tierna madre.
Nos parece que, aunque la madre lo amara, el yihadista carece de empatía y de fe básica desde el principio de su vida. Lo que lo deja emocionalmente tarado.
En ese sentido, estos seres humanos — por ser insensibles a los afectos de otros — nacen desprovistos de una capacidad de amar. Desarrollando, para compensar su vacío emocional, sentimientos de omnipotencia narcisista como intento a corregir por la incapacidad de establecer una personalidad equilibrada y armónica. Porque les sucede lo que ocurre al niño que padece del cacareado y mal entendido "espectro autista". Que no emana — como erróneamente se ha propuesto — de una calumniada "madre Frigidaire", sino que es él (el mismo niño) quien carece de la capacidad humana de la empatía emocional básica. (Véanse mis ponencias al respecto).
Es precisamente a este tipo de personalidad aberrante a la que hago referencia cuando describo el narcisismo patológico (NP) y es la misma que desmenuzo cuando analizo nuestras propensiones a la crueldad y violencia en: La Crueldad y la Violencia: Anatomía de Entidades Inmanentes.
Leer más: /trabajos90/crueldad-y-violencia-anatomia-entidades-inmanentes/crueldad-y-violencia-anatomia-entidades-inmanentes#ixzz3ESpMnhx2 (Véanse mis otras publicaciones al respecto).
¿Cómo piensan y cómo sienten estas personas, vacías psicológicamente, que viven sus vidas tan ajenas a los principios éticos que deseamos (sino creer) por lo menos, pensar, que a todos nos gobiernan?
Lo antedicho es asunto relevante, porque como predijera Erikson, cuando formulara sus etapas de la vida, todos llegaremos a la etapa final confrontando los fantasmas que creáramos durante las etapas de los desvaríos de la juventud ya pasada.
Preguntas y reflexiones para el "famoso" yihadista
Yihadi John ¿Dónde estarás (si vives a llegar a la Octava Etapa eriksoniana), y qué pensarás del significado de tu única vida? Malgastada en aras de la recuperación del amor materno que nunca pudiste encontrar ni disfrutar. Decapitar y causar dolor porque sientes rabia primordial no substituye por el amor que nunca pudiste aceptar.
Bernie Madoff. Verdugo simbólico de víctimas incautas…
"Yihadi John" ¿Verdaderamente crees que — como Idi Amin, Carlos el Chacal y Osama bin Laden creyeran, acompañados por el resto de los herederos de Atila el rey de los hunos — eres inmortal?
Tu fama será efímera y, como todo lo que es humano será muy pronto olvidada, aún por quienes te adularon durante el zénit de tus desatinos de una juventud que fuera tan inexperta como estúpida, y tan insignificante como vana.
Camino a tu inferno dantesco te encontrarás con otros que, como tú crees, a su vez creyeran. Fidel te abrirá puertas y encabezando un séquito de servidores, satisfaciendo tus carnales lubricidades sibaritas, te encontrarás con el rechoncho esperpento — carente de habilidades sociales — Kim Jong Un.
Estarás en buena compañía.
En resumen
Cuando Freud escribió, cerca de su muerte, El Futuro de una Ilusión, lo hizo porque había sido testigo del holocausto y, porque muy bien entendiera las inhumanidades que el ser humano es capaz de cometer contra sus semejantes.
Deducir que no es el paranoico que, estando enajenado, duda de los demás, sino que somos nosotros quienes, a pesar de la evidencia a lo contrario, queremos persistir en la creencia de que nuestros congéneres son capaces de sentimientos nobles.
Por cada yihadista, por cada Kim Jong Un, Bashar Hafez al-Assad y por cada uno de los tantos mamarrachos que viven alimentados por la fuente falsa y, en apariencias, insaciable de sus narcisismos patológicos. Han nacido un Cristo, un Nelson Mandela, una Aung San Suu Kyi y otros insignes seres humanos. Lo que demuestra que nuestra especie tiene en sí — como algo inmanente — la esperanza integrada para vivir el futuro de una ilusión nutrida por los valores morales.
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, FEF: El nacimiento del yihadista en monografías.com, academia.edu y researchGate.net
Larocca, FEF: El Quinto Mandamiento: No Matarás: La ética aplicada y cuándo se justifica violarlo en monografías.com, academia.edu y researchGate.net
Larocca, FEF: La Crueldad y la Violencia: Anatomía de Entidades Inmanentes en monografías.com, academia.edu y researchGate.net
Larocca, FEF: Bernard Madoff, Quimera: Crimen y Castigo (Partes I & II) en monografías.com, academia.edu y researchGate.net
Larocca, FEF: Las teorías de Erikson (Las ocho etapas) en monografías.com, academia.edu y researchGate.net
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
AcademiaEdu
ResearchGate y
Monografías.com
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca