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Las ballenas y los seres humanos: ¿Modelo para la gordura?

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

    1. Los límites del potencial evolutivo, como los vislumbra Olivia Judson en un reciente artículo en el NY Times
    2. En el caso específico de la gordura
    3. Bibliografía

    Como estudiante del problema de la obesidad y de otras enfermedades del comer — desde que comenzara mis estudios al respecto en Washington University con el Profesor E. James Anthony y mi colaborador Jack Lewis — nunca ha dejado de fascinarme la idea de, algún día, poder encontrar, la razón por la cual — comer sustancias — que supuestamente no engordan a todas las especies — hace seres enormes de algunas.

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    Ballena azul

    Recientemente, leí un artículo por Carl Zimmer en Recovery on line, en el cual este científico pondera el modo en cómo se alimentan las ballenas, enfocando especialmente en la más voluminosa de todas, la ballena azul (Balaenoptera musculus).

    He aquí parte de lo que Zimmer nos dice:

    "Las ballenas son los animales más grandes que han vivido en toda la historia de la Tierra. Las ballenas azules, las más grandes entre ellas, pueden llegar a pesar 160 toneladas — cerca el peso de 2000 hombres desarrollados. Los otros animales que le siguen en tamaño son asimismo ballenas. No existen langostas en este género, no almejas, no roedores.

    "Sólo ballenas.

    "Todos los miembros de esta especie se alimentan del mismo modo.

    "Tragan agua y la filtran a través de frondas en sus bocas, llamadas barbas de ballena. Casi todo lo que comen son camarones minúsculos e invertebrados pequeños.

    "Por esa razón, muchos científicos se han preguntado, cómo se las arreglan, incorporando alimento tan pequeño, para lograr ser tan enormes".

    Otros animales asimismo enormes, como son el elefante, el rinoceronte y el hipopótamo logran tamaños exorbitantes, viviendo exclusivamente de sustancias vegetales, sin contenido graso.

    Un ser humano, en una dieta semejante, perdería de peso.

    La evolución

    Ya que el 24 de este mes, se cumplió el primer sesquicentenario de la publicación de Darwin, El Origen de las Especies, sería apropiado explorar lo que la ciencia nueva que este libro despertó puede contribuir a nuestras inquietudes intelectuales.

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    Charles Robert Darwin (1809-1882)

    En su obra, Darwin enfatizó cómo la evolución por la selección natural, hace su trabajo, presentando una cantidad enorme de evidencias, que extrajo de todos los campos de la biología, de entonces, para explicar todos los patrones que observara en la Naturaleza.

    En esta entrada, mi propósito es tratar de entender, lo más que la teoría de la evolución pueda enseñarnos, de cómo la Naturaleza opera, cuando permite que seres humanos lleguen a acumular cantidades enormes de peso — que no son características de nuestro género — y qué propósito esta anomalía de la adaptación nos ofrece.

    Los límites del potencial evolutivo, como los vislumbra Olivia Judson en un reciente artículo en el NY Times

    Consideremos la siguiente paradoja.

    Cuando se conducen experimentos acerca de la evolución, en el laboratorio o en mundo real, se pueden producir cambios rápidos en los rasgos que los expertos desean producir en ciertos seres vivos.

    Podemos desarrollar caballos más grandes, perros muy pequeños, vacas que producen más leche, virus que medran a temperaturas muy altas, cereales que rinden más y, así sucesivamente.

    En otras palabras, en el laboratorio y en la agricultura, la evolución posee un potencial asombroso.

    Sin embargo, si existe ese potencial, ¿cómo se explica el hecho de que organismos siguen extinguiéndose en la Naturaleza?

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    ¿Exaptación, o mal adaptación?

    Puesto en otras palabras, ¿por qué la evolución continúa amainando?

    Esta pregunta importa hoy, más que nunca. Ya que nuestro género continúa cambiando el medio en que habitan la mayoría de los seres vivos en el planeta.

    Y, la velocidad con que lo hace, sigue aumentando.

    Para comprender los efectos que los cambios, por nosotros producidos, tendrán en el futuro, necesitamos saber con qué rapidez las diferentes criaturas pueden evolucionar para adaptarse a las alteraciones que hacemos en su medio ambiente.

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