El secuestro (Venezuela y Colombia)

Introducción

El secuestro ya no es solamente el arma de extremistas revolucionarios contra un determinado gobierno, sino que se ha convertido en una industria en crecimiento en Latinoamérica, Europa y Asia.

Las Corporaciones Multinacionales y las grandes empresas han experimentado una apertura de las economías pero paralelamente han debido crear políticas específicas para tratar con el creciente peligro del secuestro de sus altos funcionarios.

Una de las cosas más alarmantes es el grado de planeamiento y organización bajo las cuales se conducen los secuestros actuales.

En México, fueron secuestrados más de cien ejecutivos de empresas en los últimos seis meses del año pasado (2001), con demandas cada vez más cuantiosas que sobrepasan los dos millones de dólares.

El secuestro convierte en obsoleto la exclusividad territorial de las naciones, las armas tecnológicas, las amplias redes de comunicación y transporte; reduciendo al mundo a sus exclusivas demandas y pudiendo cambiar el horizonte psicosocial de una sociedad, como ejemplo podemos citar la toma de la embajada norteamericana en Irán, el 04 de noviembre de 1979 la misma que le costó la reelección al ex – presidente norteamericano Jimmy Carter y cambió el curso de las relaciones norteamericanas con el medio oriente.

Por lo expuesto, el secuestro necesita ser estudiado como una problemática que al igual que otros hechos de tipo criminal, afectan notoriamente la tranquilidad, seguridad y la paz de los países integrantes de nuestro Continente Americano.

Países como Colombia, con unos altísimos índices de incidencia de secuestro, servirán en nuestro trabajo de patrón y guía para abordar el tema que pretendemos desarrollar.

Conscientes que el secuestro demanda nuevas estrategias y acciones debido a sus diferentes manifestaciones, daremos un vistazo por Brasil, Venezuela, México y otros países del continente que sufren la zozobra de esta inhumana acción, sin olvidar incluso los Estados Unidos.

En este estudio se pretende encontrar el conocimiento necesario para reestructurar estrategias y conclusiones que nos permitan en primer lugar, establecer la corriente situación y adaptar la información para formular y aplicar estrategias que permitan combatir, reducir y prevenir este crimen.

CAPÍTULO I

Alcance del secuestro

Concepto y Definiciones

La etimología de la palabra secuestro proviene del vocablo latino "sequestrare" que significa apoderarse de una persona para exigir rescate o encerrar ilegalmente a una persona. Se conoció en la antigüedad con la denominación de "plagio".

Dentro del marco de la ley, el secuestro es considerado un crimen, al apoderarse de una persona a la fuerza o en contra de sus deseos, por amenaza o coerción.

El secuestro es generalmente perpetuado con el fin de obtener un rescate monetario, pero también es llevado a cabo con propósitos políticos entre otros. Tal es el caso de aquellos padres que habiendo perdido el derecho a la custodia legal de sus hijos los toman en contra de la ley (este crimen es más notorio en los Estados Unidos, en donde la ley mira de otra forma los derechos legales de los padre).

El crimen difiere del rapto, en el cual la intención de violación sexual es el factor causante del crimen.

La práctica del secuestro en el sentido legal no es reconocida desde el principio del hombre. A pesar de encontrarse ejemplos a lo largo de la historia, es referido como una debilidad del carácter humano por causar el mal a otro. Así el secuestro era la manera específica de obtener esclavos, y se ha convertido en el arma más usada por grupos subversivos en obtener notoriedad y altas cantidades de dinero; como fue el relevante caso de la toma de rehenes en la Embajada de Japón en Lima, Perú, hecho ocurrido el 17 de diciembre de 1996 por parte de elementos del M.R.T.A y la exitosa respuesta dada por el gobierno peruano en la Operación "Chavin de Huántar" donde el día domingo 27 de abril de 1997, lograron rescatar a 71 rehenes y dar de baja a los 14 secuestradores con tan solo una victima por parte de los civiles retenidos.

En la década de los setenta el secuestro se convirtió en la táctica más común utilizada por los grupos revolucionarios en Latinoamérica. En la presente década el secuestro ha vuelto a ganar notoriedad por el secuestro de diplomáticos, hombres de negocio y oficiales públicos, aún cuando su causa sigue siendo la misma, el cobro de un rescate pagado en fuertes sumas monetarias.

En los Estados nidos de América la mayoría de estos casos están relacionados con secuestros de carros (car – jacking), y de niños por parte de los padres que han perdido la custodia de sus hijos. Pero últimamente también se ha manifestado un incremento en los secuestros de ejecutivos de grandes conglomerados; en Venezuela podemos citar el secuestro de Richard Boulton (15 de Julio de 2000) y de Luis Francis (02 de Noviembre 2000).

Antecedentes Históricos