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Mercados emergentes y crisis financiera internacional (página 2)


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El nuevo gobierno, resultante de una alianza entre partidos políticos con eje en la UCR y el Frepaso (en adelante, Alianza) heredó una situación económico – financiera sumamente compleja. En los últimos años del segundo período del presidente Menem, se había expandido el gasto público, ampliando el déficit fiscal y deteriorando el crecimiento de la economía.

Se proveía a la economía nacional los capitales necesarios pero a través del endeudamiento externo. Ante esta situación si se reducía el déficit fiscal se reducía también el ingreso de capitales. Si se mantenía el déficit fiscal crecía el endeudamiento externo y aumentaba la desconfianza sobre la solvencia fiscal, de esta manera que también los capitales se irían. Todo parecía ser un juego de suma cero.

Pero había una cuestión importante que dividía las opiniones: el tipo de cambio.

La mayoría de los economistas consideraba que el tipo de cambio estaba atrasado, sobrevalorado, por lo tanto no facilitaba las exportaciones del país. Pero la discusión pasaba por si era prudente o no modificarlo (devaluación acordada, programada), incluso algunos se negaban a discutir en público la cuestión.

Un grupo más que reducido planteaba la necesidad de devaluar el peso y eliminar la caja de conversión para así recuperar la posibilidad de tomar decisiones en materia de política monetaria. Obviamente todo esto también redundaría en una nueva reforma del funcionamiento del Banco Central de la República Argentina a los efectos de recuperar funciones y atribuciones perdidas.

Crisis y "solución final": el blindaje financiero.

El blindaje no resolvía el estancamiento argentino, alertaban otros que, si no se tomaban medidas que impulsaran la inversión y el empleo, la ayuda extraordinaria podría apenas servir para renovar las deudas del 2001 y evaporarse a través de una fuga de capitales.

El socorro financiero llegaba a la Argentina porque en el 2001 vencían deudas públicas y privadas por unos 23.000 millones de dólares y había que financiar un déficit fiscal de 7.000 millones. Todo esto en el contexto de crecimiento de las tasas de interés para los llamados países emergentes.

El blindaje en este contexto de deuda externa, servía como reaseguro de que Argentina pagaría en el 2001 los servicios de la deuda. La clave era que la Argentina no tuviera que recurrir a ese préstamo especial porque hacia fines del 2001, la historia volvería a repetirse en condiciones agravadas.

En primer lugar, el blindaje argentino se produce antes del estallido de la crisis. Ésta perspectiva destaca que las operaciones de salvataje parecen ir apuntando cada vez con más claridad a evitar la propagación de los efectos desestabilizadores en los mercados financieros y a resguardar a los acreedores de eventuales cesaciones de pagos que pudieren declararse.

El blindaje consistió para la Argentina, en un cronograma de aportes financieros por un valor de 40.000 millones de dólares, compuesto por fondos del FMI, de otros organismos y entidades financieras internacionales y de gobiernos del grupo del G – 7, con los que se esperaba afrontar el pago de la deuda de 2001.

La ayuda financiera asociada al programa contaba con la siguiente composición: 14.000 millones del FMI, 5.000 millones del BM y del Banco Interamericano de Desarrollo, y 1.000 millones del gobierno de España. Los 14.000 millones de dólares del FMI, correspondían a una cifra del 520 % de la cuota argentina en el organismo, en sí misma elevada considerando con el límite normal de la cuota (300 %) que un miembro puede utilizar de los recursos del FMI, de acuerdo a su nivel de aporte. De acuerdo con el FMI, el paquete de rescate también incluía cerca de 20.000 millones de financiamiento del sector privado.

Es importante tomar en cuenta que la ayuda no era tan amplia como parecía. En realidad, sólo fueron garantizados 10.000 millones de dólares del FMI que se concretarían a medida que el gobierno iba cumpliendo sus promesas.

Con respecto a los aportes del BM y el Banco Interamericano de Desarrollo, se destinarían a fines ya determinado no vinculados con una posible baja de las tasas de interés, uno de los objetivos principales del blindaje.

