Descargar

El tremendismo de Camilo José Cela

Enviado por Florencia Di Paolo


Partes: 1, 2

    1. Introducción
    2. Extraño interés por un sufrimiento repulsivo
    3. Conclusión
    4. Bibliografía

     

    1. Introducción

    En este trabajo nos proponemos analizar la obra de Camilo José Cela, "La Familia de Pascual Duarte" como punto de partida del movimiento literario denominado tremendismo. Debido a la perfección del recurso tremendista y a la originalidad de su estilo, lo consideramos tópico de alto interés para su análisis y posterior comparación.

    En un encuentro de estilos que surgen mayormente en la España de posguerra, dentro de los que podemos destacar el existencialismo, el extremo realismo, y el tremendismo justamente, "La Familia de Pascual Duarte" representa un símbolo indiscutible de todos estos y probablemente de muchos otros que el autor de este trabajo no será capaz de reconocer.

    Sin embargo (y sin intención de disminuir a los demás movimientos) identificaremos en la obra de Cela particularmente al tremendismo, debido al hecho de que es el factor principal de la calidad de primera clase del relato. El tremendismo consiste en un realismo crudo y exagerado, el cual puede ser observado en casi todas las páginas de la novela. Pascual es el índice de tremendismo más preciso de la literatura universal. La incidencia de la literatura en la cultura es considerablemente alta. Por ende, no cabe duda de que el objetivo del trabajo es de gran importancia a nivel cultural, literario y humano.

     

    2. Extraño interés por un sufrimiento repulsivo

    Al decir tremendismo hablamos de un realismo extremista, porque tiene una carga de violencia elevada, lo cual le otorga ese realismo del que hablamos. En lo referente a los personajes, son seres que viven en un ámbito de marginación y el tremendismo produce en ellos crueldad, violencia, un sentimiento de miseria que les provoca dolor y los lleva a estar angustiados, desencadenándose desenlaces trágicos.

    Esta acumulación de antivalores, da como resultado, personajes animalizados. En parte, esta animalización es usada por los autores tremendistas para exagerar aspectos de la vida real, aunque también es usada para que el lector se preocupe por la situación marginal de los mismos (1) . Por tanto, podemos afirmar que el tremendismo es una crítica social. Esta crítica, en momentos, llega a ser tal que roza con el humor negro, es decir, después de que el lector haya soportado tantas calamidades, pueden llegar a resultar graciosas.

    Es decir, esta corriente literaria es sinónimo de un afán de testimoniar los aspectos más tétricos de la realidad social mediante la descripción de escenas grotescas y violentas .

    Para explicar este movimiento literario nos hemos basado en "La familia de Pascual Duarte", ya que se ven, claramente, todas las características del tremendismo. Se ve una metáfora de la violencia, dolor y angustia que produce la transformación del personaje de verdugo en víctima, en un contexto con una crítica social de situaciones reales del medio rural español de la época.

    Pascual es un hombre, un "campesino" primitivo y brutal que en sus relaciones afectivo-familiares y con los vecinos del pueblo pone de manifiesto el realismo tremendista bajo un trasfondo de humor e ironía.

    • "Cuando nos abandonó no había cumplido todavía los diez años, que si pocos fueron para lo demasiado que había de sufrir, suficientes debieran de haber sido para llegar a hablar y a andar, cosas ambas que no llegó a conocer; el pobre no pasó de arrastrarse por el suelo como si fuese una culebra y de hacer unos ruiditos con la garganta y con la nariz como si fuese una rata: fue lo único que aprendió (…) tardó año y medio en echar el primer hueso de la boca y cuando lo hizo, tan fuera de sitio le fue a nacer que (…) hubo de tirárselo con un cordel para ver de que no se clavara la lengua. Hacia los mismos días, y vaya usted a saber si como resultas de la mucha sangre que tragó por lo del diente, le salió un sarampión o sarpullido por el trasero (con perdón) que llegó a ponerle las nalguitas como desolladas y en la carne viva por habérsele mezclado la orina con el pus de las bubas; cuando hubo que curarle lo dolido con vinagre y con sal, tales lloros se dejaba arrancar(…) Hasta que un día (…) un guarro le comió las dos orejas… tanta dolor daba el verlo sin orejas (…) ¡Pobre Mario, y cómo agradecía con sus ojos negrillos, los consuelos!" (3)

    Partes: 1, 2
    Página siguiente