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El tremendismo de Camilo José Cela (página 2)

Enviado por Florencia Di Paolo


Partes: 1, 2

La crudeza bestial, la brutalidad detallada, la morbosidad minuciosamente desarrollada, la descripción de las más asquerosas intimidades cotidianas, el constante llamamiento a los horrores de las situaciones social-familiares de la época de una "España negra" (4) , son carta común en la baraja de atrocidades que conforman la obra tremendista de Cela.

El personaje protagonista se caracteriza por ser intrínsecamente miserable y desdichado. La obra ya es en sí una variada confesión de pecados, los cuales están pintados de un opaco arrepentimiento, y cuyas causas originales son una paleta de angustias y resentimientos preservadas desde la infancia. Las revelaciones más recónditas de este personaje, manchadas por una triste resignación, se remontan en motivos a la nefasta relación que tuvo con sus padres, más que todo con su odiada madre. La absoluta falta de contención en un hogar inexistente, con una figura paterna totalmente desdibujada, y un rencor materno inexplicable pero entendible, "deforman" la esencia de Pascual, resultando así en una "… mala índole…" (5) irreversible.

Si bien muchos niños son capaces de desarrollar una personalidad sana en situaciones de orfandad o malos tratos, es de saber popular el hecho de que el buen desarrollo de la relación madre-hijo es vital. Es el punto de partida para que éste pueda realizar la separación y reconocimiento de su "yo" y así ser capaz de relacionarse óptimamente con el mundo exterior produciendo uniones firmes, sólidas, sanas, coherentes y beneficiosas con la sociedad que lo rodea (6) .

"Cuando se enfurecía cosa que le ocurría con mayor frecuencia de lo necesario, nos pegaba a mí y a mi madre las grandes palizas por cualquiera la cosa, palizas que mi madre procuraba devolverle por ver de corregirlo, pero ante las cuales a mí no me quedaba sino resignación dados mis poco años. ¡Se tienen las carnes muy tiernas a tan corta edad!"

Consiguientemente, el factor del odio nato de Pascual hacia su madre podría ser considerado uno de los orígenes de su eterna desdicha y consecuente agresividad con el medio externo. Por esto, Pascual posee una cuota de crueldad y violencia considerables, cualidades que lo hacen tener ciertos arrebatos de violencia irracional (¿al fin y al cabo qué violencia es racional?), características del típico personaje tremendista.

El engrandecimiento de tales embates de ira produce una sucesión de muertes sin sentido entre las que se encuentran las de su cuñado ("El Estirao"), una yegua, una perra, Zacarías, y hasta el mismísimo matricidio. Para percatarse de lo indicado convendrá examinar una por una las violencias de que Pascual Duarte se va declarando autor. Por el orden en que se suceden en la historia; Pascual hiere a Zacarías en una disputa [cap. 8], mata a navajazos a la yegua que descabalgó a su mujer [9], mata con la escopeta a la perra Chispa porque le molesta su mirada [1], mata a "El Estirao" a golpes en lucha provocada [16], mata a navajazos a su madre [19] y remata al Conde de Torremejía.

De todas estas violencias Pascual sólo es auténtico responsable de dos, acaso de una sola. Los navajazos a Zacarías, por ciegos y numerosos que sean, obedecen a provocación: Zacarías, a altas horas de la noche y después de trasegar mucho vino, ha insinuado alguna suspicacia respecto a la boda de Pascual y Lola, y el que se cree aludido reacciona como hubiera reaccionado Zacarías en caso contrario. Se trata de una vulgar riña en la taberna, en la atmósfera de una aldea extremeña, de hombre a hombre o, mejor, entre machos.

La furia de Pascual se manifiesta de un modo semejante cuando, enterado de que su mujer ha abortado a consecuencia de un movimiento de la yegua, entra en la cuadra y clava la navaja repetidamente en el animal. Otra vez una reacción inmediata. Cuando un niño golpea rabioso una puerta porque no se abre, está cometiendo el mismo acto violentamente inocente que Pascual comete con la yegua. La violencia que sigue consiste en los disparos contra la perra.

Debido al hecho de que la madre y la mujer de Pascual lo tienen asediado a reproches por la muerte del hijo, aquel evitando atentar contra ellas, traslada su resentimiento a la perra, madre malograda también, símbolo femenino de ellas. Si las mujeres le tienen acorralado, cargando sobre él la culpa del malogro del niño, y si la perra, mirando a Pascual con mirada fría y escrutadora, penetra como añadiendo más reproches, no es de extrañar, dado el temperamento del sujeto, que vuelque su afán de represalia en el ser más accesible e insignificante.

