La mosca común como agente portador de microorganismos infecciosos en restaurantes
Enviado por Pablo Castelblanco
La mosca doméstica ha sido catalogada por diferentes instituciones como un agente causal de diferentes enfermedades, afectando directamente a los seres humanos y animales. Debido a su constante movilidad, contacto frecuente con materia séptica y a su asociación con microorganismos, tiene la capacidad de actuar como un vector mecánico de bacterias, hongos y parásitos patógenos. Siendo esto de gran riesgo debido a que en el expendio de comida pública en Colombia se da comúnmente la interacción de la mosca y los humanos. Sin embargo, en la literatura nacional sobre el transporte de microorganismos por parte de esta especie es poca o nula. El presente estudio busca realizar una revisión sobre los posibles agentes infecciosos que pueden ser transportados por Musca domestica, en restaurantes populares al Sur de Ibagué, donde concurre frecuentemente esta especie; durante el mes de Diciembre del 2017 se realizarán las respectivas colectas establecimientos previamente escogidos y entre los meses de Enero y Abril del 2018 se llevarán acabo los análisis de laboratorio y teóricos, con el fin de confirmar la presencia de microorganismos causantes de enfermedades.
Dentro de la cotidianidad de los colombianos encontramos la frecuente interacción de la rosca y los humanos, especialmente en servicios de alimentación a pesar de las recientes medidas de seguridad e higiene que deberían practicarse en este tipo de establecimientos. En el ámbito mundial la incriminación de las moscas como vectores de agentes patógenos se ha aumentado desde hace muchos años (Quinceno et al., 2010).
La presencia de moscas en zonas próximas a núcleos humanos representa un serio riesgo sanitario y medio ambiental. La fuente de origen de las infecciones se relaciona, principalmente, con niveles bajos de higiene, de sanidad y contaminación de comida. Estudios de laboratorio han demostrado que en la mosca común se pueden hallar más de cien agentes infecciosos para el hombre, principalmente, aquellos causantes de diarrea (Manrique y Delfín, 1997; Nunes, 2002; Sasaki et al., 2000; Ugbogu et al., 2006; citados por Quinceno et al., 2010).
El presente trabajo pretende realizar una revisión sobre M. domestica como transmisor mecánico de formas parasitarias en el hombre. Esto con relación a la siguiente pregunta ¿Qué agentes infecciosos son transportados por adultos de M. domestica colectados en restaurantes populares ubicados al sur de Ibagué?
Actualmente, lo que concierne al transporte mecánico de bacterias y hongos por la mosca domestica ha tenido algunos reportes, sin embargo, la mayoría de la literatura nacional referida al transporte de microorganismos infecciosos por esta especie es muy escasa. De ahí la necesidad de realizar estudios como estos, con el fin de evidenciar y aumentar la información a nivel local y nacional sobre los distintos agentes patógenos transportados por la mosca común.
Mosca es el nombre genérico de un extenso grupo de especies de insectos pertenecientes al orden Díptera. Se han clasificado unas 120.000 especies de dípteros, y de estas las organizaciones que regulan la sanidad y la salud pública han registrado 21 especies de moscas, como agentes causantes de enfermedades gastrointestinales, por su predilección por los ambientes contaminados (Graczyk et al., 2005; citado por Quinceno et al., 2010).
Esta especie puede llegar a transmitir más de 100 enfermedades a humanos y animales (Scott & Lettig, 1962; Greenberg, 1965; citados por Scott et al., 2014), incluyendo infecciones bacterianas como salmonelosis, ántrax, oftalmía, shigelosis, fiebre tifoidea, tuberculosis, cólera y diarrea infantil; infecciones por protozoos tales como disentería amebiana; helmintos como nematodos, gusanos, lombrices y tenias; así como las infecciones virales y rickettsias. La movilidad de las moscas domésticas, su contacto regular con los excrementos, cadáveres, basura y otra materia séptica, y la asociación íntima con patógenos, animales y seres humanos contribuyen a su papel en la transmisión de estas enfermedades (Scott y Lettig, 1962; Keiding, 1986; citados por Scott et al., 2014).
