- Trastorno Delirante
- Los trastornos fóbicos
- Trastornos afectivos (depresión y manía)
- Ansiedad
- Esquizofrenia
- Amnesia
- Autismo
Este trastorno se conoce también como paranoia. El pensamiento de una persona que padece un trastorno delirante es ordenado. La conducta varía entre dos extremos. Algunos enfermos pueden parecer normales en absoluto, siempre que no se cuestionen sus creencias delirantes, mientras que otros pueden tener un comportamiento inadecuado y extravagante.
El delirio constituye la principal manifestación clínica. Los temas delirantes habituales son:
· el perjuicio, que se presenta principalmente en personas con rasgos de desconfianza y rigidez, que pueden manifestar reacciones hostiles cuando tienen el convencimiento de que alguien les está perjudicando o se pone en duda la autenticidad de sus delirios, los celos donde un hecho banal origina una acusación de infidelidad, que se trata de probar mediante datos retrospectivos distorsionados;
· la erotomanía en la que el paciente más frecuente es una mujer, tiene la idea de ser amado por alguien, generalmente una personalidad de renombre o perteneciente a un nivel socioeconómico superior;
· la grandiosidad o megalomanía, cuando el paciente está conocido de que es una persona importante;
· el delirio somático, correspondiente a ideas delirantes como el convencimiento de tener una enfermedad, sufrir una deformidad aislada o que el cuerpo despide un olor repugnante.
· Síndrome de Capgras, donde el enfermo tiene el convencimiento de que una persona de su entorno ha sido sustituida por un doble
· Síndrome de Frégoli, en el que el paciente cree que una(s) persona(s) de su ambiente ha(n) adquirido el aspecto de individuo(s) desconocido(s).
Para el tratamiento de este trastorno se recurre a los antisépticos. No hay datos que demuestren la eficacia de ninguna modalidad de psicoterapia. En principio, lo más recomendable es iniciar una relación terapéutica, con el objetivo de conseguir la confianza y colaboración del enfermo.
Se entiende por fobia un miedo excesivo, irracional y persistente ante un objeto, actividad o situación que determina un deseo imperioso de evitar aquello que se teme.
El ataque del pánico se produce cuando la angustia se hace insoportable. En ese momento se combinan sentimientos de opresión, miedo o temor y síntomas físicos, que se traducen en arritmia cardiaca, dificultades respiratorias, dolores abdominales, mareos, temblores, sudoraciones, escalofríos, etc.
Los trastornos fóbicos se dividen en tres grandes categorías: agorafobia, fobia social y fobia simple.
Agorafobia
Hay personas que sienten miedo a estar solas o a sentirse atrapadas en ciertos lugares públicos, donde puede resultar problemático en algún momento el rápido acceso a una salida o a un lugar de seguridad. A este trastorno se le conoce con el nombre de agorafobia. Representa el 60% de todos los estados fóbicos que requieren de tratamiento. Puede comenzar a la mitad o a la tercera década de la vida.
Fobia Social
Cuando se dice que una persona tiene fobia social, se está indicando que teme y evita las situaciones en las que puede verse expuesto a la mirada de los otros. El miedo a ser observados por la gente puede implicar, según los casos, el tema a hacer el ridículo y llamar la atención, a fracasar en la tarea, a perder el dominio de sí mismo, caerse o tambalearse, y a mostrarse avergonzado o ruborizado. La fobia social rara vez se presenta antes de la pubertad o después de los 30 años y puede ser imposible identificar en claro desencanedante, o bien repentina, tras una experiencia traumática.
La teoría conductual explica que los temores fóbicos se transforman por asociación de los mismos aspectos del medio social que se relacionan con peligro para el individuo, especialmente las experiencias sociales traumáticas.
Fobia Simple
La fobia simple se puede sentir ante determinados animales, a las alturas, los espacios cerrados, los grandes espacios abiertos, las tormentas, la sangre, etc. Aunque las fobias simples son comunes, y tal vez por ese motivo, las personas afectadas no acuden con mucha frecuencia como los fóbicos de otra categoría a los servicios de salud mental.
