Deuteronomio 12,2-3: "Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y bajo todo árbol frondoso… Y consumiréis con fuego las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar". Deuteronomio 13,6-10: "Si tu hermano… tu hijo o tu hija, la esposa que reposa en tu seno o el amigo que es tu otro yo, trata de seducirte en secreto diciéndote: Vamos a servir a otros dioses… No accederás ni le escucharás, tu ojo no tendrá piedad de él, no le perdonarás ni le encubrirás, sino que le harás morir; tu mano será la primera sobre él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo. Le apedrearás hasta que muera, porque trató de apartarte de Yahvé tu Dios". Deuteronomio 13,12-16: "Si oyes decir que en una de las ciudades que tu Dios te da para habitar en ella, algunos hombres, malvados… han seducido a sus conciudadanos diciendo: Vamos a dar culto a otros dioses… Y si es verdad, si se comprueba que en medio de ti se ha cometido tal abominación, herirás a filo de espada a los moradores de la ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a filo de espada. Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada". Deuteronomio 17,5-7: "Entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirá. Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir… La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti". Ezequiel 8,6-15: Dios muestra al profeta el culto idólatra que se practicaba en la puerta norte de Jerusalén: "Mira las viles abominaciones que se están cometiendo aquí… y allí, retratadas sobre el muro que rodeaba, estaban todas las clases de cosas repugnantes, y bestias repulsivas, y todos los ídolos de la casa de Israel… Y he aquí que estaban sentadas unas mujeres plañendo a Tamuz… Y me dijo… Verás abominaciones aún mayores que éstas". Tanto eran las «abominaciones» de los hebreos, que Dios ordenó a un grupo de matones masacrarlos: "Y he aquí que seis varones venían… y cada uno traía en su mano un instrumento para destruir… Y dijo Dios… Pasad por la ciudad… y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno" [Ezequiel 9,2-6]. nota: El politeísmo y la idolatría se condenan con la pena de muerte. Para Dios no existe otra cosa que no sea matar, matar y matar. ¿Acaso no existen otras maneras de castigo?
LA «GUERRA SANTA»
Deuteronomio 20,10-17: "Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimidarás la paz… Más si no hiciese paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. Luego que tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada… Todo su botín tomarás para ti… No dejarás ninguno con vida, sino que los destruirás completamente como tu Dios te ha ordenado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos". nota: Dios ordena explícitamente a los hebreos invadir y arrasar con países vecinos, sin que haya ninguna razón de por medio. Así pues, los obedientes hebreos atacan aquellos pueblos y matan hombres por miles, con el objetivo de apoderarse de esas porciones de tierra [mujeres, niños y animales se consideraban trofeo de guerra]. ¿Este es el Dios del cual expresa el Salmo 118,1: "Alabad a Dios, porque él es bueno. Porque para siempre es su misericordia"? Según parece, esto sólo era para el pueblo hebreo, pues las demás naciones no gozaban de aquella «misericordia».
Ester 9,2-16: "En todas las provincias del rey Asuero se reunieron los judíos en sus ciudades para poner la mano sobre cuantos habían intentado hacerles mal, sin que nadie les opusiera resistencia… Los judíos pasaron a filo de espada a todos sus enemigos; fue un degüello, un exterminio: hicieron lo que quisieron con sus adversarios. En la ciudadela de Susa los judíos mataron y exterminaron a 500 hombres… Los judíos de las restantes provincias… mataron de entre sus adversarios a 75000". nota: El autor del texto, queriendo exaltar al pueblo «elegido de Dios», escribe una atrocidad como si en la matanza hubiera regocijo. ¡Es un irracional concepto de despótico patriotismo!
Salmo 44,5-6: "Tú sólo, oh Rey mío, Dios mío… por ti nosotros hundimos a nuestros adversarios, por tu nombre pasamos por encima de nuestros agresores". Levítico 26,7-8: "Perseguiréis a vuestros enemigos; que caerán ante vosotros a filo de espada. Cinco de vosotros perseguiréis a 100, y 100 de vosotros perseguiréis a 10.000; vuestros enemigos ante vosotros caerán a filo de espada". nota: La infamia de pasajes bíblicos como este no tiene justificación alguna. Hay una clara alusión a la «guerra santa». Nada puede haber más absurdo que matar en nombre de «Dios».
