La Biblia es moralmente incoherente, ofrece buenas y malas enseñanzas y elegimos aquellas con las que estamos de acuerdo. Es un manual donde se encuentra justificación para toda clase de intereses desde los más criminales hasta los más sublimes. (Elizabeth S. Anderson)
Si alguna voz o testimonio te impulsa a hacer algo malo, no creas que es Dios quien realmente te lo dice. (Immanuel Kant)
Los amonitas
Origen y raza. Se llamaron amonitas a los descendientes de Ammon hijo de Lot.
Las tres tribus hebrea o israelita, amonita y moabita, forman un solo grupo, que se clasifica como perteneciente a la rama aramea de la raza semítica.
El lenguaje amonita constituye una prueba del origen común de hebreos y amonitas. Los nombres amonitas que se han preservado hasta hoy pertenecen a un dialecto emparentado con el hebreo. Existe cercana relación de sangre entre Moab, Ammon e Israel. La paternidad de Ammon y su hermano, Moab, se atribuye a Lot, sobrino de Abraham. Los israelitas despreciaban a los moabitas y amonitas por las corruptas costumbres, provenientes del relato de su origen incestuoso.
Territorio. Los amonitas se sedentarizaron al este del río Jordán. Su territorio originalmente comprendía desde dicho río hasta el desierto, y del río Jabbok al sur, hasta el río Arnon. Los amonitas fueron expulsados de ese rico territorio por los amorritas y se retiraron a las montañas y valles que forman la parte oriental del distrito actualmente conocido como El-Belka. Ellos siempre creyeron que su territorio original les pertenecía por derecho, y en épocas posteriores lo reconquistaron y mantuvieron por un período muy largo. Su tierra, aunque no es muy fértil, disfrutaba de agua abundante y excelentes pastos. Ammon, se gloriaba de sus valles y confiaba en sus tesoros.
Los amorreos, amorritas o martu fueron un pueblo de origen cananeo, constituido por tribus nómadas muy belicosas que ocuparon Siria, Canaán y la región al oeste del río Éufrates, desde la segunda mitad del tercer milenio antes de nuestra era. En el curso de sus correrías llegaron a conquistar en dos ocasiones la ciudad de Babilonia. Se cree que el rey Hammurabi era descendiente de amorreos.
Religión. Su dios se llamaba Milco, otra variación de Moloc.
Resentimiento entre amonitas, moabitas e israelitas. Los hebreos sentían por los amonitas un desprecio especial, al igual que por los moabitas. Nadie de esos pueblos, ni siquiera luego de convertirse al judaísmo, tenía permitido acercarse al tabernáculo, ni sus hijos o descendencia hasta la décima generación.
Este resentimiento entre parientes cercanos se debía al tratamiento que amonitas y moabitas habían dado a israelitas durante su llegada a Palestina, cuando los israelitas apenas se debatían para lograr sedentarizarse. La amistad y el reconocimiento de su cercanía de sangre no fueron tenidas en cuenta por ninguno de los dos pueblos, amonitas y moabitas, quienes se negaron a abastecer a los Israelitas, cuando lo necesitaron.
Despojo de israelitas a amonitas del valle del Jordán. Los hebreos decidieron cortar sus relaciones con los amonitas, y quitarles la faja de tierra a lo largo del Jordán, a la que ellos se creían merecedores.
Contraataque de israelitas a amonitas y moabitas. Poco después de la muerte de Josué, cuando los israelitas ya se habían establecido al otro lado del Jordán, los amonitas se aliaron con los moabitas, en el reinado de Eglon, y atacaron a los israelitas, pero los moabitas fueron vencidos y se estableció un largo período de paz.
Invasión de filisteos y amonitas a israelitas. Más tarde, durante la judicatura de Jair, los hebreos fueron invadidos simultáneamente por los filisteos del sureste y los amonitas del este. En especial Gad, cuyo territorio yacía al este del Jordán, sufrió durante dieciocho años los ataques de los amonitas, quienes atravesaron el Jordán y devastaron los países de Judá, de Benjamín y Manasés.
Victoria de Jefté sobre los amonitas. Ante esta crisis los israelitas entraron en pánico, pero surgió un salvador Jefté, que fue elegido líder. Los amonitas exigieron que se les cediera el territorio más allá del Jordán, desde el Arnon hasta el Jabbok, del cual habían sido desposeídos, pero Jefté se rehusó, alegando que 300 años antes los israelitas habían quitado esas tierras a los amoritas, no a los amonitas. Jefté entró en guerra con los amonitas y los venció totalmente, arrebatándoles veinte ciudades.
Rabbath-Ammon. Su ciudad principal fue Rabbath-Ammon, yacía en medio de un valle fértil y bien cultivado. Fue la ciudad real. En tiempos de David floreció bajo el gobierno de un rey poderoso y estaba bien fortificada. Sucumbió ante el ataque de Joab, general de David. Ptolomeo II (Philadelphus) la reconstruyó posteriormente y la bautizó siguiendo su nombre: Philadelphia. Actualmente los árabes la conocen como Amman. Sus ruinas, hoy día, son de las más imponentes del otro lado del Jordán.
