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GEOGRAFÍA
Jamaica es una de las Antillas Mayores, la tercera del mar Caribe, en el golfo de México. Se halla a medio camino entre Cuba y La Española.
Muy montañosa, la isla está cubierta de una exuberante vegetación tropical. De este a oeste la isla es atravesada por una inmensa cordillera que ocupa las dos terceras partes del territorio. Hacia el este se eleva el Monte Azul (2.256 metros), la máxima altura del país. Jamaica presenta una amplia variedad de paisajes desde alta montaña a valles, cascadas, llanuras y paradisíacas playas y bahías. Entre los ríos, sólo es navegable el Black en parte de su curso. Esta diversidad le hace albergar algunos de los más bellos paisajes del Caribe y la dotan de una rica y variada flora y fauna tropical.
Jamaica es un país bastante pobre que vive sobre todo del turismo, atraído por su historia, bellos paisajes y carácter de sus gentes.
La palabra Jamaica está asociada casi inconscientemente con la música reggae y los rastafaris. No obstante, muchos no saben que el rastafarismo es una religión, mezcla de creencias africanas y bíblicas, fundada en los años veinte por Marcus Garvey.
Los rastafaris siguen esperando a aquél que, tras el Armagedón o batalla final entre el bien y el mal, les devuelva a la tierra prometida. Mientras, dejan crecer sus dreadlocks o rastas y fuman marihuana. Los rastas copian los peinados de los guerreros africanos y, contrariamente a la opinión popular, no son producto de la suciedad, sino de no peinar los cabellos crespos típicos de la raza negra. Este proceso se lleva a cabo desde que los rastafaris se inician desde su juventud como 'nattydreads', con rastas aún cortas.
La marihuana o 'ganja', la hierba sagrada de Salomón, no se usa con fines recreativos, sino que es una forma de comunicar con jah o dios. Todo buen rastafari la consume y la cultiva, mientras lucha contra la nefasta influencia de los 'bald-heads' (sin rastas) que sirven a Babilonia, mientras esperan a un líder que les conduzca de nuevo a Etiopía, cuya bandera (roja, verde y amarilla) adorna casas y ropas.
La música y el baile son elementos fundamentales de la cultura, fuertemente negra, de la isla. Desde el calypso, el ska, el dub o el archiconocido y extendido reggae, Jamaica entera se mueve al son de estos ritmos de origen africano. Sobre nombres tan reconocidos como los de The Wailers, Pete Tosh, Burning Spear, Third World, Jimmy Cliff o Lee 'scratch' Perry sobrevuela el de Bob Marley, auténtico icono jamaicano.
Se convierte en portavoz del tercer mundo, de la miseria, la explotación y las injusticias, mezcla en sus letras múltiples referencias al rastafarismo, religión que profesaba
La bandera que utilizan está compuesta por los colores verde, que representa el futuro y la fuerza agrícola, amarillo, la luz del sol y la riqueza natural del país, y negro, que simboliza la fuerza y creatividad del pueblo jamaicano.
La música reggae, parte indisoluble de Jamaica, puede disfrutarse a lo grande en julio y agosto, cuando se celebra el festival Reggae Sunsplash en Ocho Ríos y el Reggae Sumfest en Montego Bay. También el Carnaval, tras la Pascua, es una buena ocasión para bailar y beber ron. En Navidad tiene lugar el Jonkanoo, un desfile de máscaras originario de África occidental y que tiene lugar desde los días de la esclavitud.
El calor y la humedad son las notas características de esta zona caribeña de temperaturas constantes. Clima tropical, caluroso y muy húmedo en ocasiones, aunque en el interior de la isla es mucho más templado. No se recomienda visitar Jamaica entre junio y noviembre debido a la posibilidad de huracanes.
Para visitar Jamaica es imprescindible el pasaporte y el billete de ida y vuelta. No es preciso un visado para estancias inferiores a 30 días. Otro requisito es demostrar suficiente presupuesto para la estancia en la isla. Es necesario rellenar en el avión los impresos de declaración de aduanas.Para más información, se puede contactar con la Oficina de Turismo de Jamaica en España:
Avenida Pau Casals, 408021 BarcelonaTfno: 93 2011385Fax: 93 2018657
La embajada de España en Jamaica se encuentra en su capital, Kingston:
10th floor, The Towers, 25Dominica DirveKingston 5Apartado Postal: Embassy of Spain. P.O.B. 8506.-C.S.O. Kingston. Jamaica W.I. Tfno: 929 67 10, 929 85 75 y 920 16 50Fax: 929 89 65 y 968 81 10 e-mail: [email protected] e-mail: [email protected]
La moneda oficial es el dólar jamaicano (jay). No obstante, lo mejor es viajar con dólares americanos en cheques de viaje y cambiar en bancos, casas de cambio y hoteles. Debe conservar los recibos ya que a su salida del país si quiere cambiar el dinero sobrante se los exigirán. Las tarjetas de crédito son normalmente aceptadas. En general, Jamaica es un país relativamente barato. Un alojamiento de gama media sale por unos 40 dólares estadounidenses al día, y una comida decente por 15. El Gobierno grava un 15% las habitaciones de hotel y las cuentas de restaurantes. Suele dejarse una propina del 10%, si bien en algunos locales ésta ya está incluida. En los mercadillos es habitual el regateo.
