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Cuento… Un relato: parte de mi vida… (página 2)


Partes: 1, 2

Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras.Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, él notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron. Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno…¨.

Si alguna vez caes… ¡levántate sigue adelante!

Donando sangre: como buen hermano

Y precisamente este relato del Rey, me hace pensar en nosotros, quienes tenemos la necesidad de compartir, colaborar e integrarnos humanamente. Lo veo en mi capacitación y necesaria medida en colaborarle a quien realmente lo necesite y merezca. Hace algunos meses, por ejemplo, cuando trabajaba como voluntaria en la Cruz Roja, conocí a una niñita llamada Liza quien sufría de una extraña enfermedad.

Su único chance de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por sólo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: Si, Yo lo haré, si eso salva a Liza.

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Él miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa, ¿A qué hora empezaré a morirme? Siendo sólo un niño, no había comprendido al doctor; el pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba, sin darse realmente cuenta que sólo era una transfusión o un obsequio de parte de su misma sangre.

Da todo por quien ames

Un viaje desafortunado por coterráneos… Mas que un sueño, una pesadilla… Ser colombiana

Esa noche agotada del todo, me relajé y dormí como bella durmiente. Tanto descansé, que en medio de la noche de pronto soñé… y soñé rico y maluco. Ustedes dirán… ¿por qué lo uno o lo otro?

… Estaba mi padre y mi madre quienes tanto me adoran, pues con mi hermana somos dos hermosas niñas, muñequitas como nos tratan en nuestra casa; sentados todos alrededor de la mesa. Armamos paseo y de pronto ya estábamos montados en el avión. Salimos de nuestro lugar de residencia y aterrizando en la hermosa ciudad de Cartagena, disfrutamos de una hermosa semana de sol, viento, arena y mar; desde las poblaciones arenosas de Coveñas, Tolú, Sincelejo, Montería, Cartagena, Barranquilla, Santa Martha, Rio Hacha y Maicao. Tremendo recorrido y sabroso paseo entre nuestras tierras hermosas de Colombia.

Después de estos ocho días, como estaba convenido, viajamos en Avianca hacia la ciudad del Sol. Miami Beach. Llegamos al aeropuerto y empezamos nuestro principio de crisis. Nos chequearon y revisaron papeles, lo hizo una persona de descendencia ecuatoriana, muy cortés. Fuimos por nuestras maletas, cuando de pronto nos informan que ya había sido reclamada en nuestro nombre. Ya nos seguían la pista. Esto nos enseña a estar mas pilos, precisamente a no confiar en nadie incluso.

En el momento alguien se acercó, informándonos que ya había sido reportado el inconveniente e incluso, ya habían detenido a dos personas quienes portaban algunos elementos robados, y según los interrogantes, pertenecen a una gran banda de maleteros, conformada por colombianos. Bueno, no nos pareció raro, que los ladrones fuesen de nuestro hermoso y tropicalísimo país. ¡Qué lástima y que pena! Embajadores de nuestra paradisíaca[1]tierra, dejando mal parado el nombre de nuestra nación y desafortunadamente coterráneos.

Sinceramente cuando me dijeron de la nacionalidad, me sonrojé y no pude más que agradecer por la acción rápida de las autoridades.

De todas formas, nos fuimos rápidamente para continuar con el paseo, salimos del aeródromo hasta llegar y subirnos al taxi que hacía turno en el sitio. Salimos, solicitándole nos llevara hacia el centro, con el ánimo de recorrer un poco y situarnos en el hotel que un gran amigo venezolano de la familia, nos había recomendado.

Sale el taxi como una ráfaga, manejado brusca y torpemente. No parecíamos montados en un vehículo de transporte regular y de conducción profesional, sino en un caballo de carreras. Llevábamos más de media hora recorriendo los caminos, notando que el carro daba vueltas en zigzag, incluso con algunas regresiones en forma de ¨L¨. Me dio por preguntarle al taxista que pasaba, a lo que me dice él, que era que existían algunos trancones en el camino e inconvenientes, los cuales trataba de evitar para llegar más rápido. Mis padres ofendidos e incluso nosotros, optamos por solicitarle al taxista que nos detuviera. Nos bajamos y nos negábamos a cancelarle la estruendosa cifra pedida por él. Desafortunadamente, nos sacó machete para amedrentarnos. Por su acento y su facha me di cuenta que era otro colombiano, que atentaba contra otros de sus coterráneos, y que en lugar de colaborarnos, nos aplastaba.

