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Inmigración a la Argentina (1850-1950) Sacerdotes, frailes y religiosas


Partes: 1, 2

    1. Belgas
    2. Croatas
    3. Eslovenos
    4. Españoles
    5. Franceses
    6. Irlandeses
    7. Italianos
    8. Polacos

    En este trabajo actualizo la información acerca de algunos de los sacerdotes, frailes y religiosas que se establecieron temporaria o definitivamente en la Argentina. Incluyo entre ellos a Don Orione ya que, aunque vivió sólo algunos años en nuestro país, en ese tiempo llevó a cabo una obra de gran importancia. Incluyo testimonios de quienes conocieron a sacerdotes, frailes y religiosas inmigrantes.

    Alemanes

    El sacerdote Federico Grote nació en Munster en 1853 y falleció en Buenos Aires en 1940. "Llegó al país en 1884 y se vinculó a los sectores católicos liderados por Pedro Goyena y José Manuel Estrada. En 1892, para contrarrestar la influencia de las ideas socialistas entre los trabajadores, fundó los Círculos de Obreros Católicos. Intervino en apoyo de la jornada laboral de ocho horas y otras leyes obreras".

    "En 1892, el padre Federico Grote fundó el primer Círculo Obrero Católico. Nacido bajo la inspiración de la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII (1981), estaba destinado a contrarrestar la influencia de las ideas socialistas y anarquistas entre los trabajadores. Era el primer intento de la Santa Sede para esbozar una doctrina social. En 1912, los círculos ya eran 77. En 1912, el padre Grote fue reemplazado por monseñor Miguel De Andrea, entonces secretario del arzobispo de Buenos Aires. Los círculos fueron absorbidos por la Acción Católica Argentina" (1).

    "Luego de que León XIII diera a conocer la encíclica Rerum novarum, el sacerdote Guillermo Grote fundó en 1894 los Círculos de Obreros Católicos. Con ellos organizó un periódico La Defensa, que más tarde fue sustituido por el diario El Pueblo (aparecido hasta 1960) en los que difundía los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia".

    "En el año 1902, el padre Grote fundó la Liga Democrática Cristiana. En 1911 se transformó en Unión Democrática Cristiana. Esta se disolvió en 1919 y a principios de la década del '20, se reunieron nuevamente los integrantes de la ex Unión Democrática Cristiana, bajo el nombre de Unión Democrática Argentina" (2).

    Acerca de algunos sacerdotes alemanes, afirma Maja Lukac; de Stier: "las religiosas de San Vicente de Paul (…) llegaron a Buenos Aires en 1934 y se instalaron en condiciones casi infrahumanas en Dock Sud, donde –con ayuda de sacerdotes alemanes y algunas damas criollas- fundaron el Colegio Cristo Rey" (3).

    "Paulina von Mallinckrodt nace el 3 de junio de 1817 en Minden, Westfalia, como hija mayor de Detmar von Mallinckrodt, de religión protestante y alto funcionario de gobierno del estado de Prusia y de su esposa, la baronesa Bernardine von Hartmann, de religión católica, oriunda de Paderborn. (…) El 21 de agosto de 1849 funda la Congregación de las Hermanas de la Caridad Cristiana, Hijas de la Bienaventurada Virgen María de la Inmaculada Concepción. (…) El 14 de abril de 1985 Su Santidad Juan Pablo II beatificó a la Madre Paulina reconociendo en su vida un modelo y mensaje válido para el hombre de hoy. (…) Hoy las Hermanas continúan la obra de la Madre Paulina en Alemania, Argentina, Chile, Estados Unidos, Italia y Uruguay" (4).

    Notas

    1. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. Foto: www.fcco.com.ar .

    2. S/F: "Antecedentes de la democracia cristiana en Argentina", en www.dc.org.ar.

    3. Lukac de Stier, Maja: "Aportes de la colectividad Croata a la república Argentina", en Studia Croatica, 1986.

    4. S/F: "Biografía", en www.mallinckrodt.esc.edu.ar/tmadrepaulina.htm.

    Belgas

    Raúl Agustín Entraigas relata la biografía del padre Polidoro Segers:

    "¡Qué hombre extraordinario fue don Polidoro A. Segers! Nació el 7 de mayo de 1852 en Gante, Bélgica. Era oriundo de una noble familia flamenca, los condes de Van Laer. Su abuelo, Adrián Segers, fue uno de los que se jugaron por la independencia de Bélgica. Estuvo a punto de ser quemado vivo por los enemigos, lo que le valió las medallas de la Legión de Honor y la de la Orden de Leopoldo".

    "Cuando, después del 70, en Buenos Aires se respiraba paz y se vivía de Ia abundancia que proporcionaban nuestros campos ubérrimos (era nuestra era augustana … ) los argentinos pensamos en la buena música. Y nuestros abuelos tendieron la vista hacia París. Solicitaron un cuarteto clásico. Y vino. Tocaba el piano un joven de 22 años, de buena presencia, cabello rubio, ojos celestes, mirada penetrante, frente amplia y además cordial: era Polidoro A Segers".

    Partes: 1, 2
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