En cuanto a "El Estirao", es el seductor y asesino indirecto de su mujer. "El Estirao" vuelve a provocarle ahora, viene a llevarse a Rosario, alardea y Pascual, aún va a perdonarle la vida; pero es entonces cuando el rival alude al amor que Lola debía de profesarle, y Pascual se ciega, sólo ve su deshonra y tiene que acabar con él. Queda el matricidio. La madre de Pascual reúne todos los defectos y no posee una sola cualidad buena: es mala esposa, adúltera, madre cruel e indiferente, alcahueta, discutidora, sucia y descuidada, borracha, entrometida, y no manifiesta nunca a Pascual el más mínimo amor, ni siquiera atención. Éste ha ido acallando en su conciencia las voces del odio. Ha asesinado ya a la madre imaginariamente y, para no hacerlo en la realidad, ha huido. Viendo amenazado su segundo matrimonio por culpa de ella, decide matarla, pero todavía vacila e incluso va a desistir de su propósito y sólo el hecho de que la madre despierte precipita la consumación del crimen. Pascual ve todas las calamidades de su vida cifradas en su madre, origen de su vivir, culpable de su venida al mundo. "¡Hijo desnaturalizado, sí, pero madre igualmente desnaturalizada!" (7)

Junto con otras actitudes (la escena de sexo con Lola, los arrebatos resultantes en asesinatos a inocentes), Pascual demuestra un carácter animalizado. Un temperamento salvaje llevado a su extremo, que se maneja únicamente por instintos. Su naturaleza se basa en actuar por meros impulsos que lo conducen a una personalidad dominada por exabruptos, ilógica y un automático impulso de desquite contra el agente de una molestia o herida (animales), pasando por la emocional venganza de honor contra el burlador.

Sólo al asesinar al Conde de Torremejía, Pascual ha encontrado por fin a un culpable distante. Lo ha encontrado, no en la familia particular, sino en la familia general, en la sociedad. Esto es también un objetivo de la obra del tremendismo: la crítica social. Ya desde el principio el protagonista manifiesta sutilmente su bronca hacia la brecha económica dentro de la sociedad. Ya al comienzo del relato se refiere Pascual a la casa del Conde, situada en la plaza del pueblo, cerca de la iglesia.

"Casa de dos pisos, con recibidor de azulejos y macetas, pero que, cosa rara para el capital del dueño que no reparaba en gastar, se diferenciaba de las demás en no estar enjalbegada su fachada, como hasta la del más pobre estaba: tenía en cambio aquel escudo vigilante que hemos dicho. Mi casa -anota luego Pascual- estaba fuera del pueblo, era estrecha y de un solo piso, como correspondía a mi posición…" (8) .

Las clases sociales aparecen así distinguidas brevemente: el pueblo pobre al margen y la nobleza y la iglesia en el centro, realzadas. También recuerda Pascual en esas páginas iniciales que su mujer decía que las anguilas del regato estaban "rollizas" porque comían lo mismo que don Jesús, sólo que un día más tarde.

"Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variamos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrébol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya." (9)

Estas afirmaciones podrían interpretarse desde distintos puntos de vista. Sin embargo consideraremos el punto de vista social como el más acertado. Si estas expresiones denotaran un pesimismo general, las flores, la felicidad, el arrebol y la colonia tendrían sólo un sentido alegórico y serían meras imágenes. Pero no parece que aquellas sean puras imágenes alegóricas, sino alusiones concretas a una diferenciación más social que moral. Entre el camino de las flores y las floridas macetas del recibidor de don Jesús, y existe una relación. La felicidad, el arrebol y la colonia son referencias concretas de las posesiones materiales de los más adinerados y afortunados en comparación a aquellos que viven bajo niveles de pobreza e indigencia.

Partiendo desde la base de que Pascual Duarte espera su ejecución desde la cárcel mientras narra sus memorias, todo lo relatado por este personaje tiene una connotación trágica. Los personajes asumen su papel con la crueldad que da la dureza del día a día sin saber, sin tan siquiera pensar, que puede volver a amanecer. La truculencia y la visión desolada del mundo narran un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de protagonista y por el ambiente. Como un nuevo pícaro, Pascual Duarte narra su biografía para que entendamos cómo ha llegado a ser un condenado a muerte. Su limitación intelectual, el destino que parece dominar la obra y el ambiente bárbaro e injusto convierten a esta criatura en un asesino víctima. La obra refleja un radical pesimismo, cercano al existencialismo (10) .

