El municipio de Turbo ubicado en la región costera de Urabá en el departamento de Antioquia, Colombia, tiene muchas historias por contar alrededor de su patrimonio histórico-cultural que a lo largo de los últimos 10 años ha tenido poca visibilizacion a nivel local.
Este es el caso de un cañón colonial encontrado en sus aguas hace cerca de 40 años. Este es en término de su historia, un bien de interés cultural que debe ser valorado y rescatado de la desidia en que se encuentra actualmente.
A continuación se cuenta su historia de acuerdo a las investigaciones adelantadas en los últimos dos años.
Desde 1960, tras el hallazgo en la bahía pisisi de tres cañones coloniales, se encuentra uno de ellos en el parque Gonzalo Mejía que en los últimos cuatro años por el abandono público se encontraba tirado detrás del parque como un objeto más.
Debido a que las características de este cañón colonial indican que está enmarcado dentro del denominado patrimonio cultural arqueológico, en la subcategoría del patrimonio subacuático. El pasado 8 de mayo este objeto del patrimonio histórico y arqueológico de turbo fue ubicado dentro del parque Gonzalo Mejía como primera medida ara dar inicio a su recuperación y rescate.
Para ello, se tiene previsto presentar ante el concejo una propuesta que declare por acuerdo municipal al cañón colonial como patrimonio de esta localidad y de destine el presupuesto correspondiente para su instalación en una parte central del parque. En ese sentido se invita a la ciudadanía turbeña a opinar y tomar acción para determinar el lugar propicio para su ubicación.
De la misma manera se pretende dirigirse ante el instituto de antropología e historia de Colombia, ente encargado de la protección del patrimonio arqueológico, para solicitar, en primera instancia, un peritaje de pertenencia patrimonio arqueológico y posteriormente registrar el cañón colonial como pieza arqueológica.
Se anota la importancia de adelantar indagaciones que permitan dar certeza sobre la ubicación o procedencia actual de los otros dos cañones coloniales que hasta el momento no se sabe con certeza en qué lugar del país se hallan.
Para mayor información se pide consultar la ley general de cultura (397 de 1997) que dispone las políticas y procedimientos para la conservación, difusión y salvaguardia del patrimonio cultural en miras de su apropiación social. En específico, en esta misma perspectiva, el articulo 6 expone que "Son bienes integrantes del patrimonio arqueológico aquellos muebles o inmuebles que sean originarios de culturas desaparecidas, o que pertenezcan a la época colonial, así como los restos humanos y orgánicos relacionados con esas culturas…". [1]
Y como parte de este patrimonio arqueológico, se encuentra el patrimonio cultural sumergido, o subacuático, y a él se dedica el artículo 9 que dice:
Pertenecen al patrimonio cultural o arqueológico de la Nación, por su valor histórico o arqueológico, que deberá ser determinado por el Ministerio de Cultura, las ciudades o cementerios de grupos desaparecidos, restos humanos, las especies náufragas constituidas por las naves y su dotación, y demás bienes muebles yacentes dentro de éstas, o diseminados en el fondo del mar, que se encuentren en el suelo o subsuelo marinos de las aguas interiores, el mar territorial, la plataforma continental o zona económica exclusiva, cualquiera sea su naturaleza o estado y la causa o época del hundimiento o naufragio. Los restos o partes de embarcaciones, dotaciones o bienes que se encuentren en circunstancias similares, también tienen el carácter de especies náufragas."[2]
En ese sentido, el cañón colonial se enmarca más específicamente en lo que se denomina especies naufragas al haber sido parte integrante de una embarcación, recordando que, por sus características, es una pieza de artillería naval.
Igualmente, en la ley de patrimonio cultural (1185 de 2008) define que " El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la lengua castellana, las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las costumbres y los hábitos, así como los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, es-tético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico."[3]
De aquí se puede argumentar que el cañón colonial, dado que es patrimonio subacuático, y que guarda un interés tanto histórico como arqueológico, se constituye como patrimonio cultural de la nación y "De conformidad con los artículos 63 y 72 de la Constitución Política, los bienes del patrimonio arqueológico pertenecen a la Nación y son inalienables, imprescriptibles e inembargables
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, podrá autorizar a las personas naturales o jurídicas para ejercer la tenencia de los bienes del patrimonio arqueológico, siempre que estas cumplan con las obligaciones de registro, manejo y seguridad de dichos bienes que determine el Instituto."[4]
En esa misma línea, las acciones tendientes a rescate del cañón colonial se desarrollaran con el objetivo de inducir/motivar al reconocimiento de nuestro patrimonio y gestionar su difusión y puesta en valor ya que el patrimonio cultural en general se debe fortalecer desde lo local al ser parte integrante de nuestro desarrollo socio-cultural, reflejo de nuestra historia y por ende testimonio nuestra existencia como pueblo, comunidad o grupo social que inscribe sus memorias en un territorio en específico.
