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La función de la apariencia en la teoría del arte de A. Danto

Partes: 1, 2

    1. El experimento de los indiscernibles
    2. Robert Kudielka y Noël Carroll: Historia de una apropiación incompleta
    3. Martin Seel: El arte como la creación de una apariencia única en el mundo
    4. Diarmuid Costello: la materialidad eclipsada por el significado
    5. Conclusión: El sentido de la apariencia como la apariencia del sentido

    El objetivo que nos proponemos es mostrar cuál es la valoración filosófica de lo estético en la teoría del arte de Danto. Por estética entenderemos, en sentido amplio, todo lo que puede ser objeto de percepción sensible en una obra de arte, sin ser necesariamente co-extensivo con las propiedades artísticas de una obra. Para ello, tomaremos los aportes de tres enfoques críticos: el de Robert Kudielka, Martin Seel y Diarmuid Costello. Pese a algunas diferencias en sus posiciones, coincidirían en que habría cierta inconsistencia en mantener, por un lado, que una obra de arte es un significado encarnado y, por el otro, que las propiedades estéticas o cualidades sensibles, pueden ser supeditas al dominio del significado.

    Justifican su postura por la intención de recoger las intuiciones comunes con las que en general nos enfrentamos o percibimos el arte, al tiempo que por motivos intrínsecos a la propia definición.

    Así, el trabajo estará orientado a ver i) si hay inconsistencia entre la definición de obra de arte y la valoración de lo estético y  ii) de qué tipo es o puede ser esta valoración.

    Para ello, a) explicaremos en qué consiste el experimento de los indiscernibles y a quién van dirigidas sus consecuencias negativas, b) describiremos sucintamente los cargos de las tres posturas, c) enunciaremos cuáles son las respuestas "explícitas o tácitas" de Danto, y por último d) valoraremos unas y otras en un marco lo más amplio posible de su teoría del arte.

    l. El experimento de los indiscernibles.

    El "experimento de los indiscernibles" es una posibilidad filosófica y una realidad histórica cumplida con éxito por el readymade, que Danto explora profusamente a lo largo de su obra, en particular en La transfiguración del lugar común. Cuando dos o más objetos perceptivamente indistintos, se nos presentan como categorizables en distritos ontológicos diferentes; esto es, cuando la distinción entre apariencia y realidad pasa inadvertida al ojo, y dos o más representaciones pueden ser compatibles con una única experiencia, hay "entiende Danto" filosofía.

    La Brillo Box de Andy Warhol, que era una apropiación de la caja para estropajos Brillo que el artista comercial (promesa del expresionismo abstracto) James Harvey había hecho en 1964, inspiró a Danto la forma del experimento, pues mostraba que las obras de arte no podían definirse en términos estrictamente perceptivos. 

    El «método de los indiscernibles» especificaba así un requisito negativo al plantear tácitamente la pregunta ¿qué diferencia a una obra de arte de una mera cosa cuando se da el caso de que se parecen entre sí en cualquier grado elegido? Algo para lo cual ni la teoría estética (un objeto intencional es artístico cuando produce cierta experiencia) ni las propuestas neo-wittgensteinianas (dominar el concepto de arte nos permite identificar obras de arte), parecían tener explicaciones disponibles. El readymade, el arte pop, el conceptual y el minimal, ponían de manifiesto que ya no era posible ver el arte prestando atención únicamente a las propiedades perceptivas de los objetos cuyo estatus estaba en cuestión.

    Lo que Danto vio en ese lugar, y que es objeto de numerosas narraciones en buena parte de sus escritos, es que no había nada digno de mención, nada interesante a los propósitos de distinguir entre arte y realidad (empresa cara a la filosofía, al menos desde Platón), que sirviera para separar lo que Warhol había hecho (ochenta y cinco cajas de madera contrachapada apiladas unas sobre otras, con las inferiores apoyadas directamente sobre el suelo, tal como en un almacén, esto es, sin pedestal) de sus homólogos comerciales (cajas de supermercado que contenían esponjas de/con jabón).

    Danto sentía que esta obra ejemplificaba la naturaleza misma del problema del arte: que no es posible ni definir ni identificar los objetos artísticos por medio de los sentidos, puesto que una mera cosa y una obra de arte pueden (de hecho el readymade lo había hecho realidad cincuenta años atrás), ser perceptivamente indiscernibles.

    En continuidad con la perspectiva teórica de Nelson Goodman, y artística de Marcel Duchamp, referida a la necesidad de  desvincular el tema de la representación en las artes visuales de la idea de belleza, y del programa del realismo pictórico, intenta ofrecer una descripción conceptual de lo que significa ser una obra de arte, para que nada que lo sea quede afuera de la identificación, ni siquiera y sobre todo las instancias anómalas y rebeldes de la producción artística actual.

    Si queremos definir el arte en términos que resistan la formulación del experimento de los indiscernibles (para cada obra de arte se puede imaginar una cosa idéntica que no lo es), hemos de buscar propiedades que no sean de carácter perceptivo.

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