Afortunadamente en ese momento, otros taxistas latinos, viendo el hecho, muy decentes, en total tres, un boliviano, un panameño y el otro brasileño; lograron desarmarlo y contrarrestar su actitud violenta y agresiva. De todas formas mi padre, le insertó en el bolsillo, la mitad de la cifra por él pedida. Precisamente por su abuso, ataque e imprudencia. Incluso, debido al acto, decidimos no hacer ningún descargo ante ninguna autoridad.

Seguimos avanzando en uno de los vehículos, que nos ofrecieron llevarnos gratuitamente a nuestro destino. Estuvimos allí en forma rápida y mi padre en agradecimiento le dio la otra mitad del pasaje que el colombianito nos había pedido injustamente…

Uhmm me estiré… estaba en sueños parece…

¨bueno esta bien la verdad que lo que hacen con los animales de echarlos a la calle es re-malo  es verdad que algunas personas que inventan remedios usan animales de la calle para probarlos  yo tengo un gato que se llama cholado lo crié desde que nació y cada vez que me voy se queda esperándome en casa y llora quiere a todo el mundo y nunca atacó ni arañó a nadie"…

Desperté después de un maullido… desperté bien, y que pesadilla por Dios y que sueño… Dormí delicioso.

Me quedé pensando lo del patán, aquel colombiano, el de mi sueño. Recuerdo cuando mi gran amiga Daniella, me dijo alguna vez, que estando una de sus tías en España, ilegalmente, habían otros colombianos, que siempre envidiosos, asediaban a su tia, amenazándola con ¨sapearla¨ ante inmigración sino se prestaba a trabajar para ellos al precio que dijeran. Es mas, entre los pocos billetes que le daban le insertaban algunos falsos, haciendo más débil la paga. Y pasó lo que tenía que pasar, que la ¨chismosearon¨ y por ende la sacaron del país, de regreso de nuevo a Colombia. Esto me enseña y llego a la conclusión que:

¡El Dinero es un Medio, no un Fin. Es el valor de nuestro esfuerzo!

Y que…

¡Si deseamos la Paz: Debemos desarmarnos internamente de nuestra agresividad y envidia!

Me siento bien cuando………..

Estoy contento cuando la gente me trata………..

Me siento feliz cuando………..

Una cosa que me gusta de mi es………..

Una cosa que yo hago muy bien es………..

Una cualidad que yo admiro en la gente es………..

Lo mejor que mis padres tienen es………..

La celebración más importante en mi familia es………..

Una cosa que me gusta de mi escuela es………..

Cuando aprendo algo nuevo como por ejemplo……….. Me siento………..

¡Pensar siempre con positivismo!

Sin apegos

Nunca almaceno archivos de correos electrónicos. Borro los mensajes que me llegan al teléfono en cuanto los he leído. No hago fotos porque no me gusta verlas después y rompo todos los recibos en cuanto los compruebo. No tengo entradas de cine antiguas, ni billetes de avión, ni facturas de hotel. No llevo anillos, ni pulseras ni relojes que tengan un significado especial. Cuando los niños vienen del colegio con sus trabajos recogidos en carpetas, los miro detenidamente, alabo lo bien que lo han hecho y después los llevo al contenedor de papel y cartón, para que lo reciclen.

Al abrir la cartera esta mañana se han caído dos papeles doblados en cuatro. Son tan antiguos los dobleces que por algún vértice ya se están rompiendo y la tinta, que debió ser negra, es ahora gris clarito. Uno es una nota de entrega de una floristería y por detrás pone "Te querré siempre", con letra manuscrita. Era de mis padres a quienes tanto adoro.