El tremendismo nos deja como conclusión que en la vida de las personas siempre existe un antes y un después, es decir, que si los personajes no hubieran sufrido esas calamidades, no se convertirían en lo que al final se convierten, lo que nos viene a decir que la persona es buena por naturaleza pero el medio en el que se desarrolla lo corrompe.

 

3. Conclusión

Pascual Duarte no es sólo una obra de corriente tremendista, sino que es la obra que dio surgimiento a dicho movimiento literario. Con esta obra, Cela inaugura la corriente tremendista de la posguerra, pues "La familia de Pascual Duarte" representa una ruptura con la atonía de la literatura española posterior a la Guerra Civil. Teniendo como componentes básicos de la obra tremendista (realismo extremo; personajes crueles, violentos, miserables, trágicos, animalizados; crítica social; post-guerra; antes y después en la vida del personaje), "La Familia de Pascual Duarte" es el ícono pleno de dicha corriente, e indiscutible maravilla cumplidora de su función de representación de un movimiento literario.

 

4. Bibliografía

  • Cela Camilo José, "Andanzas europeas y americanas de Pascual Duarte y su familia", Palma de Mallorca, 23 de agosto de 1960.
  • Cela Camilo José, "La Familia de Pascual Duarte", Ancora y Delfín, Buenos Aires, 1993.
  • Enciclopedia Hispánica, "Existencialismo", t. 6, Encyclopaedia Británica Publishers Inc, Barcelona, 1990.
  • Enciclopedia Hispánica, "Realismo", t. 13, Encyclopaedia Británica Publishers Inc, Barcelona, 1990.
  • Mahler Margaret, "Las Fases del Desarrollo Psicológico", Pleamar, Buenos Aires, 1982.
  • Marañón Gregorio, "Hacia un nuevo Realismo", Ínsula, Madrid, 1956.
  • Mata Andrés Hugo, "El Tremendismo", 1996, http: //perso.wanadoo.es/web_palabra/corrili.htm.
  • Sanabria Gloria, "Presencia de América en la Novelística de Camilo José Cela", Macchi, Rosario, 2001.
  • Sobejano Gonzalo, "Reaflicciones sobre La Familia de Pascual Duarte", cap. 1.2, Madrid, http: //www.xtec.es/~rsalvo/cela/dossier/1.htm.
  • Universidad de Navarra, "Estudios sobre Educación", http://www.unav.es/educacion/ese/.
  • Villan Javier, "Biografía, Palabra de Nóbel", en http://www.el-mundo.es/especiales/2002/01/cultura/cela/biografia3.html.
  • Virrey Liliana, "Resultado Artístico", http://www.xtec.es/~rsalvo/cela/dossier/desarrolloart/2.htm. http://www.interlecto.com.ar/especiales/existencialismo/biocela.shtml.

 

Notas

  1. Sobejano Gonzalo, "Reaflicciones sobre La Familia de Pascual Duarte", cap. 1.2, Madrid, http: //www.xtec.es/~rsalvo/cela/dossier/1.htm
  2. Mata Andrés Hugo, "El Tremendismo", 1996, http: //perso.wanadoo.es/web_palabra/corrili.htm
  3. Cela Camilo José, "La Familia de Pascual Duarte", p. 48, Ancora y Delfín, Buenos Aires, 1993. todas las citas fueron extraídas de dicha edición de la obra.
  4. "España Negra" se refiere a una España de los años 40 viviendo la incidencia de la guerra y de la posguerra. En literatura predominan los narradores de la generación de la guerra (Cela, Laforet, Delibes) y en algunos exiliados (Max Aub, Francisco Ayala) a partir de 1940.
  5. "La Familia de Pascual Duarte", Op.cit, p.15.
  6. Mahler Margaret, "Las Fases del Desarrollo Psicológico", Pleamar, Buenos Aires, 1982.
  7. "La Familia de Pascual Duarte", Op.cit, p. 130.
  8. "La Familia de Pascual Duarte", Op.cit, p.22
  9. "La Familia de Pascual Duarte", Op.cit. p. 21
  10. No se extenderá el tema "existencialismo" a fin de no desviar el objeto de estudio del análisis.

 

Florencia Di Paolo

 

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