Estudio descriptivo retrospectivo para caracterizar las infecciones nosocomiales en pacientes egresados con dicho diagnóstico del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital General Milanés, en Bayamo, Granma, entre junio del 2003 y junio del 2004. Se estudiaron las variables; edad, sexo, procedencia, estado nutricional, estadía, tipo de lactancia, gérmenes aislados, tratamiento suministrado y procederes invasivos utilizados.
Se utilizaron medidas de estadística descriptiva. Predominaron los lactantes masculinos, bien nutridos y que no habían recibido lactancia materna exclusiva. La larga estadía, el Estafilococo coagulasa negativo, el tratamiento con cefalosporinas y aminoglucósidos y la utilización de procederes invasivos estuvieron dentro de los resultados más relevantes.
Las Infecciones Nosocomiales (IN) o Intrahospitalarias (IIH), son aquellas que se desarrollan en un Hospital y que no estaban presentes o incubándose en el momento del ingreso.Pueden manifestarse clínicamente o ser descubiertas durante cirugía, procederes, o estar basadas en el criterio clínico. Se incluyen aquellas que por su período de incubación se manifiestan posteriormente al alta hospitalaria.
Estas infecciones son conocidas desde los nosocomios más primitivos, mucho antes de la era de la bacteriología, son clásicas las descripciones del pus azul o verde en las heridas o llagas y que ahora se conoce que son producidas por Pseudomona. Ya en pleno siglo XIX, James Young Simpson demostró que la mortalidad en ciertos pacientes quirúrgicos, como los sometidos a amputaciones eran más elevadas en los enfermos atendidos en hospitales que en los que permanecían en sus casas (1).
La importancia de las infecciones adquiridas en el hospital fue resaltada por varios médicos y cirujanos ilustres; después del empleo de antibióticos, se llegó a pensar que estas podían ser totalmente erradicadas, sin embargo no ocurrió así, sino que experimentaron un aumento cualitativo y cambios etiológicos sustanciales de forma gradual, pero ininterrumpida hasta la actualidad (2)
Las infecciones adquiridas en las instituciones hospitalarias constituyen un problema de salud a escala mundial, por su creciente frecuencia, su repercusión negativa sobre la salud de la población y el sensible incremento de los costos de la asistencia médica. Su impacto es tal que actualmente son consideradas como un indicador de calidad de la asistencia médica en los hospitales. Se calcula que aproximadamente la mitad de ellas son infecciones que se producirán a pesar de todas las precauciones (3)
La aparición de las infecciones Intrahospitalarias está condicionada por un medio especial que proporciona el hospital muy diferente al exterior, donde hay interacción de agentes morbosos con el hombre y el ambiente, con la influencia del personal médico, paramédico y otros factores que debían haber actuado para restablecer al enfermo y no para empeorarlo. Todo ello agrava la salud del paciente hasta llevarlo incluso a la muerte, prolongar su estadía y elevar el costo de forma considerable, tanto por el gasto de recursos humanos como materiales (4).
Las infecciones nosocomiales están determinadas por una serie de factores propios de paciente como son: edad, sexo, estado nutricional, padecimientos crónicos, estados de inmunodeficiencias congénitas o adquiridas y otras relacionadas con la Medicina Moderna, lo cual trae consigo la introducción de sofisticadas técnicas invasivas necesarias para el diagnóstico o el tratamiento de diversas patologías, entre las que podemos mencionar: el cateterismo vascular, hemoterapia, ventilación mecánica artificial (VMA), aspiración de contenidos corporales a través de sondas entre otras.
Todos estos constituyen factores de riesgo que conducen conjuntamente al relajamiento en el cumplimiento de las normas de asepsia y antisepsia y a la aparición de estas infecciones (1,5)
Los microorganismos que causan IIH pueden provenir de una fuente endógena cuando se trata de la flora del propio paciente, o de una fuente exógena si parte del personal de salud o de otros enfermos, en este último caso son denominadas infecciones cruzadas.(6)
A mediado del siglo XIX, el Estreptococos del grupo A, era considerado como el mayor agente causante de los problemas nosocomiales, en los siguientes 50 ó 60 años, cocos gran positivos, particularmente Estreptococos spp y Staphylococcus aureus, fueron los de mayor preocupación, esta situación culminó con las pandemias de 1940-1950. En la década del 70 la Pseudomona Aeuriginosa y Enterobacterias se convirtieron en sinónimos de infección Nosocomial (7)
El Staphylococcus Coagulasa Negativo (ECN) y dentro de ellos el Staphylococcus Epidermidis, fueron considerados durante mucho tiempo comensales avirulentos de la flora normal del paciente, en los últimos años se han destacado como productores de IN, llegando a encontrarse entre los de mayor aislamiento, sobre todo en aquellos pacientes con dispositivos permanentes que actúan como cuerpos extraños (8).
La Klebsiella y el Enterobacter son responsables del 60,0% de las contaminaciones extrínsecas de soluciones endovenosas en México, las cuales representan el 5 por ciento de las IN en dicho país (9).
A las infecciones Intrahospitalarias no están solamente expuestos los pacientes ingresados, sino también todos los trabajadores de la salud y principalmente los que tienen contacto directo con el enfermo, su sangre u otros de sus fluidos, se han descripto casos de adquisición del VIH, Hepatitis B, Sarampión, Varicela, Parvovirus B19, Rotavirus y Tuberculosis, baja estas circunstancias deben extremarse las medidas establecidas por los programas de prevención y control y llevar a cabo la inmunización del personal de riesgo, como es el caso de la vacunación contra la Hepatitis B, la cual ha tenido resultados positivos (10-13).
