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Neuroanatomía (página 2)


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EL CEREBRO

El cerebro es el órgano del cuerpo que más trabaja, ya que todo aquello que se hace, se siente o se piensa, es debido al cerebro. Es multidireccional funcionando en una forma mucho más compleja ya que procesa la información sintetizando e integrando la misma a través de procesos paralelos y simultáneos. Al saber esto, es necesario recordar igualmente, que toda la información que puede recibir el cerebro del mundo exterior, se obtiene por medio de los sentidos (gusto, tacto, olfato, vista y oído) cuyas sensaciones se reciben a través de los órganos respectivos (lengua, piel, nariz, ojos y oídos) que a su vez están controlados por el cerebro; estas partes sensibles se encuentran enviando constantemente "mensajes" informándonos sobre todo lo que sucede a nuestro alrededor, no obstante y a pesar de toda esta información, los estudiosos en la materia han manifestado que el ser humano utiliza solamente un diez por ciento (10 %), aproximadamente, de la capacidad de este maravilloso órgano. De igual manera se ha podido determinar, en líneas generales, que cada hemisferio se interrelaciona íntimamente con su homólogo, aunque ejercen funciones diferentes y cada uno es responsable de un lado del cuerpo, en forma especular, es decir que las funciones realizadas por el lado izquierdo del cuerpo son dirigidas y controladas por el hemisferio derecho, sucediendo de forma semejante con el hemisferio izquierdo, permitiendo de esta manera complementar cada uno de los mensajes recibidos y ejecutar totalmente las funciones corporales competentes a este órgano.

MACROESTRUCTURAS: MATERIA GRIS Y MATERIA BLANCA

El tejido llamado "materia gris" presente en el cerebro y en la médula espinal es también conocido como sustancia grisácea y está compuesto por cuerpos celulares. La "materia blanca" o sustancia alba está compuesta por fibras nerviosas.

La materia blanca del cerebro se refiere a las células nerviosas que están bajo la corteza o materia gris, las cuales tienen mucha mielina que cubre parte de cada célula. La mielina actúa como un aislante y aumenta la velocidad de transmisión de todas las señales nerviosas.

Materia blanca

Partes interiores del cerebro (recubierto de materia gris en su corteza externa) que alojan una alta concentración de axones blancos debido a la presencia de forros de mielina (células de neuroglia) que aíslan a los axones. Resumiendo, la materia gris está conformada por neuronas, mientras que la sustancia blanca abarca las ramificaciones nerviosas a través de las cuales se comunican las células entre sí.

Materia gris

Las partes de corteza del cerebro son de color gris debido a la abundancia de neuronas y de sus dendritas, que tienen membranas de ese color. La materia blanca adquiere el color de la mielina. La palabra corteza o córtex se usa para una parte del cerebelo, que también posee una capa de ella. La materia gris está conformada por neuronas, mientras que la sustancia blanca abarca las ramificaciones nerviosas a través de las cuales se comunican las células entre sí. Desde un punto de vista funcional, la sustancia gris forma centros de procesamiento.

Las macroestrucruras presentes en órganos como:

CEREBELO

"Presenta pliegues en su superficie y la sustancia gris de su parte cortical penetra en el interior de la blanca, formando arborizaciones llamadas "árbol de la vida"; entre sus dos hemisferios se interpone una pequeña eminencia que recuerda un gusano llamada vermix. Dentro del cerebelo, los núcleos cerebelosos de sustancia gris y dentro del cerebro los núcleos talámicos, caudado y lenticular de sustancia gris.

ENCÉFALO

Los órganos que integran el Sistema Nervioso están formados fundamentalmente por el tejido nervioso cuyos elementos constitutivos son las neuronas y células gliales que dan origen a la sustancia gris formada por los cuerpos neuronales y el neuropilo y la sustancia blanca, formada por las fibras nerviosas o axones y sus vainas.

Al contrario de la médula espinal, el encéfalo está compuesto por un centro de sustancia blanca rodeado por una cobertura exterior de sustancia gris. Sin embargo algunas masas importantes de sustancia gris se ubican profundamente dentro la sustancia blanca.

La sustancia blanca situada por debajo de la corteza está formada por axones mielinizados que se extienden en tres direcciones principales:

1. Fibras de asociación: que conectan y transmiten los impulsos nerviosos entre las circunvoluciones del mismo hemisferio.

2. Fibras comisurales: transmiten los impulsos nerviosos entre circunvoluciones de un hemisferio cerebral al hemisferio cerebral opuesto. (Cuerpo calloso, comisura anterior, comisura posterior).

3. Fibras de proyección: (fascículos ascendentes y descendentes) transmiten impulsos desde el cerebro y otras zonas del encéfalo hacia la médula espinal y viceversa (cápsula interna).

MÉDULA ESPINAL

Es la región más caudal del sistema nervioso central, de forma cilíndrica, alojada en el conducto raquídeo entre el borde superior del atlas hasta el borde inferior de la segunda vértebra lumbar. Actúa como un centro reflejo, además de servir como una estructura a través de la cual transcurren haces aferentes que llevan información hacia centros superiores, asi como haces eferentes que conducen información de los centros superiores hacia la motoneurona inferior.

La médula espinal está recubierta por tres envolturas; la que está íntimamente unida a ella se llama piamadre, la que viene a continuación (sobre la anterior) es la aracnoides (entre ambas queda un espacio lleno de líquido céfalorraquídeo, LCR, el espacio subaracnoideo); finalmente la tercera envoltura, duramadre, es la más resistente y está cubriendo a las anteriores, quedando un espacio entre esta última y las paredes óseas del conducto raquídeo, este espacio se llama epidural y está lleno de tejido adiposo y vasos sanguíneos. Estas cubiertas, además de servir como medio de protección, sirven como medio de sostén o soporte de la médula, ya que presentan adherencias a los huesos que la rodean.

La médula espinal está alojada dentro del conducto raquídeo, y se continúa directamente hacia arriba con el bulbo raquídeo. Comienza a nivel del primer nervio cervical, a la altura del agujero occipital y se extiende hacia abajo, más o menos a la altura de la segunda vértebra lumbar, punto en el que se continúa con el filum termínale, prolongación de la piamadre.

La médula espinal es aplanada en sentido anteroposterior y muestra al corte transversal una capa externa de sustancia blanca y una masa gris interna dispuesta en forma de letra H. Existe un conducto pequeño en el centro de la médula, el epéndimo, el cual se abre al cuarto ventrículo en su extremo superior y termina en fondo ciego en el extremo inferior de la médula espinal.

