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Derecho procesal penal


    Prólogo

    No estoy seguro de la certeza de la sentencia de Alfredo Bryce cuando afirma que un prólogo es algo que se escribe después, se coloca antes y no se lee ni antes ni después, pero sí lo estoy que la calidad y riqueza del contenido de la obra Derecho Procesal Penal, asegura su lectura y su aprovechamiento.

    Ha sido producto de sus años de experiencia profesional y docente, los que han determinado el señor Doctor Henry Guillén Sosa, nos otorgue este interesante texto, que confirma el reconocimiento dado a Arequipa como cuna de juristas enjundiosos e investigadores acuciosos cuanto académicos perseverantes; tradición que se concreta en una gratificante realidad, pues tenemos la suerte de tener a nuestro alcance una producción como la que se ha señalado.

    Todos los que de una manera u otra, cultivamos el Derecho Penal, afrontamos cotidianamente el obstáculo de tener que apelar a una abundante y dispersa normatividad tanto en el campo sustantivo como procesal, por lo que una obra con temas y hormas actualizadas y concentradas, traduce instrumento de gran utilidad no sólo para los abogados, sino para los estudiosos que hayan optado por ocuparse de tan apasionante rama del derecho.

    De manera especial y respondiendo a su espíritu docente, nuestro autor ha querido dirigirse principalmente a sus alumnos universitarios, esto es, a aquellos jóvenes anhelantes de conocimiento e impacientes por ejercer la profesión de abogado, obsequiándoles este valioso texto que contiene información de fácil acceso y comprensión, expresado en un lenguaje diáfano y sintético, complementado con esquemas didácticos, cuadros e ilustraciones, extendiéndose incluso a recopilar piezas judiciales atinentes a los temas tratados; características tales que hacen de la obra, además, herramienta de innegable utilidad pedagógica.

    Los elementos formales de la jurisdicción, entendida ella como la facultad de administrar justicia y que corresponda al Estado a través del órgano jurisdiccional, lo constituyen los procedimientos, los que no sólo establecen el orden cronológico de los actos, sino su forma y contenido; por ello no son pocos los que atribuyen una mayor importancia al derecho procesal que al derecho sustantivo, más aún, cuando afirman que éste último sólo atañe al delincuente en tanto el primero se refiere también al inocente; aunque lo cierto es que ambos, son de igual trascendencia y tan estrechamente vinculados que en la vida, el uno no opera sin el otro; de donde deviene la necesidad de su estudio Conjunto, correlacionado y concordante y al que desde su especialidad, está contribuyendo vigorosamente esta obra.

    El desarrollo de una sociedad guarda relación con el avance de su cultura y con la atención que se presta a la instrucción; por lo que es de obligación celebrar el nacimiento y publicación de este trabajo, felicitando a su autor; resaltando la participación de la Fundación Luis de Taboada y Bustamante que con su auspicio estimula y apoya la producción académica, permitiendo que una de las más importantes y preciadas misiones de la Universidad y que es la proyección a la comunidad, se realice.

    Berly Gustavo Cano Suárez

    Vocal Superior de Justicia

    Introducción

    La presente obra debe ser considerada solamente como una aproximación a un Tratado de Derecho Procesal Penal; el mismo que se construye en base a los "Apuntes de Clase" preparados con esmero para el dictado durante varios años de docencia en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de mi Alma Mater, la Universidad Católica de Santa María de Arequipa.

    Cuando la sociedad es agraviada por una conducta que daña o lesiona un bien jurídico protegido, es el Estado quien en su representación opera mecanismos jurisdiccionales para reparar el daño causado y alcanzar la indemnización debida. Pero es también la misma Sociedad en su Carta Constitucional y Códigos Adjetivos, que otorga las garantías de un debido proceso, un juicio justo y una medida punitiva adecuada.

    Es propósito de esta obra, presentar todos y cada uno de los pasos; procesos y procedimientos que llevan a una persona desde la imputación de una conducta antijurídica, el acopio de pruebas de cargo y de descargo hasta el juzgamiento y sentencia, así como los mecanismos de defensa a los que puede recurrir el procesado en su beneficio.

    Se divide el trabajo en tres grandes bloques: El primero está referido a una aproximación conceptual, ubicación dentro del Derecho, sus principios, Sistemas de Juzgamiento y las Garantías Procesales.

    El Segundo Bloque comprende todo lo concerniente al Proceso Sumario; intentando concordar y correlacionar la confluencia de normas de aplicación fraccionada como son el Código de Procedimientos Penales (1940), el Código Procesal Penal (1991) y el Decreto Legislativo 124 y sus modificatorias (junio de 1981) y Procesos Especiales.

    El Proceso Penal Ordinario y el Juicio Oral son materia de análisis en el Tercer Bloque y que posee características singulares, principios, "ceremonial" y séquito que de suyo subyugan y apasionan, por el calor humano que fluye a raudales en la Audiencia.

    Menciono que hay momentos y actos procesales que los presento con la metodología de su secuencia cronológica; que comienza necesariamente con la comisión de un delito y la denominada "notitia criminis" o puesta la conducta antijurídica en conocimiento de la autoridad llamada por ley para indagarla y precalificarla.

    Las funciones del Ministerio Público previstas en el Decreto Legislativo 054 en la Investigación Pre-Jurisdiccional, como Titular de la Acción Penal, de oficio, por denuncia de parte o por acción popular, nos conducen a las alternativas posibles de formalizar o no la denuncia penal por ante el Juez Penal.

    La Instrucción o Investigación Jurisdiccional corre a cargo del Juez Penal, tanto en Proceso Sumario como en el ordinario; y cada paso o secuencia de la actividad probatoria es analizada con minuciosidad. Así como también la Prueba en si misma, ofrecimiento, valoración, etc.

    La denominada Primera Parte y que comprende seis fascículos culmina con el Fin de la Instrucción, Dictamen Fiscal, Sentencia y Recursos Impugnatorios en Proceso Sumario; cada fascículo cuenta con sus respectivos Anexos como aplicación práctica de los actos procesales.

    La Segunda Parte del Derecho Procesal Penal se refiere exclusivamente al Proceso en Segunda Instancia o Juicio Oral. Se inicia con la secuencia de los actos preparatorios para la Acusación del Fiscal Superior y la Audiencia.

    El Juzgamiento o Juicio Oral, Acusación Oral y Alegatos, la Votación de las Cuestiones de Hecho, la Sentencia y los recursos impugnatorios son la culminación del proceso. Igualmente va acompañado de Anexos de las principales piezas de dicho Juicio Oral.

    Dentro de los Anexos se consigna una pieza importante; es el Auto de Apertura de Instrucción a Vladimiro Montesinos y Otros por el Delito de Homicidio Calificado, como también una compilación de la Legislación Antiterrorista y las Leyes Anti Corrupción.

    Para terminar este liminar, dejo expresa constancia que los anexos al final de cada fascículo de la primera y los capítulos de la segunda han sido tomados de casos reales y con fines estrictamente didácticos, dejando a salvo la muy cuidadosa omisión de los nombres de los autores del delito y de los agraviados, con la única finalidad de proteger a los inocentes; y porque nadie tiene el derecho de rememorar sucesos dolorosos.

    Colmaré mis aspiraciones, si solamente logro despertar en el lector, y en especial mis alumnos de Derecho, el interés por conocer el Proceso Penal.

    Arequipa, setiembre del 2001

    El autor

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