Formación de Valores Profesionales en la Educación Superior (página 2)
Enviado por Mabel Mar�a Palomino Regueiro
Resulta necesario enfatizar el papel y lugar de la orientación educativa en el proceso de formación de valores desde un enfoque personológico.
Se asume la definición de orientación educativa ofrecida por la Dra. Clara Suárez quien la define como un proceso en el que se movilizan los recursos personales y sociales de los sujetos y grupos participantes en la identificación de las contradicciones que emergen en la situación y en el que se promueve la búsqueda de alternativas para su solución.
Desde esta definición puede explicarse la necesidad de concebir el proceso de formación de valores tomando como marco referencial la concepción de aprendizaje grupal.
La orientación educativa en ese contexto a partir de la finalidad expuesta anteriormente debe caracterizarse por:
* Estimular el intercambio de ideas, criterios y opiniones en relación con los valores que se necesita potenciar, de manera que contribuya al desarrollo de las unidades valorativas y de orientación en el grupo.
* Promover el desarrollo de los valores en cada uno de los miembros del grupo desde la potenciación del desarrollo de la autoestima, la autovaloración y la autoeducación a partir del conocimiento de las posibilidades de realización personal y las condiciones reales para materializarlos.
* Estimular el crecimiento personal de los sujetos, el desarrollo de la autonomía y la capacidad para decidir y determinar su propio sistema de valores, evitando la alineación desde la adopción de un sistema de valores con carácter formal expuesto desde fuera.
* Estimular y descubrir los intereses, necesidades, aspiraciones, ideales de los sujetos, como sustento esencial sobre la base de la cual se construyen o se configuran los valores.
La orientación educativa en el proceso de formación de valores profesionales está dirigida, ante todo, a potenciar un aprendizaje desarrollador en los sujetos, en tanto se dinamizan las relaciones inter e intrasujeto. Constituye un proceso complejo en el que confluyen procesos interactivos, procesos subjetivos y procesos socioculturales desde los que se producen una orientación hacia la profesión.
Desde esta perspectiva los valores que se determina jerarquizar son:
Amor a la profesión.
Compromiso social de la profesión.
Responsabilidad.
Principales consideraciones que fundamentan estos valores
1. Amor a la profesión:
En la propuesta que se realiza el amor a la profesión constituye valor esencial y permanente alrededor del cual se integran todo un conjunto de valores; constituye un elemento importante en la configuración de la motivación profesional a partir de la atracción, de la relevancia, del sentido personal que tiene para el sujeto su profesión.
En este sentido constituye la piedra angular alrededor de la cual se despliega y se desarrolla toda la actividad del profesional en sus diferentes contextos.
La realidad actual en la profesión, revela las insuficiencias que han existido en este aspecto en el proceso de formación de los profesionales, motivado por diferentes causas que han sido abordadas en otras investigaciones.
Al decir de Martí "el amor es el lazo de los hombres, el modo de enseñar y el centro del mundo", por ello se considera que deben ante todo amar a sus discípulos y a su profesión.
Este valor no puede ser entendido al margen del sistema motivación al del sujeto; sin amor a la profesión no es posible una conformación real de planes y proyectos profesionales en el sujeto. A través de él se expresan los mecanismos de identificación y empatía hacia la profesión.
Tales elementos llevan a situar en un primer plano la necesidad de contribuir a la formación del amor a la profesión. Este valor significa:
Amar al hombre, desde un enfoque humanista que implica alta sensibilidad humana.
Identidad profesional
Alegría profesional
Orgullo profesional
Competencia y desempeño profesional exitoso.
Compromiso social de la profesión
Asumir la profesión en toda su dimensión e intencionalidad significa comprender su propia esencia.
El análisis del objeto de trabajo de la profesión y los problemas profesionales que el trabajador debe resolver como expresión de las exigencias y demandas de la sociedad revelan el compromiso social de la profesión. Se trata entonces de asumirla desde la perspectiva de lo que aporta a la sociedad, partiendo del encargo social.
En la medida en que el compromiso social hacia la profesión deviene en motivo, que se configura en el sistema motivacional del sujeto, pasa a constituir un valor que ha de asumido por el profesional.
Este valor constituye expresión de la conciencia de la necesidad social de la profesión para el sujeto, a partir de un análisis reflexivo de su contenido.
Compartimos el criterio del Dr. Carlos Álvarez de Zayas (1992, 1996) cuando plantea que es evidente que la relación sociedad – universidad no debe ser explicada desde la dimensión de las ciencias particulares ; no es tampoco un problema exclusivamente pedagógico, sino que también es un problema de formación de valores y convicciones sociales.
Cuando se analiza el compromiso social de la profesión como valor se incluyen los siguientes elementos:
Identificación con los problemas y demandas sociales a resolver en la profesión.
Búsqueda de alternativas de solución a los problemas, con carácter cada vez más creativo.
Superación constante.
Compromiso con la formación y desarrollo de la personalidad.
Asumir como valores de la profesión los expuestos anteriormente, exige, necesariamente, una actitud responsable del profesional.
Responsabilidad
En la medida en que el trabajador tome conciencia, asimile como necesidad el cumplimiento de los deberes de la profesión y de las tareas, bien individuales, bien colectivas, y responda por los resultados de sus actos y de su labor, de manera que sienta satisfacción por lo que hace, en esa misma medida la responsabilidad, entendida como valor, ocupará un lugar importante en el sistema de valores asumidos por el profesional. En resumen, alcanzará la categoría de valor aquello que resulte altamente significativo y gratificante. Este valor expresa el nivel volitivo del sujeto quien es capaz de autorregular su actuación conforme a las metas que desea alcanzar en el ejercicio de su labor profesional.
Estos tres valores están estrechamente concatenados, vinculados de manera orgánica, resultando difícil establecer límites entre unos y otros; en este sentido su proceso de formación se va dando de manera integrada como un sistema de configuración en la motivación profesional del sujeto.
Conclusiones
La formación de profesionales en Cuba se ha caracterizado por ser un proceso continuo de transformaciones dirigidas al perfeccionamiento en la preparación del personal, en el que se han manifestado como regularidad las exigencias en su formación en correspondencia con las necesidades y demandas sociales y que ha tenido en su esencia la formación político – ideológica y ética del profesional, desde la eticidad predominante en cada período histórico, existiendo un nexo genético entre los valores de la profesión que se necesita potenciar en los estudiantes y los que se encuentran en las concepciones éticas y la práctica de los profesionales cubanos del siglo XX.
El sistema de valores profesionales constituye parte orgánica de la ética de la profesión y en él se expresa la orientación ideológica que sustenta la labor del profesional cubano en las actuales circunstancias, desde su identificación y reafirmación profesional.
Bibliografía
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5. ________________. Intervención en la Audiencia Pública de la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre la formación de valores en las nuevas generaciones. Material mimeografiado (La Habana). – 14 – 4 – 1995.
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9. Intervención en la Audiencia Pública de la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre la formación de valores en las nuevas generaciones. Material mimeografiado (La Habana). – 14 – 4 – 1995.
Autor:
Mabel María Palomino Regueiro
Alina Leyva Martínez
Raúl Domínguez Puebla
Sede Universitaria Bayamo
Dirección Postal: General García S/N. Municipio Bayamo. Provincia Granma.
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