En la médula hay varios surcos longitudinales que sirven de límites a los haces de fibras nerviosas que la recorren. Entre estos surcos se incluyen: el surco medio anterior, más profundo,(fisura) y el surco medio posterior más superficial; el surco colateral posterior marcado por la emergencia de las raíces posteriores y el surco colateral anterior, marcado por la emergencia de las raíces anteriores de los nervios raquídeos.

Estos surcos sirven como punto de referencia para localizar los cordones anterior, lateral y posterior. En el fondo del surco medio anterior se encuentra la comisura blanca a través de la cual decusan o cruzan la vía espinotalámica y el haz piramidal directo. Los cordones, a su vez, constan de fascículos, que contienen algunas vías ascendentes que van al cerebro y parten de la médula espinal y algunas vías descendentes que vienen del cerebro hacia la médula.

La médula espinal funciona para mensajes que van al cerebro y los que provienen de él. Su función se hace posible gracias a los haces ascendentes y descendentes. El nombre de cada haz suele ser lo suficientemente descriptivo para indicar el cordón en el cual viaja, la localización de sus células de origen y el nivel de localización de su terminación axónica. Por ejemplo, se puede concluir que en el haz espinotalámico lateral, que transmite información aferente de dolor y temperatura, las fibras viajan en el cordón lateral de la médula, las células de origen están situadas dentro de la médula, y las prolongaciones terminales de los axones se conectan con otras neuronas en un nivel talámico.

Si se hace un corte transversal de la médula, se observará en el centro una estructura en forma de "H". Ésta corresponde a una gran cantidad de cuerpos celulares que forman lo que se llama sustancia gris, allí estarán por lo tanto, todos los centros nerviosos. Las astas anteriores de esta "H", tienen una función motora mientras que las astas posteriores tienen una función sensitiva.

TALLO O TRONCO CEREBRAL

Uniendo la médula espinal y el cerebro está el tallo cerebral o tronco encefálico, de unos 7,5 cm. de longitud.

Esta estructura contiene centros que regulan varias funciones vitales para la supervivencia, entre las que se incluyen los latidos del corazón, la respiración, la presión sanguínea, la digestión y ciertas acciones reflejas, como tragar y vomitar. Además, es el encargado de estimular la función reticular (del ojo) que mantiene al cerebro despierto y alerta, controlar el sueño, regular los reflejos originados en la médula espinal y mantener el tono muscular y la postura -que es la rigidez o tensión muscular que nos permite mantener la espalda erguida o en posición vertical mientras estamos de pie o sentados-.

En la parte superior del tallo cerebral está el puente de Varolio, que también recibe el nombre de protuberancia anular. Esta estructura es la parte del cerebro situada entre los pedúnculos cerebrales por arriba y el bulbo raquídeo por abajo.

EL MESENCÉFALO O ISTMO DEL ENCÉFALO

Está atravesado en todo su trayecto por un canal angosto denominado acueducto de Silvio que es el puente de unión o comunicación del cuarto ventrículo (cara posterior de protuberancia y bulbo) con el tercer ventrículo situado en el cerebro.

En el mesencéfalo podemos distinguir también otras formaciones anátomo-fisiológicas, que son:

Los pedúnculos cerebrales, que se extienden entre la protuberancia anular y el cerebro, por delante del acueducto de Silvio. Emergen de la protuberancia a modo de dos columnas blancas y se introducen en la masa cerebral. Tienen entre dieciocho milímetros de longitud y quince milímetros de ancho; el ancho se modifica, aumentando a medida que se aproximan al cerebro, llegando a veinte milímetros de espesor o grosor.

En su estructura se pueden diferenciar la sustancia blanca formada por fibras descendentes y ascendentes y la sustancia gris o locus niger con abundantes pigmentos negros.

Además se localizan:

El núcleo de origen del nervio motor ocular común.

El núcleo de origen del nervio patético. Son centros de reflejos, como por ejemplo el coordinador de algunos movimientos (masticación).

Los tubérculos cuadrigéminos o colículos cuadrigéminos, ubicados detrás del acueducto de Silvio y de los pedúnculos cerebrales. Forman cuatro saliencias o eminencias redondeadas; están dispuestos de a pares, dos anteriores y dos posteriores o superiores e inferiores. En su estructura presentan la sustancia gris central recubierto por la sustancia blanca.

Los tubérculos cuadrigéminos anteriores o superiores se denominan nates. Los posteriores o inferiores se denominan testes.

BULBO RAQUÍDEO

Es el más bajo de los tres segmentos del tronco del encéfalo, situándose entre el puente troncoencefálico y la médula espinal. Se distingue bastante bien su límite anatómico respecto al puente troncoencefálico, observando el surco ponto-bulbar en la cara anterior. Se le aplica la denominación de bulbo raquídeo o médula ablongada a la parte del neuroeje, intercalada entre el encéfalo y la médula, de la cual es su continuación. En este órgano se encuentran distintos elementos que corresponden al cerebro, al cerebelo, a la médula espinal y una cantidad abultada de nervios bulbares. Aunque el bulbo, en el conjunto de los centros nerviosos, es relativamente pequeño, sus funciones hacen de él un elemento indispensable para la vida. Su supresión causa la muerte inmediata.

El bulbo raquídeo es la porción cónica del tallo o tronco encefálico que se extiende desde la protuberancia, por arriba, hasta la médula espinal, por abajo. Las características superficiales de la médula espinal cambian gradualmente hacia el bulbo. El bulbo termina al nivel del agujero occipital. Además de localizarse en él importantes centros motores y sensitivos que regulan la actividad del corazón y de la respiración , incluye también núcleos de algunos pares craneales tales como VIII IX, X, XI, XII,. En el bulbo las fibras de muchas vías principales cambian de lugar o se reúnen; las vías descendentes adoptan disposiciones características de la médula espinal, y las vías ascendentes cambian a la forma del tallo encefálico.

