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Perspectiva historia social y cultural de la literatura I. El Quijote de la Mancha

Enviado por jimenaaudisio


    1. Propósitos de Cervantes con el Quijote
    2. Personalidad de Don Quijote
    3. Datos biográficos de autor
    4. Epoca o periodo literario
    5. Choque entre la realidad y las fantasías
    6. La misión caballeresca
    7. Anécdotas

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    Introducción

    Es posible que Cervantes empezara a escribir el Quijote en alguno de sus periodos carcelarios a finales del siglo XVI. Mas casi nada se sabe con certeza. En el verano de 1604 estaba terminada la primera parte, que apareció publicada a comienzos de 1605 con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. El éxito fue inmediato. En 1614 aparecía en Tarragona la continuación apócrifa escrita por alguien oculto en el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda, quien acumuló en el prólogo insultos contra Cervantes. Por entonces éste llevaba muy avanzada la segunda parte de su inmortal novela. La terminó muy pronto, acuciado por el robo literario y por las injurias recibidas. Por ello, a partir del capítulo 59, no perdió ocasión de ridiculizar al falso Quijote y de asegurar la autenticidad de los verdaderos don Quijote y Sancho. Esta segunda parte apareció en 1615 con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. En 1617 las dos partes se publicaron juntas en Barcelona. Y desde entonces el Quijote se convirtió en uno de los libros más editados del mundo y, con el tiempo, traducido a todas las lenguas con tradición literaria.

    Algunos cervantistas han defendido la tesis de que Cervantes se propuso inicialmente escribir una novela corta del tipo de las "ejemplares". Esta idea se basa en la unidad de los seis primeros capítulos, en los que se lleva a cabo la primera salida de don Quijote, su regreso a casa descalabrado y el escrutinio de su biblioteca por el cura y el barbero. Otra razón es la estrecha relación sintáctica entre el comienzo de cada capítulo y el final del anterior. Y también apoya esta tesis la semejanza entre los seis primeros capítulos y el anónimo Entremés de los romances, donde el labrador Bartolo, enloquecido por la lectura de romances, abandona su casa para imitar a los héroes del romancero, defiende a una pastora y resulta apaleado por el zagal que la pretendía, y cuando es hallado por su familia imagina que lo socorre el marqués de Mantua. Pero la tesis de la novelita ejemplar es rechazada por otros estudiosos que consideran que Cervantes concibió desde el principio una novela extensa. Éstos argumentan que la unidad de la primera salida de don Quijote —sin Sancho Panza, para que no pueda presenciar la grotesca ceremonia en que su amo es armado caballero— adelanta la composición circular que se repite, ampliada, en las otras dos salidas; la semejanza con el Entremés de los romances puede ser una manifestación más de la presencia constante del romancero en el Quijote, y las relaciones sintácticas entre final y comienzo de capítulo no son exclusivas de la primera salida.

    Desarrollo

    Propósitos de Cervantes con el Quijote

    Lo que sí resulta seguro es que Cervantes escribió un libro divertido, rebosante de comicidad y humor, con el ideal clásico del deleitar aprovechando. Por eso quiso crear una obra para todos los lectores, según las capacidades de cada cual. Su ambición de totalidad abarca desde el lector más inocente hasta el más profundo, de modo que todo cuanto preocupa al ser humano parece incluido en sus páginas.

    Cervantes afirmó varias veces que su primera intención era mostrar a los lectores de la época los disparates de las novelas de caballerías. En efecto, el Quijote ofrece una parodia de las disparatadas invenciones de tales obras. Pero significa mucho más que una invectiva contra los libros de caballerías. Por la riqueza y complejidad de su contenido y de su estructura y técnica narrativa, la más grande novela de todos los tiempos admite muchos niveles de lectura, e interpretaciones tan diversas como considerarla una obra de humor, una burla del idealismo humano, una destilación de amarga ironía, un canto a la libertad o muchas más. También constituye una asombrosa lección de teoría y práctica literarias. Porque, con frecuencia, se discute sobre libros existentes y acerca de cómo escribir otros futuros, ya desde la primera parte: escrutinio de la biblioteca de don Quijote, lectura de El curioso impertinente en la venta de Juan Palomeque y disputa sobre libros de caballerías y de historia, revisión crítica de la novela y el teatro de la época en la conversación entre el cura y el canónigo toledano. En la segunda parte de la novela algunos personajes han leído ya la primera y hacen la crítica de la misma. La primera parte será así el punto de referencia de las discusiones sobre teoría literaria incluidas en la segunda. Teoría y ficción se integran con perfecta armonía en el coloquio entre Sansón Carrasco, don Quijote y Sancho, en episodios como la cueva de Montesinos y el retablo de Maese Pedro; y la teoría se ilustra con la práctica en las narraciones interpoladas en el relato principal, las cuales constituyen otras tantas formas de novelar representativas de los géneros narrativos anteriores a Cervantes.

