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Embarazo adolescente


Partes: 1, 2

  1. Determinación de la adolescencia y embarazo adolescente
  2. Tasas de nacimientos o fecundidad en adolescentes en el continente americano
  3. Causas del embarazo en la adolescencia
  4. Comportamiento sexual adolescente
  5. Diferencia de edades en las relaciones sexuales
  6. Abusos sexuales
  7. Consecuencias del embarazo en adolescentes
  8. Prevención de los embarazos de adolescentes

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Número de nacimientos en adolescentes por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años, 2002. En casi todos los países del mundo las tasas de nacimientos en adolescentes van descendiendo.

Para la prevención y correcta asistencia médica la OMS considera fundamental la promoción de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso a los métodos anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el marco de la salud pública y los derechos reproductivos.

Embarazo adolescente o embarazo precoz es aquel embarazo que se produce en una mujer adolescente; entre la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia. La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años. El término también se refiere a las mujeres embarazadas que no han alcanzado la mayoría de edad jurídica, variable según los distintos países del mundo, así como a las mujeres adolescentes embarazadas que están en situación de dependencia de la familia de origen.

La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no deseados.

El embarazo en una mujer adolescente puede llegar a término, produciéndose el nacimiento, o interrumpirse por aborto, ya sea éste espontáneo o inducido (aborto con medicamentos o aborto quirúrgico), en el caso del aborto inducido de manera legal o ilegal dependiendo de las leyes sobre el aborto de cada país.

Aunque la OMS considera el embarazo adolescente un problema culturalmente complejo, alienta a retrasar la maternidad y el matrimonio para evitar los altos índices de mortalidad materna y mortalidad de recién nacidos así como otras complicaciones sanitarias –parto prematuro, bajo peso, preeclampsia, anemia–, asociadas al embarazo en jóvenes adolescentes. En 2009 se estimaba que 16 millones de adolescentes, con edades comprendidas entre los 15 y 19 años, daban a luz cada año, un 95 % de esos nacimientos se producen en países en desarrollo, lo que representa el 11 % de todos los nacimientos en el mundo.

La OMS considera fundamental la promoción de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso a los métodos anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el marco de la salud pública y los derechos reproductivos para evitar los problemas asociados al embarazo adolescente.

Determinación de la adolescencia y embarazo adolescente

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Silueta de una adolescente embarazada

La edad media del período de la menarquía (primera menstruación) se sitúa en los 11 años,[10] aunque esta cifra varía según el origen étnico y el peso. El promedio de edad de la menarquía ha disminuido y continúa haciéndolo. El adelanto de la fecundidad permite la aparición de embarazos a edades más tempranas y depende por tanto no solo de factores biológicos sino de factores sociales y personales.

Las tasas de adolescentes embarazadas además de encontrarse en la misma situación que cualquier otra mujer embarazada deben enfrentarse a una mayor desprotección, mayores preocupaciones sobre su salud y su situación socioeconómica, de manera especial las menores de 15 años y las adolescentes de países con escasa atención médica y nula protección social a la adolescente embarazada a veces por falta de información.

En los países desarrollados los datos de embarazos en la adolescencia confirman una relación con los niveles educativos más bajos, las mayores tasas de pobreza, y otras situaciones de inestabilidad familiar y social.

El embarazo adolescente en los países desarrollados se produce por lo general fuera del matrimonio y conlleva un estigma social en muchas comunidades y culturas. Por estas razones se realizan estudios y campañas con el objeto de conocer las causas y limitar el número de embarazos de adolescentes.

En países considerados en desarrollo o subdesarrollados y particularmente en ciertas culturas, el embarazo adolescente se produce generalmente dentro del matrimonio y no implica un estigma social. La percepción social del embarazo adolescente varía de unas sociedades a otras e implica un debate profundo sobre aspectos del comportamiento, tanto biológicos como culturales relacionados con el embarazo.

Tasas de nacimientos en adolescentes en el mundo

Las cifras en los distintos países del mundo varían desde las máximas de Níger y Congo (con más de 200 embarazos por cada 1000 mujeres adolescentes) a tasas de 1 a 3 por 1000 en Corea del Norte, Corea del Sur y Japón.