En la cara anterior del bulbo, se mantienen algunas características observadas en la médula espinal, se continúa hacia arriba el surco medio anterior, a cada lado de este surco se ubican las pirámides, estructura que contiene a la vía córtico espinal. En el extremo inferior del bulbo, algunas de estas fibras de proyección cruzan la línea media hacia el lado opuesto (decusación de las pirámides). Este punto marca la separación entre médula y bulbo. En la cara posterior del bulbo, la forma de diamante del cuarto ventrículo se adelgaza hacia abajo, de manera que en la porción inferior del bulbo la parte posterior del ventrículo se estrecha gradualmente. Desde el punto de cierre del cuarto ventrículo, hacia la parte inferior del bulbo se encuentra un surco medio posterior que hacia abajo se continúa en la cara posterior de la médula espinal. Adyacente al surco, a cada lado, se encuentra una columna de fibras ascendentes, el fascículo gracilis (Goll). Esta columna vertical está al lado del fascículo cuneatus (Burdach), que es mas lateral. Ambos están separados por el surco intermedio posterior. Los centros de sustancia gris que encontramos en los extremos superiores de estos fascículos, los núcleos gracilis y cuneatus son puntos de relevo en las vías del cordón posterior, que transmiten aferencias de tacto fino y propiocepción conciente. Su configuración morfológica, lo presenta como a un pequeño integrante del aparato nervioso que pesa entre 6 y 7 gr. y que mide alrededor de 3cm de largo, formando parte específica de la médula espinal, de la que es su porción superior. Su forma es la del cono truncado invertido y su ubicación topográfica está en el área inmediata inferior al agujero occipital, entre ambos sectores de la cavidad craneal y el canal raquídeo.

Posee núcleos que controlan centros vitales que regulan la frecuencia cardíaca, respiratoria y calibre de los vasos sanguíneos

También coordina respuestas reflejas no vitales como la tos, estornudo, vómito e hipo. Contiene los núcleos que dan origen a los nervios craneales VIII al XII par (auditivo o vestíbulo coclear, glosofaringeo, vago o neumogástrico, espinal, hipogloso)

Los núcleos vestibulares participan en la manutención del equilibrio.

La Formación Reticular que también forma parte del Puente, Mesencéfalo y Diencéfalo ( tálamo e hipotálamo) desempeña funciones en los estados de sueño y vigilia.

PROTUBERANCIA ANULAR

El tallo encefálico se ensancha formando una porción llamada protuberancia o puente. Se llama así porque las capas superficiales del tallo encefálico, en este nivel, están compuestas por fibras nerviosas cruzándose entre los dos hemisferios del cerebelo. Estas se adosan a la cara anterior del tallo encefálico y cubren los centros regionales y las vías largas. Esta es una masa nerviosa situada anteriormente, encima del bulbo, del cual está separada por el surco bulboprotuberancial. Se llama "puente" de Varolio porque sus fibras superficiales parecen unir simplemente los dos hemisferios cerebelosos. Uniendo la médula espinal y el cerebro está el tallo cerebral o tronco encefálico, de unos 7,5 cm. de longitud.

Esta estructura contiene centros que regulan varias funciones vitales para la supervivencia, entre las que se incluyen los latidos del corazón, la respiración, la presión sanguínea, la digestión y ciertas acciones reflejas, como tragar y vomitar. Además, es el encargado de estimular la función reticular (del ojo) que mantiene al cerebro despierto y alerta, controlar el sueño, regular los reflejos originados en la médula espinal y mantener el tono muscular y la postura -que es la rigidez o tensión muscular que nos permite mantener la espalda erguida o en posición vertical mientras estamos de pie o sentados.

Conformación externa

• La protuberancia tiene la forma de un cubo.

• La cara anterior es convexa y presenta un surco medio. Descansa sobre la apófisis basilar del occipital. A los lados se desprenden los trigéminos.

• La cara posterior forma la mitad superior del piso del cuarto ventrículo.

• En las caras laterales se ven los pedúnculos cerebelosos medios que relacionan la protuberancia en el cerebelo.

• La cara superior está en relación con los pedúnculos cerebrales, y la inferior se continúa con el bulbo.

Conformación interna

En un corte de la protuberancia se ven:

• Fibras longitudinales, que son la continuación de las pirámides anteriores, es decir, del haz piramidal motor y de la cinta de Riel sensitiva.

• Fibras bilaterales, que van de un hemisferio a otro del cerebelo.

• Fibras unilaterales, que van de un hemisferio cerebeloso a la sustancia gris del puente para seguir después por los pedúnculos cerebrales.

La sustancia gris de la protuberancia se presenta, como en el bulbo en forma de núcleos y comprende:

• La continuación de los núcleos del bulbo;

• Y algunos núcleos propios de la protuberancia, diseminados en la sustancia blanca.

Funciones de la protuberancia

La protuberancia es un órgano de conducción y un centro funcional.

Órgano de conducción: Por la protuberancia pasan las vías sensitivas que van de la médula al cerebro y viceversa.

Como todas las fibras han cruzado, sea en la médula sea en el bulbo, todas las fibras de la protuberancia se relacionan con el lado opuesto del cuerpo.

Centro funcional: La protuberancia es el centro de la estación; sin este órgano, el animal no puede quedarse sobre cuatro patas y cae inmediatamente. Además, es un centro de asociación que interviene en las emociones y determina los fenómenos fisiológicos que las acompañan como la aceleración del pulso, de la respiración, etc.

DIENCÉFALO

El diencéfalo es una estructura situada en la parte interna central de los hemisferios cerebrales. Se encuentra entre los hemisferios y el tronco del encéfalo, y a través de él pasan la mayoría de fibras que se dirigen hacia la corteza cerebral.

El diencéfalo se compone de varias partes: tálamo, hipotálamo, subtálamo y epitálamo.

El tálamo está formado por dos cuerpos ovoides de 3 cm. de largo y aproximadamente 1,5 cm. de espesor, que se asienta en la profundidad de cada hemisferio cerebral. El tercer ventrículo separa entre sí ambos tálamos, aunque éstos permanecen unidos gracias a un puente de tejido talámico denominado masa intermedia, que se extiende entre ambos. Los tálamos son masas de sustancia gris, por lo que contienen cuerpos neuronales y numerosas conexiones sinápticas. Desde un punto de vista funcional, el tálamo es una estación de relevo sensitivo. Los impulsos nerviosos hacen una escala a nivel talámico, estableciendo sinapsis antes de proseguir su recorrido hacia el córtex cerebral. El tálamo constituye también un centro sensitivo primitivo que sirve para registrar un tipo de sensación generalizada e imprecisa.

