El trabajo comunitario en la circunscripción: estudio de un caso
Enviado por Lic. Antonio Obed Tarajano Roselló
- Caracterización de la circunscripción
- Respecto al diagnóstico y al plan de acción
- El trabajo del Delegado
- El trabajo de los grupos de apoyo
- Participación de la población: ¿realidad o posibilidad?
- Participación democrática en la circunscripción
- Soluciones dadas a algunos problemas de la comunidad
- Labor de las instituciones culturales de la circunscripción
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias bibliográficas
- Anexos
"Toda rigidez se disolvió, todo lo enorme cobró movimiento, toda particularidad considerada como eterna resultó pasajera […]."
Federico Engels
("Introducción a la Dialéctica de la Naturaleza", 1876)
La ciudad de Roma, llamada así en honor de su fundador el Rey Rómulo, el 21 de abril del año 735 a. n. E., es reconocida por la historia como de los primeros pueblos de la humanidad en que se había dado quizás una de las más antiguas manifestaciones de participación social, pues el rey conducía el ejército y consideraba absurdo ir a la guerra si los hombres no aceptaban; por ello, cada vez que los ciudadanos se alistaban a las armas el rey les preguntaba si aprobaban la campaña.
La participación comunitaria y social como acción, ha sido parte de la vida cotidiana de todo grupo y comunidad y se ha recogido por la historia a través de las diferentes sociedades, donde los hombres han mancomunado sus fuerzas en pos de una comunidad. Al levantarse la cortina del escenario histórico nos encontramos con manifestaciones de participación comunitaria en la era cristiana medieval, en el nuevo mundo y durante los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, no es hasta la década del 50 del siglo XX en que se dan diversas experiencias de animación y desarrollo rural, en las cuales se promovió la participación comunitaria, para introducir nuevas tecnologías y mejorar la calidad de la vida.
En Cuba con el triunfo revolucionario se creó, un estado socialista estructurado sobre el principio de favorecer la participación de las masas trabajadoras en los asuntos del Estado, lo que ha sido denominado, Poder Popular. El propio proceso revolucionario ha sido una realidad de ascendente participación pública y se efectúa por medio de las organizaciones de masa en representación de todo el pueblo. (1)
De esta forma, y teniendo como base la participación social la Dra. María Teresa Caballero plantea que "el trabajo comunitario debe fomentar el desarrollo sustentable, lograr el equilibrio entre el hombre y el medio ambiente, preservar y desarrollar la cultura local; capacitar a la población; generar un centro potenciador de trabajo; crear, desarrollar y consolidar (según sea el caso) el sentido de pertenencia o de identidad de los pobladores con su comunidad." (2)
Llegado a este punto, cabe entonces que nos preguntemos: ¿qué es una comunidad? La respuesta a tal interrogante resulta imprescindible pues nos permitirá apreciar hasta qué grado nuestro propio radio de acción constituye una colectividad debidamente organizada lo cual consideramos muy útil al propósito de esta investigación pues nos facilitará centrar la atención en el trabajo desplegado en la misma.