Es reseñable que entre los países desarrollados de la OCDE, Estados Unidos y Reino Unido tienen el nivel más alto de embarazos en adolescentes, mientras que Japón y Corea del Sur tienen los más bajos.

Según la organización Save the Children cada año nacen 13 millones de niños de mujeres menores de 20 años de edad en todo el mundo; más del 90 % (11,7 millones) en los países denominados en desarrollo y en los países desarrollados el restante 10 % (1,3 millones). Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de mortalidad entre las mujeres entre las edades de 15 y 19 en dichas zonas. La mayor tasa de embarazos de adolescentes en el mundo está en el África subsahariana, donde las mujeres tienden a casarse a una edad temprana. En Níger, por ejemplo, el 87 % de las mujeres encuestadas estaban casadas y el 53 % había dado a luz a un niño antes de la edad de 18 años.

En el subcontinente indio, el matrimonio precoz o temprano significa en numerosas ocasiones el embarazo de la mujer adolescente, especialmente en las zonas rurales, donde la tasa es mucho mayor que en el medio urbano. La tasa de matrimonios y embarazos en adolescentes o precoces ha disminuido considerablemente en países como Indonesia y Argentina, aunque sigue siendo alta. En las naciones industrializadas de Asia, como Corea del Sur y Singapur, las tasas de nacimientos en adolescentes se encuentran entre los más bajos del mundo.

Tasas de nacimientos o fecundidad en adolescentes en el continente americano

En la tabla se indican las tasas de nacimientos por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años de edad en países americanos en los años 1997, 2002, 2005 y 2011. Se incluyen, como indicador global y marco de referencia, los datos de los dos países con tasas más extremas, Níger y Corea del Norte, quienes tienen el mayor y menor porcentaje de nacimientos en adolescentes del mundo así como los datos, por su proximidad cultural, de España y Portugal. Están ordenados de mayor a menor tasa según las cifras del año 2007.

País

Tasa denacimientos1997[27]

Tasa denacimientos2002[26]

Tasa denacimientos2005[27]

Tasa denacimientos2011[1][25]

Níger (África)

290

270

257

206

Nicaragua

143,7

124,8

117,7

103

República Dominicana

96,9

93,2

90,6

101

Guatemala

106

103

101

99

Honduras

114,6

102,5

99,8

86

Venezuela

94,1

92,1

90,78

85

Brasil

76

74

72

74

Panamá

93,2

89

85,16

80

Ecuador

85,4

84,5

83,48

78

El Salvador

95,2

87,1

83,4

77

Belize

102,1

87

80,2

73

Bolivia

86,9

84,4

80,6

73

Jamaica

93,4

82,1

77,5

72

Colombia

87,6

79,5

75,4

70

Paraguay

76

68,3

63,3

68

Costa Rica

86,9

77,5

73,8

62

Guyana

76,7

66,7

60,7

63

Uruguay

70,1

69,6

69,23

59

Chile

66,9

61,6

60,4

56

Perú

82,6

54,6

52,7

52

Argentina

69,8

60,7

58,4

55

Puerto Rico

75,9

61,5

53,5

48

Cuba

65,4

49,7

50,06

44

Haití

70,1

64,1

60,62

43

Estados Unidos

52,72

51,33

49,83

33

Canadá

20,11

15,04

13,23

14

Portugal (Europa)

20,5

20,4

18,1

13

España (Europa)

7,82

9,76

9,08

11

Corea del Norte (Asia)

1,6

1,56

1,53

1

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Prevención del embarazo adolescente. Un cartel del Gobierno de los Estados Unidos sobre el embarazo adolescente. Más de 1.100 adolescentes, en su mayoría de 18 y 19 años de edad dan a luz cada día en los Estados Unidos. Las madres adolescentes son el 10% del total.

Estados Unidos

En Estados Unidos la tasa de natalidad en adolescentes es la más alta del mundo desarrollado, siendo también muy alta la tasa de abortos en la adolescencia.[20] La tasa de embarazo adolescente se encontraba extraordinariamente alta en la década de 1950 y ha disminuido desde entonces, aunque a la vez se ha producido un aumento en los nacimientos fuera del matrimonio.

