Entrevista realizada al profesor e investigador peruano Dr. Cristóbal Campana Delgado
Solo una cita telefónica fue suficiente para ponerme al día con determinados problemas de la cultura nacional peruana. Esta vez la llamada se alojó en el teléfono celular del Dr. Cristóbal Campana Delgado.
Antes, hablemos del invitado
El Dr. Cristóbal Campana Delgado es graduado por la Universidad Nacional de Trujillo, Perú (UNT) y ha recibido diplomados en la Universidad Católica de Chile, Teatro Argentino en La Plata. Educación Superior Americana en la Universidad de Río Piedras en Puerto Rico y estudios de Maestría en Ecología Andina por la Universidad Privada Garcilaso Inca de la Vega. Se ha desempeñado en múltiples funciones y cargos en entidades dedicadas a la gestión cultural. Fue director de la Escuela Regional de Arte Dramático de Trujillo, Perú. En este orden, se conoce que ha sido dos veces director del Instituto Nacional de Cultura en La Libertad, Perú y es director del Centro de Investigación y Restauración del Patrimonio Cultural en Perú. Es compositor de más de 100 canciones. Asimismo pintor. Su vocación investigativa y literaria lo ha llevado a escribir más de 15 libros donde se refleja lo mejor de la cultura y el patrimonio cultural de la nación peruana. Su obra Iconografía del Pensamiento Andino es su más reciente producción literaria donde se abordan, como bien expresó el propio autor, los "nuevos conocimientos que mejoran la visión de la historia peruana debido al cambio de enfoque y de los nuevos intereses temáticos"
Sin embargo en esta entrevista pretendemos profundizar y extraer del profesor sus más agudos puntos de vista en relación con la historia y la cultura del complejo arqueológico Chan Chan, Trujillo, Perú.
Entrevista
¿CÓMO PERCIBE USTED EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO CHAN CHAN?
Este conjunto arqueológico, por suerte para todos, es el más grande de América precolombina y desde otros aspectos el más grande del mundo hecho a partir del tratamiento del barro. Es uno de los más estudiados y aun así exige mucho más investigación; pues cuando se le estudia, siempre ofrece muchas novedades. En un lugar sagrado que se ha convertido en fuente inagotable para los estudios antropológicos de Sudamérica completa.
¿QUÉ RELACIÓN HA TENIDO USTED CON ESTE SITIO?
Desde muy joven, cuando era estudiante de educación secundaria, el profesor de Arte Américo Miñano, nos llevaba a conocer el lugar con el objetivo de dibujar las imágenes de sus frisos. Fue esa una de las maneras fundamentales a través de las que aprendí a querer ese inmenso monumento, aprendí a valorarlo, así como a entender su mensaje artístico.
Por otra parte, cuando estudiaba Historia en la Universidad Nacional de Trujillo, visitábamos el lugar los fines de semana, muchas veces nos quedábamos a dormir a campo traviesa, pues en esa época no había tantos servicios de movilidad como hoy. Íbamos con el objetivo de levantar planos, dibujar y fotografiar; para ello teníamos que autogestionarnos la alimentación, el hospedaje no los facilitaban los campesinos del lugar que se sensibilizaban con nosotros. Era duro, pero no difícil gracias al aprecio que le tenía al monumento.
Personalmente, ya profesor de Historia y Geografía, continué trabajando en el sitio a título personal y sin remuneración de tipo alguno. Recuerdo que mis dos primeros hijos aprendieron a caminar en Chan Chan. Mi hija mayor en la Huaca de La Esmeralda y mi hijo Bruno en la rampa del palacio Nick An. Luego, cuando se creó el patronato arqueológico de Chan Chan dentro de la Casa de Cultura, comencé a trabajar en lugar aprovechando los momentos libres que me quedaban en mi labor como docente.