El otro es la colilla del primer pago, cuando por vez primera me gané un dinero trabajando.

Cansada de descansar, me siento a leer cuentos de ficción como para aquellos que no pueden dormir…

La guerra de la vía láctea. Año 2087 d.c. en un solitario satélite de la constelación de Andrómeda en plena guerra hipergaláctica.

Anyta estaba intentando arreglar su nave espacial, cuando su robot x-20-G le trajo el desayuno. Este hecho hubiera sido de agradecer, si no fuera porqué era la tercera vez que se lo llevaba.

-Maldito pedazo de lata! Encima que no puedo salir de este planeta, tengo que soportar este robot chiflado. ¡No! Ya me has traído tres desayunos, el ser humano sólo lo hace una vez al día, ¿entiendes?-

-Lo siento señora, mi chip de memoria está estropeado-

Y se volvió camino de la cocina.

-Si vuelve a llevarme el desayuno, juro que los desguazo-

-Recuerda que es propiedad del estado-

Le advirtió Dorin, su único compañero de tripulación.

-A la misma … ¡el estado! Nos han dejado colgados en este satélite y ni se acuerdan de nosotros con todo el follón que tienen-

-Eso explícaselo al tribunal del consejo de guerra. Por cierto, llevamos cuatro días intentando arreglar este cacharro y de momento sólo hemos conseguido quedarnos sin luz y este olor a quemado.

-¿LLevamos?-

Amenazarlo con el destornillador eléctrico

-Solo soy yo, quién está trabajando, tu te pasas el día bebiéndote nuestra bodega de caldos marcianos y jugando con la realidad virtual. ¿Y aún tienes el morro…?-

-Está bien, de acuerdo, pero lo hago porque veo que es inútil. Ninguno de los dos es ingeniero. Sólo somos pilotos. Y aparte, ¿para qué volver? Están en guerra, acuérdate. Y aquí estamos al margen de todos los circuitos conocidos, un escondrijo perfecto. Cuando acabe, ya nos vendrán a buscar.-

Anys dejo el destornillador en el suelo y se sentó en él.

-Tengo varias razones para arreglar esta nave. La primera es que tengo una familia y quiero saber como están, la segunda es que soy un patriota y no como tú que huyes del deber de defensar el sistema.

-En lo primero no me meteré, pero lo del patriotismo…si piensas que vas a ser un héroe, lo tienes claro-

Entonces llegó otra vez el robot con otro desayuno

– Maldito seas! Te voy a desmontar pieza a pieza-

Anys saltó encima del pobre robot con el destornillador eléctrico, Dorin no pudo impedir y lo primero que salió rodando fue la cabeza del robot. El cuerpo del robot, sin la cabeza, iba sin rumbo fijo, a la deriva.

-Basta, Anys, basta!-

Dorin detuvo el robot decapitado y lo desconectó. Después recogió los trozos y cuando se dirigía hacia el taller, oyó una explosión y la nave tembló, como si de un terremoto se tratará. Anys había hecho una falsa conexión y se había cargado el protoreactor. Anys solo estaba superficialmente calcinado. En la cocina valoraron los hechos delante de una copa de zumo marciano.

-Resígnate, Anys, la guerra se ganará sin ti…

-Solo me faltaba esto, tengo los nervios destrozados-

De golpe y porrazo se encendió la señal de emergencia en el monitor de información…

Era el timbre de la puerta, alguien llamaba…

Me puse cómoda y mientras me cepillaba los dientes, la luz se fue… se oyó una sirena, gente corriendo. Alguien tocó la puerta de nuevo: era un hombrecillo calvo, no más alto que la altura de posición de mi mandíbula, con gafas de montura redonda, vestido con una bata, delgado como un santón de la India. Con sus lentes, no le reconocía el rostro…

-No se asuste, señorita, se que su nombre es Maria Fernanda, solo quiero darle una cosa y me iré-

En la mano traía un sobre y le tendió para que lo cogiera

-Todo el mundo corre peligro, aquí, fuera; solo debe tirar esta carta a una amiga tuya, la que más aprecies para que siga de mano en mano –