En el decenio de 1990 la tasa de embarazo de adolescentes disminuyó significativamente en todos los grupos étnicos, aunque con menor incidencia en los afroamericanos e hispanos. El Instituto Guttmacher atribuye el 75 % para el uso efectivo de métodos anticonceptivos y el 25 % de la disminución a las prácticas de abstinencia sexual. Sin embargo, en 2006 la tasa aumentó por primera vez en los últimos 40 años.

En todo caso, como señala Soledad Díaz Fernández, del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, y en línea con la información del Instituto Guttmacher, en Estados Unidos existe una mayor dificultad para acceder a servicios de planificación familiar y por tanto a métodos anticonceptivos en comparación a países europeos que, en general, promueven conductas sexuales apropiadas (uso de condón y otros métodos anticonceptivos así como facilidad para su acceso), imparten educación sexual comprehensiva, no solo promoción de la abstinencia, y los medios de comunicación ofrecen una visión más positiva de los y las adolescentes como personas responsables y valiosas.

Canadá

En Canadá el número de nacimientos en adolescentes en el período 1992-2002 ha disminuido de forma constante tanto para los más jóvenes (15-17 años) como para los adolescentes más mayores (18-19 años).

Perú

En Perú, el 13 % de adolescentes entre los 15 y 19 años ha estado embarazada, de los cuales solo el 32 % deseaba el embarazo. La mayor vulnerabilidad a quedar embarazada se observa en las mujeres más pobres alcanzando un 26 %, mientras que las menos pobres solo llegan al 3 %. Así pues, en el área rural 1 de cada 5 adolescentes ha quedado embarazada al menos una vez, y de estas el 38 % habla idiomas nativos. Entre los peligros se encuentra que 7 de cada 100 muertes son producto de causas maternas en madres de 17 años o menos. Debido a que el alto porcentaje de embarazos adolescentes no han variado a lo largo de los años, se han propuesto planes para que se incluya la educación sexual integral en el currículo oficial, asegurar que los adolescentes concluyan la educación secundaria, postergar el inicio de la actividad sexual, prevenir la violencia sexual contra las adolescentes y promover el acceso a la información, así como al uso de métodos anticonceptivos modernos.

Incidencia en Europa

Europa, especialmente Suiza, Holanda y Suecia, junto a algunos países asiáticos, Corea del Sur y Japón, tiene, de media, el menor número de nacimientos en adolescentes. Desde 1970 la tendencia general en los países de Europa ha sido la disminución de la tasa global de fecundidad junto con un aumento en la edad en que las mujeres tiene su primer parto, y una disminución en el número de nacimientos entre los adolescentes.

Existen tres razones básicas que explican estos datos:

Una buena educación sexual a adolescentes y jóvenes tanto institucional, social y en la propia familia.

Facilidad y asequibilidad en el acceso a los métodos anticonceptivos

Sociedades que no consideran adecuada la maternidad prematura e incluso poseen valores tradicionales que estigmatizan socialmente este tipo de maternidad.

España

En España, en el año 2008 se produjo un incremento en relación con el año anterior, así 11 000 adolescentes menores de 18 años quedaron embarazadas. En el año 2007 se produjeron 10 673 embarazos adolescentes, de los cuales hubo 4400 nacimientos y 6273 interrupciones voluntarias del embarazo.

Tabla de incidencia en Europa y países anglófonos

Tasas de natalidad y abortos en adolescentes,

Nacimientos por 1000, mujeres entre 15 y 19 años

País

Tasa denatalidad

Tasa deabortos

Tasacombinada

Holanda

7.8

3.9

11.6

España

7.5

4.9

12.4

Italia

6.6

6.7

13.3

Grecia

12.2

1.3

13.5

Bélgica

9.9

5.2

15.1

Alemania

13.0

5.3

18.3

Finlandia

9.8

9.6

19.4

Francia

9.4

13.2

22.6

Dinamarca

8.2

15.4

23.6

Suecia

7.7

17.7

25.4

Noruega

13.6

18.3

31.9

Chequia

20.1

12.4

32.5

Islandia

21.5

20.6

42.1

Eslovaquia

30.5

13.1

43.6

Australia

20.1

23.9

44.0

Canadá

22.3

22.1

44.4

Reino Unido

29.6

21.3

50.9

Nueva Zelanda

33.4

22.5

55.9

Hungría

29.9

30.2

60.1

Estados Unidos

55.6

30.2

85.8

Causas del embarazo en la adolescencia

En algunas sociedades, el matrimonio a edades tempranas y el rol de género que tradicionalmente se asigna a la mujer, son factores importantes en las altas tasas de embarazo en la adolescencia. Así, en algunos países de África subsahariana, el embarazo adolescente se celebra porque es la prueba de fertilidad de la mujer joven. En el subcontinente indio, el matrimonio en adolescentes y el embarazo es más común en las comunidades rurales tradicionales, donde es apreciada una numerosa descendencia, en comparación con la tasas de las ciudades.