Algunos miedos y fobias son:
ü Alturas…………………………………..acrofobia
ü Espacios abiertos……………………….agorafobia
ü Gatos……………………………………aclurofobia
ü Truenos…………………………………asteurofobia
ü Rayos……………………………………ceraunofobia
ü Perros……………………………………cinofobia
ü Espacios cerrados………………………claustrofobia
ü Caballos………………………………..Equinofobia
ü Suciedad, gérmenes, contagio…………misofobia
ü Serpientes………………………………ofidofobia
ü Oscuridad………………………………nictofobia
ü Agua corriente…………………………potomofofia
ü Miedo al público………………………topofobia
ü Animales……………………………….zoofobia
Tratamiento
Se debe lograr que la persona reconozca su miedo, para tener una consideración clínica. Asociar al enfermo a la medicación anti-pánico de exposición en vivo, o en el medio natural de donde viene la fobia. El tratamiento se basa en enfrentar al paciente a la exposición gradual y sistemática del objeto de su temor; para mostrarle que ese objeto no es más fuerte y que todo está en su mente.
Trastornos afectivos (depresión y manía)
Se caracterizan por la alteración del ánimo en el paciente como síntoma principal. En la depresión hay tristeza, la persona se siente culpable, desesperada e inútil. La manía lleva consigo un ánimo exaltado, expansivo, cambiante, que se altera según la depresión.
Tratamiento
Se considera como la mejor opción una terapia ambiental, acompañada del apoyo moral a la persona que se siente deprimida.
Se presenta cuando tenemos un miedo vago por lo que podría ocurrir en el futuro. Algunas posibles causas son: parientes y amigos, la salud, el embarazo, los problemas legales, los hijos, el envejecimiento, el trabajo, ascender en el trabajo y los exámenes. La depresión puede causar algunas reacciones físicas: palpitaciones, tensión, temblores, insomnio, transpiración y deseo de orinar más de lo normal.
El mejor tratamiento es la tranquilidad, el amor hacia el que sufre la ansiedad, mantener la alegría en su ambiente. Existen también medicamentos (Barbitúricos, Tranquilizantes mayores y tranquilizantes menores), pero no son recomendables a menos que el efecto de la ansiedad sea muy grave.
Es considerado el más fuerte de los trastornos mentales. Se presenta por medio de problemas sentimentales, del pensamiento, de percepción, etc. La persona depende cada vez más de las demás. Los primeros síntomas suelen aparecer antes de que la persona sea adulta.
Tratamiento
Se hacen psicoterapias, para adaptar el paciente al entorno. También se les proporciona la medicación antipsicótica, pero ésta no es muy efectiva para todos los esquizofrénicos.
Es la pérdida o incapacidad de la memoria, cuyo origen puede ser debido a trastornos orgánicos, como las lesiones en el cerebro, arteriosclerosis cerebral, o trastornos mentales funcionales, como la histeria. La amnesia puede ser total, con una completa pérdida de la memoria; parcial (desde un determinado momento hacia adelante en el tiempo, o desde un momento hacia atrás); lagunar (en un periodo de tiempo antes o después de un hecho traumático, frecuente en los accidentes); o sistemática, relacionada con un tipo determinado de experiencias.
Tratamiento
La amnesia es más un síntoma que una enfermedad, y su tratamiento intenta determinar y eliminar sus causas básicas originales.
Es un trastorno grave de comunicación y conducta de la infancia que se desarrolla antes de los tres años de edad.
El niño autista es incapaz de utilizar el lenguaje con sentido o de procesar la información que recibe del medio. Cerca de la mitad de los niños autistas son mudos, y aquellos que hablan, por lo general sólo repiten de forma mecánica lo que escuchan. El término autismo se refiere a su expresión ausente o perdida, aunque la connotación de alejamiento voluntario es inapropiada.
Tratamiento
El tratamiento de elección es la educación especial, un aprendizaje intenso gradual y un control estricto de la conducta del niño. También se están probando tratamientos con fármacos como la fenfluramina y el haloperidol. Por lo general, el pronóstico es malo en aquellos niños autistas que permanecen sin hablar pasados los cinco años de edad. Los niños que hablan mejoran mucho y algunos de ellos se recuperan.