Según la misma investigadora consultada anteriormente "una comunidad es el agrupamiento de personas concebido como unidad social, cuyos miembros participan de algún rasgo común (intereses, objetivos, funciones), con sentido de pertenencia, situado en una determinada área geográfica, en la cual la pluralidad de personas interactúa entre sí e influye – de forma activa o pasiva – en la transformación material y espiritual de su entorno. Es decir, para poder hablar de comunidad debe partirse de la existencia, el fomento y consolidación de "lo común" a un grupo, de lo que une, ubicado siempre en un espacio geográfico dado". (3)
Como se puede constatar de estas palabras tanto lo común como el sentido de pertenencia de los pobladores resulta imprescindible para poder desplegar un trabajo comunitario realmente meritorio. De ahí que más adelante, citando de una investigación realizada por Héctor Arias, la Dra. Caballero continúa:
"En las comunidades resulta esencial el desarrollo de sentimientos de pertenencia, la identificación del individuo con su barrio, su zona de residencia, sus habitantes, sus normas, sus costumbres, sus tradiciones, sus formas de relacionarse y su estilo de vida en general. Este es un factor poderoso para movilizar a los pobladores, para plantearse metas comunes y trabajar de conjunto por el alcance de estas, la solución de problemas y el desarrollo de la comunidad: es la base de la cohesión y la cooperación entre los habitantes" .*
No podemos pasar por alto el hecho de que nuestra circunscripción se encuentra ubicada en el mismo centro histórico de la ciudad de Camagüey, lo que la convierte en una comunidad muy antigua. No es extraño que al referirse al lugar en dónde viven sus moradores planteen que son del "centro del pueblo", lo cual refleja hasta qué grado ha profundizado en ellos el sentido de pertenencia que a su vez actúa como importante incentivo hacia la realización de acciones encaminadas al beneficio de todos lo vecinos producto de la existencia de objetivos comunes bien definidos, si bien no estamos hablando de una comunidad homogénea en todos los sentidos.
Al respecto consideramos necesario resaltar el punto de vista de la Master en Desarrollo Regional Vida Rodríguez Méndez quien argumenta sobre el carácter multifacético de la comunidad en los siguientes términos:
"La sociedad es muy diversa. Los hombres y mujeres que la forman son al mismo tiempo objetos y sujetos del desarrollo social; tienen aspiraciones e intereses individuales y colectivos diferentes, los cuales a menudo se entrecruzan; el producto de las relaciones que se establecen entre ellos escapa del control de sus voluntades. Estas aspiraciones e intereses están basados en la posición objetiva que estas personas ocupan en la sociedad y guían sus acciones. […]
Los principales destinatarios de las estrategias de desarrollo son las comunidades. La comunidad se conforma a partir de un conjunto de rasgos que le son comunes a sus miembros, pero aún así es socialmente heterogénea. Hacia su interior se encuentra escindida en clases, capas y grupos sociales, cada uno con sus propios intereses.[…]
Es clave pues, para el éxito del trabajo comunitario conciliar estos intereses con un interés común, en beneficio de las personas de esa comunidad, independientemente de su filiación socioclasista. Al sentirse parte de la comunidad, es preciso que este mismo sentido de pertenencia al colectivo se imponga por encima de los intereses de clases en la consecución del bien común, el bien de la mayoría, el bien de la comunidad. […]
Lo más importante para el desarrollo de la comunidad es que todas las clases y grupos sociales existentes en ella, independientemente de cuáles sean sus intereses históricos objetivos concretos, que son los que determinan en qué dirección pueden actuar estas fuerzas, se planteen metas que involucren a todos los sujetos." (4)
Resumiendo, para que exista una verdadera comunidad los vecinos deberán estar más interesados en lo que puedan hacer con sus medios propios por la circunscripción, o sea, a nivel colectivo; y no en lo que esta o el Delegado puedan hacer por ellos individualmente.
Luego de haber definido el concepto de comunidad como una asociación de naturaleza compleja y de haber analizado la importancia del sentido de pertenencia para el trabajo comunitario ofrecemos una breve panorámica de la circunscripción escogida para este estudio tras lo que analizaremos el diagnóstico y el plan de acción de la misma basándonos en la metodología para la realización de ambos propuesta por la Dra. Caballero.
Se resaltan, además, una serie de recomendaciones que a juicio de estos investigadores podrían ayudar a mejorar el trabajo realizado por el Delegado en la zona.
Palabras claves: Estudio de Comunidades
Trabajo Comunitario
Participación Social
Circunscripción
Delegado de Circunscripción
Labor del Delegado de Circunscripción
__________________________________________________________________
*ARIAS, Héctor. La comunidad y su estudio. Personalidad, educación, salud. La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1995.
Página siguiente |