    Entre otras aportaciones más, el Quijote ofrece asimismo un panorama de la sociedad española en su transición de los siglos XVI al XVII, con personajes de todas las clases sociales, representación de las más variadas profesiones y oficios, muestras de costumbres y creencias populares. Sus dos personajes centrales, don Quijote y Sancho, constituyen una síntesis poética del ser humano. Sancho representa el apego a los valores materiales, mientras que don Quijote ejemplifica la entrega a la defensa de un ideal libremente asumido. Mas no son dos figuras contrarias, sino complementarias, que muestran la complejidad de la persona, materialista e idealista a la vez.

    Personalidad de Don Quijote

    Muchos episodios del Quijote ejemplifican otros tantos casos de amor. El de don Quijote representa una concepción del amor caballeresco sustentada en la tradición del amor cortés. Por eso, antes de cada aventura, don Quijote invoca siempre a su amada Dulcinea y pide su amparo, porque ella es su señora y por ella se fortalecen las virtudes del caballero. En este sentido, Dulcinea del Toboso es uno de los ideales más sublimes de cuantos ha creado la mente humana.

    Don Quijote es también un modelo de aspiración a un ideal ético y estético de vida. Se hace caballero andante para defender la justicia en el mundo y desde el principio aspira a ser personaje literario. En suma, quiere hacer el bien y vivir la vida como una obra de arte. Se propone acometer "todo aquello que pueda hacer perfecto y famoso a un andante caballero". Por eso imita los modelos, entre los cuales el primero es Amadís de Gaula, a quien don Quijote emula en la penitencia de Sierra Morena. Como en la segunda parte don Quijote ya es personaje literario —protagonista de la primera—, en su tercera salida busca sobre todo el reconocimiento. Y lo encuentra en quienes han leído la primera parte: Sansón Carrasco, los duques… Ni siquiera cuando es vencido por el Caballero de la Blanca Luna y tiene que abandonar la caballería andante renuncia a su concepción de la vida como obra de arte: piensa en hacerse pastor, con lo cual el mito renacentista de la Arcadia pastoril sustituye al mito medieval de la caballería andante. De todo ello se desprende que el Quijote es una magna síntesis de vida y literatura, de vida vivida y vida soñada, como explica E. C. Riley; una genial integración de realismo y fantasía y una insuperable manifestación de las dificultades de novelar las complejas relaciones humanas desde múltiples perspectivas abarcadoras de la realidad siempre escurridiza. Todo lo humano es relativo. Ésta es la base de la generosa comprensión cervantina, que evita los dogmatismos y huye de simplificaciones. He aquí la genialidad del neologismo baciyelmo, creado por Sancho Panza para zanjar la disputa entre don Quijote, convencido de que se trata del yelmo de Mambrino, y los demás, que ven una bacía de barbero.

    Buscar:

    1. Miguel de Cervantes; tuvo una vida azarosa de la que poco se sabe con seguridad. Nació en Alcalá de Henares, pero pasó su adolescencia en varias ciudades españolas y con poco más de veinte años se fue a Roma, se enroló en la Armada española y participó en la batalla de Lepanto. Cuando regresaba a España, los corsarios le apresaron y llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio. Una vez rescatado pero sin medios para vivir, marcha a Sevilla como comisario de abastos para la Armada Invencible y recaudador de impuestos. Allí acaba en la cárcel por irregularidades en sus cuentas. Después se traslada a Valladolid. En 1605 publica la primera parte del Quijote. El éxito dura poco. De nuevo es encarcelado a causa de la muerte de un hombre delante de su casa. En 1606 regresa con la Corte a Madrid. Vive con apuros económicos y se entrega a la creación literaria. En sus últimos años publica las Novelas ejemplares (1613), el Viaje del Parnaso (1614), Ocho comedias y ocho entremeses (1615) y la segunda parte del Quijote (1615). El triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas. Dedicó sus últimos meses de vida a Los trabajos de Persiles y Segismunda (de publicación póstuma, en 1617). Murió en Madrid el 22 de abril de 1616.