-Pero, oiga, ¿Que dice?, hágalo usted-

-A mi no me dejan, tenga, escóndalo-

Me dejó el sobre encima de la mano y desapareció por la puerta. Cuando salí al pasillo para devolverle el sobre, el hombre se había esfumado. La luz volvió. Estaba desconcertada, seguramente ese viejo debía estar loco. En todos los pueblos hay uno, y mas en donde vivo. En fin, tirarla a otras personas, esa tontería. Miré la dirección: iba dirigida a una persona que tenía su despacho en las naciones Unidas. Realmente ese hombre era quizás un majadero.

Abrí el sobre y leí un documento:

¨Diez años más tarde, los pronósticos del Social Demócrata se habían cumplido a la perfección: dominaban los mercados, pues todo el mundo necesitaba de estos mercados. Les eran necesarios para sobrevivir, como una droga. Se habían convertido en moneda de cambio, más preciado que la heroína o el oro. Los gobiernos corruptos como marionetas del dinero mal habido, que controlaban e incluso a través de la homicida iglesia católica, cuando asesinó desde siglos atrás a millones de indígenas, aborígenes de nuestras tierras. El mundo había caído en una fase de desequilibrio social, parecido a la Edad Media. Los pobres, cada día más, deambulaban por las calles buscando un inexistente trabajo o pidiendo cualquier cosa para alimentarse. La mayoría morían pues no tenían dinero con que pagar los mínimos servicios y la seguridad social ya no podía repartir los mercados gratis a los no trabajadores, aunque se rumoreaba que la sociedad los hacía con el fin de eliminar población. Esta fue la causa de que se desencadenaran sangrientos desordenes y asaltos a la corruptela. En medio de aquel caos, había gente que aún pensaba dónde iría a pasar sus vacaciones si a la nueva colonia lunática o en las nuevas instalaciones del Polo Norte, porque los gringos en el Polo Sur, tienen laboratorios de pruebas nucleares, de hecho, Europa, Estados Unidos, Japón y China formarán una unidad aislada del resto del mundo. Dónde el SIDA viene despoblando los continentes, la droga, el alcoholismo, el tabaco; pensando errónea e ignorantemente, que sus sociedades ¨desarrolladas¨ son producto del degeneramiento, que las razas como productos, sólo quedan esclavos de los malos hábitos…

copyright © Dany – Any – Hdo Arcila Buriticá

  • CUENTO … UN RELATO: PARTE DE MI VIDA…
  • TÍTULO: … UN RELATO: PARTE DE MI VIDA…

  • TEMA: RELATOS DE MI VIDA

DATOS PERSONALES

PSEUDÓNIMO NOMBRE AUTOR: MAXZINYER

TRABAJO REALIZADO POR: HERNANDO ARCILA BURITICÁ

Copyrights

CORREO ELECTRÓNICO:

ESTUDIOS: SUPERIOR – DIPLOMADO PREPARATORIA ANALISTA E INVESTIGADOR

CIUDAD DE ORIGEN: ARMENIA QUINDÍO COLOMBIA

TÍTULO DE LA OBRA: CUENTO UN RELATO DE MI VIDA

  • TEMA: DERECHOS DEL NIÑO CONCEBIDO

  • VIDA INTRAUTERINA O FETAL- NO ABORTO

ELABORACIÓN E INVESTIGACIÓN: Agosto 20 del 2007

CULMINACIÓN: Agosto 30 del 2007

CLASIFICACIÓN DEL TEMA

Entre Daniella, Ana Marya, mis hijas, y Yo, hemos sacado esta publicación como un síntoma verdadero de lo que padecemos y nos falta por inculcar en nosotros.

 

 

 

 

 

Hernando Arcila Buriticá

[1] Zonas tropicales, hermosas. Zonas altas y frías. Nevados, desiertos, costas, mares, rios, lagos, calor, arena, playa. Regiones de gran biodiversidad, el folklor musical mas variado y mas andino. La mejor gastronomía del mundo. Nuestra comida internacional. La riqueza en flora y fauna

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