Ya que vivimos en una cultura de la imagen debemos ser audaces para utilizar los medios que la técnica y la ciencia nos proporcionan, sin poner en ellos toda nuestra confianza. Juan Pablo II. 4ª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Santo Domingo. Conclusiones Parte II # 29-2. 2
Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ello la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia; es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del Jefe común, el Papa, y de los Obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia. Pío XII, discurso 20 Febrero 1946; citado por Juan Pablo II, CL 9. Capitulo I Algunas dificultades que enfrenta el lector, proclamar es anunciar 3
Algunas dificultades Poca preparación. Templos ruidosos. Falta de religiosidad. Desconocimiento del lenguaje bíblico. Nerviosismo. Desconocimiento de normas litúrgicas. Dificultades de vocalización, dicción, manejo del volumen, inflexiones en la voz, etc. Poca concentración. Falta mayor habilidad para hacer una excelente lectura pública. Falta mayor espiritualidad. Escasa formación en Biblia. Poca preparación en manejo de recursos técnicos. No ser asiduo lector de las escrituras. No preguntar, responder o indagar sobre las sagradas Escrituras. Desconocer la fuerza y apoyo de la oración. Desconocer técnicas de lectura. Deficiente ilustración sobre sus verdaderas funciones. Tener una visión reduccionista de su ministerio. Lecturas mecánicas. Sin análisis, comprensión. Vocalización y pronunciación equivocadas. 4
PROCLAMAR ES ANUNCIAR. ANTES DE HACERLO SE RECOMIENDA: Meditar en silencio. Dejar problemas personales fuera. Pensar ideas positivas para obtener seguridad. Hacer lectura preliminar o paneo de texto. Conocer la forma como está escrito el texto: títulos, intertitulos, subrayados, negritas, etc. Leer dos veces el texto para evitar errores en pronunciación. Emaús, Emaus. Antioquía, Antioquia. Poner en escena los personajes y describir sus principales rasgos. Buscar la estructura dominante. Identificar ¿Cuál es la acción que da inicio al argumento?. ¿Cuál es el momento más crítico del relato? ¿qué va a pasar? ¿cómo se resolverá?. Conocer palabras que resulten nuevas para el vocabulario. Conocer el sentido permite mayor apropiación de los contenidos. Que las lecturas correspondan al día y el leccionario esté en el sitio que le corresponde: El ambón. Saber si tendrá que pasar a una nueva pagina para leer. Preparar este movimiento. Ensayar la proclamación. Ha de ser espiritual con sentido de Oración y reflexión. No se está leyendo un periódico, revista. Si está meditando, en ese momento se establece una comunicación con Dios. 5
Sólo para lectores Familiarizarse con el lugar. Si se es nuevo en la parroquia o al menos no un lector habitual del lugar, es bueno reconocer el lugar desde el cual se va a proclamar. Evitar sorpresas con cables, tipo de micrófono, encendido del mismo, etc. Identificar elementos distractores y si es posible, retirarlos. Establecer contacto visual con la asamblea. Si hay ruido en la asamblea, esperar unos segundos hasta encontrar un ambiente de silencio ideal para empezar la Lectura. 6
De acuerdo a la más Antigua tradición y enseñanza de la Iglesia, las lecturas, a excepción del Evangelio, son proclamadas por ministros laicos llamados Lectores. La práctica de que ministros ordenados proclamen estas lecturas no es apropiada. (Introducción al Leccionario de la Misa #51). Capitulo 11 Posturas, la mirada, generalidades I 7
POSTURAS Ser natural, no se notará. Mostrarse seguro. Lo que se siente se transmite a la asamblea. Recostarse denota desinterés. El cuerpo contraído expresa decaimiento y falta de confianza en si mismo; y un cuerpo expandido, todo lo contrario. Leer erguido. Que el peso del cuerpo esté distribuido en las dos piernas. Que el ambón no lo tape. Que se vea la cara. La boca es un punto de referencia. En la cara y la boca se encuentra el centro de impacto visual (es lo que la asamblea mira). La posición en el ambón debe ser decidida; es decir, no estar balanceándose, moviendo las manos. Cuando por razones de espacio no pueda hacerse y cerca del sitio de proclamación, entonces es bueno sentarse en la primera banca. Nunca atrás. Después de la primera lectura o el salmo, el servidor regresa despacio (despacio) a su sitio inicial. Guarda silencio y procura una postura silente sin distracción. Una postura silente para el lector está determinada por su fraseo corporal y manejo de la mirada. Se mira a quien está proclamando. Así, si la asamblea mira a quien acaba de hacerlo, observará su alto nivel de atención y hará lo mismo o cuando menos no se distraerá. Sólo para lectores 8