EL DIOS DE LAS MALDICIONES
Levítico 26,16-39: "Traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la fiebre, que os quemen los ojos y os consuman el alma. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues se la comerán vuestros enemigos… Vuestras fuerzas se consumirán en vano, pues vuestra tierra no dará sus productos ni el árbol del campo sus frutos… Soltaré contra vosotros las fieras salvajes, que se alimentarán de vuestros hijos, exterminarán vuestro ganado… Traeré sobre vosotros la espada vengadora… enviaré la peste en medio de vosotros… Yo me enfrentaré a vosotros con ira… Comeréis la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas… Amontonaré vuestros cadáveres… Reduciré vuestras ciudades a ruina… Vuestra tierra será desolada y vuestras ciudades una ruina… A los que quedaren de vosotros, les infundiré pánico en sus corazones… el ruido de una hoja caída los ahuyentará… Pereceréis entre las naciones, y os devorará el país de vuestros enemigos… Se pudrirán a causa de su iniquidad en los países de vuestros enemigos; por las iniquidades de sus padres unidas a las suyas, se pudrirán". nota: Estas palabras [incluyendo la alusión al canibalismo del versículo 29] no son sólo excesivamente crueles, sino además degradantes.
Deuteronomio 28,16-45: "Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo… Maldito el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas. Maldito serás cuando entres y maldito cuando salgas. Dios enviará contra ti la maldición, el desastre, la amenaza… hasta que seas exterminado y perezcas rápidamente… Dios hará que se te pegue la peste, hasta que te haga desaparecer de este suelo… Dios te herirá de tisis, fiebre, inflamación, gangrena… que te perseguirán hasta que perezcas… Dios dará como lluvia a tu tierra polvo y arena, que caerán del cielo sobre ti hasta tu destrucción… Tu cadáver será alimento de todas las aves del cielo y de todas las bestias de la tierra… Dios te herirá con úlceras… de las que no podrás sanar. Dios te herirá de delirio, ceguera y pérdida de sentidos… Estarás oprimido y despojado toda la vida, y no habrá quien te salve. Te desposarás con una mujer y otro hombre la hará suya; edificarás una casa y no la habitarás; plantarás una viña y no podrás disfrutar de ella. Tu buey será degollado ante tus propios ojos, y no podrás comer de él; tu asno será robado en tu presencia, y no se te devolverá; tus ovejas serán entregadas a tus enemigos, y no habrá quien te salve… No serás más que un explotado y oprimido toda la vida… Dios te herirá de úlceras malignas en las rodillas y en las piernas, de las que no podrás sanar, desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza… Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás vino ni recogerás nada, porque el gusano las devorará… Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para ti, porque irán al cautiverio… Todos tus árboles y los frutos de tu suelo serán presa de los insectos…. Todas estas maldiciones caerán sobre ti, te perseguirán y te alcanzarán hasta destruirte, por no haber escuchado la voz de tu Dios". nota: No existe argumento que pueda justificar tal lluvia de maldiciones. Dios no sólo se contenta con maldecir a la persona, sino además todo lo que le rodea, sea que se trate de animales, plantas y hasta los hijos.
Deuteronomio 28,53: "Comerás el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijos y tus hijas que te haya dado tu Dios, en el asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo". Deuteronomio 32,40-43: "Porque yo alzaré a los cielos mi mano. Y diré: Vivo yo para siempre. Afilaré mi reluciente espada… Yo tomaré venganza de mis enemigos… Embriagaré de sangre mis flechas, y mi espada devorará carne; en la sangre de los muertos y de los cautivos, en las cabezas de larga cabellera del enemigo". Oseas 13,16: "Caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas abiertas". Salmo 137,9: "Bienaventurado quien agarre y estrelle contra la roca a tus pequeños". nota: Estas palabras del «Dios verdadero» parecen ser más propias de guerreros bárbaros. Incluso los niños pequeños son maldecidos. Aunque sean profecías contra naciones enemigas de Israel, ¿es razonable este tipo de crueldad?
Salmo 109,6-19: "Pon sobre él al impío, y Satanás esté a su diestra. Cuando fuere juzgado, salga culpable… Sean pocos los días que le queden… Sean sus hijos huérfanos, su mujer viuda. Anden sus hijos vagabundos y mendiguen… Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene… No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. Su familia sea destruida… Venga en memoria ante él la maldad de sus padres… Que corte de la tierra su memoria… La maldición lo vista como ropa, y penetre como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos. Séale como vestido que lo cubra, y como cinto con que se ciña perpetuamente". nota: Este salmo es un clamor de la venganza de alguien que apela a la justicia divina. El salmista cree que escribiendo esta cosa infame supuestamente engrandece el nombre de Dios.