En las sociedades donde el matrimonio con mujeres adolescentes es poco frecuente, la causa fundamental de los embarazos en adolescentes es la práctica de las relaciones sexuales de las jóvenes sin métodos anticonceptivos por lo que éstos embarazos pueden considerarse como embarazos no planificados o embarazos no deseados.

Comportamiento sexual adolescente

Según la información disponible en el Guttmacher Institute, tener prácticas sexuales a los 20 años se considera un hábito normal en todo el mundo. En los países con bajos niveles de embarazo en la adolescencia no se considera adecuada la maternidad prematura, pero, sí las relaciones sexuales entre adolescentes por lo que se proporciona información completa y equilibrada sobre la sexualidad y se facilita la accesibilidad a los métodos anticonceptivos.

Además de la práctica sexual deseada y consentida pero practicada sin métodos anticonceptivos también existen comportamientos sexuales no deseados por los adolescentes que pueden contribuir a incrementar los embarazos no deseados. Así, un estudio de la Kaiser Family Foundation en adolescentes de EE. UU. concluyó que el 29 % de los adolescentes se sintieron presionados a tener relaciones sexuales, el 33 % de los adolescentes sexualmente activos creían que mantenían una relación en las que las cosas se movían demasiado rápido en el aspecto sexual y el 24 % declaraba que había 'hecho algo sexual que realmente no quieren hacer.

Encuestas de 1977 y 2003 indicaban que la presión de los compañeros es un factor que alienta, tanto a las adolescentes como a los adolescentes, a tener relaciones sexuales.

Consumo de drogas y alcohol

El consumo de bebidas alcohólicas y otras drogas producen una reducción en la inhibición que también puede estimular la actividad sexual no deseada. Aunque esto fuera así, no se sabe si las drogas mismas influyen directamente en los adolescentes en comportamientos sexuales más arriesgados, o si los adolescentes que habitualmente consumen drogas son más propensos a tener relaciones sexuales. Debe advertirse que la correlación no implica causalidad. El consumo de drogas y medicamentos que han mostrado evidencias en su vinculación con el embarazo de adolescentes son: alcohol, y anfetaminas, (incluyendo MDMA –éxtasis–). Otras drogas y medicamentos que no tienen correlación –o es muy escasa– son los opiáceos, como heroína, morfina, y oxicodona, de los que es conocido el efecto directo en la reducción significativa de la libido. Parece que en la adolescencia el consumo de algunas de éstas últimas ha reducido significativamente las tasas de concepción frente a las drogas como el alcohol y la anfetamina. Las anfetaminas son ampliamente prescritos para el tratamiento de TDAH. Los países con las tasas más altas de prescripción de las anfetaminas a los adolescentes también tienen las tasas más altas de embarazo en la adolescencia.

Falta de información sobre métodos anticonceptivos

Los adolescentes pueden no recibir educación sexual, carecer de información y conocimientos suficientes sobre los métodos anticonceptivos o no tener un fácil acceso a su adquisición. También pueden sentirse avergonzados tanto para preguntar como para comprar anticonceptivos.

En Estados Unidos las mujeres adolescentes sexualmente activas que desean evitar el embarazo tienen menos posibilidades que las de otras edades para el uso de anticonceptivos. Así, un 18 % de las adolescentes entre 15 y 19 años no utilizan métodos anticonceptivos, frente a 10,7 % de mujeres de 15 a 44 años.

En las adolescentes más del 80 % de los embarazos no son deseados. Y más de la mitad de los embarazos no deseados se producen en mujeres que no usan anticonceptivos y la mayor parte del resto de embarazos no deseados se deben al uso incorrecto de los anticonceptivos. El 23% de las mujeres jóvenes sexualmente activas admitió haber tenido relaciones sexuales sin protección con una pareja que no utilizó un preservativo, mientras que el 70% de las adolescentes manifestaron que les daba vergüenza comprar preservativos o cualquier otro anticonceptivo y también solicitar información a un médico.