A la isla puede llegarse tanto en avión a los aeropuertos de Kingston o Montego Bay, por ejemplo a través de la compañía aérea Air Jamaica, como en barco desde otras islas cercanas. Una vez allí hay varias opciones de transporte. Existen vuelos domésticos a los principales puntos tanto en avión como en helicóptero, buena opción para trayectos largos, si bien cara. Alquilar un coche es una buena opción, aunque poco económica. Las carreteras no son muy buenas y los conductores locales tienen mucho temperamento. Se precisa ser mayor de 21 años y tener carné y tarjeta de crédito. Los taxistas son también buenos guías y sale algo más barato que alquilar un automóvil, pero hay que fijar el precio antes de subir porque la mayoría carecen de taxímetro. Los autobuses jamaicanos llevan a casi todos los puntos del país por poco dinero, pero son lentos, van siempre repletos y no tienen horario fijo.
Los que se alojen en grandes hoteles o resorts tienen el traslado desde el aeropuerto al hotel gratis.
La cocina jamaicana es una mezcla de cocina caribeña con elementos africanos, españoles y británicos. Abundan los platos de cerdo, pollo, pescado y marisco, sobre todo langosta, todos bien especiados y condimentados. La base de la mayoría de recetas son el arroz, las judías, las patatas, el plátano verde frito y las tortas de harina de trigo o maíz. Un plato muy tradicional es el bacalao con ackee, una fruta autóctona cuyo sabor se asemeja al de los huevos revueltos y que suele tomarse para el desayuno. Los almuerzos son a base de sopas y platos de arroz, judías y carne o pescado, como las tiras de cerdo a la brasa con pimienta y bayas o carne y pescado marinado. De postre nos esperan deliciosas frutas tropicales: plátano, mango, coco, piña, maracuyá u ortanica, un híbrido autóctono de naranja y mandarina. Para beber, es tradicional el ron o el Tia Maria (licor de café). También hay cervezas y zumos. El café Blue Mountain, de gran prestigio y fuerte sabor y aroma, es original de Jamaica.
No es una isla especialmente peligrosa en lo que se refiere a enfermedades y las condiciones sanitarias son buenas. Se debe tener cuidado con el sol, que puede llegar a ocasionar ampollas (los rayos son más fuertes de lo que se puede imaginar), y aprovisionarse de repelente de mosquitos.A aquellos visitantes que procedan de un área infectada por la fiebre amarilla, se les exigirá un certificado de vacunación para entrar en la isla. Recuerde hacerse un buen seguro médico antes de partir ya que cualquier intervención o consulta puede resultarle costosa.
Jamaica es un país pobre donde el índice de delincuencia es alto, en especial en suburbios de Kingston como Downtown, West y Spanish Kingston, donde las armas de fuego son habituales y las mafias imponen su ley. De sobra está decir que conviene evitarlas. El resto de la capital y Downtown Montego Bay pueden visitarse, pero con precauciones.
Los mercadillos de Jamaica están llenos de tentadoras mercancías. Desde ropa a abalorios, parafernalia rasta, camisetas, mecheros y todo tipo de objetos con la cara de Bob Marley, tallas en madera, brazaletes y colgantes, pipas para marihuana, casettes y cedés con música reggae, ska o calypso… Eso sí, están repletos de gente y a menudo hay que regatear, con lo que comprar puede resultar una experiencia agotadora.No puede volver de Jamaica sin adquirir una de sus famosas tallas representando los coloridos y pintorescos autobuses, realizados con un encantador estilo naif. Las pinturas son también una compra común. Un buen regalo es una botella de ron o Tia Maria, café Blue Mountain o puros.
La pesca submarina por toda la costa es una de las actividades más atractivas; entre las capturas más comunes están la 롧uja azul련en Port Antonio se celebra un trofeo anual), el pez vela, el atún 뷡hoo묠el delfín y el bonito. También se pueden practicar el surf y el windsurf, si bien los maravillosos fondos marinos de Jamaica y la limpieza de sus azules aguas son perfectos para el buceo. El golf es habitual en los lugares más turísticos como Montego Bay. Los amantes de los pura sangre podrán practicar la equitación en las montañas o en las playas y tomar clases de monta, salto y polo. El mejor centro ecuestre del Caribe lo encontrarán en Chukka Cove, cerca de Ocho Ríos
Aquí debemos destacar al conocido velocista Ussain Bolt
Usain St. Leo Bolt (21 de agosto de 1986 en Trelawny Parish, Jamaica), apodado "Lightning Bolt" (relámpago), es un atleta especialista en velocidad, campeón mundial y olímpico de 100 y 200 m lisos, y el hombre más rápido de la historia hasta el momento.
