El objeto percibido aparece inmediatamente codificado como un conjunto determinado de hipótesis de acción". A su vez, estas regiones proyectan hacia las áreas de la corteza premotora (F5 en los primates, y circunvolución frontal inferior en el hombre –área 44 de Brodmann) donde las neuronas responden ante la ejecución de actos motores específicos. Escriben Rizzolatti y Sinigaglia:1
De ahí la idea de que la zona F5 contiene una especie de vocabulario de actos motores, cuyas palabras estarían representadas por ciertas poblaciones de neuronas. Unas indican el objetivo general de un acto (sostener, agarrar, etcétera); otras, la manera de ejecutar un acto motor (agarre de precisión, agarre con los dedos, etcétera); otras, en fin, la segmentación temporal del acto en los movimientos elementales que lo componen (apertura de la mano, cierre de la mano, etcétera).
FIGURA 2. En la parte superior se esquematiza a un primate que toma un objeto y lo lleva a la boca y abajo el primate observa a una persona realizar esa misma acción. A la derecha, los histogramas muestran la intensidad de la descarga de las neuronas del área F5 de la corteza cerebral del primate. Puede observarse que la actividad de estas neuronas es muy similar cuando el primate realiza la acción de tomar el objeto que cuando sólo la observa.
De hecho, en las regiones frontales, específicamente en la región F4 que coincide con la zona posterior de la circunvolución frontal inferior (área de Broca), se ha encontrado que existe un conjunto muy importante de neuronas de asociación visual que tienen sus campos receptivos colocalizados con campos receptivos somatosensoriales. Por lo tanto, su localización es independiente de la mirada (no depende de la posición del objeto en la retina, como sería de esperar para el campo receptivo de una neurona visual) y tiene más bien una organización centrada en regiones específicas del cuerpo, particularmente en las regiones de las manos y la cara.
La idea es que estas neuronas de asociación somato-visual juegan un papel fundamental en la capacidad del sujeto para definir aquellos objetos del campo visual que están al alcance de las manos o que están por entrar en contacto con alguna región del cuerpo, contribuyendo de forma importante a definir la posibilidad de acción (Figura 2). Amén de su papel en los procesos de control motor e identificación de objetos, pensamos que estas neuronas tienen un papel significativo en la generación del esquema corporal y del espacio peripersonal, que en última instancia es el conjunto de los lugares que podemos alcanzar estirando los brazos.
Es a partir de estos movimientos como nuestro cerebro cartografía el espacio que lo rodea y es en virtud de sus metas de movimiento como el espacio adopta una forma concreta para nosotros.1
Se ha especulado que este sistema de neuronas se encuentra en la base de los procesos de imitación y en la realización de formas de aprendizaje por imitación. La idea es que la activación del sistema de neuronas en espejo permite reconocer las secuencias motoras que otros realizan y preprogramar dichas secuencias para ser realizadas por el observador. Usando la resonancia magnética funcional y estimulación magnética transcraneal se ha demostrado la existencia del sistema de neuronas en espejo en el hombre, y en una serie de experimentos de imitación en humanos se ha podido demostrar que cuando el sujeto tiene la intención de mirar para imitar se activan regiones temporales y frontales que se han asociado con el sistema de neuronas en espejo.2
Se ha sugerido que el hecho de que neuronas en espejo sean profusas en el área de Broca podría indicar su participación en la adquisición del lenguaje contribuyendo con un sistema capaz de imitar complejos patrones de movimiento de la boca. Adicionalmente se han hallado también neuronas con respuestas bimodales motoras y auditivas que podrían contribuir a la programación de movimientos que producen ciertos sonidos.
Se ha encontrado también que en áreas relacionadas con la expresión emocional existen neuronas en espejo que parecen ser la base de nuestra comprensión de lo que le sucede a los otros. De hecho, se ha identificado en el lóbulo temporal una región relacionada con el reconocimiento de rostros y que se activa de forma específica cuando planificamos ciertos movimientos o cuando vemos a otro realizarlos.
Como declaró el actor Peter Brook en una entrevista, con el descubrimiento de las neuronas en espejo las neurociencias han empezado a comprender lo que el teatro había sabido desde siempre. El trabajo del actor sería vano si éste no pudiera, más allá de las barreras lingüísticas o culturales, compartir los sonidos y movimientos de su propio cuerpo con los espectadores, convirtiéndolos, así, en parte de un acontecimiento que éstos deben contribuir a crear.
Sobre dicho acto inmediato de compartir, el teatro habría construido su propia realidad y su propia justificación, mientras que, por su parte, las neuronas en espejo, con su capacidad de activarse cuando realizamos una acción en primera persona o cuando la vemos realizada por otras personas, habrían venido a prestarle una base biológica.
Más allá de toda diferencia lingüística o cultural, los actores y los espectadores están unidos por el hecho de compartir las mismas acciones y emociones. El estudio de las neuronas en espejo parece ofrecernos por primera vez un marco teórico y experimental unitario con el cual tratar de descifrar ese "compartir" que el teatro pone en escena y que constituye, sin duda, el presupuesto mismo de toda nuestra experiencia intersubjetiva (en el prólogo a Rizzolatti y Sinigaglia1).