El hipotálamo se localiza, como su nombre indica, debajo del tálamo. Presenta una gran variedad de funciones, algunas de ellas bastante insólitas. Por ejemplo, produce como mínimo dos hormonas (oxitócica y vasopresina) y contiene centros que regulan la actividad de la hipófisis anterior, el sistema nervioso autónomo, la temperatura corporal y la ingesta de agua y alimentos. Además, el hipotálamo se relaciona con el estado de vigilia y la sensibilidad emocional. En animales de laboratorio, como el gato, la liberación de la influencia inhibidora que ejerce sobre el hipotálamo la corteza cerebral origina la aparición de estallidos de violencia ante la más pequeña provocación.

El subtálamo está delante del tálamo y al lado del hipotálamo, su función principal se relaciona con el movimiento corporal. Las vías neuronales que lo atraviesan van hacia el tálamo, el cerebelo y los ganglios básales.

El epitálamo se sitúa en la parte posterior del diencéfalo, al lado del mesencéfalo. Está formado por la glándula pineal o epífisis y los núcleos de la habénula. La epífisi es una glándula endocrina que segrega la hormona de la melatonina, esta secreción está relacionada con la cantidad de luz solar existente, a más luz más se segregará. La habénula tiene la función de favorecer la comunicación entre el sistema límbico y la formación reticular.

HEMISFERIOS CEREBRALES

Los hemisferios cerebrales están separados por una profunda cisura sagital en la línea media, la cisura longitudinal cerebral. La cisura contiene el pliegue con forma de hoz de la duramadre, la hoz del cerebro y los vasos cerebrales anteriores. En la profundidad de la cisura una gran comisura, el cuerpo calloso, conecta a los hemisferios a través de la línea media. Un segundo pliegue de duramadre separa a los hemisferios cerebrales del cerebelo y se denomina tienda del cerebelo.

Para aumentar el área de superficie de la corteza cerebral al máximo, la superficie de cada hemisferio cerebral está plegada formando circunvoluciones que están separadas por surcos o cisuras. Para facilitar la descripción es costumbre dividir a cada hemisferio en lóbulos que se denominan de acuerdo con los huesos craneales debajo de los cuales se ubican. Las cisuras central y parietooccipital y las cisuras laterales y calcarina son límites usados para la división de los hemisferios cerebrales en lóbulos frontales, parietales, temporales y occipitales.

CISURAS PRINCIPALES

La cisura central: tiene gran importancia porque la circunvolución que se ubica por delante contiene las células motoras que inician los movimientos del lado opuesto del cuerpo; por detrás se encuentra la corteza sensitiva general que recibe información sensitiva del lado opuesto del cuerpo. La cisura central indenta el borde medial superior del hemisferio aproximadamente 1 cm. por detrás del punto medio. Discurre hacia abajo y hacia adelante a través de la cara lateral del hemisferio y su extremo inferior está separado de la rama posterior de la cisura lateral por un estrecho puente de corteza. La cisura central es la única cisura de cierta longitud, en esta superficie del hemisferio que indenta el borde superomedial y se ubica entre dos circunvoluciones paralelas.

La cisura lateral: es una profunda hendidura que se halla principalmente en las superficies-inferior y lateral del hemisferio cerebral. Consiste en un corto tallo que se divide en tres ramas. El tallo se origina en la superficie inferior y al alcanzar la superficie lateral se divide en la rama horizontal anterior y la rama ascendente anterior y continúa como la rama posterior. Un área de corteza denominada ínsula se ubica en el fondo de la profunda cisura lateral y no puede verse desde la superficie a menos que se separen los labios de la cisura.

La cisura parietooccipital comienza en el borde superomedial del hemisferio aproximadamente 5 cm. por delante del poío occipital. Se dirige hacia abajo y adelante sobre la superficie medial para encontrarse con la cisura calcarina. La cisura calcarina se halla sobre la superficie medial del hemisferio. Comienza debajo del extremo posterior del cuerpo calloso y se arquea hacia arriba y hacia atrás para llegar al poío occipital, donde se detiene. Sin embargo, en algunos encéfalos continúa durante un breve trecho sobre la superficie lateral del hemisferio. La cisura calcarina se une en ángulo agudo con la cisura parietooccipital aproximadamente a mitad de camino de su longitud.

ESTRUCTURA INTERNA DE LOS HEMISFERIOS CEREBRALES

Los hemisferios cerebrales están cubiertos con una capa de sustancia gris, la corteza cerebral. En el interior de los hemisferios cerebrales están los ventrículos laterales, masas de sustancia gris, los núcleos básales y fibras nerviosas. Las fibras nerviosas están embebidas en neuroglia y constituyen la sustancia blanca.

Ventrículos laterales

Hay dos ventrículos laterales, uno en cada hemisferio cerebral. Cada ventrículo es una cavidad, aproximadamente con una forma de C, revestida con epéndimo y llena con líquido céfalorraquídeo. El ventrículo lateral puede dividirse en un cuerpo, que ocupa el lóbulo parietal, y desde el cual las astas anterior, posterior e inferior se extienden hacia los lóbulos frontal, occipital y temporal, respectivamente. El ventrículo lateral se comunica con la cavidad del tercer ventrículo a través del agujero interventricular. Este orificio, que se ubica en la parte anterior de la pared medial del ventrículo lateral, está limitado anteriormente por el pilar anterior del fórnix y posteriormente por el extremo anterior del tálamo.

El cuerpo del ventrículo lateral se extiende desde el agujero interventricular hacia atrás hasta el extremo posterior del tálamo. Aquí se continúa con las astas posterior e inferior. El cuerpo del ventrículo lateral tiene un techo, un piso y una pared medial.

El techo está formado por la superficie inferior del cuerpo calloso. El piso está formado por el cuerpo del núcleo caudado y el borde lateral del tálamo. La cara superior del tálamo está oculta en su parte medial por el cuerpo del fórnix. El plexo coroideo del ventrículo se proyecta en el cuerpo del ventrículo a través de la brecha en hendidura entre el cuerpo del fórnix y la cara superior del tálamo. Esta brecha en hendidura se denomina fisura coroidea, a través de ella los vasos sanguíneos del plexo invaginan la piamadre de la tela coroidea y el epéndimo del ventrículo lateral. La pared medial está formada por el septum pellucidum anteriormente; por detrás el piso y el techo se unen en la pared medial.