Isaías 13,11-18: "Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad… Haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del Dios de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira… Cualquiera que sea hallado será alanceado… y caerá a espada. Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y violadas sus mujeres… Con arco tirarán a los niños, y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo perdonará a los hijos". nota: Dios maldice a Babilonia con tal ira atroz, que ni siquiera tiene compasión de los niños inocentes. Suponiendo que la ciudad sea perversa, ¿qué culpa de eso tienen los niños pequeños?
Salmo 58,11: "Se alegrará el justo de haber visto la venganza, sus pies bañará en la sangre del impío". Isaías 42,24-25: "Por tanto derramó sobre él el ardor de su ira, y fuerza de guerra; le puso fuego por todas partes". Isaías 63,6: "Y con mi ira aplasté los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre". Isaías 66,16: "Dios juzgará con fuego, y con espada, a todo mortal. Muchos serán los que morirán a causa de Dios". Jeremías 15,3-4: "Y enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigo… espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra para devorar y destruir". Jeremías 49,12-13: "Porque así ha dicho Dios: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. Porque por mí he jurado, dice Dios, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición". Oseas 13,7-9: "Yo seré para ellos como león; como un leopardo en el camino los acecharé. Como osa que ha perdido los hijos los encontraré, y desgarraré las fibras de su corazón, y allí los devoraré como león; fiera del campo los despedazará. Yo te destruiré, oh Israel". Amós 9,10: "A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo". Zacarías 11,6: "Por tanto, no tendré ya más piedad de los moradores de la tierra, dice Dios. Porque he aquí, yo entregaré los hombres cada cual en mano de su compañero y en mano de su rey; y asolarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos". nota: Estos versículos representan una muestra de lo que dice el Dios de la guerra, el Dios de la venganza, el Dios de la ira. ¿Qué es de aquél Dios que con ternura se dirige a su pueblo en Levítico 26,6: "Y yo te daré paz en la tierra, y dormiréis y no habrá quien os espante"? ¡Cuánta contradicción!
Nahúm 1,2-10: "Dios es celoso y vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios y guarda enojo para sus enemigos… Dios marcha en el huracán y la tempestad… Las montañas se estremecen delante del él, y las colinas se derriten. Ante su presencia queda desolada la tierra, el mundo y todos los que lo habitan… Su ira se derrama como el fuego… Aún en las tinieblas perseguirá a sus enemigos… Serán consumidos como paja seca". nota: El más bello himno al Dios de la venganza que algún profeta bíblico pudo componer.
LA VENGANZA IRRACIONAL
Oseas 4,3: "Se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán". Sofonías 1,2-3: "Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Dios. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y arrancaré a los hombres de sobre la faz de la tierra". nota: Dios no sólo castiga la maldad de los seres humanos, sino que además se jacta en matar a los animales [hasta donde se sabe, no parece que en los animales haya iniquidad que merezca ser castigada]. ¿Es justo y sabio este tipo de comportamiento violentamente enfermizo?
Deuteronomio 28,63: "Así como Dios se goza en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Dios en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra". nota: La maldad y el sarcasmo de Dios es tan grande que goza tanto en hacer el bien como en arruinar y destruir a su pueblo.
Isaías 30,26: "Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Dios la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó". nota: Dios tiene una naturaleza extrañamente maliciosa; primero castiga con crueldad extrema para luego él mismo reparar el daño.
Zacarías 14,1-4: "He aquí, el día de Dios viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres… Después saldrá Dios y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla". nota: Dios es perverso; se vale de otros para castigar atrozmente a su propio pueblo. Una vez hecho esto, entonces él mismo se encargará de eliminar a quienes manipuló
Malaquías 4,5-6: "He aquí que yo os envío al profeta Elías antes que llegue el Día de Dios, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición". nota: Dios es exageradamente rencoroso. Si es que no hay arrepentimiento, inmediatamente amenaza.