Pasado el tiempo, después de crearse el Instituto Nacional de Cultura (INC), fui nombrado supervisor de Chan Chan, primero en forma ad honorem, luego pasé a ser nombrado como Arqueólogo I, hasta convertirme en el Director del Centro de Investigación y Restauración de la Región Norte. Con mucha voluntad, esfuerzo, tenacidad y mística; logramos hacer que el monumento ocupase un lugar preponderante en el imaginario popular. Se instruiría desde los lustrabotas, canillitas y a todos los estudiantes de primaria y secundaria básica para que puedan apropiarse de un conocimiento relacionado con la cultura e historia de Chan Chan.
Gestionamos la creación de la Policía del Turismo para contar con la ayuda de estos y evitar los saqueos o la acción del motocross que se hacía allí, pues mucha gente tenía la percepción de que el monumento era, apenas, un montón de ruinas las cuales no poseían una importancia cultural valorable.
¿QUÉ RECIBIÓ DE LA POLÍTICA PERUANA?
Durante el primero gobierno del Dr. Alan García Pérez, conjuntamente con el también Dr. Luis Alva Castro, se logró que el complejo arqueológico Chan Chan fuese reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Años más tarde Luis Alva Castro creó la Unidad Ejecutora 110 para promover la conservación y restauración del lugar, logrando de este modo importantes partidas como presupuesto para realizar los trabajos de puesta en valor, para de esta manera conseguir que el monumento llegue a ser el sitio cultural más visitado del Perú después de Machu Picchu. A mí me nombraron como director de esta unidad ejecutora; la misma que luego sería la Unidad Ejecutora 006 Chan Chan.
En estos cinco años de trabajo, se llegaron a poner en obra a más de 600 trabajadores con un profundo criterio de inclusión social y actuando en notable armonía, pues desde los trabajadores recibían de dos tipos de clases: tecnología de la restauración y significado de Chan Chan en la formación de la identidad cultural. De esta manera llegamos a más de dos centenares de escuelas primarias, comenzando desde los más modestos asentamientos humanos de Huanchaco, pues la urbe prehispánica está localizada en este distrito. En otros niveles de divulgación se dictaron más de 1 200 conferencias en diferentes partes del país y del extranjero. Todo ello gracias al apoyo de muchas personas e instituciones políticas y sociales que accedieron al llamado en su momento.
Nuestra mayor satisfacción fue lograr que todos los trabajadores, tanto de la oficina como del campo, adquiriesen una mística por el trabajo, de tal suerte que, en muchos casos, cuando se demoraba el presupuesto o simplemente no había, muchos seguían trabajando, regalando su tiempo al monumento.
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA SOCIOCULTURAL DEL LUGAR?
Lo primero es que la sociedad sienta un real orgullo de ser ciudadanos de Chan Chan. Recuerdo que a todos los niños que iban al sitio se les hacía entender tres cosas:
Se ama los que se conoce,
el trabajo es la actividad más digna del ser humano y
todos somos herederos de tanta grandeza.
Por ello, debían sentirse orgullosos haciendo actividades orientadas a la restauración. Es decir, ellos restauraban su patrimonio trabajando.
Estas actividades crearon tanta generosidad y entrega que los niños crearon círculos de interés como el Club de periodismo de Chan Chan, Vigilantes de la urbe, Guías hacia la grandeza y otros. Todo esto llegó a causar tanto impacto sociocultural que muchas instituciones de médicos, ingenieros, economistas, profesores, abogados antropólogos, entre otros; nos solicitaban visitar a Chan Chan, pero bajo las orientaciones que se les daba a los ciudadanos aledaños al complejo arqueológico. En las calles, mucha gente, tal vez desconocida, nos saludaba y agradecía por el trabajo que allí se hacía.
Y, ¿CUÁLES SON LOS PROBLEMAS QUE AFECTAN LA CONSERVACIÓN PATRIMONIAL DE ESTE COMPLEJO ARQUEOLÓGICO?