El asta anterior del ventrículo lateral se extiende hacia adelante en el lóbulo frontal. Se continúa posteriormente con el cuerpo del ventrículo en el agujero interventricular. El asta anterior tiene un techo, un piso y una pared medial. El techo está formado por la superficie inferior de la parte anterior del cuerpo calloso; la rodilla del cuerpo calloso limita al asta anterior por delante. El piso está formado por la cabeza redondeada del núcleo caudado y medialmente una pequeña porción está formada por la superficie superior del pico (rostrum) del cuerpo calloso. La pared medial está formada por el septum pellucidum y el pilar anterior del fórnix. El asta posterior del ventrículo lateral se extiende hacia atrás en el lóbulo occipital.

El techo y la pared lateral están formados por las fibras del tapetum del cuerpo calloso. Por fuera del tapetum están las fibras de la radiación óptica. La pared medial del asta posterior tiene dos elevaciones. El engrosamiento superior está formado por las fibras del rodete del cuerpo calloso, el fórceps mayor, que se dirigen hacia atrás en el lóbulo occipital; este engrosamiento superior se denomina bulbo del asta posterior. El engrosamiento inferior es producido por la cisura calcarina y se denomina calcar avis. El asta inferior del ventrículo lateral se extiende hacia adelante en el lóbulo temporal. El asta inferior tiene un techo y un piso.

El techo está formado por la superficie inferior del tapetum del cuerpo calloso y la cola del núcleo caudado. Este último se dirige anteriormente para terminar en el cuerpo amigdalino (amígdala). Por dentro de la cola del núcleo caudado está la estría terminal, la cual también termina anteriormente en el cuerpo amigdalino.

El piso está formado lateralmente por la eminencia colateral, producida por la cisura colateral, y medialmente por el hipocampo. El extremo anterior del hipocampo se ensancha y arruga levemente formando el pie del hipocampo. El hipocampo está compuesto por sustancia gris; sin embargo, la superficie ventricular del hipocampo está cubierta por una delgada capa de sustancia blanca denominada álveo que está formada por los axones de las células del hipocampo. Estos axones convergen en el borde medial del hipocampo para formar un haz conocido como fimbria. La fimbria del hipocampo se continúa posteriormente con el pilar posterior del fórnix.

En el espacio entre la estría terminal y la fimbria está la porción temporal de la fisura coroidea. Aquí es donde la porción inferior del plexo coroideo del ventrículo lateral invagina el epéndimo desde el lado medial y cierra la fisura.

Núcleos basales (ganglios basales)

El término núcleos basales se aplica a un conjunto de masas de sustancia gris situado dentro de cada hemisferio cerebral. Se trata del cuerpo estriado, el cuerpo amigdalino y el ante-muro (claustrum).

Cuerpo estriado

El cuerpo estriado se ubica por fuera del tálamo. Está casi totalmente dividido por una banda de fibras nerviosas, la cápsula interna, en el núcleo caudado y el núcleo lentiforme.

El núcleo caudado, una gran masa con forma de C de sustancia gris que está muy relacionada con el ventrículo lateral, se ubica por fuera del tálamo. La superficie lateral del núcleo se relaciona con la cápsula interna, que lo separa del núcleo lentiforme.El núcleo lentiforme es una masa de sustancia gris con forma de cuña, cuya ancha base convexa se dirige lateralmente y su hoja medialmente. Está enterrado profundamente en la sustancia blanca del hemisferio cerebral y se relaciona por su cara medial con la cápsula interna, la cual lo separa del núcleo caudado y del tálamo. El núcleo lentiforme está relacionado lateralmente con una delgada lámina de sustancia blanca, la cápsula externa, que lo separa de una delgada lámina de sustancia gris denominada antemuro. El antemuro a su vez separa a la cápsula externa de la sustancia blanca subcortical de la ínsula.

Hacia abajo en su extremo anterior, el núcleo lenticular se continúa con la cabeza del núcleo caudado.

En pocas palabras puede decirse que el cuerpo estriado recibe fibras aferentes desde diferentes áreas de la corteza cerebral, tálamo, subtálamo y tronco encefálico. Luego fibras eferentes van nuevamente hacia las mismas áreas del sistema nervioso. La función del cuerpo estriado está vinculada con el movimiento muscular, que ahora se cree que ocurre por control de la corteza cerebral más que a través de vías descendentes directas hacia el tronco encefálico y la médula espinal.

Cuerpo amigdalino

El cuerpo amigdalino se ubica en el lóbulo temporal cerca del uncus. El cuerpo amígdlalmo se considera parte del sistema límbico.

Antemuro

El antemuro (claustrum) es una delgada lámina de sustancia gris que está separada de la superficie lateral del núcleo lentiforme por la cápsula externa. Por fuera del ante-muro está la sustancia blanca subcortical de la ínsula. Se desconoce la función del antemuro.

Comisuras

Estas fibras esencialmente conectan regiones correspondientes de los dos hemisferios. Son las siguientes: el cuerpo calloso; la comisura blanca anterior, la comisura blanca posterior, el fórnix, y la comisura habenular.

El cuerpo calloso, la comisura más grande del encéfalo, conecta a los dos hemisferios cerebrales. Se ubica en el fondo de la cisura longitudinal. Con propósitos descriptivos, se divide en pico, rodilla, tronco y rodete.

El pico es la parte delgada del extremo anterior del cuerpo calloso, que se prolonga posteriormente para continuarse con el extremo superior de la lámina terminal.

La rodilla es el extremo curvo anterior del cuerpo calloso que se desvía hacia abajo por adelante del septum pellucidum.

El tronco del cuerpo calloso se arquea hacia atrás y termina como la porción posterior engrosada denominada rodete.

En su trayectoria externa, las fibras de la rodilla se curvan hacia adelante en los lóbulos frontales y forman el forceps menor. Las fibras del tronco se extienden lateralmente y forman la radiación del cuerpo calloso. Ellas se intersecan con haces de fibras de asociación y proyección a medida que se dirigen hacia la corteza cerebral. Algunas de las fibras forman el techo y pared lateral del asta posterior del ventrículo lateral y la pared lateral del asta inferior del ventrículo lateral; estas fibras se denominan tapetum. Por el lado lateral, las fibras en el rodete se arquean hacia atrás en el lóbulo occipital y forman el forceps mayor.

La comisura blanca anterior es un pequeño haz de fibras nerviosas que atraviesan la línea media en la lámina terminal. Por la parte lateral, un haz más pequeño o anterior se curva hacia adelante a cada lado hacia la sustancia perforada anterior y la cintilla olfatoria. Un haz más grande se curva hacia atrás a cada lado y surca la superficie inferior del núcleo lentiforme hasta alcanzar los lóbulos temporales.