En muchos casos el uso de métodos anticonceptivos es inadecuado. Muchos adolescentes sin experiencia puede usar el condón incorrectamente y las adolescentes se olvidan con frecuencia de tomar los anticonceptivos orales. La tasa de fracaso anticonceptivo (índice de Pearl) es mayor en las mujeres adolescentes, especialmente en las pobres, que en mujeres de más edad.

Los métodos reversibles a largo plazo como el dispositivo intrauterino, el anticonceptivo subdérmico, el parche anticonceptivo, el anillo vaginal o inyecciones de anticonceptivos inyectables combinados (Depo Provera), requieren la intervención del usuario con menos frecuencia –una vez al mes a cada varios años–, y puede prevenir el embarazo con mayor eficacia en mujeres que tienen problemas para seguir las rutinas, incluidas las jóvenes. El uso simultáneo de más de un método anticonceptivo disminuye el riesgo de embarazos no deseados, y si uno de los métodos es de barrera (condón), también se reduce la transmisión de enfermedades de transmisión sexual.

La aprobación, por las autoridades sanitarias de numerosos países, de anticonceptivos de emergencia como Píldora del día después o píldora del día siguiente incide de manera específica en la reducción de las tasas de embarazos en adolescentes. Además de la denominada píldora del día después también ha aparecido en el mercado la denominada píldora de los cinco días después (ellaOne (acetato de ulipristal). Estás píldoras anticonceptivas de uso de emergencia, que pueden requerir o no receta médica –dependiendo de los países–, no deben confundirse con la denominada píldora abortiva RU-486 o mifepristona, para la que se requiere prescripción y receta médica y solamente puede usarse dentro de los 49 días siguientes a la concepción.

Los padres deben hablar de sexualidad a sus hijos ya que es la mejor manera de prevenir conductas inadecuadas y en última instancia embarazos no deseados. La educación sexual también está incluida, en numerosos países, en el currículum escolar. Puede llevarse a cabo por profesores u otros profesionales de la sanidad. También los adolescentes se informan por otros medios, compañeros, libros e internet.[cita requerida]

Diferencia de edades en las relaciones sexuales

Según la organización conservadora Family Research Council, estudios en EE. UU. indican que la diferencia de edad entre las adolescentes y los hombres que las embarazan es un factor a tener en cuenta. Las adolescentes que tienen relaciones con chicos mayores que ellas, y en particular con hombres adultos, tienen más probabilidades de quedarse embarazadas que las adolescentes que tienen relaciones sexuales con chicos de su edad quienes son también más proclives a llevar el embarazo a término en lugar de tener un aborto. Un estudio de 1992 del estado de Washington de 535 madres adolescentes encontró que el 62 por ciento de las madres habían sufrido abusos o habían sido violadas por hombres de una edad promedio de 27 años. Este estudio encontró que las madres adolescentes habían sufrido abusos incluso antes del inicio de la actividad sexual y habían tenido relaciones sexuales con numerosas parejas de más edad, por lo que habían estado expuestas a más riesgos y de forma más frecuente. Estudios realizados por el Population Reference Bureau y el Centro Nacional para Estadísticas de Salud (National Center for Health Statistics) revelaron que cerca de dos tercios de los niños nacidos de mujeres adolescentes en los Estados Unidos son engendrados por hombres adultos de 20 años o más.

Abusos sexuales

Entre el 11 y el 20 por ciento de los embarazos en adolescentes son un resultado directo de la violación, mientras que un 60 por ciento de las madres adolescentes tenían experiencias sexuales no deseadas anteriores a su embarazo. Antes de los 15 años, la mayoría de las experiencias de la primera relación sexual en mujeres son de carácter no voluntario, el Instituto Guttmacher encontró que el 60 por ciento de las muchachas que tuvieron relaciones sexuales antes de los 15 años fueron obligadas por hombres que en promedio fueron seis años mayores que ellas. Uno de cada cinco padres de hijos de madres adolescentes admite que ha forzado a las chicas adolescentes a tener relaciones sexuales con ellos.