Estos hábitos, se deben a que las moscas presentan un comportamiento endofílico, una alternación constante entre heces-comida y una gran capacidad de vuelo y dispersión, lo que les confiere la capacidad de funcionar como vectores mecánicos potenciales de organismos patógenos (Iwasa et al., 1999; Kobayashi et al., 1999; Alam y Zurek, 2004; citados por Muñoz y Rodríguez, 2015). Las formas en que la mosca común puede transmitir los patógenos son: a) a través de su superficie corporal, debido a la presencia de espinas y cerdas que pueden atrapar material contaminado, b) por regurgitación de comida contaminada y c) por defecación de patógenos, siendo esta la vía más importante debido al efecto protector que le da el interior de su organismo al patógeno presente (Sasaki et al., 2000; Moissant et al., 2004; Conn et al., 2007; citados por Muñoz y Rodríguez, 2015).
Las enfermedades diarreicas (diarrea aguda o gastroenteritis aguda) son endémicas en los países del denominado Tercer Mundo, representando en la actualidad un grave y alarmante problema de salud pública, especialmente en la población infantil (Ugbogu et al., 2006; citado por Muñoz y Rodríguez, 2015). Entre los diferentes factores que incrementan estas enfermedades se encuentran diferentes vectores como la mosca común la cual merece ser estudiada por su amplia relación con las actividades del hombre, incluyendo su alimentación (Muñoz y Rodríguez, 2015).
Los hallazgos de Cárdenas y Martínez (2004) en Lima, Perú, demostraron la presencia de los protozoarios: Blastocystis hominis, Giardia lamblia, Cryptosporidium sp., Cyclospora cayetanensis, Lodamoeba bütschlii, Endolimax nana, y Chilomastix mesnili, agentes causales de enfermedades en la población, por lo tanto, de importancia en salud pública. Estos resultados muestran la trascendencia de M. domestica como potencial causante de enfermedades infecciosas diarreicas (Castillo et al., 2012).
Estudios hechos por Castillo et al. (2012), describieron por primera vez para Perú, presencia de quistes de Entamoeba hartmanni y huevos de Toxocara canis, además de B. hominis, Entamoeba coli, E. nana, G. lamblia y C. cayetanensis transportados por M. domestica.
En otras investigaciones de Muñoz y Rodríguez (2015), en Sucre, Venezuela se encontraron 7 especies de enteroparásitos, de importancia en salud pública; Blastocystis sp., Entamoeba histolytica, Giardia intestinalis, E. coli, Toxocara sp. C. cayetanensis y E. nana. Otros autores como Gamarra y Ocampos, 1996, señalaron el transporte de E. coli, E. nana, G. lamblia, A. lumbricoides, Trichuris trichiura, Hymenolepsis nana y Taenia sp.
Es de resaltar que B. hominis y C. cayetanensis son protozoarios que producen cuadros clínicos diversos, entre los que destacan el dolor abdominal, náuseas, anorexia, fatiga, la diarrea y pérdida de peso (Cárdenas y Martínez, 2004). Ambos protozoarios, junto con Giardia intestinalis y Cryptosporidium sp., son considerados patógenos para el hombre. La presencia de ellos se explicaría por el hábito del insecto de vivir en contacto y alimentándose de materia en descomposición y excretas del hombre y de animales (Cárdenas y Martínez, 2004).