Los amonitas tenían muchas otras ciudades además de Rabbath, pero sus nombres han desaparecido.
Los moabitas
Origen y raza. Se llamaron moabitas a los descendientes de Moab hijo de Lot.
Territorio. En tiempos del éxodo de los israelitas, de Egipto a Canaán, los moabitas ocupaban la región que se extendía desde la llanura de Hesbón hasta el Wadi Seil, en el extremo meridional del mar Muerto, que separaba Moab de Edom.
Los límites de Moab eran: al oeste el mar Muerto. Al sur el Seil de Kerepound, lo separaba del territorio de Edom. Al norte el cauce seco del el-Hesepound. Al este se hallaba el desierto. Los amorreos e israelitas reconocieron el Arnón como frontera septentrional de Moab. Pero los moabitas ocuparon con frecuencia un vasto territorio al norte de Arnón que siempre reivindicaron como suyo.
La mayor parte de Moab está constituida por una accidentada meseta a unos 975 m. por encima del nivel del Mediterráneo. Es tierra de pastos. El límite occidental cae hacia el mar Muerto. Valles profundos cortan este acantilado.
La fortaleza de Maqueronte donde, según Josefo, Juan el Bautista estuvo encarcelado y fue decapitado, se hallaba en Moab, al este del mar Muerto y al norte de Arnón.
Frente al Jordán se hallaban unas planicies que también habían pertenecido a Moab. Estas llanuras se extendían al este del río, frente a Jericó, y a lo largo de la ribera oriental del mar Muerto.
La fortaleza de Maqueronte
Despojo de amorreos a moabitas. Poco antes de la llegada de los israelitas, Sehón, rey de los amorreos, arrebató a Moab las tierras de pastos del norte del Arnón, que siguieron siendo llamadas campos de Moab. Los moabitas quedaron limitados por un tiempo al sur del Arnón. Estos quisieron comerciar con los israelitas, pero los amorreos les rehusaron el derecho de paso por su tierra.
Rechazo de israelitas a moabitas y amonitas. Jehová ordenó a los israelitas que no se asociaran con moabitas y amonitas hasta la décima generación. El último campamento antes de cruzar el Jordán fue establecido en Sitim, en las llanuras que habían pertenecido a Moab. Allí mujeres amonitas y moabitas sedujeron a los israelitas a la impureza y a la idolatría.
Opresión de Moab sobre los israelitas. Al comienzo de la época de los Jueces, Eglón, rey de Moab, invadió Canaán, hizo de Jericó su capital y oprimió a los israelitas de la meseta vecina durante 18 años, después fue asesinado por Aod.
Parentesco entre israelitas y moabitas. En los días que gobernaban los jueces, hubo hambre en la tierra de Canaán. Una familia israelita de Belén de Judá fue, por ello, a morar en los campos de Moab: Elimelec padre, Noemí madre, Mahlón y Quelión, hijos, quienes se casaron con Orfa y Rut mujeres moabitas.
Al morir su marido y sus dos hijos, Noemí y Rut regresaron a Belén de Judá donde Rut se casó con Booz, dio a luz a Obed y vino así a ser la bisabuela del rey David.
Los Filisteos
Antecedentes. Vivieron originalmente en Creta o residieron allí por un tiempo antes de emigrar a Palestina. En realidad, 455 pudieron haber sido los pueblos que invadieron Creta a mediados del 2º milenio a.C. y destruyeron la floreciente civilización nativa, conocida como la cultura minoica.
Los registros egipcios y las evidencias arqueológicas muestran que eran parte del gran movimiento de los Pueblos del Mar, quienes cayeron sobre el territorio griego desde Creta, Sicilia, Cerdeña y las islas del mar Egeo, e invadieron el Asia Menor y destruyeron el Imperio Hitita y gran parte de Siria. Ramsés III en batallas en tierra y mar derrotó a estos Pueblos del Mar y los empujó a los países de donde habían venido.
Los filisteos y algunos otros grupos, como ciertos cretenses, permanecieron en Palestina y se establecieron en la región costera sur del país.
La amenaza filistea. Los filisteos fueron parte de los llamados Pueblos del Mar. Aparentemente procedían del área del Egeo y/o del sur de Anatolia. Los pueblos del Mar destruyeron varias ciudades de la costa sirofenicia al comienzo del s. XII a.C. e incluso amenazaron a Egipto. Fueron detenidos y batidos por tierra y mar por el faraón Ramsés III (1177 a.C.).
Con el consentimiento egipcio los Pueblos del Mar se asentaron en varias zonas de la aún provincia egipcia de Canaán: los filisteos ocuparon la llanura costera entre Gaza y Yaffo, los tjekkel ocuparon la llanura de Sharon en torno a la ciudad portuaria de Dor, y los keretitas se asentaron en el llamado Neguev de los Keretitas.
