- Introducción
- El poder en la escuela
- Tradicionalismo
- El poder en el curriculum oculto de la escuela
- Conclusiones
- Bibliografía
- La escuela actual: sus imágenes sociales y sus retos ante ellas
Resumen
La escuela es el espacio en el cual están puestas todas las miradas, esperando de ella la respuesta a las inquietudes y necesidades de una sociedad. Es el lugar en donde suceden y dejan de suceder muchas cosas, que determinan el estado y la trayectoria de una nación, así como su identidad y la relación con el mundo exterior. Cabe entonces hacer un análisis de lo que sucede en el interior de las instituciones del saber en cuanto al ejercicio del poder.
En la época actual es común encontrar una gran problemática cuando el poder que se ejerce en la escuela no está correctamente planificado. Es necesario crear una nueva cultura del poder, que se manifieste en el orden, bien aplicado y comprendido por todos los actores, para que las estrategias planteadas puedan ser funcionales y la educación pueda cumplir con los objetivos que señala su misión.
Palabras clave: poder – oprimido – opresor – control – orden
Introducción
Sucedió en la principal plaza de Cuba, previo al discurso de Fidel Castro, y en un acto agitador, para motivar a la concurrencia, se atrevió a hacer una comparación entre Jesús y Fidel. Preguntaba: ¿Quién tiene la barba de Jesú? la turba respondía ¡Fideeel!, ¿Quién tiene los ojos que tuvo Jesú? los escuchas respondían: ¡Fideeeel!. Y así continuó haciendo las grotescas comparaciones. Cuando preguntó ¿qué pide el pueblo para Fidel? Respondieron: ¡crucifícale!, ¡crucifícale!.
El cuento anterior nos sirve como referencia para el análisis del poder visto desde la perspectiva del opresor y el oprimido. El poder entendido como un derecho para oprimir al más débil es una característica de nuestra masacrada América latina, que desde la aparición del primer hombre blanco en sus generosos y fértiles territorios se ha convertido en el campo mas ambicionado por políticas de poder, que se contraponen a las ideologías de unos cuantos seres humanos, que han intentado de manera incansable, liberar de la opresión a los seres más débiles.
Mario Ruiz Chávez. Maestro de español en la escuela secundaria técnica N° 11 de Pitiquito, Sonora y de la escuela Secundaria Federal Héroes de Caborca, en Caborca, Sonora. Titulado en Maestría en docencia en IDESA y pasante de Maestría en educación en el CUTSON. Actualmente, estudiante de doctorado del IDESA, en Hermosillo, Sonora. La línea de investigación del artículo tiene como referente el poder ejercido en la escuela, sus manifestaciones y respuestas.
Ejercer poder sobre los demás, es una practica cotidiana en nuestra lastimada patria desde tiempos muy remotos y se manifiesta en todos los niveles y en todos los círculos sociales, siempre que exista una oportunidad de que haya un grupo de oprimidos, surgirá el control ejercido por otros de la misma especie, bañados con una esencia diferente, con un elixir prodigioso, que los convierte en poderosos y lo manifiestan siempre que se presente la oportunidad. Ya es común en nuestros tiempos, tal vez por cuestiones culturales y derivado de la propia idiosincrasia de los pueblos, que han aceptado ser sometidos por otros pueblos o personas con poder, en el afán de búsqueda de protección y seguridad al orden establecido. Este acto de control sucede también en la escuela de manera muy cotidiana en los enfrentamientos del poder para mantener el orden laboral., la disciplina y la obediencia.
El poder en la escuela
¿Cuál es el problema entonces?, Siempre encontraremos la relación opresor-oprimido y mientras que el binomio siga siendo aceptado por esa sociedad que lo maneja a su conveniencia seguirá funcionando. Pero examinemos de cerca lo que sucede en ese sentido en las escuelas, en donde el poder se manifiesta en distintos órdenes, sólo por mencionar algún ejemplo: el inicio de labores en una institución educativa está marcada rigurosamente a la realización de honores a los símbolos de identidad nacional, nuestra bandera y el Himno Nacional Mexicano. Este acto tan común y aparentemente sencillo por lo cotidiano, es una muestra representativa de poder; es decir, delimitan desde ese momento la posición que corresponde a cada uno de los actores del proceso y en cada uno de ellos, el rol que les corresponde llevar. El director, como máxima autoridad en la escuela, cumple con una norma estipulada en los órganos escolares federales y estatales; el maestro desde su posición, mantiene las filas entre los alumnos, clasificadas por orden de tamaño de individuos, obligados (por normatividad) a mantener el equilibrio y la posición de "firmes" para rendir honores a símbolos, que en la mayoría de los casos los alumnos no logran identificar ni a razonar en el significado que tienen para los mexicanos. Foucault está convencido de que "en todo lugar donde hay poder, el poder se ejerce. Nadie es su dueño o poseedor, sin embargo sabemos que se ejerce en determinada dirección, no sabemos quien lo tiene pero sí sabemos quien no lo tiene". Foucault, M (2001).
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