Numerosos estudios en países industrializados indican un fuerte vínculo entre abusos sexuales en la infancia y embarazos en la adolescencia. Hasta el 70 por ciento de las mujeres que dieron a luz en su adolescencia sufrieron abusos siendo niñas; por el contrario, solamente el 25 por ciento de las mujeres que no dan a luz sufrieron abusos siendo niñas.

En la mayoría de países, las relaciones sexuales entre un menor y un adulto no están toleradas por ley, así un menor de edad se cree que carece de la madurez y la competencia para tomar una decisión informada para tener relaciones sexuales totalmente consentidas con un adulto. En esos países, las relaciones sexuales con un menor de edad se consideran abuso sexual a menores. Una vez el adolescente ha llegado a la edad de consentimiento sexual, él o ella puede legalmente tener relaciones sexuales consentidas con quien como mínimo tenga la edad de consentimiento y, por tanto, también con adultos siempre de manera voluntaria, en caso contrario se considera violación.

Violencia sobre la mujer

Violencia durante el noviazgo

Diversos estudios de 2004 y 2006 indican que las adolescentes son a menudo víctimas de maltrato por el novio y específicamente en las relaciones sexuales que pueden provocar un embarazo. También los estudios señalan que el conocimiento del embarazo por parte del padre a menudo intensifica el comportamiento violento por parte del novio. Las menores de 18 años tienen el doble de probabilidades de ser golpeadas y maltratadas por el padre de sus hijos que las mujeres mayores de 18 años.

Violencia doméstica

Un estudio del Reino Unido de 2011 mostró que más de dos tercios de las mujeres que dieron a luz en su adolescencia había sufrido violencia en el hogar de los adolescentes.

Resultados similares se han encontrado en los estudios en los Estados Unidos. Un estudio del estado de Washington que un 70% de las madres adolescentes habían sido golpeadas por sus novios, el 51% había experimentado intentos de sabotaje para usar el control de la natalidad en el último año, y la escuela experimentó un 21% o sabotear el trabajo.

En un estudio en 379 adolescentes embarazadas y los respectivos padres y 95 adolescentes sin hijos, mostró que el 62% de las niñas de 11-15 años y el 56% de las chicas de 16-19 años admitieron haber sufrido violencia doméstica a manos de sus parejas. Por otra parte, el 51% de las chicas indicaron haber sufrido al menos un caso en que su novio intentó sabotear sus esfuerzos por usar métodos anticonceptivos.

Factores socioeconómicos

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Una joven madre adolescente (1884).

La pobreza se asocia con altas tasas de embarazo en la adolescencia. Así, países económicamente pobres, como Nicaragua en América, Níger en África y Bangladesh en Asia, tienen un número mayor de madres adolescentes en comparación con países económicamente más ricos.

En el Reino Unido alrededor de la mitad de todos los embarazos de menores de 18 años se produce en el 30 % más pobre de la población.

En Italia, la tasa de natalidad en adolescentes de clases ricas y acomodadas –zonas de la región central de Italia– es sólo el 3,3 por 1000, mientras que en las más pobres Mezzogiorno es de 10 por 1000.

Abuso, violencia, abandono en la infancia y familias disfuncionales

Las mujeres que durante su infancia han sido víctimas de abuso, violencia doméstica y otros conflictos familiares tienen más probabilidades de quedar embarazadas en la adolescencia, y el riesgo de quedar embarazada aumenta con el número de experiencias adversas en la infancia. Según un estudio realizado en 2004, un tercio de los embarazos de adolescentes se podrían evitar mediante la eliminación de la exposición al abuso, la violencia y los conflictos familiares. Los investigadores señalan que la disfunción familiar tiene consecuencias duraderas y desfavorables para la salud de las mujeres durante la adolescencia, la edad fértil, y más allá.

Diversos estudios también han encontrado que aquellos niños criados en hogares con una madre que había sido maltratada o que había sufrido violencia física directa, era más propensos a dejar embarazada a una chica.

También se ha indicado que las niñas cuyos padres abandonaron a la familia cuando ellas eran pequeñas tuvieron mayor tasa de actividad sexual temprana y de embarazo adolescente. Las niñas cuyos padres abandonaron a la familia más tarde tuvieron menor tasa de actividad sexual temprana. Las tasas más bajas de actividad sexual y embarazo se encuentran en las niñas cuyos padres estuvieron presentes durante toda su infancia.