Algunos análisis de secuencias de genes en Dinamarca mostraron que las clases más abundantes de bacterias encontradas en moscas comunes son Bacilli, Clostridia, Actinobacteria, Flavobacteria, y todas las clases de Proteobacteria y los géneros más abundantes incluyen Corynebacterium, Lactobacillus, Staphylococcus, Vagococcus, Weissella, Lactococcus y Aerococcus (Bahrndorff, et al., 2017). Mientras tanto, Pava et al. (2012) encontraron una alta prevalencia de Cronobacter sp., Salmonella sp., y Listeria monocytogenes en diferentes cuantificaciones de PCR en moscas adultas muestreadas en Maryland, USA. En la investigación de Hemmatinezhad et al. (2015), realizada en Irán, se encontró una prevalencia de Pseudomona aeruginosa del 8,8% en moscas domésticas. En cuanto a la investigación de hongos aislados de M. domestica, estudios recientes hechos en el Sur de Texas por Ysquierdo et al. (2017) registraron en aislados la presencia de Cladosporium sp., Penicillium sp., y Aspergillus sp., en diferentes muestras.
Bahrndorff, S., de Jonge, N., Skovgård, H., & Nielsen, J. L. (2017). Bacterial Communities Associated with Houseflies (Musca domestica L.) Sampled within and between Farms. PLoS ONE, 12(1).
Béjar C, Chumpitaz C, Pareja E, Valencia E, Huamán A y Sevilla C. (2006). Musca domestica como vector mecánico de bacterias enteropatógenas en mercados y basurales de Lima y Callao. Rev Perú Med Exp Salud Publica 2006; .23(1): 39-43
Cárdenas, M., & Martínez, R. (2004). Protozoarios parásitos de importancia en salud pública transportados por Musca domestica Linnaeus en Lima, Perú. Revista Peruana de Biología, 11(2), 149-152.
Castillo, C., Castro, M., Carhuapoma, C., Castro, H., Castro, R., & Chambi, J. (2012). Parásitos de importancia en salud pública transportados por Musca doméstica. Lima-Perú. Ciencia e Investigación Medico Estudiantil Latinoamericana, 13(2).
Gállego, J. (2007). Manual de parasitología: morfología y biología de los parásitos de interés sanitario. Universidad de Barcelona. Barcelona-España.
Gamarra, M.; & Ocampos, S. (1996). Musca domestica y Blattidae como vectores mecánicos de enteroparásitos en Pueblos Jóvenes del Distrito de Monsefú – Dpto. de Bayeque 1995. Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Ambayeque, Perú. Facultad de Biología. Tesis de Grado. 59 pp.
Hemmatinezhad, B., Ommi, D., Hafshejani, TT, y Khamesipour, F. (2015). Detección molecular y resistencia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa a partir de moscas domésticas (Musca domestica) en Irán. El Diario de animales venenosos y las toxinas incluyendo enfermedades tropicales, 21, 18.
Muñoz, D., & Rodríguez, R. (2015). Agentes bacterianos y parasitarios en adultos de la mosca común Musca domestica recolectadas en El Peñón, estado Sucre, Venezuela. Revista Científica, 25(2), 159-166.
Pava-Ripoll, M., Pearson, R. E. G., Miller, A. K., & Ziobro, G. C. (2012). Prevalence and Relative Risk of Cronobacter spp., Salmonella spp., and Listeria monocytogenes Associated with the Body Surfaces and Guts of Individual Filth Flies. Applied and Environmental Microbiology, 78(22).
Quiceno, J., Bastidas, X., Rojas, D., & Bayona, M. (2010). La mosca doméstica como portador de patógenos microbianos, en cinco cafeterías del norte de bogotá. Revista UDC A Actualidad & Divulgación Científica, 13(2), 23-29.
Scott, J., Warren, W., Beukeboom, L, Bopp, D., Clark, A., Giers, S. & Li, M. (2014). Genome of the house fly, Musca domestica L., a global vector of diseases with adaptations to a septic environment. Genome biology, 15(10), 1.
Ysquierdo, C. A., Olafson, P. U., & Thomas, D. B. (2017). Fungi Isolated from House Flies (Diptera: Muscidae) on Penned Cattle in South Texas. Journal of Medical Entomology, 54(3), 705-711.
Universidad del Tolima – Facultad de Ciencias
Autor:
Yate Danniela.
Castelblanco Pablo.
Cardozo Ariadna.
Aristizábal Daniel.