Ezequiel 4,12: "Comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocerás a la vista de ellos sobre los excrementos humanos". Malaquías 2,2-3: "Si no escuchan ni toman a pecho dar gloria a mi Nombre, dice Dios, yo lanzaré sobre vosotros la maldición y maldeciré su bendición; y hasta la he maldecido ya… He aquí que yo voy a romper vuestro brazo, les echaré estiércol a la cara, el estiércol de sus fiestas, y con él serán removidos". nota: El Dios rencoroso «envía a la mierda» a su amado pueblo. ¿Sería apropiado para Dios pronunciar palabras llenas de ira y vulgaridad?
ABSURDOS EN LA BIBLIA: PARTE 9
Absurdos en los Profetas
Para muchos, Yahvé no era más que el Dios de guerra israelita, útil en tiempo de batalla pero una figura muy inferior cuando se le veía frente a todo el panteón de los dioses. Los nombres dados a los notables israelitas a lo largo de los años muestran un fuerte respeto por Baal, y ni siquiera los más ardientes yahveístas podrían pretender que los judíos de este periodo creían en un solo Dios.
Christopher Knight
LA SUPREMACÍA DE ISRAEL
Deuteronomio 7,6; 14,2: "Porque eres pueblo santo al Señor tu Dios, y Yahvé te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblo que están sobre la tierra". Isaías 45,25: "En Dios será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel". Isaías 60,10-12: "Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán… Tus puertas estarán de continuo abiertas… para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones… Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado". nota 1: ¡Cuánto egoísmo divino! ¿Qué cosa tiene Israel de especial, y sólo Israel? ¿Acaso los demás pueblos de la Tierra no sirven? ¿Para qué Dios entonces permitió el desarrollo de la humanidad si solamente le va a importar una sola nación? ¿Para qué diablos alguien crearía todo un planeta si únicamente le interesa un pequeño rincón de aquel mundo? nota 2: En el nuevo testamento, Jesús conservaría también indicios de esta arrogancia: "La salvación viene de los judíos" [Juan 4,22].
LA TIERRA PLANA
Job 26,7: "El extiende el norte sobre el vacío, y suspende la tierra sobre la nada". Isaías 40,22: "Aquel que está sentado sobre el círculo terrestre". Estos pasajes bíblicos, desde el punto de vista astronómico, parecen son correctos, pues sugieren que nuestro planeta es una esfera flotando en un espacio vacío. Sin embargo, especialmente del libro de Job, tiene claras alusiones sobre la absurda creencia presente en muchos pueblos primitivos: la de una Tierra horizontal plana.
Job 9,6-7: "Dios remueve la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas; él manda al sol, y no sale; y sella las estrellas". nota 1: Leyendo detenidamente el texto se concluye que solamente una Tierra plana necesitaría de columnas [bases, cimientos, o como sea que se traduzca la palabra] que la sostengan. nota 2: Que el sol deje de brillar significaría que los seres que realizan fotosíntesis no podrían producir energía primaria, con la cual da inicio la cadena alimenticia; de ocurrir esto, empezaría la extinción para la vida en la Tierra [y Dios prometió, tras el diluvio, no volver a destruir la vida]. nota 3: La idea de «poner un sello» manifiesta que el narrador pensaba que las estrellas tienen brillo propio, cuando sólo lo que hacen es reflejar la luz solar.
Job 38,4-8: "¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?… ¿Sobre qué están fundadas sus bases?… ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno?". Salmo 18,15: "A tu reprensión, oh Dios, por el soplo del aliento de tu nariz, se hicieron visibles los lechos de las aguas y se descubrieron los cimientos del mundo". nota 1: Dios dice haber diseñado los cimientos en los que descansa la Tierra. Pero sería imposible que un dios, creador el mundo, haga afirmaciones de este tipo, pues obviamente estar al tanto que el planeta es esférico y no plano. nota 2: Cuando Dios se presenta con su ira, las consecuencias son nefastas: se secan las aguas que rodean y sostienen la Tierra, quedando al descubierto sus cimientos. Lo curioso de este pasaje es que de entre las muchas especulaciones que se hacían de la forma nuestro planeta [antes que Aristóteles y Eratóstenes, en el siglo i a.C., sugirieran que es esférico, y que Colón lo demostrara a la corte Española en sus navegaciones, en 1492], justamente se pensaba que el mundo era un disco plano, con montañas y colinas, que estaba rodeado por un gran mar. El salmista emplea esta creencia absurda para describir la forma del planeta.
