Sinonimia y antonimia: estrategias discursivas empleadas por Hugo Chávez Frías
Enviado por Thays Adrián Segovia
- Consideraciones generales
- Presupuestos metodológicos que orientaron el trabajo
- Algunos fundamentos teóricos necesarios
- Las relaciones sinonímicas como mecanismo de legitimación/deslegitimación en el discurso de Hugo Chávez Frías
- La antonimia como estrategia ideológica de polarización
Consideraciones generales
El discurso político es un tipo de superestructura argumentativa que posee funciones comunicativas, sociales y pragmáticas y que tiene entre sus objetivos manifestar la postura propia –o del grupo– frente a los demás. Se le ha definido también como un tipo de texto que se propone persuadir, convencer, emocionar a través del uso de la palabra. Con este fin, la comunicación política recurre a diversas estrategias discursivas.
El análisis lingüístico del discurso político correlaciona las estrategias discursivas con la ideología explícita o subyacente en él. Al hacerlo, se evidencia que las ideologías afectan la semántica del discurso lo que se revela, muy especialmente, en la selección léxica. Un ejemplo de ello es el empleo de sinónimos y antónimos. Con los primeros se puede enfatizar en los rasgos positivos del propio grupo, los aliados, seguidores y amigos, o en los negativos del grupo ajeno, los enemigos, los oponentes.
La antonimia, por su parte, se utiliza como estrategia que permite legitimar al propio grupo y deslegitimar al contrario, marcar límites, valorar o denostar, destacar desigualdades. Analizar el uso de ambas estrategias discursivas, sinonimia y antonimia, en el discurso político de Hugo Chávez Frías, es el objetivo de este trabajo.
Presupuestos metodológicos que orientaron el trabajo
Ya se hizo mención del objetivo, en cuanto al corpus seleccionado consta de siete discursos orales. El primero de ellos emitido en enero de 1999, recién electo presidente de Venezuela y el último en enero de 2007, luego de su reelección.
Su análisis se llevó a cabo ubicando durante la lectura las relaciones de significado, específicamente sinonimia y antonimia, que se repiten en la formación discursiva constituida por la muestra. En tal sentido, los sintagmas, expresiones, términos, palabras o vocablos que se reiteren orientarán la interpretación. Este tipo de análisis –en opinión de Vasilachis (1997)- permite superar los límites de cada texto en particular pues el significado de cada uno de ellos se complementa con el de los otros y su interpretación rebasa sus propios límites. Además, al establecer redes semánticas se detectan con mayor precisión los modelos interpretativos de la realidad presupuestos por los hablantes.
Algunos fundamentos teóricos necesarios
El poder discursivo es el poder moderno (Van Dijk, 2004). En virtud de ello, el lenguaje no ha de ser visto como un instrumento neutro porque al utilizarlo se actúa sobre el texto y el contexto. Además, la producción de sentidos, las representaciones del mundo y de los hechos constituyen construcciones lingüísticas de los individuos. Los textos funcionan como recursos de poder y medios para su realización, entendiéndose aquí poder en términos de control (Van Dijk, 2000). Se actúa sobre el contenido global del discurso así como sobre su significado y los aspectos formales. Una vez que las personas aceptan "la ideología preferida, el poder discursivo se convierte en el más eficiente" (Van Dijk, 2004).
En la búsqueda del control a través del discurso, además del contexto y del texto, resultan importantes las estrategias discursivas que facilitan dirigir, indirectamente, las mentes de las personas (Van Dijk, 2004). Entre éstas se destaca el empleo de variedad de recursos léxicos cuyo análisis podría revelar no sólo posiciones ideológicas sino la intención de crear en los receptores los modelos mentales deseados. Dicho en otros términos, las estrategias discursivas influyen marcadamente en la formación, el cambio y la confrontación de ideologías.
Diversas estrategias discursivas se evidencian en el discurso de los actores políticos. A los fines de esta ponencia interesan las denominadas estrategias generales de persuasión y manipulación (Van Dijk, 2004), siendo una de ellas la selección léxica. Ideológicamente, el léxico resulta un medio obvio, pero poderoso, para manejar opiniones (Van Dijk, 2004). La selección léxica de sustantivos y adjetivos, y, en el caso que nos ocupa, de sinónimos y antónimos, contribuye a la legitimación de quienes forman parte de un grupo y la deslegitimación de los que se le oponen. Además de contribuir a polarizar los modelos mentales. A juicio de Van Dijk (2004), la polarización entre los pertenecientes a un grupo y los que se hallan fuera, organiza las ideologías fundamentales que subyacen a muchas representaciones sociales. En los párrafos siguientes se analizará el empleo de la sinonimia y de la antonimia en algunos discursos del presidente Hugo Chávez Frías, y se demostrará que se les emplea como estrategias ideológicas de polarización.
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