En la llanura costera, los filisteos se organizaron en una pentápolis, federación de cinco ciudades: Gaza, Ashdod, Ashkelón, Gat y Ekrón. Cada ciudad era gobernada por un monarca, o séren.
Los filisteos parecen haber usado las más sofisticadas armas y avanzado equipamiento militar de su tiempo, tanto en bronce como en el cada vez más presente hierro.
En tiempos de los patriarcas. Pequeños grupos de filisteos habían estado viviendo en la región de Palestina desde los tiempos de los patriarcas. En esa época eran pequeños e insignificantes, e hicieron tratados de amistad con Abrahán e Isaac, que también eran apenas jefes nómadas.
En tiempo del éxodo desde Egipto. Cuando los israelitas salieron de Egipto, aunque los filisteos no eran todavía un grupo peligrosamente grande, los israelitas siguieron un camino que no los llevara hacia ellos. Cuarenta años más tarde, cuando los israelitas invadieron a Canaán, sus principales ciudades eran fortalezas de los filisteos.
Poco después las tribus de Judá conquistaron Gaza, Ascalón y Ecrón. Estas fueron recapturadas por los filisteos en el siglo XII a.C.
En tiempo de los jueces. Con la llegada de fuertes contingentes de filisteos en el tiempo de los jueces, se convirtieron en una amenaza para Israel. Relieves en piedra los muestran con cascos decorados con plumas, mudándose con sus familias en carros de bueyes hechos de madera y con 2 ruedas. Estos vehículos eran al mismo tiempo poderosos elementos de batalla, contra los cuales las flechas y las lanzas de los egipcios eran comparativamente inofensivas. Poseían también armas de hierro y ejercían el monopolio de la importación de ese metal, lo que les daba supremacía militar sobre los palestinos nativos, incluyendo a los hebreos. Usaron esas ventajas en un intento por ocupar y controlar toda Palestina. Sólo después de muchas guerras su avance pudo ser frenado y quedaron limitados a la región costera.
La primera opresión filistea sobre los israelitas comenzó poco después del gobierno de Gedeón, probablemente a mediados del siglo XII a.C.
Hacia el fin de este siglo comenzó otra opresión que duró 40 años. Durante ese período las hazañas de Sansón, les infligieron graves daños y pérdidas, pero finalmente derrotaron a los israelitas en la batalla de Afec, capturaron el arca y probablemente destruyeron a Silo.
En tiempo de Saúl. Los filisteos nuevamente extendieron su control al interior de Palestina. Subyugaron a los israelitas y los mantuvieron en sumisión al negarles herramientas y armas de hierro, y establecieron guarniciones por todo el país. Las hostilidades fueron frecuentes entre las 2 naciones. A pesar de la victoria local de Jonatán sobre ellos en Geba y Micmas, regresaron y desafiaron a Israel con su gigante Goliat. En esta ocasión fueron derrotados otra vez, perdiendo a su paladín, a quien David mató. Pero, con el transcurso del tiempo, hubo varios encuentros más entre las fuerzas de Saúl y las de los filisteos.
Perseguido por Saúl, David fue 2 veces a buscar refugio entre los filisteos. En la primera ocasión despertó sospechas, pero la siguiente vez pudo convencer al rey de Gat de su sinceridad y utilidad, y como resultado le dieron a sus guerreros y familia el pueblo de Siclag. Entretanto, los filisteos una vez más habían extendido su control hasta el corazón del territorio israelita. En la batalla de Gilboa derrotaron decisivamente a los israelitas, y éstos perdieron a su rey y los príncipes reales.
En tiempo de David. Cuando David fue coronado, tuvo éxito en derrotar a los filisteos y abandonaron por un buen tiempo sus intentos de invadir el país de sus vecinos.
El reino del norte de Israel realizó 2 intentos de recuperar a Gibetón de manos filisteas. Bajo los reyes Joram y Acaz, los filisteos invadieron otra vez el territorio de Judá.
Uzías y Ezequías realizaron exitosas incursiones en territorio filisteo.
Los asirios los invadieron y subyugaron varias veces, como lo indican los registros asirios. Más tarde, los filisteos llegaron a ser parte sucesivamente de los imperios babilónico, persa y greco-macedónico, y a estar bajo gobernantes helenísticos.
Lucharon del lado de los seléucidas contra los judíos durante el período macabeo.
Judas y Jonatán, los macabeos, capturaron Asdod y Ascalón y obligaron a Gaza a rendirse. El territorio filisteo, con excepción de Ascalón fue más tarde parte del reino de Herodes, y como tal heredado por sus sucesores, Arquelao y Agripa I.
Fuentes
http://ec.aciprensa.com/a/Amonitas.htm
http://www.fraganciadecristo.com/diccionario/palabra-2018-Moabitas.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Amorreos
http://www.bibliaonline.net/dicionario/?acao=pesquisar&procurar=filisteos/as&exata=on&link=bol&lang=es-AR
Autor:
Rafael Bolívar Grimaldos.