Estudios posteriores del grupo de Ramachandran en la Universidad de California, en La Jolla, han demostrado que los sujetos normales muestran una supresión del ritmo Mu en regiones sensoriomotoras cuando realizan o cuando observan a otro realizar actos motores específicos.3 Esta modificación en la actividad electroencefalográfica se ha correlacionado con la activación de las neuronas de la región premotora que corresponden al sistema de neuronas en espejo.
En contraste, los niños autistas no muestran datos electroencefalográficos (supresión del ritmo Mu) cuando observan a otros sujetos realizar actos motores, lo cual sugiere que el sistema de neuronas en espejo no se activa normalmente y por tanto son incapaces de este reconocimiento empático de las conductas de los otros.
La idea es que en los autistas el sistema de neuronas en espejo se desarrolla de forma inadecuada, determinando una incapacidad de comprender los actos de los demás y, sobre todo, produciendo en parte importante su incapacidad para imaginar que los otros son seres pensantes con intenciones y motivaciones intelectuales semejantes a las suyas. Es lo que se ha llamado la teoría de la mente. La teoría de la mente (ToM) consiste en la capacidad de un individuo para representarse los estados emocionales de sus semejantes.
Cada individuo elabora una teoría de la mente de las otras personas. Cuando esto no sucede, entonces es incapaz de representarse las emociones ajenas. En el reconocimiento de los otros parece jugar un papel predominante la definición de la imagen corporal del individuo y la actividad del sistema de neuronas en espejo.
Algunos autores han cuestionado el significado real que el sistema de neuronas en espejo tiene en el cerebro humano. Los experimentos que se han realizado para evidenciar las neuronas en espejo en el hombre mediante el uso de Resonancia Magnética Funcional o con Estimulación Magnética Transcraneal son en algunos casos ambiguos, están sujetos fuertemente al procesamiento de datos que se realice y los resultados dependen en gran manera del paradigma experimental; por todo ello debemos considerar que la idea del sistema de neuronas en espejo, que está muy bien demostrado en los primates mediante experimentos de registro unitario en la corteza cerebral, no está igualmente bien demostrado en el humano y su existencia debe permanecer por el momento como una hipótesis de trabajo.
Parece altamente probable que este sistema exista en el hombre. El problema es saber si realmente tiene el importante papel funcional que se le pretende atribuir o es simplemente una red neuronal encargada del reconocimiento de las acciones de nuestros congéneres.
En una entrevista reciente Giaccomo Rizzolatti ha declarado que:
El mensaje más importante de las neuronas en espejo es que demuestran que verdaderamente somos seres sociales. La sociedad, la familia y la comunidad son valores realmente innatos. Ahora, nuestra sociedad intenta negarlo y por eso los jóvenes están tan descontentos, porque no crean lazos. Ocurre algo similar con la imitación, en Occidente está muy mal vista y sin embargo, es la base de la cultura.
Se dice: "No imites, tienes que ser original", pero es un error. Primero tienes que imitar y después puedes ser original. Para comprenderlo no hay más que fijarse en los grandes pintores.
Estas neuronas se activan incluso cuando no ves la acción, cuando hay una representación mental. Su puesta en marcha corresponde con las ideas. La parte más importante de las neuronas en espejo es que es un sistema que resuena.
El ser humano está concebido para estar en contacto, para reaccionar ante los otros. Yo creo que cuando la gente dice que no es feliz y que no sabe la razón es porque no tiene contacto social.
Estoy convencido de que los trastornos básicos en el autismo se dan en el sistema motor. Estos pacientes tienen problemas para organizar su propio sistema motor y como consecuencia no se desarrolla el sistema de neuronas en espejo.
Debido a esto no entienden a los otros porque no pueden relacionar sus movimientos con los que ven en los demás y el resultado es que un gesto simple para un autista es una amenaza.4
R E F E R E N C I A S
1 Rizzolatti G y Sinigaglia C. Las neuronas en espejo: los mecanismos de la empatía emocional, Ed. Paidós, Barcelona, 2006.
2 Rizzolatti G y Craighero L. The mirror-neuron system. Annu. Rev. Neurosci. 27 (2004) 169-192.
3 Oberman LM, Hubbard EM, McCleery JP, Altschuler EL, Ramachandran VS y Pineda JA. EEG evidence for mirror neuron dysfunction in autism spectrum disorders. Cognitive Brain Res. 24 (2005) 190-198.
4 Boto A. Las neuronas en espejo te ponen en el lugar del otro. El País 2005, (19/10/2005).
Autor:
Enrique Soto
Rosario Vega
Instituto de Fisiología de la BUAP, México
Artículo extraído de Elementos No. 68, Vol. 14, Octubre – Noviembre, 2007, Página 49
www.elementos.buap.mx
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