Perspectiva o punto de vista del narrador:
Narrador Omnisciente:
Conoce exactamente todo lo narrado, sucesos y sentimientos de los personajes, todo lo ve y todo lo sabe; pero él no participa en las acciones.
Narrador Observador:
Presenta a los personajes, y estos se encargan de realizar las acciones, el narrador no forma parte en los hechos, no actúa en el relato.
Narrador Protagonista:
Es el que cuenta su propia historia, utiliza la primera persona: "yo o nosotros".
Narrador Testigo:
Cuenta en tercera persona todo lo que ve y observa, actúa dentro del relato.
Formas expresivas:
Narración:
Es la forma que prevalece en el texto narrativo, a través de ella se cuentan las historias ocurridas en un tiempo y un lugar determinado.
Descripción:
Es representar por medio de la palabra la imagen de una persona, animal, objeto, un ambiente, etc.
Diálogo:
Es la forma expresiva que sirve para presentar la conversación sostenida entre dos o más personas. Es la expresión propia de las obras de teatro.
Monólogo:
Obra dramática donde habla un solo personaje, el personaje habla consigo mismo.
Exposición:
Es la forma expresiva en la cual, personajes dan a conocer sus puntos de vista, interpretan sucesos.
Ejemplo:
¡Miranda!, de tu nombre se gloría también Colombia; defensor constante de sus derechos; de las santas leyes, de la severa disciplina amante.
Andrés Bello.
Recursos expresivos:
Símil o Comparación:
Es una comparación entre dos o más términos o imágenes, que son semejantes. Los elementos del símil están relacionados a través de nexos: "como", "igual que", "parecido a", "se parece a", "es como".
Ejemplo: "Estaba pensativa como la luna en el firmamento oscuro".
Metáfora:
Es también una comparación, pero sobreentendida, se establece una semejanza sin nexo.
Ejemplo: "El titilar de las estrellas es el mar en movimiento".
Humanización:
Con este recurso expresivo el autor da características de seres humanos a objetos, cosas, animales.
Ejemplo: "La luna bailará toda la noche"
Hipérbole o Exageración:
Cuando el autor cambia, o deforma acciones, comportamientos, cualidades de algo o de alguien.
Ejemplo: "A cuadra y media se oyó tu risa".
Onomatopeya:
Este recurso consiste en imitar mediante el lenguaje sonidos que hacen las personas, los animales, la naturaleza.
Ejemplo: Con el tic-tac del reloj me desperté.
Contenidos sensoriales:
Imágenes sensoriales:
Son las que percibimos por medio de los sentidos (nos permiten imaginar olores, colores, sonidos, sabores). Según el sentido que impresionan se clasifican en:
Visual:
Cromáticas (indican color)
Cinéticas (indican movimiento)
De forma.
De tamaño.
Ejemplo: Todos corrieron asustados.
Olfativa:
Sugiere olores.
Ejemplo: A medida que se acercaba a la casa sentía más el olor de las hallacas.
Auditiva o acústica:
Indican sonido.
Ejemplo: Al son del merengue bailaban todos los invitados.
Táctiles:
Se captan a través de la piel.
Ejemplo: La avispa le picó al niño en la mejilla.
Gustativa:
Se refiere al gusto.
Ejemplo: ¡Qué rica la torta de fresa y crema blanca.
Contenidos Afectivos:
Son aquellas palabras que expresan los sentimientos del autor. Por medio de los contenidos afectivos el autor manifiesta su alegría, dolor, nostalgia, tristeza, amor, ternura, etc.
Plano del discurso:
Plano lineal: cuando narran la historia en orden cronológico, siguen la línea del tiempo, lo sucedido, el desarrollo, la conclusión.
También pueden narrar el pasado y anticipar el futuro o recuerdan el pasado y luego lo llevan al presente (Dan saltos en el tiempo).
Análisis y elementos de un cuento
El análisis de un cuento requiere descomponer en sus componentes mínimos los elementos fundamentales que le dan forma definida. Antes de entrar en esa explicación, es conveniente repasar la definición de cuento. En su conocido libro El cuento hispanoamericano Luís Leal ha definido el cuento moderno de la siguiente forma: "narración breve, fingida (o que parezca fingida), que trata de un solo asunto, crea un solo ambiente, tiene un número limitado de personajes e imparte una sola impresión (emoción) por medio de la elaboración artística de la fábula." Esta definición recoge en esencia las ideas de Edgar Allan Poe, considerado por muchos como el cuentista moderno por excelencia.
Al leer esa definición, comprobamos que el cuento se compone de varios elementos indispensables, además de que existen ciertas características que lo distinguen de otros escritos: brevedad, número limitado de personajes, un asunto solamente, creación de un ambiente, etc. En resumen, el cuento se inscribe dentro de lo que conocemos como el género narrativo o simplemente la narrativa. Ésta se caracteriza por el relato de hechos ocurridos en un tiempo y un espacio. Como verás más adelante en este curso y en los dos que le siguen, otros tipos de escritos literarios comparten algunas de estas características. Sin embargo, sólo el cuento reúne todas las que se han mencionado.
El análisis del cuento pretende explicar sus elementos principales, entre los que cabe mencionar: la acción, el ambiente (tono, tiempo, espacio), los personajes, las técnicas narrativas y el aspecto ideológico (la ideología) implícito en el contenido. Como se ve, algunos de esos elementos se relacionan con el arte, con la creación, con el cuento como un producto del ingenio del hombre; otros se relacionan más con el mundo ideológico, con las ideas que pretende comunicar el autor.