La comisura blanca posterior es un haz de fibras nerviosas que atraviesa la línea media inmediatamente por encima del orificio del acueducto cerebral hacia el tercer ventrículo; se relaciona con la parte inferior del tallo del cuerpo pineal. En toda su longitud se ubican diversos grupos de células nerviosas. No se conoce el destino ni el significado funcional de muchas de las fibras nerviosas. Sin embargo, se cree que las fibras provenientes de los núcleos pretectales que intervienen en el reflejo pupilar a la luz cruzan en esta comisura en su camino hacia la porción parasimpática de los núcleos del nervio oculomotor (motor ocular común).

El fórnix está compuesto por fibras nerviosas mielínicas y constituye el sistema eferente del hipocampo que se dirige hacia los cuerpos mamilares del hipotálamo. Las fibras nerviosas primero forman el álveo, que es una delgada capa de sustancia blanca que cubre la superficie ventricular del hipocampo; luego convergen para formar la fimbria. Las fimbrias a cada lado aumentan de espesor y, al llegar al extremo posterior del hipocampo, se arquean hacia adelante por encima del tálamo y por debajo del cuerpo calloso para formar los pilares posteriores del fórnix. Luego los dos pilares se unen en la línea media para formar el cuerpo del fórnix. La comisura del fórnix consiste en fibras transversales que cruzan la línea media desde un pilar hacia el otro, exactamente antes de la formación del cuerpo del fórnix. La función de la comisura del fórnix es la de conectar los hipocampos de ambos lados.

La comisura habenular es un pequeño haz de fibras nerviosas que atraviesa la línea media en la parte superior de la raíz del tallo pineal. La comisura se asocia con los núcleos habenulares, que se ubican a cada lado de la línea media en esta región. Los núcleos habenulares reciben muchas aferentes desde los cuerpos amigdalinos y el hipocampo. Estas fibras aferentes se dirigen hacia los núcleos habenulares en la estría medular del tálamo. Algunas de las fibras cruzan la línea media para llegar al núcleo contralateral a través de la comisura habenular. Se desconoce la función del núcleo habenular y sus conexiones en el hombre.

Fibras de asociación

Estas fibras nerviosas esencialmente conectan diversas regiones corticales dentro del mismo hemisferio y pueden dividirse en cortas y largas. Las fibras de asociación cortas se ubican inmediatamente por debajo de la corteza y conectan circunvoluciones adyacentes; estas fibras discurren transversalmente al eje longitudinal de las cisuras. Las fibras de asociación largas están reunidas en haces nominados que pueden disecarse enunvoluciones sobre la superficie inferior del lóbulo frontal con la corteza del polo del lóbulo temporal. El cíngulo es un largo fascículo un cerebro endurecido con formol. El fascículo unciforme conecta la primer área motora del lenguaje y las circcurvo ubicado dentro de la sustancia blanca de la circunvolución del cuerpo calloso. Conecta los lóbulos frontal y parietal con la circunvolución del hipocampo y regiones corticales temporales adyacentes. El fasciculo longitudinal superior es el haz más grande de fibras nerviosas. Conecta la parte anterior del lóbulo frontal con los lóbulos occipital y temporal. El fascículo longitudinal inferior discurre anteriormente desde el lóbulo occipital, se dirige hacia afuera hasta la radiación óptica, y se distribuye en el lóbulo temporal. El fascículo frontoccipital conecta el lóbulo frontal con los lóbulos occipital y temporal. Se ubica profundamente dentro del hemisferio cerebral y se relaciona con el borde lateral del núcleo caudado.

Fibras de proyección

Las fibras nerviosas aferentes y eferentes que se dirigen hacia el tronco eiicefálicoydesde éste hacia toda la corteza cerebral deben viajar entre grandes masas nucleares de sustancia gris dentro del hemisferio cerebral. En la parte superior del tronco encefálico estas fibras forman una banda compacta denominada cápsula interna, que está flanqueada por dentro por el núcleo caudado y el tálamo y por fuera por el núcleo lentiforme. Debido a la forma en cuña del núcleo lentiforme, como se ve en un corte horizontal, la cápsula intema se dobla para formar un brazo anterior y un brazo posterior unidos por la rodilla. Una vez que las fibras nerviosas han salido hacia arriba de entre las masas nucleares, irradian en todas direcciones hacia la corteza cerebral. Estas fibras de proyección que irradian se conocen con el nombre de corona radiada. La mayor parte de las fibras de proyección se ubican por dentro de las fibras de asociación, pero se cruzan con las fibras comisurales del cuerpo calloso y la comisura blanca anterior. Las fibras nerviosas ubicadas dentro de la parte más posterior del brazo posterior de la cápsula interna irradian hacia la cisura calcarina y se denominan radiación óptica. La disposición detallada de las fibras dentro de la cápsula interna.

Septum pellucidum

El septum pellucidum es una delgada lámina vertical de tejido nervioso que consiste en sustancia blanca y gris cubierta a cada lado por epéndimo. Se estira entre el fórnix y el cuerpo calloso. Anteriormente, ocupa el espacio entre el tronco del cuerpo calloso y el pico. Esencialmente es una doble membrana con una cavidad cerrada, semejante a una hendidura, entre las membranas. El septum pellucidum forma una división entre las astas anteriores de los ventrículos laterales.

Tela coroidea

La tela coroidea es un pliegue de dos capas de piamadre. Se ubica entre el trígono por arriba y el techo del tercer ventrículo y las superficies superiores de los dos tálamos por debajo. Cuando se ve desde arriba, el extremo anterior está situado en los agujeros interventriculares. Sus bordes laterales son irregulares y se proyectan lateralmente en el cuerpo de los ventrículos laterales. Aquí están cubiertos por epéndimo y forman los plexos coroideos de los ventrículos laterales. Por detrás, los bordes laterales continúan en al asta inferior del ventrículo lateral y están revestidos con epéndimo de modo que el plexo coroideo se proyecta a través de la fisura coroidea.

A cada lado de la línea media la tela coroidea se proyecta hacia abajo a través del techo del tercer ventrículo para formar los plexos coroideos del tercer ventrículo.

La irrigación de la tela coroidea y, por ende, también de los plexos coroideos del tercer ventrículo y ventrículo lateral deriva de las ramas coroideas de las arterias carótidas internas y basilar. La sangre venosa drena en las venas cerebrales internas que se unen para formar la vena cerebral magna. La vena cerebral magna se une con el seno longitudinal inferior para formar el seno recto.