Destaca de los demás atletas por su físico, pues posee una altura de 1,96 m y un peso de 86૧.
Ostenta actualmente las plusmarcas mundiales de los 100 m lisos, con una marca de 9,58 s conseguida el 16 de agosto de 2009; y los 200 m lisos, con un tiempo de 19,19 s, obtenido el 20 de agosto de 2009, ambas logradas en el Mundial de Berlín.
Kingston
Si bien lastrada por su fama de ciudad sucia y peligrosa, y aunque muchas zonas no pueden visitarse por su peligrosidad, este puerto capital del país ofrece algunos alicientes. La mayor parte de los turistas se concentran en Nuevo Kingston, una zona segura llena de hoteles y restaurantes. Aquí se debe visitar el Museo Bob Marley, ubicado en el estudio donde grabó muchas de sus míticas composiciones. También los bellos jardines botánicos Hope y Castleton y la casa Devon están aquí.Los que se aventuren en el downtown, al sur, en la zona bañada por el Caribe no deben perderse Port Royal, antiguo hogar de piratas como Morgan. Si bien fue parcialmente destruido por un terremoto en el siglo XVII, aún conserva bellas y pintorescas casas, iglesias y el Fuerte Charles, donde está la Casa del Mareo, torcida por un seísmo. En Kingston Mall está la Galería Nacional de Arte, con obras de los más reputados artistas plásticos de Jamaica.Si bien hay que visitarlo con precaución, Spanish Town es uno de los barrios más antiguos y bonitos de Kingston. Capital durante la ocupación española, fue casi arrasado por los ingleses, que después la reconstruyeron manteniendo el sabor español, patente en la Plaza con sus blancos edificios o la fachada de la Casa del Rey. En Martin Street está Cecil's Restaurant, uno de los más concurridos. Trenchtown era y es un suburbio pobre, deprimido y peligroso, que sin embargo vio nacer el reggae de manos de Bob Marley, que lo nombra en canciones como 'No wona, no cry' o Pete Tosh.
Montañas Azules
Cerca de la capital, en la parte oriental de la isla, se halla esta bella cordillera recubierta de bosques tropicales entre la niebla donde se cultiva el café Blue Mountain, uno de los mejores del mundo. Lo mejor es ir de excursión en 4×4 desde Kingston y patear la zona, llena vegetación, aves y pequeñas cascadas y lagunas. Los más entrenados pueden probar a ascender los más de 2.000 metros del Middle Peak.
Ocho Ríos
Paradisíacas playas, pintorescos pueblos, naturaleza en estado puro, afables gentes… Todo esto y mucho más es Ocho Ríos, al norte de Jamaica, uno de los lugares más visitados de la isla por representar la esencia del Caribe en estado puro. Los amantes de la playa tienen un buen surtido de lugares de arena blanca y aguas cristalinas donde tomar el sol, bucear o tomarse un daiquiri. Turtle Beach, Dolphin Cove o Reggae Vibes son algunas de las mejores playas. La playa James Bond es visitada por personalidades de la moda, la música o los negocios, por lo que los precios son prohibitivos. Pero para los que deseen algo más auténtico y característico de la isla, tanto Ocho Ríos como los pintorescos pueblos y aldeas circundantes ofrecen historia y cultura local. Brown's Town, Santa Ana, Moenague u Oracabassa son algunos de ellos. En Nine Mile nació y está enterrado el icono nacional y estrella del reagge Bob Marley. Su mausoleo puede visitarse y a menudo están allí familiares y amigos.
A tres kilómetros de Ocho Ríos se encuentra la atracción más visitada de Jamaica, Dunn's River Falls. Esta pendiente de 180 metros rodeada de bosque tropical donde el agua fresca cae en innumerables cascadas que crean pequeñas piscinas naturales. En Santa Ana están las Cuevas Green Grotto, refugio de esclavos huidos durante el siglo XVIII. De fácil acceso, suponen un bello espectáculo con sus estalactitas y estalagmitas y el lago interior.
Montego Bay
En la esquina noroeste de Jamaica se halla el centro turístico de Montego Bay, diseñado a la medida del turista occidental. Hoteles de lujo, restaurantes, animada vida nocturna, tiendas, campos de golf, playas, excursiones en 4×4 o a caballo… Todo lo necesario para vivir unas maravillosas y perfectamente impersonales vacaciones.