       Intención de la obra.

      Cervantes afirmó varias veces que su primera intención era mostrar a los lectores de la época los disparates de las novelas de caballerías. En efecto, el Quijote ofrece una parodia de las disparatadas invenciones de tales obras. Pero significa mucho más que una invectiva contra los libros de caballerías. Por la riqueza y complejidad de su contenido y de su estructura y técnica narrativa, la más grande novela de todos los tiempos admite muchos niveles de lectura, e interpretaciones tan diversas como considerarla una obra de humor, una burla del idealismo humano, una destilación de amarga ironía, un canto a la libertad o muchas más.

    2. Datos biográficos de autor.

      Desde la implantacion de los metros italianos hasta los últimos años del siglo XVII, se extiende la época más brillante de las letras españolas, impropiamente llamadas Siglo de Oro, pues abarca mucho más de una centuria.

      Se inicia en pleno Renacimiento, y culmina en la Contrarreforma y el Barroco. Los escritores de este período son considerados como nuestros clásicos, aunque en el clasicismo sólo se encuentra en la literatura del siglo XVI, de Garcilasco a Cervantes, no en el período Barroco.

      Barroco; Características; El Barroco es el nombre con el que se conocen las manifestaciones artísticas del S.XVII, éste supuso una ruptura de los ideales estéticos que había habido durante el siglo anterior (armonía, sencillez,…). Esto llevó a concretarse en formas ornamentales, cargadas de sonoridad, luz y colorido, como salida a la necesidad de nuevas formas expresivas más acordes con la situación de crisis en que se vivía.

      Durante el barroco se podían distinguir dos corrientes literarias: el conceptismo y el culteranismo. El conceptismo se basa en la asociación ingeniosa de ideas en juegos de palabras que buscan resaltar el contraste, mientras que en el culteranismo se preocupa preferentemente por crear la belleza basándose en artificios con el lenguaje: se forman muchos neologismos provenientes del latín o del griego, el léxico está sobrecargado de cultismos, y se intenta imitar el ritmo de la sintaxis latina.

       Quevedo y Góngora fueron dos de los autores más importantes del barroco, uno representaba el conceptismo (Francisco de Quevedo y Villegas), mientras que el culteranismo lo representaba Luis de Góngora y Argote).

      Otros autores importantes de la época fueron Félix Lope de Vega, el teatro de Pedro Calderón de la Barca, Francisco Rojas Zorrilla…

      La poesía barroca, que es caracterizada por una proliferación de las metáforas y los

      otros dispositivos retóricos del Renacimiento, alcanzaron su culminación en el siglo XVII.

      La poesía del siglo XVII pude resumirse en tres grandes figuras de las letras castellanas: Lope, Góngora y Quevedo. Junto a ellos hay una gran cantidad de autores que compusieron su obra impulsados por una fiebre literaria.

      En el ámbito de la prosa barroca brilla también Quevedo, autor junto al que hay que situar a otros como Baltasar Gracián y Mateo Alemán.

       Durante ésta época apareció la comedia nacional, sus características principales eran: mezcla de elementos trágicos y cómicos, introducción en la comedia de cantos y bailes populares y la combinación de varias estrofas. La estructura de las comedias suele coincidir con el esquema clásico de exposición, nudo y desenlace. Cada uno de los actos está dividido en escenas que ocurren en lugares y tiempos diferentes. En estas obras los temas tratados eran el amor, los celos, la justicia o la religión.

    3. Indicar la época o periodo literario.
    4. Genero literario: "Novela de caballería".
    5. Señala y ejemplifica temas fundamentales.

      Choque entre la realidad y las fantasías:

      * CAPITULO II: En este capitulo se nos narra como Don Quijote a medida emprende su primera salida.

      Por el camino se iba haciendo preguntas sobre él mismo y sobre su futuro como caballero y llego a la conclusión de que en realidad no era un caballero pues no llevaba armas blancas como cualquier los caballeros de sus novelas, pero después de mucho pensar pudo mas su locura que su cordura pues siguió pensando que era un perfecto caballero. A medida que cabalgaba iba imaginándose que sería un caballero famoso y que aparecería en los libros de caballería por sus grandes hazañas.