LÓBULOS DEL HEMISFERIO CEREBRAL

El lóbulo frontal ocupa el área anterior a la cisura central y superior a la cisura lateral. La superficie superolateral del lóbulo frontal está dividida por tres cisuras en cuatro circunvoluciones. La cisura precentral discurre paralela a la cisura central y la circunvolución precentral se ubica entre ellas. Por delante de la cisura precentral están las cisuras frontales superior e inferior. La circunvolución frontal superior se ubica por encima de la cisura frontal superior, la circunvolución frontal media se ubica entre las cisuras frontales superior e inferior y la circunvolución frontal inferior se ubica por debajo de la cisura frontal inferior. La circunvolución frontal inferior está invadida por las ramas anterior y ascendente de la cisura lateral.

El lóbulo parietal ocupa el área por detrás de la cisura central y por encima de la cisura lateral, se extiende posteriormente hasta la cisura parietooccipital. La superficie lateral del lóbulo parietal está dividida por dos cisuras en tres circunvoluciones. La cisura poscentral discurre paralela a la cisura central y la circunvolución poscentral se halla entre ellas. Por detrás de la parte media de la cisura poscentral se halla la cisura intraparietal. La cisura intraparietal tiene por encima al lobulillo parietal superior y por debajo al lobulillo parietal inferior.

El lóbulo temporal ocupa el área inferior a la cisura lateral y La superficie lateral del lóbulo temporal está dividida en tres circunvoluciones por dos cisuras. Las cisuras temporales superior y media discurren paralelas a la rama posterior de la cisura lateral y dividen al lóbulo temporal en las circunvoluciones temporales superior, media e inferior; la circunvolución temporal inferior continúa sobre la superficie inferior del hemisferio.

El lóbulo occipital ocupa la pequeña área por detrás de la cisura parietooccipital.

Superficie medial e inferior del hemisferio

Los lóbulos del hemisferio cerebral no están claramente definidos en las superficies medial e inferior. Sin embargo, hay muchas áreas importantes que deben reconocerse.

El cuerpo calloso, que es la comisura más grande del encéfalo, forma un aspecto saliente en esta superficie. La circunvolución del cuerpo calloso comienza por debajo del extremo anterior del cuerpo calloso y continúa por encima del cuerpo calloso hasta que llega a su extremo posterior. La circunvolución está separada del cuerpo calloso por la cisura del cuerpo calloso. La circunvolución del cuerpo calloso está separada de la circunvolución frontal superior por la cisura callosomarginal.

El lobulillo paracentral: es el área de la corteza cerebral que rodea a la indentación producida por la cisura central en el borde superior. La parte anterior de este lobulillo es una continuación de la circunvolución precentral sobre la superficie superolateral y la parte posterior del lobulillo es una continuación de la circunvolución poscentral.

La precuña: es un área de corteza limitada anteriormente por el extremo posterior hacia arriba de la cisura del cuerpo calloso y posteriormente limitada por la cisura parietooccipital.

La cuña: es un área triangular de corteza limitada por arriba por la cisura parietooccipital, inferiormente por la cisura calcarina y posteriormente por el borde supero-medial.

La cisura colateral se ubica sobre la superficie inferior del hemisferio. Discurre hacia adelante por debajo de la cisura calcarina. Entre la cisura colateral y la cisura calcarina está la circunvolución lingual. Por delante de la circunvolución lingual está la circunvolución del hipocampo; esta última termina por delante en el uncus.

La circunvolución occipitotemporal medial: se extiende desde el polo occipital hasta el polo temporal. Está limitada medialmente por las cisuras colaterales y entorrinal y lateralmente por la cisura occipitotemporal. La circunvolución occipitotemporal se ubica por fuera de la cisura y se continúa con la circunvolución temporal inferior. Sobre la superficie inferior del lóbulo frontal, el bulbo y la cintilla olfatorios se ubican por encima de un surco denominado surco olfativo. Por dentro del surco olfativo está la circunvolución recta y por fuera del surco hay cierto número de circunvoluciones orbitarias.

LA EDUCACIÓN ESPECIAL Y LA NEUROANATOMÍA

La Educación Especial es un campo de formación complejo, interesante, hermoso, donde lo "Especial" se pone de manifiesto en aquéllos que de una manera u otra incursionan en esta modalidad educativa. Según Hewart y Orlansky (2000) es posible definir la educación especial desde múltiples perspectivas, cada una de las cuales es valida y cumple una función al momento de precisar qué es la Educación Especial y cómo es la manera de practicarla.

El estudio de la Educación Especial, se encauza a través de dos vertientes, una de carácter disciplinar orientada al desarrollo de la Educación Especial como área específica del conocimiento, en la que se enmarca una acción docente particular; y otra de carácter estructural, que refiere dicha acción a una estructura de funcionamiento determinada por regulaciones de carácter científico, teórico, filosófico, legal, social y pedagógico y que en nuestro país, al igual que en muchos otros, se corresponde con una Modalidad

del Sistema Educativo Nacional.

Ambas vertientes se analizan de manera integral para lograr la comprensión de su complejidad, la cual está determinada de acuerdo con la finalidad que se le asigna a la Educación Especial y que no es otra que el desarrollo pleno de los alumnos con necesidades educativas especiales, a través de un proceso pedagógico integral, sistemático, permanente y continuo (MECD, 1997). Esto nos lleva entonces a considerar como premisa fundamental lo expresado por Williams (1990): "la Educación Especial es, en primer lugar, educación y en segundo, especial". Partiendo de esto cabría la pregunta ¿Qué es entonces lo que la hace especial? La respuesta a esta interrogante de acuerdo con Ballester (2002) se obtendría de la consideración de la Educación Especial en términos de quiénes, qué, cómo y dónde se realiza y entre éstos cobra vital importancia el quiénes, entendido como aquellas personas cuyas necesidades o habilidades especiales requieren un programa de educación acorde con sus condiciones especiales. Hoy en día, las diferencias privilegian el qué y el cómo se enseña, la Educación Especial no es otra cosa que la combinación de currículo, enseñanza, apoyo y condiciones de aprendizaje necesarias para satisfacer las necesidades educativas especiales presentes en el sujeto de manera efectiva (Brennan, 1988). El dónde, aún cuando en algunos casos puede ser un referente, ha ido perdiendo notoriedad ante la realidad de la integración, cada día son más los sujetos con necesidades educativas especiales que asisten a escuelas regulares.