Acontece que la gente adulta no logra entender lo que significa vivir junto a un monumento declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad y muchas veces supedita sus intereses primarios por encima de los intereses comunes en ignorando la excepcionalidad cultural del sitio. Por otro lado, las instituciones, de gente adulta, carecen de vocación de servicio y de generosidad. Así, no atienden a tiempo cualquier gestión que se haga en favor del monumento, sencillamente estas gestiones son ignoradas. En la mayoría de los casos las personas encargadas de la gestión cultural, carecen de ejercicio en estas tareas o no cuentan con una preparación especializada.
¿POR EJEMPLO?
El problema en general, se debe a la falta de coordinación entre los diversos niveles institucionales. Por ejemplo: nosotros como Unidad Ejecutora, teniendo autonomía, teníamos que presentar nuestros proyectos técnicos ante la sede del Instituto Nacional de Cultura de la Libertad y en la contestación pasaban varios meses, pues de la institución regional consultaban a la instancia superior de Lima y era tan abstrusa la tramitación que en un caso presentamos el proyecto en febrero, contestaron en junio que había que hacer unas correcciones. Tres días más tarde levantamos las atingencias y llegó noviembre y no contestaban. Los trabajadores ya estaban en sus faenas aún sin ese permiso, y se nos enjuició por atentar contra un huachaque y paralizaron el trabajo hasta que se ventilara –la situación– ante el poder judicial, mientras tanto seguíamos denunciados por atentar contra el monumento.
Cuando se hicieron las constataciones el poder judicial dio el caso por cerrado, pues nunca pudieron demostrar que habíamos afectado el monumento. De estos ejemplos tendríamos muchos más: no existe personal que pueda trabajar a nivel institucional con prontitud y conocimiento, pues cuando cambian los gobiernos, cambian al personal y entran personas sin ningún conocimiento referente. Esto sucede en todos los niveles. Pareciera como si a nadie le interesara el respeto y buen estado de los monumentos históricos.
¿QUÉ RECOMIENDA PARA REVERTIR ESTA SITUACIÓN?
Mejorar la relación entre los diversos niveles de los ministerios implicados y, a su vez, entre dos o más ministerios, para agilizar los trámites. Además, encargar a personas que entiendan y se sensibilicen con los problemas de la cultura y, en especial, lo que tengan que ver con el patrimonio cultural. En este aspecto, los expertos de la Unesco, en un informe que hicieron y luego de ver el alcance de nuestros trabajos, pese a todas las dificultades existentes, plantearon que el gobierno debía obrar elaborando políticas más ejecutivas y rápidas, pues en los daños ya no hay retroceso y la rehabilitación es sumamente compleja y costosa.
¿CUÁL SERÍA ENTONCES SU MENSAJE?
Que todos los gobernantes de turno, especialmente los del área de cultura, los puestos y cargos deberían estar en manos de especialistas más responsables. El ejemplo está en lo que le está sucediendo a Chan Chan; ya hace mucho tiempo que allí no se ha implementado ningún proyecto de restauración y solo se hace mantenimiento. Esto es más grave en la medida que estamos sujetos a fuertes cambios climáticos, ya que el monumento es de barro.
Y SU COMPROMISO SOCIAL, ¿CUÁL ES?
Seguir trabajando mientras tenga fuerzas para ello, para retribuir a mi país lo que tanto se me ha brindado en más de 20 años de estudios gratuitos. Puedo aún trabajar sin esperar ningún salario. Creo que todos los ciudadanos que hemos recibido tantos beneficios, debemos devolver de alguna manera al país lo que nos dieron. Considero que se debe crear un servicio civil obligatorio para cumplirlo con trabajos de investigación, asesoramiento y ayuda civil. Apenas uno deje de trabajar en forma remunerada, la experiencia acumulada puede y debe ser de utilidad social. La edad siempre permite acumular conocimientos y nos permite actuar con más equidad. El trabajo gratuito sería en retribución al país. Estoy dispuesto a seguir trabajando, para mí estar ocupado es vivir.
¡MUCHAS GRACIAS!
Autor:
Mg. Enaidy Reynosa Navarro
DOCENTE UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO, PERÚ