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La tecnología educativa en la evolución cultural

Enviado por Alfredo Macías Narro


    La tecnología educativa en la evolución cultural – Monografias.com

    Generalmente, se acepta que el término Tecnología es aplicable a los procesos por medio de los cuáles el hombre se sirve para producir herramientas y máquinas para incrementar su comprensión y control sobre su entorno material.

    Quizá es menos sabido que tal término proviene de las raíces griegas que conjugan la palabra "tekne", que significa "arte" o "oficio" y "logos", que significa "conocimiento" o "ciencia"; la palabra tecnología significa, por tanto, el estudio o la ciencia de los oficios.

    Existen otras dimensiones diferentes para entender la técnica, una de las cuáles es la esfera del arte. El arte es una tecnología para la producción de efectos estéticos o sensibles. La estética se relaciona más con la EXPERIENCIA SENSIBLE que con lo bello y el arte. En este sentido, lo bello es uno entre otros medios para producir o provocar EFECTOS sensibles.

    No es el caso entrar en profundidades teóricas de lo que es o no es "arte", simplemente recordemos que las palabras arte y técnica comparten el mismo origen y que en la Grecia clásica poseían un sentido similar, en tanto que ambas denotan un medio utilitario para la producción de algo: SUBJETIVA, la estética como medio productor de efectos sensibles en el individuo; OBJETIVA la técnica en el arte, en tanto mecanismo productor de objetos.

    Esto nos permite explicarnos la aparición en las comunidades primitivas de imágenes y objetos artísticos y rituales, a la par de objetos funcionales y utilitarios, cuya función social está claramente determinada por ambos aspectos de la vida comunitaria en las sociedades de la edad de piedra.

    Ahora bien, lo anterior nos permite dar cuenta que la producción de objetos SÍGNICOS, de uno y otro tipo, está claramente relacionada con la función utilitaria de ambos, cultural y socialmente definidas por la propia comunidad, sin embargo subsiste una interrogante: EL MODO DE TRANSMITIR EL CONOCIMIENTO.

    Dicho en otros términos: ¿CÓMO DIO INICIO, HISTÓRICAMENTE, EL PROCESO DE ENSEÑANZAAPRENDIZAJE?

    El SUJETO entra en contacto, de manera activa o pasiva, con el OBJETO (de cualquier clase), de acuerdo con su particular papel social y su personal "sensibilidad", misma que determinará el modo preponderante de relacionarse con el objeto en cuestión. Los modos básicos de relación SUJETO-OBJETO son seis:

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    De estos seis modos de relación entre el sujeto y el objeto, se desprenden todas y cada una de las ramas y especialidades del saber humano. Dicho de otro modo, de estas interrelaciones deviene el conocimiento tecnológico, científico y artístico especializado y súper especializado de la actualidad, que nos permiten conceptualizar y explicar el mundo.

    El hombre primitivo tenía también su concepción del mundo, aunque quizá no la hubiese formulado expresamente. Esa concepción del mundo, de acuerdo con el maestro Aníbal Ponce, reflejaba, por un lado, el ínfimo dominio que el hombre había alcanzado sobre la naturaleza y, por el otro, la organización social y económica de su tribu o clan, estrechamente vinculado a ese dominio. Los hombres de las comunidades primitivas seguramente creían en la existencia de ciertas y misteriosas fuerzas difusas que impregnaban a todo lo que les rodeaba, de la misma manera como las influencias sociales impregnaban a todos los miembros de su comunidad.

    De esa manera de concebir el mundo, quizá la única posible en una sociedad rudimentaria en que todos los miembros ocupaban un sitio igual en la producción, derivaba justamente el ideal pedagógico al cual los pequeños debían ajustarse: El deber ser, en el cual subyace la raíz del hecho educativo fundamental y que les era sugerido por su medio social desde el momento mismo de nacer. Con el lenguaje aprendían a hablar y recibían una cierta manera de asociar e idear, culturalmente estable para su comunidad, lo que les garantizaba la transmisión del conocimiento a las generaciones siguientes. Con las cosas y sucesos que veían y vivían, se impregnaban de las ideas y sentimientos elaborados por las generaciones anteriores y se entrelazaban de manera inevitable e irresistible en un orden social que los moldeaba y le dotaba de sentido a su existencia. Su conciencia era un fragmento de la conciencia colectiva, socialmente determinada y se desenvolvía en ella y de acuerdo con ella; el sentimiento profundamente arraigado de que no había nada superior a los intereses y las necesidades de la tribu.