Es importante considerar que las neuronas no logran reproducirse y una vez perdida (quemada) no se recupera jamás. (aunque existe en la actualidad una teoría que expresa lo concerniente a la regeneración) Esto se debe a que después del nacimiento, no surgen otras a partir de células madres, como tal las enfermedades infecciosas, enfermedades del sistema nervioso como el mal de Parkinsón, las Epilepsias, etc, originan trastornos en las mismas (neuronas). Por otra parte, las altas Temperaturas Corporales, el Consumo de Drogas, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y el no dormir por las noches, hace que se produzcan alteraciones en el sistema de almacenamiento de información del individuo originando esto un desequilibrio en la actividad orgánica.

Trastornos de este tipo en el aula de clase nunca escapan y por tal, todo Educador debe estar preparado no para la cura; si no para la detección y mediación de cualquier patología presente en el niño y que dificulte su Proceso Educativo.

Un niño alerta, despierto, consciente de sí mismo y del entorno, responde a estímulos externos, es un niño normal, los cuales abundan en el aula. Pero si por lo contrario, se presenta un niño cuya alerta es incompleta, consciencia embotada, con disminución de la capacidad de atención, pensamiento lento, así como la reducción de los movimientos espontáneos, es un niño que responde a las preguntas y a las órdenes, pero tiende a dormir después de hacerlo, es un niño anormal en resumidas cuentas (obnubilación).

El Maestro es la persona más indicada y más oportuna para la detección de cualquier patología ya que si bien es cierto que el niño tiene sus padres y representantes, también lo es que el Maestro comparte más y mejor tiempo con él. Siendo ventajoso por el hecho de determinar con mejor precisión sus debilidades y fortaleza (del educando). Como tal el Maestro no tan sólo cumple roles desde el punto de vista Académico-Educativo; si no también desde la perspectiva de Salud ya que ambos son problemas sociales, que no pueden soslayarse.

A la luz de lo anteriormente planteado, no todo los trastornos del niño deben ser adjudicado a un problema social (con la familia, socioeconómico, etc) ya que el ser humano tiene una constitución Bio-Morfo-Histo-Fisiológica de especial importancia que puede presentar defectos tanto evolutivos como adquiridos.

Es de hacer notar, que las actividades más elevadas en el terreno mental y de la conducta, características del ser humano, son funciones de los hemisferios cerebrales y en particular de la corteza de los mismos. Aspectos importantes de estas funciones son el aprendizaje y el lenguaje, además hay mecanismos de asociación que integran las funciones motoras y sensitivas.

Por otra parte le médula Espinal, de disposición segmentaría, realiza funciones sensitivas, integrativas y motoras, que se pueden colocar en la categoría refleja de actividad recíproca (cuando una actividad se inicia, otra se detiene), de vigilancia y modulación de mecanismos sensitivos y motores, y de transmisión de impulsos hacia el cerebro.

Tanto el encéfalo como la médula están envueltos por hojas de tejido nervioso llamadas las meninges, cuyas capas son: La duramadre, La aracnoides, La piamadre (en disposición desde afuera hacia adentro).

En sentido estricto, se refiere a la parte del Sistema Nervioso que regulan la actividad del músculo cardíaco, músculo liso y las glándulas. Por su papel participa en los mecanismos neuroendocrinos y de la conducta y en aquellos por los cuales mantiene la constancia de su medio interno, esto es conserva la temperatura, equilibrio hídrico y la composición iónica de la sangre.

El Sistema Simpático nos mantiene activo para la acción, ya sea de retirada o participación así como también de refracción, representa la reacción fisiológica de toda emoción.

El Sistema parasimpático representa la respuesta psicológica del estadio emocional, es decir el pensar, el análisis, la relajación en resumidas cuentas.

A modo de balance, Embriológico e Histológico, el encéfalo se forma del extremo cefálico y la médula espinal del extremo restante del tubo neural.

En virtud de todo lo anteriormente descrito, el Educador debe estar – aunque parezca extraño – relacionado con el proceso de formación del sistema orgánico, puesto que le permite un acercamiento hacia el proceso de Salud – Enfermedad, que como exprese en apartados anteriores; es un problema social; su papel no es facultativo; sino detector-mediador de la patología como tal. Conocer al niño no tan sólo desde el punto de vista social, cognitivo, etc; sino otrosí desde el punto de vista funcional, visto este como un todo celular, es garantizar mejores logros en el hecho educativo y más aún conducirse hacia el crecimiento profesional y el desarrollo personal, elementos necesarios para el éxito en el sistema educativo.

Educar a la población en cuanto a la prevención de enfermedades es un tema que se viene manejando desde hace mucho tiempo y que se ha dejado en manos de los médicos o del equipo de salud en general. Pero quienes saben la diferencia entre la didáctica y la pedagogía, somos nosotros los educadores, por tal pareciera que se nos alejará de un problema social – Salud – que quizás podría ser fácil de abordar e intervenir en forma satisfactoria, claro esta bajo la acción conjunta con el o los especialistas en el problema. Todo esto significa que el Educador debe permanecer Ojo Avisor en el salón de clase a pesar de la cantidad de alumnos que posea (allí esta el reto). Entonces su labor a pesar de ser ardua, sacrificada, debe ser detallista para detectar cualquier anomalía dentro del grupo clase y mediar positivamente para la intervención de la misma.

Encontrar el sentido biológico de lo que le pasa al niño y la dirección social, permite equiparar el vector del quehacer pedagógico. El eje transversal bidireccional hombre biológico < —– > hombre social garantiza que el trabajo de aula obtenga verdaderos frutos en la comunicación del grupo – clase y más aún en el ciclo permanente de exploración al alumno.

CONCLUSIÓN

La educación especial se enfoca en detectar los problemas que como salud, presentan los niños o personas especiales y una de ellas son las enfermedades o discapacidades si lo podemos llamar asi que se relacionan con el sistema neuroanatómico del ser humano, donde se reflejan en el individuo como desventajas con respecto a aquellas personas o individuos "normales".

BIBLIOGRAFÍA

GANONG, W. (1996) Fisiología Médica. México. 14° Edición. Editorial

Manual Moderno.

BLOOM-FAWCETT (1986) Tratado de Histología. México. 11°

Edición. Editorial Interamericana McGRAW-HILL.

GADNER, O. (1994) Anatomía. México 13° Edición. Editorial

Interamericana McGRAW-HILL

 

Autora:

Matilde Carolina Medina Carrero

Partes: 1, 2
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