Desde la casa de la cultura, a través del sistema de información cultural y dentro del área de patrimonio se está apuntando a la consolidación del conocimiento del patrimonio cultural en Turbo y en ello es de gran importancia que la ciudadanía en general se movilice en pro del rescate y valoración de la cultura porque está en la manos de todos como ciudadanos apropiarnos y reconocer como se ha configurado el territorio en que vivimos y en construir y escribir la historia como comunidad o pueblo para conservar nuestra memoria sin esperar que sean personas externas que vengan a definirnos y dar una caracterización de lo que somos ya que somos quienes estamos llamados a definir nuestra identidad y una manera de hacerlo es señalar los lugares , objetos , prácticas y manifestaciones que nos permiten hablar de una historia común, en un lenguaje común.
En esa línea son muchos los llamados a hacer arte de la conservación y difusión de nuestro patrimonio cultural, uno de estos son los medios locales que abren la puerta a la ciudadanía para un mayor conocimiento y participación en el fortalecimiento de la cultura.
Hallamos también a las autoridades locales y represéntales como los concejales secretario de gobierno, policía y personería, como los educadores de las distintitas instituciones educativas.
La casa de la cultura como entidad que promueve a nivel local los procesos culturales tiene dentro de su misión promover y difundir el patrimonio cultural como factor importante para fortalecer nuestros valores culturales y proyectar nuestra identidad cultural.
Pero esta principalmente en los ciudadanos, portadores de la historia, la tradición procurar que la memoria que nos constituye como pueblo no se eche al olvido, y se logre consolidar las identidades de nuestra localidad aquellas que lo hacen ricos y diferentes, que ayudan a recrear una imagen de comunidad y a reconocernos en nuestra diversidad.
De ésta manera, el patrimonio cultura conlleva a una lectura de lo que somos y de que tanto nos valoramos, esto se ve reflejado en nuestro sentido de pertenecía por lo que tenemos; el patrimonio Cultural no es de unos pocos nos pertenece a todos y frente a ellos tenemos una responsabilidad en común.
Se anexa la normativa nacional e internacional que sustenta legalmente la búsqueda de la declatoria del cañón como patrimonio cultural histórico y arqueológico de turbo, y demás acciones para su conocimiento y valoración.
Reseña histórica del cañón colonial en el municipio de Turbo
La Bahía Turbo, o Bahía Pisisí, fue refugio de barcos mercantiles, negreros y piratas de Inglaterra, Francia y Holanda durante más de 247 años(1540-1787); vinieron a competir con los españoles que fundaron a santa María del Darién y aliados con los indígenas cunas combatieron contra un enemigo común: España
En estos barcos traían mercancías que intercambiaban con los indígenas por la concha de la tortuga carey.
Con los cañones que tenían en sus barcos y las flechas venenosas de los cunas, los piratas, especialmente, lucharon contra los españoles y ante tal resistencia para poblar o colonizar esta parte del golfo prohibieron llegar a este, trasladando su conquista al otro lado donde fundaron a santa María del Darién.
Pasado el tiempo, ya para la década de los 40"s, en el año de 1945 se construye el caño el waffe, para ello se hizo necesario la pala grúa la canaliza operada por Teodoro altamar quien hizo el canal del waffe y en varias oportunidades le toco recabarlo; canalizo la parte baja del rio turbo y recabo, y en una de esas oportunidades, en 1960, saco del hoy caño puerto tranca, antes del puente, donde quedaba el verdadero waffe y del lado donde está en la actualidad el parque Gonzalo Mejía , tres cañones coloniales de los cuales uno se halla en el parque y los otros dos se lo llevo el doctor Virgilio barco Vargas cuando era ministro de obras públicas del gobierno del doctor Alberto lleras Camargo. Algunos dicen que uno de estos cañones está en el zoológico santa fe de Medellín, y el otro, al parecer está en un parque de Bucaramanga.
En el parque Gonzalo Mejía quedaba la casa de la cultura y en su primer piso "el museo el hombre del Darién", habían unos monumentos en honor a Gonzalo Mejía quien hizo la carretera, y allí visible estaba el único cañón que quedo en turbo.
Para el 2005, se comenzó la modernización de este parque y la casa dela cultura fue trasladada para la Lucila y todo lo que contenía el museo fue dado a la universidad de Antioquia por parte del historiador Luis Vélez Arias; como en este barco construyeron un barco, colocaron sillas nuevas y unas pequeñas chozas y atrás de estos se ubicó el cañón colonial como monumento histórico señalando a la bahía, poco tiempo después se cayó la baranda del barco, y sumado a las lluvias el cañón colonial cayó al suelo de donde se levantó en varias ocasiones y sin embargo permaneció por más de cuatro años a la deriva a punto de volver de donde lo sacaron.
Para el 8 de mayo del 2012 con ayuda de una retro excavadora y luego de una reunión con algunas autoridades locales, en cabeza de la casa de la cultura, se trasladó en horas de la tarde al cañón colonial del suelo, detrás del parque, en donde se encontraba, hacia dentro del parque Gonzalo Mejía con miras de recuperarlo y lograr preservarlo como un patrimonio histórico y arqueológico de la localidad.
Autor:
Aciria Robledo Rentería
Gestora cultural.
[1] García chaves, catalina y del Cairo hurtado, Carlos. La situación del patrimonio en Colombia y su relación con la arqueología. Fundación tierra firme. 11pags. Consultado en www.fundaciontierrafirme.com
[2] Ibíd.
[3] Ley 1185 de 2008 por la cual se modifica la ley 397/97 y se dictan otras disposiciones
[4] Ibíd.