    En la comunidad primitiva, los fines de la educación derivan directamente de la homogeneidad de la estructura social, se identifican con los intereses comunes al grupo y se realizan igualitariamente en todos sus miembros de manera espontánea e integral: Espontánea, en tanto no existe ninguna institución especializada destinada a inculcarlos e integral, en cuanto cada miembro incorpora de manera más o menos afortunada todo lo que en dicha comunidad es posible recibir y elaborar.

    Este concepto de la educación como función socializadora y espontánea de la comunidad, dejó de serlo en cuanto la comunidad primitiva se fue transformando paulatinamente en una sociedad dividida en clases.

    La aparición de las clases sociales, probablemente tuvo un doble origen: el escaso rendimiento del trabajo humano y la sustitución de la propiedad común por la propiedad privada. La mejora en los sistemas de producción, el refinamiento de los instrumentos de trabajo y la incorporación del trabajo animal, comenzaron a generar producción de excedentes alimentarios, lo que trajo consigo la necesidad de mejorar el almacenaje y la distribución de los productos, la dirección de la guerra, la administración de la justicia y la administración de los recursos, exigió poco a poco ciertas formas de trabajo social diferentes del trabajo propiamente material. La aparición de individuos o grupos de ellos liberadas del trabajo material, fue una consecuencia histórica de la baja productividad de la fuerza humana de trabajo.

    Es casi seguro que, dadas las condiciones de vida tribal aquí expuestas, la comunidad era apenas capaz de sustentar la alimentación de sus miembros más allá de cierto número y que, cuando una tribu vencía a otra, se apoderaba de sus riquezas pero exterminaba a la totalidad de sus enemigos, puesto que era materialmente imposible asimilarlos e incorporarlos a la propia tribu. En cambio, en cuanto las mejoras técnicas hicieron posible acrecentar el bienestar común, los prisioneros de guerra empezaron a ser asimilados en calidad de esclavos, es decir, como mano de obra barata. Es indudable que el trabajo esclavo aumentó más la generación de productos excedentes y que los encargados de la administración empezaron a trocar sus excedentes con otras comunidades, en nombre de la propia. Es indudable que así nació el comercio y las técnicas de administración, pero también es un hecho que las funciones de los administradores se volvieron exclusivas y hereditarias y la propiedad común (tierras, ganado y esclavos) pasó lentamente a ser propiedad privada de las familias o grupos que la administraban y la defendían.

    Dueños de los productos a partir de ese momento, los grupos dirigentes se encontraron al mismo tiempo y quizá sin proponérselo, dueños de los hombres.

    A partir de ese instante, los fines de la educación dejaron de ir implícitos en la estructura total de la comunidad, es decir, con la desaparición de los intereses comunes a todos los miembros iguales de un grupo y su sustitución por intereses distintos, el proceso educativo, hasta ese momento único, se escindió y trajo consigo la desigualdad en sus respectivas y diferentes necesidades educativas. Dicho en términos actuales, la concepción de la educación en una sociedad ahora dividida en clases sociales, comenzó a obedecer a necesidades distintas y cada vez más claramente diferenciadas.

    En otras palabras, se establece por vez primera un nuevo papel de la educación: como mediador social entre clases cada vez más antagónicas y se determina su relación a través de nuevos modos particulares de relación entre el objeto y el sujeto, es decir, se generaron visiones y conceptos más complejos al incorporar otros sujetos y otros objetos en el quehacer educativo, socialmente definidos de manera NO GENERAL para toda la comunidad.