Porcentaje deuda pública y deuda privada sobre la deuda externa; y evolución de

La deuda total (en millones de dólares).

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Endeudamiento, déficit fiscal y déficit oculto

(En millones de dólares).

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Procurando de esta manera emitir señales de tranquilidad para el resto de los operadores financieros, se buscaba evitar que las condiciones de incertidumbre derivaran en un comportamiento "en manada" (sheep) de los tenedores de activos financieros en busca de zonas más confiables, lo que comúnmente se denomina "vuelo hacia la calidad" (flight to quality).

Con este préstamo excepcional, si los acreedores insisten en cobrar una tasa de interés alta, el gobierno podía usar el crédito del FMI, que tiene una tasa de interés más baja (un 8 % promedio) y cancelar los vencimientos de la deuda.

Argentina y los intereses de la Deuda Externa

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Argentina, relación entre la intermediación financiera y el PBI.

(En %)

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Se buscaba una disminución de las tasas de interés y un descenso del riesgo – país. Es importante destacar que la liberalización financiera y el desarrollo de mercados de bonos aumentaron la importancia de las clasificaciones del riesgo país.

El cambio sistémico internacional y su impacto en la relación Argentina – FMI

Los atentados ocurridos el 11 de septiembre de 2001, que a nuestro entender cierran la década de los noventa, entendida ésta como la del triunfo del "capitalismo y la democracia", golpearon las perspectivas de la economía global y la economía argentina ya en dificultades.

Con los atentados se da un cambio en la agenda de los Estados Unidos. Se dejará así definitivamente la "agenda de cooperación" iniciada en la era Clinton y se pasará a una "agenda de seguridad" que hasta el momento caracteriza a la administración republicana

Este cambio de agendas sobrevino cuando la Argentina presumía la llegada del tiempo para comenzar a indagar en la reestructuración de la deuda, "quizás la única receta capaz de ayudar a reanimar la economía deprimida desde hace tres años".

Los efectos del 11/9 se extendieron más allá de la economía estadounidense. En su rápida desaceleración Estados Unidos arrastra al resto de la economía global. Por ejemplo, Singapur y Taiwán, dos de las economías más exportadoras del mundo, comunicaron que su producción económica había caído un 5,6 % y 4,2 % en el tercer trimestre de 2001.

El sector financiero fue aquel que se sintió más afectado por el impacto generado por los ataques terroristas. Especialmente debido a que el incremento de la recesión en la economía estadounidense redujo el capital disponible para la inversión y el sector más afectado fue el constituido por los mercados emergentes. El aumento del riesgo, y la caída de las ganancias hicieron que estos mercados fueran especialmente vulnerables a los recortes tras los ataques.

Los atentados del 11/9 golpearon duramente a nuestro país. Siendo Argentina un país que dependía de la entrada de capitales para poder sobrevivir y sin credibilidad por parte de los mercados financieros internacionales, sufrir una disminución de los flujos de capital fue un retroceso que agravó la difícil situación. "Para la Argentina, las posibilidades de lograr más ayuda externa para canjes de deuda será ahora más difícil de obtener".

Tampoco nuestro país podía beneficiarse de una posible reorientación de la inversión externa de América Latina, debido a que las empresas argentinas no forman parte de las cadenas de producción verticalmente integradas con el mercado norteamericanos que vuelve a México.

Es en este contexto que, en noviembre de 2001, llegó una nueva visita del FMI al país y tras el análisis de las nuevas condiciones, decidió suspender el financiamiento.

Acuerdos con el FMI. Año y Monto.

(En millones de dólares).

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  • 1. El juego de las opciones y las diferencias

Lo importante del caso argentino es extraer lecciones de lo que se debe hacer o no en materia financiera, y de los riesgos que acarrea la conjunción apertura de capitales y tipo de cambio fijo. El "caso argentino" demostraría, finalmente, la inconsistencia de una paridad cambiaria fija que restaba anualmente competitividad general a la producción exportable y que sumada a una acelerada apertura comercial, facilitó el ingreso por importaciones de bienes y servicios que deterioraron progresivamente el aparato productivo doméstico y ahondaron el desequilibrio de la balanza de pagos.

