El Perú era considerado como un pueblo enfermo y una de las principales causas de esta enfermedad era la raza. Sólo la inmigración de "razas superiores" y la implantación de un nuevo modelo educativo podrían hacer que el país lograra el tránsito de la barbarie a la civilización.
Este racismo fue contundentemente criticado por Manuel González Prada quien se convierto en el máximo exponente del pensamiento radical en el Perú en su época. Para González Prada: "El Perú no es una nación sino un territorio habitado donde vegetan rebaños de siervos." Tampoco encontraba posibilidad en una reconciliación de razas. Los indios serían los únicos portadores de la nacionalidad, siendo la tradición occidental sólo un barniz superpuesto violenta y opresivamente sobre un verdadero Perú nativo.
El Perú entonces debía ser un proyecto que no debía mirar al pasado como modelo, pues sólo se encontraría opresión en él. Sólo en el futuro, en la construcción de una sociedad donde se extirparan la herencia virreinal y la republicana, junto con el catolicismo, se podría generar un verdadero país. No en vano la frase: "Los jóvenes a la obra, los viejos a la tumba" fue uno de sus lemas más recordados.
Mariátegui, Haya de la Torre y los indigenistas lo consideraron como un pionero y un visionario que había marcado los derroteros para construir una nueva sociedad.
Los indigenistas, especialmente en una etapa inicial, siguieron una tendencia parecida.
La reivindicación del indio, la valoración de sus tradiciones estuvo muchas veces acompañado por un ataque radical a todo elemento occidental como puede verse en Tempestad en los Andes de Luis Valcárcel.
Luis Valcárcel, planteaba la existencia una dicotomía esencial entre Lima y Cusco. Lima representaba el intento de adaptación de la cultura europea. El Cusco representaba la cultura madre, heredera de la tradición milenaria de los incas. El blanco y occidentalizado limeño no podría comprender la esencia y la vida real del hombre del ande pues no tiene raigambre en la tierra. Sólo al Cusco le estaría reservada la redención del indio. Es decir para Valcárcel existían dos nacionalidades en el Perú lo cual era fruto de un conflicto aún no resuelto desde la conquista.
Un nuevo precedente en la historia moderna del Perú es el Movimiento Nacionalista Peruano (MNP) de la familia Humala, proclamando un discurso milenarista, de crítica radical a la "minoría y su republiquita criolla, blanca, occidental y extranjerizante que tiene el poder en el Perú", anunciando el fin de los viejos tiempos y el advenimiento de nuevas auroras redentoras.
El discurso, donde se convierten en banderas políticas, las grandes frustraciones nacionales heredadas desde la colonia, desarrolladas en el periodo de la república y que se encuentran en el imaginario popular y son temas habituales de conversación: "La culpa de nuestras desgracias lo tienen los blancos, todos los políticos roban, los españoles eran una raza maldita y nos dejaron como herencia su mala sangre, cuidado que vienen los chilenos, aquí se necesita mano dura, a los corruptos deben de fusilarlos, etc."
Para el Movimiento Nacionalista Peruano, el incario resume la historia del antiguo Perú, el incario es el cimiento de la peruanidad. Hurgando en la doctrina del etnocacerismo nos encontramos con la quinta precisión histórica doctrinal de las once que constituyen su base doctrinal. Sostener que el incario resume la historia del antiguo Perú es reducir siglos de ricas culturas y sociedades pre-incas, (cimientos básicos de nuestra nacionalidad) a su último período, es una idealización arbitraria, deforma la propia valía del incario como gran sociedad de
castas y es asimismo desconocer que hay otros pueblos, como las comunidades amazónicas que no se reconocen como sus herederos y que tienen otra génesis, es pensar con mente imperial o tratar de entubar la historia, a la doctrina.
Un hecho peculiar en el Peru recientemente es el surgimiento de grupos que promueve la cholificacion como identidad peruana, esta es una expresión más que reafirmar el compartimiento racista y actitudes discriminatorias contra lo que no se identifican con la cholificacion. Es parte de un nuevo discurso racista, que aparece cuestionando el racismo de los llamados "blancos" en el Peru.
No hay que confundirla con el concepto de "raza", ya que éste designa la existencia de unos rasgos genéticos que son comunes y exclusivos de un grupo humano. Sin embargo, dentro de cada raza existen numerosas etnias, que es el caso del Peru, ya que muchos de los grupos humanos que constituyen una raza han tenido una experiencia histórica y cultural exclusiva, diferente de otras experiencias vividas por el resto de los grupos.
Desde el punto de vista biológico, raza es cada uno de los grupos en los que se divide una especie orgánica, siempre que los individuos que pertenezcan a esos grupos posean ciertos caracteres genéticos comunes que se transmiten de generación en generación. Existen, por tanto, razas humanas y razas animales.
Sin embargo, los científicos actuales consideran que esa definición tradicional es poco precisa y tremendamente ambigua, porque está sujeta a numerosos errores de apreciación. Con el desarrollo y evolución de la genética, se ha intentado dar una definición de raza que cumpla con criterios científicos: raza sería la existencia de un grupo con caracteres genéticos propios y diferenciados de los de otros grupos humanos, que se conservarían a lo largo de la historia a través de una reproducción endogámica (mantener relaciones sexuales reproductivas exclusivamente con individuos de la misma raza o población).
Ahora bien, desde un punto de vista genético, no hay duda de que no existen razas puras en el Peru. Los grupos étnicos en el Peru han tenido una experiencia histórica y cultural exclusiva, y diferentes de otras experiencias vividas por el resto de los grupos. No se trata de una mezcla conceptual (mestización, cholificacion, modernización genética etc.) pueda resolver los problemas del racismo y la discriminación, si no está en la experiencia histórica y cultural exclusiva de cada grupo y en el respecto a las diferencias, en el respecto a la diversidad de lenguas indígenas, y la diversidad idiomática del castellano, en el respecto la diversidad racial-étnica, de género, de trabajo, y en el respecto
a verse diferente compartiendo los mismos derechos civiles, políticos y ciudadanos.
Una revisión de los discursos racistas nos evidencia la intolerancia de los grupos en el poder contra a la persona y a los grupos sociales. Es el racismo encubierto contra el individuo y abierto contra el grupo social, raza, etnias y género. El racismo en el Peru se encuentra impregnado en las instituciones castrenses, en los colegios, en las instituciones gubernamentales, y no gubernamentales, inclusive en la tienda de la esquina del barrio, en la discoteca, en el club social, en la publicidad televisiva reforzada por un lenguaje racista, excluyente e intolerante.
A pesar de ser el Peru multicultural, existe mucho racismo en el Perú. La discriminación racial no es una novedad. Es una consecuencia de un largo proceso que ha durado siglos, los discursos racistas en la historia social y política del Peru, han marcado la fractura identitaria la que se excluye a un sector de la población sobre la base de su etnia y se menosprecia sus manifestaciones culturales.
Autor:
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |