Inteligencias múltiples. Cómo descubrirlas y estimularlas en sus hijos, Thomas Armstrong
Enviado por Ariadne Almira Escobar
- Las hojas de ejercicios: talentos y habilidades olvidados en las escuelas.
- Dificultades con el profesor.
- "aprendiendo a su manera"
- Ágil físicamente.
- El tablero interior.
- Enseñar con sentimiento.
- La cadena del aprendizaje.
- Grandes expectativas.
- Una actitud paciente.
- Las puertas de la percepción.
- La ecología del aprendizaje.
CAPÍTULO 1. LAS HOJAS DE EJERCICIOS: TALENTOS Y HABILIDADES OLVIDADOS EN LAS ESCUELAS.
El autor hace un análisis de cómo cada año se diagnostican a millones de niños con "Déficit de atención" (DDA) o "Déficit de atención e hiperactividad" (DDAH) cuando en realidad se trata de niños con maneras diferentes de aprender, que difieren de las tradicionalmente utilizadas en las escuelas.
Dado que "cada niño tiene una combinación única de inteligencias múltiples mediante las cuales aprende y que deben ser reconocidas y fomentadas"[1]; el autor sugiere que las escuelas y los padres se centren en las capacidades interiores de todos y cada uno de los niños, a través de la comprensión y promoción de la originalidad.
CAPÍTULO 3. PROBANDO PARA EL FRACASO: LA TRAMPA DE LAS PRUEBAS FORMALES.
La administración masiva de pruebas a los niños/as para determinar logros, aptitudes y cociente intelectual, data ya de aproximadamente más de siete décadas. En los últimos treinta años se han creado cientos de pruebas para diagnosticar discapacidades del aprendizaje, trastornos de déficit de atención y otros problemas especiales de educación.
Como sugerencia el autor propone algunas vías para "Evaluar las inteligencias múltiples":
Inteligencia lingüística: informes escritos y orales, poesía, ensayo, libretos de teatro, diálogos escritos.
Inteligencia lógico-matemática: experimentos, cuadros estadísticos, diagramas de Venn, programas de computador.
Inteligencia espacial: Dibujos, ensayos con base en fotos, murales, esquemas/diagramas, mapas mentales, vídeos.
Inteligencia corporal-cinética: Representación de papeles, teatro, danza, demostraciones, proyectos tridimensionales, exhibiciones.
Inteligencia musical: Canciones, rap, cantos, musicales, efectos de sonido, conceptualización musical (por ejemplo demostrar comprensión de un personaje de una novela a través de instrumentos de percusión o una presentación musical).
Inteligencia interpersonal: intercambio de ideas en grupo, enseñar a compañeros, (es decir, mostrar el conocimiento enseñándole al otro), debates, simulaciones de grupo, entrevistas.
Inteligencia intrapersonal: Llevar un diario, juegos de computadoras en que el niño escoge la velocidad, libros de recortes, proyectos independientes.
Inteligencia naturalista: Proyectos de ecología, uso de plantas o animales (o dibujos de estas) en la evaluación (por ejemplo, para la suma simple, sumar dos margaritas más dos pensamientos, para un total de cuatro flores), trabajo de campo, estudios de la naturaleza.[2]
En realidad la mayoría de los profesores preparan a los estudiantes para las pruebas, es decir, desarrollan un programa de actividades alrededor de lo que en el futuro será evaluado. El autor explica que ello se debe a que los docentes están más centrados en los resultados y percentiles a obtener, que en el enriquecimiento intelectual de los niños/as.
La evaluación, tanto en la escuela como en la casa, debe convertirse en una experiencia educativa que apoye al niño/a, por ejemplo: si quiere comprobar su lectura, se sugiere no realizar la prueba formal de lectura, mejor pídale al niño que lea informalmente su cuento favorito. Así este aplica el aprendizaje de manera concreta y no desconectado de su vida. En resumen, "mientras más formas diferentes se utilicen para permitirle al niño que demuestre su destreza, más posibilidades tendrá de acceder al verdadero éxito". [3]
CAPÍTULO 4. DIFICULTADES CON EL PROFESOR.
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