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La mujer

Enviado por Ximena Ortega


Partes: 1, 2

    DE CÓMO LA CONSTRUCCIÓN DEL "YO ÍNTIMO" GENERA UN VERDADERO SENTIDO DE IDENTIDAD EN LA MUJER

    ASUNTO ESPECIFICO: CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD

    GRUPO SOCIAL: MUJERES

    ÁREA GEOGRÁFICA: SAN JUAN DE PASTO (COLOMBIA)

    "La humanidad posee dos alas: una es la mujer, la otra es el hombre.

    Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas, la humanidad no podrá volar.

    Necesitamos una nueva humanidad, necesitamos volar.

    Ahora mas que nunca la causa de la mujer es la causa de toda la humanidad"

    B. Boutros Ghali

    Muchas veces se olvida que el mayor triunfo y éxito de la mujer, es el ser esencialmente mujer, sin rechazar su naturaleza, la mujer sin el afán de encabezar un falso protagonismo, es sin duda pieza clave en la sociedad y en la humanidad misma, es ella quien proporciona la vida al ser humano, participa de la creación, conjuntamente con el hombre, con la maravilla de ser madre, conjuntamente con el hombre, quien es colaborador esencial en esta co-creación, la cultura a lo largo de la historia ha desfavorecido a la mujer en ocasiones o se las ha creído inferiores al sexo opuesto, ahora la mujer debe encontrar el camino que la lleve a su verdadera identidad, que está lejos de encajar en las categorías sociales.

    Se exigía y se exige demostrar que ambos sexos tienen la misma dignidad por el hecho de ser personas, ambos tienen el mismo significado de seres espirituales, racionales, con inteligencia, voluntad y libertad. La diferencia está en la parte externa, en el cuerpo, el cual no hace a uno mejor que el otro, simplemente esta diferencia los hace complementarios. Y al decir que hombre y mujer se complementan se quiere también decir que ambos aportan cosas diferentes a la vida pero las dos igualmente importantes. Es absurdo pretender hacer de la mujer una copia del hombre. Es absurda la lucha por buscar la igualdad de la mujer en un sentido estrictamente cultural sin tomar en cuenta su naturaleza y el fin para la que ésta fue creada. Todo aquello que se deriva de la lucha de cierto feminismo está muy lejos de dar a la mujer y de reconocer en ella su dignidad y su papel humanizador dentro de la sociedad; está muy lejos de darle a la mujer una verdadera satisfacción. El ser mujer no está peleado con el hecho de ser profesionalmente grande o exitosa. La mujer ha dejado que su identidad se vea afectada por aspectos socioculturales que han estancado su progreso en la sociedad, y que han limitado su papel a una figura pasiva, es necesario tomar una nueva visión que rompa con los estereotipos sociales, para que las mujeres dejen de construir su autonconcepto a la luz de las teorías sociales, estereotipos o exigencias de la familia, sino en base a su propio potencial humano. Es por eso que se ve como necesario un replanteamiento de su identidad, partiendo del "yo intimo"; de todos esos aspectos personales, motivaciones, deseos, sentimientos que potencializen los recursos internos y produzcan la afirmación de la mujer como sujeto social con papeles protagónicos en la historia y en los procesos sociales de construcción.

    Es necesario entender que hoy la crisis de la identidad de la mujer ha implicado la crisis de la familia. La institución familiar está sometida en las sociedades a una profunda transformación. Se espera que en ésta prevalezca la importancia de la familia natural como base de la sociedad, que la mujer sea reconocida, fortalecida y enaltecida por las empresas y el Estado para que otorguen su aceptación con sus características y necesidades específicas y no como burda imitación del varón. Solo se resolverá satisfactoriamente la crisis cuando la mujer recupere su propia identidad, por ello la identidad en la mujer no es solo de mujeres, sino un asunto que involucra toda la sociedad.

    "La Mujer ya no está dispuesta a ser ciudadana de segundo rango, una vez que decide luchar por una nueva identidad individual y colectiva" (Ana Sojo).

    La mujer a través de los tiempos ha construido ella misma su concepto en una simbiosis que ha traspasado sociedades y culturas.La mujer ha sido símbolo de lo que se ha entendido por ser mujer, por lo femenino; aquellas que han transcendido estos limites han sido consideradas como el prototipo de lo que las "buenas mujeres" no deben ser ni hacer.

    Las mujeres se han sostenido al través del tiempo; teniendo que ser lo que el tiempo les ha marcado. No pueden desligarse de su condición de lo femenino, y en si ¿que es lo femenino? no podemos dar una sola definición porque podemos mirar de diferentes visiones: desde el hombre machista, desde la mujer feminista, desde la religión, desde la ley y la política, desde la historia, la antropología, desde la psicología, desde las estadísticas, desde los valores y la moral, desde la hermenéutica análoga neobarroca, desde lo estético, desde la indolencia; como podemos ver hay muchas maneras de entender lo femenino.

    Por eso, se sostiene que lo femenino no lo podemos encerrar en una sola posibilidad de interpretación, si lo hiciéramos correríamos el peligro de mutilar las otras posibilidades de análisis. Lo femenino es cuestión de cada tiempo y cultura, más allá de las ideologías, aunque no por ello se deja de reconocer que hay algunas constantes que se repitan en una y otras sociedades. Estas constantes son propias de la mujer o les han sido impuestas por los hombres que las han mantenido en sujeción. Y para mirar si son propias, tendríamos que definir el por que les son propias, que queremos decir o significar con ello, en este sentido observamos como ha sido el desarrollo de la mujer. No hay mujer, sino mujeres reales y concretas que existen en si, para si y para las demás desde su posición de seres sometidas pero que pueden y deben dejar de serlo. Entonces, no podríamos generalizar sobre el sometimiento de todas las mujeres de igual manera y en las mismas condiciones, pues también ha habido mujeres que han sometido a miles de hombres, pongamos por caso a las reinas o a las amantes de los hombres poderosos que haciendo uso de esta posición impusieron su voluntad y sus caprichos. Pero, aún así, aunque las mujeres tuvieran una posición privilegiada con respecto a otros seres humanos, vivían bajo el sometimiento de la fuerza de la costumbre y la cultura. Es decir, no es fácil escapar a su tiempo y las consecuencias que éste trae consigo. Las reinas tenían poder, pero vivían de acuerdo a los conceptos que las mantenían a raya, es decir, hacían lo que les era «propio de su sexo», excepto claro, el gobernar.

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