Valoración de las ideas rectoras de la Educación Superior Cubana: el papel de los docentes
Enviado por Evandro Hernández
Valoración de las ideas rectoras de la Educación Superior Cubana: el papel de los docentes
En el contexto de la Batalla de Ideas que promueve la dirección de nuestro estado, la universidad se transforma de modo radical, abandonando los viejos esquemas de enseñanza y ampliando sus horizontes con el objetivo de llegar a toda la población. Algunas de las características generales que debe cumplir esa universidad, en correspondencia con la misión, son las siguientes:
La primera de ellas es su carácter científico, tecnológico y humanista de todas nuestras instituciones de educación superior. El enfoque profesionalizante de este sistema educativo, signado por el mercado del trabajo, que obliga a muchos países a calificar aceleradamente a los estudiantes en lapsos de tiempo cada vez más breves, y acto seguido lanzarlos a una competencia brutal por su subsistencia, no caracteriza nuestra realidad.
En su lugar, la universidad cubana centra su atención principal en la formación de los valores que deben caracterizar a ese profesional para que pueda servir del mejor modo posible a su país, atendiendo, desde el contenido de cada carrera, cómo se van formando esos rasgos de su personalidad. De hecho, tanto en su concepción teórica, como en su real materialización en el proceso de formación, la labor educativa y político ideológica constituye la idea rectora principal de la educación superior cubana, la estrategia maestra principal.
Unido a ello, la universidad cubana presta singular atención a la formación investigativa de sus estudiantes, integrando al proceso de formación acciones concretas que lo preparen para desempeñarse con un alto nivel de independencia, creatividad y dominio de los métodos de la investigación científica, lo que igualmente está presente de modo esencial en cada currículo.
Un tercer aspecto, de igual significación que los anteriores es la integración que se logra actualmente entre la universidad y la sociedad, que se expresa en la posibilidad de que los estudiantes universitarios cubanos, en todas sus carreras, dediquen una parte importante de su tiempo de estudios a desarrollar habilidades y competencias profesionales en diferentes entidades laborales, productivas y de servicios, a todo lo largo y ancho del país. Ese nexo, que gradualmente se desarrolla y consolida, caracteriza una de las ideas rectoras principales de la educación en Cuba: el vínculo del estudio con el trabajo.
Pero el rasgo distintivo fundamental de la universidad cubana actual, el que connota de un modo esencial y preside con su riqueza conceptual e innovadora todo lo que hoy hacemos, es la etapa actual de la universalización de la educación superior.
Estas características determinan el importante papel de los docentes, el que debe estar acorde con las mismas, el docente está en la obligación de interiorizar y asumir con gran responsabilidad los cambios y transformaciones que se introducen en la educación superior, debe adaptarse a esos cambios; Cambiando él mismo, para poder impulsarlos, debe convertirse en un abanderado consiente de esas transformaciones.
El papel de los docentes en el contexto de la universalización de la educación superior es preponderante, tiene la gran responsabilidad de la formación de profesionales con una amplia preparación científica, tecnológica y humanista, mediante una labor educativa y político ideológica acorde con la idea rectora principal de la educación superior cubana y su estrategia maestra principal, ya que se requiere que ese profesional este comprometido concientemente con las ideas y postulados de nuestra sociedad socialista e ideológicamente preparado para asumir los retos socialistas en el contexto actual y saber defender apasionadamente y con un amplio arsenal teórico esas ideas.
Los docentes están llamados a formar un profesional capaz de desarrollar una amplia y profunda labor investigativa y aplicar los resultados de la misma en la solución de los problemas de la comunidad y con ello los de la sociedad toda.
Si tenemos en cuenta que la universidad es en esencia la sociedad misma, como un laboratorio natural con sus contradicciones y desarrollo, por lo tanto abarca un espacio que no está constreñida a una instalación docente. Con una manera nueva de entender la categoría de profesor y de estudiante; muy ajeno a cualquier concepto elitista y discriminatorio, que incluye a todos los actores de este trascendental cambio, formulando una cultura de aprendizaje acorde a estos nuevos tiempos con igualdad de derechos y oportunidades, donde todos aprenden a conocer, todos aprenden a ser, todos aprenden a hacer, todos aprenden a vivir juntos, a vivir con los demás y todos aprenden a desaprender lo obsoleto, lo que ya no es válido y con la utilización armoniosa de la dialéctica, responden a las exigencias de la sociedad socialista actual,
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