Daniel 4,10-12: El rey Nabucodonosor tiene un sueño: "Yo miraba, y he aquí un árbol en medio de la tierra, cuya altura era grande. Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra". nota: Obviamente [aún cuando se trate de el sueño de alguien], esto propone la idea de una Tierra horizontal plana, pues esa sería la única manera de que un árbol muy alto pueda ser «visto desde toda la Tierra». Ningún autor «inspirado» habría escrito un disparate de esta naturaleza. El contexto es ilógico.
Salmo 19,4 exhibe un fragmento doblemente absurdo: "Su voz llega por toda la tierra, y hasta el extremo del mundo sus palabras. Allí levantó un trono para el sol" nota 1: Cuando el salmista se refiere al «extremo del mundo», es claro que se refiere al borde de una Tierra plana. nota 2: En este supuesto lugar tan apartado, como lo es el «borde» del mundo plano, Dios construye un «trono» [tienda, altar, tabernáculo, o lo que sea] para el sol. nota 3: Es demasiado notorio el concepto mitológico del salmista, que concibe al sol como si fuese una divinidad antropomórfica que necesita de un lugar donde descansar.
EL LEVIATÁN
Job 41,1-34: Existe un monstruo en el fondo del océano: "¿Sacarás tú al leviatán con anzuelo, o con cuerda que le eches en tu lengua?… ¿Cortarás tú con cuchillo su piel, o con arpón de pescadores su cabeza?… Nadie hay tan osado que lo despierte… Las hileras de sus dientes espantan… Y sus ojos son como los párpados del alba. De su boca salen hachones de fuego… De sus narices sale humo… De su grandeza tienen temor los fuertes… Hace hervir como una olla el mar profundo… No hay sobre la tierra quien se le parezca; animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta; es rey de todos los soberbios". Isaías 27,1: "En aquel día Dios castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar". Salmo 74,14: "Magullaste las cabezas del leviatán, y lo diste por comida a los moradores del desierto". Salmo 104,25-26: "He allí el grande y anchuroso mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes. Allí andan las naves; allí este leviatán que hiciste para que jugase en él". nota: En la antigüedad existía la creencia generalizada de un monstruo imaginario [«serpiente marina», «dragón del mar»] habitando las profundidades. Así pues, el Leviatán hebreo es similar al Tiamat mesopotámico, al Dagón semítico, al Erim sumerio, al Apohis egipcio, al Nagavithi hindú, al Iormungändr germánico, al Kraken noruego, al Nessy escocés, etcétera; obviamente ninguno de aquellos monstruos es real. Estos pasajes bíblicos hacen referencias a un monstruo que no existe, ni existió. Los narradores evidencian su ignorancia al referirse al leviatán como si fuese una criatura real.
PROFECÍAS MAL INTERPRETADAS
Daniel 9,24-27: "72 están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de las santos… Después de las 72 semanas, el Mesías será quitado". nota: Muchos creyentes [en especial, los Testigos de Jehová, secta fundada por Charles Taze Russell, en 1872] sostienen que esta profecía de las «72 semanas», es asombrosamente precisa y es el anuncio de la venida de Jesús el Mesías» [«cristo», «ungido»], queriendo demostrar con ello que la biblia es la «palabra de Dios». Sin embargo, aún asumiendo que esta profecía fuese real, no necesariamente indica la «venida del Salvador». El título cristo o ungido puede aplicarse al rey persa Ciro [Daniel 10,1]. De hecho, esto se confirma en Isaías 44,28; 45,1: "Soy quien dice de Ciro: Él es mi pastor; él cumplirá mi deseo… Así dice Dios a su cristo, a Ciro, al cual tomé yo por mano derecha, para juzgar las naciones delante de él".
Oseas 2,1-8: Yahvé reprende a Israel por hacer ofrendas al dios pagano Baal: "Acusad a vuestra madre, porque ella no es mi mujer, ni yo su marido… Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución… Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal". Posteriormente, según Oseas 2,16-17: "Y sucederá en aquellos días, dice Yahvé, me llamarás Ishi [Marido mío], y nunca más me llamarás Baal [Señor mío]. Quitaré de tu boca la palabra baal, para que no sea pronunciada más en adelante". nota: Leyendo con atención estos pasajes se extrae la siguiente conclusión: ¡Yahvé, el «dios verdadero» y Baal son el mismo! Los hebreos del tiempo bíblico adoraban a Baal [«señor», en plural, Baalim] y Yahvé, inicialmente, parece haber sido uno de estos Baalim. Otros «señores» adorados fueron Baal-Peor [«señor de las gargantas»] y Baal-Berith [«señor de los pactos»]; todos ellos eran el mismo que Yahvé. El autor del pasaje en Éxodo 34,14 ingenuamente pone en boca de su «Dios» las palabras: "Porque no te has de inclinar a ningún otro Dios, pues Yahvé, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es", sin saber que está refiriéndose a una sola y misma divinidad.