Las familias disfuncionales son otro factor de riesgo para el embarazo en la adolescencia. Según Woodward, Fergusson & Horwood (2001), las mujeres que han vivido dentro de familias con un entorno social, familiar, individual y de relaciones complicadas durante su niñez y adolescencia tienen un riesgo más alto a salir embarazadas durante su adolescencia. El perfil de las adolescentes con más riesgo de embarazo es el de la mujer con problemas de conducta que creció y vive dentro de un entorno familiar que se caracteriza por padres inestables. Ella también tiene a varias madres solteras en su entorno.

En el caso de estas adolescentes, ellas tenían a una madre con un grado bajo de educación. La educación de la madre influenciaba fuertemente como un factor de riesgo para el embarazo adolescentes por que la madre no tenía la capacidad para educar a su hija en relación a los anticonceptivos ni tampoco tenía la habilidad de ponerle ciertos límites a su hija. Otro factor de riesgo para el embarazo adolescente era el acoholismo de un miembro de la familia ya que esto podía causar que la mujer busque el amor y estabilidad fuera de casa. Finalmente, el riesgo de un embarazo adolescente se incrementa cuando los padres tienen conocimiento y aceptan el hecho de que su hijo o hija adolescente está teniendo relaciones sexuales. Esto incrementa el riesgo porque el adolescente siente que tiene el poder de hacer lo que quiere, sin embargo, no tiene la madurez emocional para hacerlo, por esto, en muchos casos no solamente tienen comportamientos riesgosos sexuales si no que también incrementan la cantidad de veces que tienen relaciones sexuales.

Las niñas tuteladas, criadas en orfanatos, hospicios y centros de acogida son más propensas a quedar embarazadas en la adolescencia que los criados en núcleos familiares. El estudio nacional de Antiguos Alumnos Casey, en el que se entrevistó a alumnos de orfanatos de 23 comunidades en todo Estados Unidos, encontró que la tasa de natalidad de las niñas en orfanatos es más del doble que la tasa de sus compañeros fuera del sistema de estos centros. Un estudio de la Universidad de Chicago en centros de Illinois, Iowa y Wisconsin encontró que casi la mitad de las mujeres sufrió un embarazo antes de los 19 años de edad.

Consecuencias del embarazo en adolescentes

Las consecuencias médicas del embarazo son múltiples e importantes:

Falta de atención médica desde el inicio del embarazo por no comunicar su situación.

Las mujeres más jóvenes –16 años o menos– corren riesgo de preeclampsia y eclampsia.

Bajo peso al nacer de los recién nacidos por causas orgánicas tales como anomalías placentarias, nutrición deficiente, tabaquismo y consumo de drogas.

Alta mortalidad materna en la adolescencia llegando a ser, en países en vías de desarrollo, una de causas más frecuentes de muerte en las adolescentes (por embolia, enfermedad hipertensiva y embarazos ectópicos).

Frecuentemente se decide poner fin al embarazo mediante aborto inducido a veces clandestino que pone su vida en peligro debido a sepsis y hemorragias.

Es habitual la anemia en las jóvenes embarazadas.

A veces el embarazo se produce existiendo enfermedades de transmisión sexual

El embarazo adolescente también es un factor de riesgo para los recién nacidos (pueden presentar enfermedades como la Espina bífida y el Síndrome de muerte súbita del lactante).

También existen riesgos en el aspecto psicológico y social, ya que la mujer joven se enfrenta, en general, a una situación para la que no está preparada emocionalmente. Si lleva el embarazo a término tendrá que aceptar su nuevo rol de madre, haciéndose cargo de los cuidados, atención y educación de su hijo, a pesar de que ella aún no ha consolidado su formación y desarrollo. Desde el aspecto psicosocial las consecuencias son las siguientes:

En ocasiones las jóvenes madres optan por dar a su hijo en adopción lo que les crea una gran culpa y arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.

Si se decide tener al hijo sin la existencia de pareja se convertirá en madre soltera, familia monoparental, enfrentándose, dependiendo de los países, a grandes carencias y dificultades. Su proyecto de vida se ve alterado y frenado, llegando a sufrir agresiones por parte de su familia y del entorno y disminuyendo las oportunidades para conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable.

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