La acción, por ejemplo, se relaciona con la historia contada, una anécdota ficticia que se compone de tres partes identificables: inicio o principio, un desarrollo y un fin. En otras palabras, principio, medio y fin. Esas tres partes quedan entrelazadas de tal manera que al final podemos reproducir dicha historia de manera inteligible. La anécdota nos da cuenta, además, de un ambiente que es el escenario donde se desarrollan los hechos, el tiempo en el que ocurren y el tono (sentimiento que se transmite) que prevalece. Los personajes en un cuento suelen ser muy pocos, casi siempre un protagonista que es el eje central de la acción y un antagonista o personaje secundario que se opone, ya sea en sus ideales, deseos o motivos al personaje central. Tradicionalmente se les ha conocido como el héroe y el antihéroe.
Las técnicas narrativas son las maneras de las que se vale el autor del cuento para expresar por escrito la historia. Es decir, alguien debe contar los hechos y aunque la lógica nos dice que tiene que ser el autor, lo cierto es que éste se vale de "alguien", al cual conocemos como narrador. Dicho narrador se puede expresar en primera o tercera persona, que son los puntos de vista más utilizados. Cuando se emplea el narrador en primera persona, éste forma parte de la acción como personaje; cuando se utiliza la tercera persona, entonces se trata de un observador de la acción que se mantiene fuera de ésta. Ese observador puede tener conocimiento de TODA la acción, incluyendo los pensamientos de los personajes, en cuyo caso se le llama narrador omnisciente. Como puedes ver, se trata de una estrategia que el autor emplea para, junto con otros elementos, crear una historia que se parece a la realidad (es verosímil), pero que no lo es, sino que se trata de ficción.
Finalmente, la ideología siempre tiene que ver con las ideas que comunica el autor a través de su cuento, su manera de ver y entender el mundo y su interpretación del mundo y de la vida. Como es natural, no siempre coincidimos o estamos de acuerdo con lo que los escritores expresan en sus obras literarias, ya sean expositivas o de ficción. Sin embargo, es imprescindible analizar sus ideas a fin de entender mejor el mensaje. Esto nos ayuda a su vez a entender el mundo que nos rodea y a ampliar y fortalecer nuestro acervo cultural. En ese sentido, la literatura nos ayuda a ser mejores seres humanos y a profundizar en el sentido de la vida, a comprender nuestra propia existencia y nuestra razón de ser.
Las ideas explícitas e implícitas en una narración:
De igual manera que ocurre con los textos expositivos, en la narración también es posible identificar ideas que han sido expresadas de manera directa o textual, así como ideas que más bien están sugeridas o insinuadas. Identificar las ideas explícitas resulta una tarea muy fácil, ya que basta con corroborar en el texto. En cambio, las ideas implícitas nos dan un poco más de dificultad, ya que el proceso de identificación requiere reconocer elementos culturales, establecer asociaciones, descodificar ideas, etc.
Los significados implícitos pueden comunicarse de varias maneras. Una de las más comunes es la ironía. En este cuento el autor utiliza el tono irónico para expresar su desaprobación por el sentimiento de superioridad representado por la actitud del religioso frente a los indígenas. Esto lo podemos comprobar en el siguiente pasaje:"Los indígenas lo miraron fijamente, y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo y esperó confiado, con cierto desdén."
Si observamos con detenimiento, desdén es la palabra clave en el pasaje. El diccionario, que siempre es una gran ayuda, nos indica que esa palabra significa indiferencia y despego menospreciativos, de donde surge la idea del menosprecio implícito en el gesto. El pasaje dice más, ya que declara que el religioso "sorprendió la incredulidad" en los ojos de los indígenas, indicativo de que los ve como unos ignorantes dispuestos a creerlo todo, cuando en realidad se debe a que no pueden creer que alguien intente amedrentarlos con un eclipse. Entre los indígenas el conocimiento es un bien común, es decir, todos, contrario al individualismo occidentalista. Observemos una vez más la idea de la superioridad del conocimiento occidentalista implícita en las palabras del narrador.
El resumen de la acción:
Resumir es sinónimo de sintetizar. En el caso de una narración, el resumen consiste en sintetizar los hechos y reducirlos a lo estrictamente necesario para que el interlocutor comprenda la anécdota. Cuando un narrador escribe su cuento, incluye siempre una serie de detalles que son necesarios en la medida en que le ofrecen al lector una idea cabal de los hechos. No obstante, al resumir la acción no es necesario incluir todos los hechos, ya que el objetivo del resumen no lo exige. Para hacer buenos resúmenes, ha dicho Graciela Reyes (1999) en su libro Manual de redacción: Cómo escribir bien en español, es menester omitir, condensar y generalizar.
El comentario reflexivo basado en el cuento leído:
Uno de los motivos fundamentales por los que debemos leer buenos textos literarios (o de cualquier otra índole), debe ser la reflexión en torno a lo expuesto en esos textos. La literatura nos invita a la reflexión, sobre todo porque el texto literario nace de la preocupación del autor por la temática tratada. Reflexionar, en este contexto significa, dedicar tiempo para pensar tomando en cuenta las ideas expresadas; reflexionar acerca de las relaciones de esos textos literarios y la vida humana.
Marco guerrero
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