  • 2. El legado de la crisis

Los efectos internos sobre nuestra economía fueron de una gravitación tal que pronto se constituyeron en la "peor crisis del país".

En lo que respecta a las quiebras empresariales, de un total que oscilaba en el año 1989 en el orden de las 700 quiebras anuales, se llegó a más de triplicar ese número, mostrando en los años 1999 y 2001, totales de 2.438 y 2.696 quiebras, respectivamente.

"El caso argentino es único en la historia contemporánea ya que ningún otro país occidental, produjo tamañas regresiones sin entrar en guerra. En efecto, la Argentina, ubicada justo detrás de las grandes potencias a principios de siglo XX, inaugura el XXI en una posición bien lejana de las mismas. Lo llamativo en nuestro caso es el proceso de descomposición profunda y el retroceso continuo a pesar de ciertos paréntesis que lograron provocar ilusión. Pareciera que hubiéramos recorrido todo el espectro de las recetas y las ideologías, pasando a menudo de un extremo al otro".

La caída de la Argentina no fue en silencio, desde este punto de vista no se puede comparar con la caída de la URSS, país que para Waltz desapareció no sólo como potencia sino también como país calladamente.

Argentina permanece unida como país, pero de poco servirá si no logramos un estado de resiliencia, entendida como la capacidad de recuperar las propiedades iniciales aún después de duras pruebas. "La resiliencia consiste en lograr extraer vida de una situación desesperada". Debemos lograr extraer esas condiciones de resiliencia, aún "si la realidad resulta inconcebible, entonces debemos forjar caminos inconcebibles". Esta es tan sólo la "simple" tarea de los argentinos unidos.

CONCLUSIÓN

De acuerdo al resultado de la investigación se pueden dar las siguientes conclusiones:

  • El análisis del caso argentino, a la luz de las experiencias mexicana y asiática, nos deja la sensación que ninguno de los países emergentes puede declararse a salvo de las consecuencias potenciales de la inestabilidad que caracteriza a las corrientes internacionales de capital financiero y de sus efectos en los eslabones más débiles del sistema.

  • Estos países tendrán que dirigir sus políticas a reducir su vulnerabilidad frente a las crisis financieras. En la medida que uno tras otro, los mercados emergentes opten por encontrar soluciones de manera unilateral, no se podrá lograr un cambio en el sistema financiero internacional.

  • No todos los países que están bajo presión financiera internacional enfrentan una única y misma tipología de crisis, por lo tanto, las soluciones no son inequívocamente las mismas, pero esto no implica que no puedan ser conjuntas con el fin de mejorar el sistema en su totalidad.

  • Los mercados financieros son intrínsecamente inestables. El carácter estructural de esta inestabilidad plantea la necesidad de una voluntad política para remediarlo. Una voluntad política verdaderamente democrática logrará reducir la inestabilidad estructural del sistema.

  • El neoliberalismo, y los modelos que de él emanan, se han demostrado, y se están demostrando, como insuficientes para un desarrollo en el sentido más cabal del término. Con los modelos neoliberales se analiza al estado en términos de cantidad y no de calidad.

  • El caso argentino, fue el último y más duro de estos golpes. Cada uno de estos golpes adquiere características particulares. Aún nuestro caso puede ser considerado una crisis de funcionamiento en lo que respecta al sistema capitalista, pero a la vez pareciera arrojar a la luz la característica patológica del sistema mismo.

 

 

Autor:

Isabel Rivero

Krisbeylis Mata

Eliecer Gil

Yenny Martínez

Profesor:

MSc. Ing. Iván Turmero

República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Politécnica

"Antonio José de Sucre"

Ingeniería Industrial

Cátedra: Ing. Financiera

Sección: M1

Puerto Ordaz, Enero 2015

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