      Don Quijote llego a una venta para pasar la noche.

      * CAPITULO VII; El cura, el barbero y la ama de Don Quijote decidieron poner un muro en la biblioteca de Don Quijote para que este no pudiera acceder a la biblioteca y así no se diese cuenta de que todos sus libros habían desaparecido. En el caso de que Don Quijote se acordase de su biblioteca y preguntara por sus libros, le dirían que había sido un mago que la hizo desaparecer la biblioteca.

      * CAPITULO VIII; Por el camino Don Quijote y Sancho se encuentran con unos molinos de viento y Don Quijote creyéndose que son gigantes se dispone a atacarlos con su lanza; tropieza y se cae al suelo acabando así el problema de los molinos, o gigantes como seguía afirmando Don Quijote.

      * Capitulo XLVII; Se encontraron con seis o siete jinetes de los cuales uno, que era canónigo de Toledo, se acercó y preguntó porque llevaban a ese hombre enjaulado. El cura al oír esto apartó al canónigo y le explico la locura de Don Quijote.

      La misión caballeresca;

      Vino a dar en él más extraño pensamiento que jamas dio loco en el mundo, y fue que le apareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, y ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama. Imaginaba ser el pobre ya coronado por el valor de su brazo, por lo menos del imperio Trapisonda; y así, con estos tan agradables pensamientos, llevado del extraño gusto en que ellos sentían, se dio prisa a poner en efecto lo que deseaba. Y lo primero que hizo fue limpiar unas armas que habían sido de sus bisabuelos, que, tomadas de orín y llenas de moho, luegnos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón.

      El ingenioso hidalgo entrega su vida a un ideal sublime y se estrella contra la realidad porque los demás no cumplen las reglas del juego. Para ello acude a los libros de caballerías, transforma la realidad y la acomoda a su ficción caballeresca: imagina castillos donde hay ventas, ve a gigantes en molinos de viento, etc.; "…y cuando se produce la derrota también lo explica según el código caballeresco: los malos encantadores le han escamoteado la realidad, envidiosos de su gloria".

    6. El choque entre la realidad y la fantasía y la emisión caballeresca.
    7. Muestra por medios de anécdotas los siguientes temas:
    1. CAPITULO III; El ventero acepta nombrarlo caballero, dándose cuenta de la locura de don Quijote y además creyendo que él saldría beneficiado.

    2. La burla y la malicia.

      CAPITULO VI; Don Quijote se encuentra con unos mercaderes

    3. El ridículo.

      El Quijote representa una concepción del amor caballeresco sustentada en la tradición del amor cortés. Por eso, antes de cada aventura, don Quijote invoca siempre a su amada Dulcinea y pide su amparo, porque ella es su señora y por ella se fortalecen las virtudes del caballero. En este sentido, Dulcinea del Toboso es uno de los ideales más sublimes de cuantos ha creado la mente humana.

      Se hace caballero andante para defender la justicia en el mundo y desde el principio aspira a ser personaje literario, además, quiere hacer el bien y vivir la vida como una verdadera obra de arte. Por eso imita los modelos. Se hace caballero andante para defender la justicia en el mundo.

      La relación de Don Quijote y Dulcinea; En realidad no existe ninguna relación, todo está en la mente de Don Quijote. Alonso Quijano, antes de convertirse en el más famoso hidalgo de todos los tiempos, tendrá en su mente a una de sus vecinas, Aldonza Lorenzo, a la que guardará gran simpatía, y es la que acabará siendo renombrada como Dulcinea del Toboso por Don Quijote; pero con la que no guarda ninguna relación en la vida real.

      La prodigiosa imaginación de Don Quijote sufrirá por el amor de su Dulcinea, pasión que se verá acrecentada con las mentiras de Sancho respecto de la carta que la mandara nuestro hidalgo. Con esto surgirá en la mente del caballero un amor típicamente cortesano, basado en la espiritualidad humanista.

    4. El amor idealizado.

      Quijote a Sancho las tierras que conquistaran y le da su palabra de caballero.

      También, luego de ser vencido por el caballero de la Blanca Luna, cumple con su palabra de volver a su casa.

    5. El valor de la palabra.
    6. La honra.

    Es una virtud paralela a la ingenuidad.

    Don Quijote es un personaje idealista que quiere hacer el bien ante todo.

     

    Audisio, M. Jimena

    Zigal, Griselda