SIMBOLISMO MITOLÓGICO
Ezequiel 37,1-10: Huesos secos se convierten en hombres y cobran vida: "Dios me sacó y me puso en medio de un valle, el cual estaba lleno de huesos… Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos… Así dice el Señor… He aquí que yo voy a hacer entrar el espíritu en vosotros, y viviréis… Miré y vi que estaban recubiertos de tendones y carne, y la piel se extendió por encima, pero no había espíritu en ellos… Así dice el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán". nota: La idea de que los «cuatro vientos» se originan desde los cuatro puntos cardinales del planeta es mitológica, y no real. El narrador no sabe nada de climatología o del denominado efecto Coriolis, y desconoce que los vientos se producen por diferencias de presión atmosférica, bajo influencia de variaciones de temperatura. No existen los «cuatro vientos» pues el efecto Coriolis influye en las distintas direcciones [que son más de cuatro] de las corrientes marinas y de los vientos.
LA PERSONALIDAD DE LOS CUERPOS CELESTES
Jueces 5,20: "Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sísara". Isaías 13,10: "Las estrellas de los cielos y sus luceros negarán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna negará su resplandor". Isaías 24,23: "La luna se avergonzará, y el sol se confundirá". Salmo 148,3: "Alabad al Señor, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas". Salmo 147,4: "El cuenta el número de las estrellas; a todas ellas las llama por su nombre". nota: En estos pasajes se está considerando que las estrellas, la luna y el sol son entidades con personalidad propia. Es absurda la idea de otorgar vida o alguna especie de inteligencia a los astros; no obstante muchas culturas primitivas pensaban lo contrario. Esta creencia ficticia aparece también en el nuevo testamento, en 1 Corintios 15,41: "Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria". Los escritores bíblicos están afirmando una necedad, la cual se arraigó tanto en siglo i, que incluso el padre de la iglesia cristiana primitiva, Orígenes [c. 185 – c. 254] llegó a expresar que «todas las estrellas y cuerpos celestes son seres vivos racionales que tienen alma», añadiendo también que Dios ha «dado mandamiento a todas las estrellas».
EL ORIGEN DE SATANÁS
Isaías 14,12-15: "¿Cómo caíste del cielo oh Lucero, hijo de la mañana? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra?… Tu que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo". Ezequiel 28,13-19: "En Edén estabas, en el jardín de Dios; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de rubí, topacio, jaspe, crisólito, berilio y ónice; de zafiro, esmeralda y oro; en oro estaban labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, te puse en el monte santo de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti iniquidad… Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti… Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás y por siempre dejarás de ser". nota 1: A partir de estos pasajes bíblicos, se ha dado forma a una historia enorme, con todo tipo de especulaciones acerca de Satanás [«adversario», «opositor», «acusador»], el Demonio [«calumniador»], Lucifer [«portador de luz»], en calidad de un espíritu supremo del mal. Sin embargo [dando crédito a los profetas], estos pasajes se refieren en realidad a profecías contra las ciudades de Babilonia y Tiro. nota 2: La creencia en el Diablo como enemigo de Dios, espíritu maligno, tentador de la humanidad, es netamente un artificio mitológico. El Diablo sencillamente es parte de la naturaleza dual del mismo Dios bíblico, ya que los hebreos adoptaron la filosofía dualista persa con los poderes opuestos del bien [Ormuz] y del mal [Ahriman]. De hecho, el término «Diablo» proviene del hindú «devi», que significa «Dios». nota 3: Lucifer, «portador de luz», es una divinidad solar como lo indica su nombre; por esta razón se le llama «hijo de la mañana». En el nuevo testamento, Jesús [el hijo de Dios] y Lucifer son descritos como si fueran uno y el mismo, pues Jesús utiliza la expresión "Yo Jesús… soy… la resplandeciente estrella de la mañana" [Apocalipsis 22,16] para referirse a sí mismo.
Autor:
Ing. Allan AAA
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