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    Las clases histórica y económicamente dominantes, se apropian, de hecho, de las relaciones fundamentales entre el sujeto y el objeto y las prefiguran de acuerdo con sus particulares intereses a través de la generalización de estos dos modos particulares de relación, impuestos en mayor o menor grado al resto de la sociedad.

    Ahora bien, este periplo de carácter histórico, nos puede ser útil, tanto para entender el impacto que la introducción de nuevas tecnologías ha tenido en la educación, desde los tiempos más remotos, como para establecer la relación que tiene la tecnología con los procesos educativos. Esto cobra especial relevancia, si tenemos en consideración que la educación asume cada vez en mayor medida un papel de mediador social entre clases antagónicas, aún sin corresponderle estructuralmente.

    El estadio actual de los procesos educativos, en especial el referente a la educación tecnológica, no puede sustraerse al impacto, positivo o negativo de las nuevas tecnologías, en especial de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación)

    Es un hecho que el impacto fundamental, esencialmente se está viendo en el fenómeno de lo que la Dra. Alicia Bárcenas, directora de la división de Medio Ambiente de la CEPAL ha sugerido como una nueva definición de pobreza, (en voz de Julio Boltvinik), según la cuál, "Son pobres las comunidades que han perdido el control sobre sus procesos vitales", así como, a sugerencia de otro asistente a la reunión "Un indicador de la pobreza, es el grado de organización de la población".

    Para interpretar estas nuevas definiciones, es preciso determinar correctamente el contexto en que se producen y se ubican.

    En primer término, nosotros concordamos en que la educación es, sin lugar a dudas, un proceso vital de una comunidad específica y precisa, es decir, no diluida en la entelequia llamada sociedad (mexicana, canadiense o sudafricana), sino que nos referimos a cada poblado, caserío, barrio o colonia y al grado de interrelación que posee con su microsistema educativo concreto.

    En segundo término, comenzaremos por decir que es necesario establecer una visión integral del quehacer educativo, en el seno mismo de la comunidad en que se inserta cada plantel en lo singular y hacer copartícipe a la propia comunidad en las tareas cotidianas, tanto internas, como aquéllas diseñadas exprofesso como medios y mecanismos de vinculación entre el propio plantel y sus miembros, con los habitantes del medio social inmediato al mismo.

    El desarrollo de nuevas y renovadas acciones y actividades sistematizadas, pertinentes y relevantes para ambas partes, permitirá ir fortaleciendo los lazos de convivencia comunitaria.

    Dicho de otra manera, si estamos de acuerdo en que la educación, en especial al nivel básico, es un proceso vital de cada comunidad (y por tanto de cada plantel), es válido pensar que también es un medio muy poderoso para incrementar y orientar el grado de organización de la comunidad y entonces, de acuerdo con las nuevas acepciones del concepto de pobreza, el sistema educativo mexicano, actuando desde el nivel particular de cada uno de sus planteles, estará coadyuvando en el combate a la pobreza, sin tintes demagógicos y sin metas incumplidas siempre por incumplibles.

    Sencillos proyectos educativos y programas de vinculación social, como la oferta de servicios básicos a la comunidad (tal vez en forma de una suerte de servicio social obligatorio para los alumnos y los profesores) como puede ser la generación de escuelas para padres; talleres de orientación sexual, vocacional o de iniciación artística; prestación de apoyo a la comunidad, entre muchos otros, permitirá ir gestando las maneras de recuperar el control sobre los modos fundamentales de relacionarse con el objeto social que nos ocupa: LA EDUCACIÓN.

    Finalmente, estos son productos tecnológicos de una sociedad capaz de visualizar su futuro y de establecer los medios y mecanismos de orientación y dirección suficientes y necesarios para construirlo.

    Este es un gran proyecto de reconversión tecnológica y de reingeniería educativa.

    Sólo hace falta verlo porque, sin lugar a dudas, allí está.

     

     

    Autor:

    Alfredo Macías Narro.

    Noviembre del 2010.