Informaciones obtenidas en el ámbito mundial manifiesta que del 5 al 10% de todos los pacientes ingresados adquieren una Infección Nosocomial, lo que se corresponde con unos dos millones de infecciones al año; con una prolongación media de la estadía de tres días por cada una de ellas, incrementándose el costo de forma significativa hasta mil millones de dólares anualmente y la mortalidad de forma importante por tratarse de muertes potencialmente prevenibles (14).
Existe un reporte que de los 35 millones de personas ingresadas anualmente en Estados Unidos de América, 17 millones desarrollan IN con un costo de 100 millones de dólares. En Brasil mueren 40 millones de ciudadanos por esta causa, por su parte en el Reino Unido se ha reportado que el costo asciende aproximadamente a 100 millones de libras esterlinas.(15). En México un cálculo bastante conservador reporta 40 muertos por cada 100 mil habitantes, atribuidos a las infecciones nosocomiales (16).
En Cuba desde la década del 70 se dieron los primeros pasos en la vigilancia epidemiológica de las IIH, programa en el que se han logrado avances significativos (17).
En estudios realizados en un período que abarcó 10 años (1989-1999) sobre infecciones nosocomiales, se detectó una tasa global que osciló de 2,6 ? 3,4 por cada 100 egresados, dado por el reporte de 50 mil afectados; las cifras más elevadas se reportaron en los hospitales especializados 8,0%, seguido de clínicas quirúrgicas 3,7%, servicios de cirugía, medicina, y unidades de cuidados intensivos (UCI), siendo las infecciones más diagnosticadas las respiratorias, de heridas quirúrgicas y de piel (18).
En una UCI de Santis Spíritus durante dos años el costo de los pacientes infectados representó el 5,23% del gasto total del servicio, ascendiendo hasta $30 923,60, lo que hubiese sido suficiente para cubrir el funcionamiento de 40 días en esta área (19). Pérez González en 1996 al analizar el costo que producían estas infecciones concluyó que el producido por antibióticos fue de $6 704,30 y por sobreestadía $62 933,70, lo que representa que un paciente con infección nosocomial cueste $698,38 por encima de lo esperado (4).
El Programa Nacional de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias reportó en Pediatría tasa de incidencia en 1998 (2,5), en 1999-2000 (2,4), el 2001-2002 (2,0), en 2003 (1,8), y el 2004 (1,4) por 100 egresos,los cuales se han mantenido sin variación (17).
En la Provincia Granma en los últimos años las Infecciones Nosocomiales se han comportado de la siguiente forma: 1998 (2,8), 1999 (2,5), 2000 (1,8), 2001 (2,1), y el 2002, 2003 y 2004 (2,0), como apreciamos al comparar estos datos vemos una tendencia al descenso en las tasas (20).
En la UCI del Hospital Pediátrico Docente de Manzanillo "Hermanos Cordové" se produjeron en 1998 (2,8), 1999 (3.2), 2000 (3.6), 2001 (2.4), 2002 (2.6), 2003 (2.2) y 2004(2.0) (21). Mientras que en el hospital objeto de estudio éste indicador ha alcanzado tasas en 1998 (2,3), 1999 (0,3), 2000 (1,3), 2001 (1,5), 2002 (1,8), 2003 (1,6), y 2004 (2,0) (22).
Las Unidades de Cuidados Intensivos son las más afectadas con esa problemática, producto a las características de los pacientes que en ellas ingresan, de los procedimientos invasores que se realizan tales como: la traqueotomía y las disecciones venosas centrales las cuales no deben ser practicadas de forma rutinarias si se disponen de medios más apropiados, además de los antibióticos usados para tratar las enfermedades que ponen en peligro la vida del paciente, modificando así la flora del huésped, predisponiendo a la colonización con bacteria resistente a múltiples fármacos.
Además la concentración de pacientes en intima proximidad con otros predispuestos a similares infecciones crea una situación en que una enfermedad infecciosa adquirida por un paciente puede ser fácilmente trasmitida a otros presentes en la misma unidad, todo esto conlleva a reportar tasas de infección Intrahospitalaria tres veces superiores al resto de las áreas (23-25).
La Infección Nosocomial en UCI según estudios realizados en Estados Unidos es cinco veces mayor que en las salas en general, con índices que oscilan de 19,0 a 28,0 por cada 100 egresados (26).
Por su parte Aguirre en un estudio multicéntrico realizado en UCI del Hospital Pediátrico de Villa Clara detectó tasa de incidencia de 17,2 a 56,3 por cada 100 egresados (27).
Por la repercusión negativa de las infecciones intrahospitalarias sobre los indicadores de morbilidad y mortalidad infantil, nos anima el deseo de conocer algunos aspectos del comportamiento de este fenómeno en este tipo especial de paciente, que ayuden a valorar la toma de medidas efectivas para la prevención y control de las infecciones nosocomiales y sus inevitables consecuencias. De esta forma contribuir al logro de la aspiración universal del hombre, al bienestar, en el que la salud en su sentido más amplio tiene una decisiva función, así como restaurar la salud de nuestros pacientes para incorporarlos en el menor tiempo y en las mejores condiciones posibles a la sociedad.
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