Cockpit Country
Desde Montego Bay hacia el interior se extiende esta meseta casi deshabitada de espesa vegetación, abundante fauna y casi inexploradas cuevas sólo recomendable para espíritus muy aventureros por sus escarpados caminos, en los que hay que abrirse paso a machetazos. Se puede llegar en autobús hasta los pueblos de sus riberas, desde donde lo mejor es alquilar un helicóptero para tener una visión panorámica del conjunto.
Negril
Este destino turístico en el extremo occidental de Jamaica combina a la perfección las comodidades de los resorts con el encanto local. Hoteles de lujo se combinan con mercadillos de artesanía y puestos de brochetas de cerdo entre preciosas playas y encantos naturales poco dañados. Las puestas de sol son todo un espectáculo.
Port Antonio
Durante el siglo XIX los ricos comerciantes y terratenientes de la isla construían en este pueblo costero del oriente, detrás de las Montañas Azules, sus preciosas casas de recreo. Hoy, la mayoría, excepto la perfectamente conservada y amueblada Demontevin, las demás se hallan en un estado semiruinoso que les proporciona un decadente encanto. Muy cerca nos espera una de las maravillas naturales de la isla, el Lago Azul, cuyas aguas de un profundo tono azulado se comunican con las del Caribe entre palmeras y macizos de flores tropicales. Nadar y bucear en ella no sólo está permitido, sino que es casi una obligación no perderse la experiencia.
Costa sur
La costa sur es una de las más bellas y vírgenes de Jamaica. Si bien existen alojamientos y restaurantes que garantizan al turista ciertas comodidades, en general la explotación es mínima. La Costa del Tesoro, llamada así por haber sido refugio de piratas en los siglos XVII y XVIII, está plagada de bahías y de solitarias playas coralinas. Aunque se puede probar suerte y buscar alguno de los tesoros piratas que se dice aún quedan enterrados en esta zona, es más probable ver tortugas marinas desovando en las playas que encontrar el tesoro de Morgan. Yendo hacia el oeste nos topamos con Alligator Pond, un típico pueblo encajonado entre la bahía y las dunas donde bucear y nadar en los Cayos Arenosos.
Las Montañas de John Crow o John Crow Mountains
Son una cadena de montañas en Jamaica. Se extienden paralelamente a la costa este del norte de la isla, limitado al oeste por la ribera del Río Grande, y se une con el extremo oriental de las Montañas Azules en el sureste. El punto más alto alcanza un poco más de 1.140 metros.
Fosa de las Caimán
La fosa de las Caimán, es una compleja zona de falla transformante que posee una pequeña elevación divergente en el lecho marino de la zona oeste del mar Caribe entre Jamaica y las islas Caimán.
La fosa forma parte de la frontera tectónica entre la placa Norteamericana y la placa del Caribe.
Se extiende desde el Paso de los Vientos, cruzando al sur de la Sierra Maestra en Cuba hacia Guatemala. El accidente geográfico continúa en tierra firme, allí se lo denomina falla de Motagua que atraviesa Guatemala y se penetra en el Océano Pacífico donde interseca la zona de subducción de la fosa Mesoamericana. Esta fosa es relativamente angosta y corre en dirección este-noreste a oeste-suroeste.
La fosa posee una profundidad máxima de 7,686 metros; siendo el punto más profundo del mar Caribe. Dentro de la fosa existe una elevación submarina que se desarrolla lentamente en dirección Norte-Sur que podría ser el producto de una falla de aproximadamente 420 kilómetros de longitud montada sobre la falla principal.
Durante el Eoceno la fosa alojaba una zona de subducción que formó el arco volcánico de la Cordillera de las Caimán y el terreno volcánico de la Sierra Maestra en Cuba al norte al desplazarse en dirección noreste la placa del Caribe sufrió una subducción a lo largo de la microplaca Cubana (Sigurdsson).
La película de ciencia ficción The Abyss, (filmada en 1989), está ambientada en las profundidades de esta fosa
Cayos de Morant
Los Cayos de Morant son un grupo de islas a 51 kilómetros al sureste de Punta Morant en la isla principal de Jamaica. Se trata de uno de los dos grandes grupos de islas pertenecientes a este país, (los otros son los Cayos de Pedro). Constan de cuatro pequeños islotes agrupados estrechamente a lo largo del borde sureste del Banco de Morant formando un extenso banco de coral en forma de media luna de más de 7 km de largo, pasando de los 1000 m. El área del Banco de Morant es de aproximadamente 100 km⮠Cayos Morant son bajos, en su mayoría deshabitados, estacionalmente visitados por pescadores, y frente a arrecifes sobre los que el mar rompe constantemente. Las islas tienen escasa vegetación y son criaderos de aves marinas y constituyen zona de anidación de tortugas marinas.
Autor:
Natalia Llorens